이십. real life
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Chan sabía que no estaba actuando bien.
También sabía que Jiyong se enfadaría con él, pero había decidido, después de pensarlo mucho durante unos días, que era lo mejor.
—¿Para qué querías verme, Chan? —preguntó Nayeon entrando en el estudio.
—Siéntate —pidió y dejó de trabajar para centrarse en su amiga.
—Por la manera en la que me has citado parece importante, así que dilo de una vez.
—Es sobre Jiyong.
Chan fue muy directo y suspiró, pensando por enésima vez si lo que estaba haciendo era lo que debía o se estaba extralimitando, si era lo correcto.
—Verás tú... —Nayeon se sentó y dejó de sonreír de esa forma tan característica suya al ver la expresión del chico—. ¿Qué pasa con ella? —Chan se pasó las manos por la cara en un gesto muy nervioso—. Me estás preocupando y no me gusta.
—Es que no sé cómo empezar.
—Mira, solo te pido que no me pongas en una situación comprometida —pidió—. Ambos sois mis amigos, pero ella es mi mejor amiga, depende de lo que sea me pondré de su parte. Ella va antes que tú.
—Soy consciente, y seguramente te enfades conmigo cuando te lo cuente.
—¿Qué es lo que le has hecho ya?
¿Le había dicho o hecho algo malo a Jiyong? Porque si era así, sí, se enfadaría mucho, y más si lo que quería era un consejo sobre cómo arreglar la situación.
—No he hecho nada —aseguró—, pero es que hay algo que me preocupa mucho de Jiyong y ella no quiere ayuda de nadie.
Nayeon hizo un leve asentimiento de cabeza, eso era típico de su mejor amiga, cargar todo el peso de sus problemas por sí misma y no querer que nadie la ayudase.
—¿Es algo grave?
—Ella dice que no, pero sí, lo es y mucho.
—Tiene un sasaeng, ¿verdad? —dio por hecho y Chan asintió—. Me lo suponía, llevo años viendo cosas un poco extrañas y como intentaba ocultarlas o no darle importancia.
—¿Y no se lo dijiste?
—Esperaba que con el tiempo, y sabiendo lo mío, acabaría por contármelo... —admitió y apretó los labios—. Me equivoqué, al menos te lo ha contado a ti.
—Fue Jisoo la que lo hizo y a Jiyong no le quedó otra que explicármelo y hacerme prometer que no se lo diría a nadie.
—Y me lo estás contando a mí —completó—. Sí, se va a enfadar mucho contigo —reconoció sin adornarle la verdad—, pero yo no lo estoy, has hecho lo que crees mejor, quieres ayudarla.
—Ella asegura de que la situación está controlada, no es así —afirmó y sacó su móvil para enseñarle unas fotografías—. Mira lo que encontré.
Poco antes de navidad habían quedado en el apartamento de la chica para poder estar solos, como solían hacer, ya que si ambos hubieran ido a JYPE hubiera podido resultar sospechoso por las fechas en las que se encontraban. No por parte de él, Chan casi siempre trabajaba incluso en días festivos, pero para ella sí y más de toda la carga de trabajo que había tenido.
Chan había notado a Jiyong un poco extraña los días anteriores, pero no le había dado mucha importancia, no cuando ella le había asegurado que eran nervios por las actuaciones, galas y esas cosas por las que se había preparado tanto.
Había querido creer, porque sí lo sospechaba, que no era por el tema del sasaeng, que si hubiera empeorado o hubiera habido algo nuevo se lo hubiera dicho ya que habían acordado que estaría ahí para ella, que la apoyaría y que podía confiar en él, que era su soporte si así lo quería.
Se había equivocado. Jiyong se había vuelto a callar sus problemas, guardándoselos para sí misma y no dejándole entrar para que pudiese ayudarla.
Lo había descubierto por casualidad, cuando había ido a servirse un vaso de agua. Como no era la primera vez que estaba en el apartamento, y cada vez estaban mejor con el otro y más cómodos, actuaba como si estuviera en su propia casa, haciendo lo que haría de forma normal, como coger comida, beber agua... A Jiyong no le molestaba, de hecho le encantaba verlo de forma tan doméstica a su lado.
Ahí, entre varias cartas y papeles que parecían importantes había descubierto varias amenazas del sasaeng por pura curiosidad al ver lo irregulares que eran esas cartas o el color que tenían.
Ya no se limitaba a decirle que no le estaba gustando su actitud, la amenazaba con matarla si no se alejaba de los hombres que había en su vida que no fueran él o su familia. Que se había hartado de ver cómo se relacionaba con demasiada confianza con actores e idols, que no le daba el permiso para hacerlo y que si no paraba, le acabaría haciendo mucho daño, que era o suya o de nadie.
No le había dicho a Jiyong que las había visto, porque sabía cómo reaccionaría, le restaría importancia, diría que no eran ciertas, y que no pasaba nada, pero sí había avisado a Jisoo para que las guardase y les hiciera unas fotografías para tenerlas como pruebas, al igual de todo aquello extraño que llegase a su apartamento, o los regalos que los trabajadores del edificio ya no subían ni entregaban al ver que olían mal o que no estaban bien identificados.
Entre los dos habían empezado a trazar un plan para ayudarla aunque ella no quisiera, y eso pasaba por guardar todo lo que era denunciable para llevarlo a la policía después de hablar con Jiyong, porque Jisoo no quería actuar a las espaldas de su hermana. Solo necesitaba unos días para poder recoger la máxima información posible de todos los años que su hermana había sufrido por la situación, y una vez que lo tuviera todo, y que pasasen las festividades porque era complicado denunciar algo en fechas tan señaladas, hablar con Jiyong.
Sin embargo, Chan no estaba tranquilo, no podía estarlo, su mente no dejaba de imaginarse lo que podía pasar si esas amenazas se cumplían, por lo que había empezado a desviarse un poco de lo que había hablado con Jisoo para que se tomasen medidas de forma más rápida, no quería esperar a tener que hablar con Jiyong y que aceptase lo que había.
No sería capaz de perdonarse a sí mismo si algo le ocurría y no había hecho nada para impedirlo.
—No sé qué decir —murmuró Nayeon, claramente preocupada—. La situación no está controlada, debería hablar con su manager y con los directivos para que hagan algo.
—Pero no quiere... —comentó muy frustrado—. Y no sé qué hacer, Nayeon, no sé cómo ayudarla y me niego a pensar que le puede pasar algo y no he hecho nada.
—Díselo a su manager y habla con JY Park —sugirió—. Jiyong se enfadará contigo, sí, pero seguro que hacen algo y... —Suspiró—. Yo tampoco quiero que le pase nada, así que voy a estar de tu lado y te ayudaré en todo lo que pueda. Espera, mejor vamos los dos a hablar con ellos.
—¿Los dos?
—Sí, si vas tú solo puede resultar demasiado evidente de que sois más que amigos, pero si vamos los dos podemos pasar como dos amigos preocupados. Todo el mundo sabe que es mi mejor amiga, salen noticias casi a diario sobre nuestra amistad y lo bonita que es.
Chan ni había pensando en eso hasta que se lo había remarcado, lo único que le interesaba e importaba en ese momento era poder ayudar a Jiyong y que estuviera más segura. Tenía toda la lógica del mundo y el sentido, por lo que se lo agradeció con una sonrisa en la que se notaba a la perfección lo preocupado que estaba.
Mientras que Nayeon organizó una pequeña reunión con el manager de Jiyong, ya que lo conocía personalmente, Chan hizo lo propio con JY Park. Al principio, ninguno de los dos entendía lo que estaba pasando hasta que la idol llevó el peso de la conversación y explicó todo lo que sabía gracias a Chan, que se lo había contado momentos antes, alegando que estaban muy preocupados por el bienestar de su amiga y que no querían que les pasase nada, enseñando las pruebas que tenían.
Tanto el manager como JYP decidieron que lo mejor era hablar directamente con Jiyong y con el jefe de división de actores y actrices, a la par que informaban a algunos de los CEO porque la situación no era nada favorable.
—¿Podemos hablar un momento a solas? —pidió JY Park mirando a Chan una vez que la reunión había acabado—. Quiero comentar algo contigo. —El aludido asintió y volvió a sentarse, esperando que lo que iba a decirle fuera algo relacionado con música o alguna canción en concreto—. ¿Desde cuándo estáis juntos tú y Jiyong?
Chan disimuló lo mejor que pudo su reacción a la pregunta. ¿Cómo había podido llegar a esa conclusión? La que había hablado casi todo el tiempo era Nayeon, que era la mejor amiga, él solo había reafirmado algunos puntos y había dado su opinión.
—Jiyong y yo solo somos amigos, muy buenos amigos —mintió intentando sonar lo más seguro posible.
—¿Seguro? —volvió a preguntar con una ceja alzada, sin creérselo—. Me gustaría que me dijeras la verdad, Chan. Creo que tenemos la confianza suficiente para que lo hagas.
—Muy seguro —remarcó con la voz firme—. Estoy preocupado por ella porque es mi amiga y...
—Y eres muy sociable —completó por él y se rio—. Si me dices que solo sois amigos deberé creerte, porque seguro que si pregunto a vuestro círculo van a decir lo mismo, que solo sois amigos... —Se levantó—. Te recuerdo que te quedan aún unos meses para que la cláusula anticitas de tu contrato quede anulada.
—Soy consciente.
—Así que, por tu bien, espero que tu amistad —la última palabra la pronunció con un poco de ironía, como si no se la creyera— con Jiyong siga como está yendo, sin llamar la atención más allá de simples cosas y que no haya ningún escándalo.
—Por supuesto.
—Hablaré con vuestros managers y haremos una reunión —comentó con calma—. Llevábamos tiempo pensando en organizaros otra gira por diversos países fuera de Asia, creo que si la adelantamos un poco no va suponer ningún problema, sobre todo si coincide con los últimos meses en los que la cláusula va a estar activa, ¿no?
Chan entendió todo lo que estaba diciendo de forma ambigua. No se creía que solo fueran amigos, daba por hecho que estaban juntos, pero no tenía pruebas, y esperaba que no las hubiera porque si era así todo se complicaría. Tampoco estaba dispuesto a correr el riesgo de que los pillasen antes de tiempo, por lo que adelantarían la gira para evitar riesgos innecesarios.
No podía negarse, él no tenía el poder para tomar esas decisiones, solo tenía que aceptarlas aunque no le gustasen, porque aunque le apeteciera mucho poder visitar otros países y que STAY de todo el mundo pudieran ir a sus conciertos, no dejaba de estar preocupado por Jiyong y por el hecho de que no podría estar a su lado en un momento complicado.
—Me parece muy bien —concedió y se levantó para irse—. ¿Sobre qué fechas?
—Aún no lo sé, a partir de febrero probablemente... —respondió de forma vaga—. Una última cosa, Chan. —El chico se detuvo—. Me alegro mucho por vosotros —afirmó—, pero hay normas que se deben cumplir y hay demasiado en juego. Yo no diré nada de mis sospechas a los CEO ni a vuestros managers, siempre y cuando sigáis siendo así de discretos.
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Jiyong no entendía el motivo por el que la habían citado en JYPE a toda prisa. Su manager le había dicho que era muy urgente y que tenía que acudir lo más pronto posible, por lo que había dejado de hacer lo que hacía para ir.
Solo llegar supo que algo iba mal, había demasiada formalidad, y no se equivocó cuando la llevaron a una sala de reuniones en las que se encontraban varios de sus jefes al igual que JY Park.
Su primer pensamiento era que la iban a despedir, la situación le recordaba demasiado a la que había vivido en el pasado en YG, la sala de reuniones, todos sus jefes, las caras serias...
Y no entendía el motivo.
¿Los habían descubierto a ella y Chan? No había pruebas, ninguna imagen, nada que los relacionase más allá de una amistad. Y si era el caso, ella no tenía cláusula de citas, no podían echarla por eso.
Intentando disimular lo nerviosa que estaba, se sentó y agradeció con un gesto de cabeza el vaso de agua que le ofrecieron.
No habló, espero que fueran los demás los que lo hicieran para así poder actuar en consecuencia.
—Ante todo queremos destacar que no es una reunión para penalizarte ni nada parecido —empezó su manager—, es porque estamos preocupados por ti.
—¿Por mí?
—Sabemos que tienes un sasaeng —siguió su manager—, y al menos yo me siento decepcionado que no me lo dijeras porque es algo importante, Jiyong.
—Tengo la situación bajo control y...
—También sabemos que has recibido amenazas contra tu integridad física, que ha amenazado con matarte —la interrumpió—. Y aunque no fuera así, este tipo de cosas son las que tienes que explicarme, no puedes guardarlas para ti.
—Yo... —Jiyong no sabía qué decir, todavía estaba procesando que lo supieran—. Lo siento mucho.
—Queremos que sepas que eres uno de nuestras actrices con más progresión y por la que más apostamos actualmente —el que habló fue uno de los jefes de división—. Por eso queremos que tengas la confianza suficiente para contarnos este tipo de situaciones para que sepamos cómo actuar y protegerte a ti, tu imagen pública y a la empresa.
Jiyong estaba avergonzada y no sabía dónde meterse, solo quería marcharse y que nadie la molestase durante unas horas.
¿Cómo se habían enterado?
—Antes de tomar medidas preventivas, nos gustaría que nos contases desde cuándo sucede, cómo lo has ido tratado y en lo que ha derivado, por favor.
No mintió, no porque no le apeteciera, era una cuestión de no perder más credibilidad ante sus jefes. Había visto de reojo varios folios impresos con fotografías de las amenazas que había recibido, al igual que regalos que le había mandando, por lo que lo sabían todo, si mentía solo quedaría peor.
—A partir de este momento, un guardaespaldas contratado por la empresa te acompañará a los rodajes, eventos y trabajos a los que tengas que asistir —anunció otro de los jefes—. También vas a tener que informar a tu manager de lo que vas a hacer en tus tiempos libres, al igual que si te desplazas a algún lado va a ser con un coche de la empresa.
Jiyong asintió de forma leve con la cabeza, atenta a lo que decían, pero no estaba nada de acuerdo. Le estaban coartando la libertad, ¿cómo podría hacer una vida normal si estaría controlada hiciera lo que hiciera? Esa era una de las razones por las que no había dicho nada antes, porque no quería esto. No era una solución, era un parche.
Quería poder ir a pasear sola cerca del río Han sin que tuviera que avisar a nadie, como una persona normal.
—También queremos que sepas que la empresa está de tu lado —habló por primera vez en la reunión JY Park—. Se van a tomar todas las medidas legales para protegerte, ya se han interpuesto varias órdenes de alejamiento en su contra y estamos esperando que sean aceptadas, no podrá acercarse a ti a menos de doscientos metros. Además, la policía es conocedora de las amenazas y ha pedido que se le faciliten los originales de esas amenazas, al igual que cualquier otro material sospechoso, ya sea un correo electrónico, un regalo desconocido... Todo lo posible para poder rastrearlo y localizarlo.
Jiyong volvió a asentir a esas palabras, dudaba mucho de que acabasen dándole las órdenes de alejamiento y que la policía hiciera algo.
Por lo que había vivido con Nayeon y su experiencia lidiando con su sasaeng, esas medidas de nada servían, si se quería acercar, lo haría por mucho que tuviera una restricción. Eso a ese tipo de personas les era igual, no era un impedimento.
Durante la siguiente media hora se trataron temas acerca de su seguridad, de lo que podría o no hacer, de lo que le recomendaban, y de que era muy importante que hubiera una buena relación de confianza entre ella y la empresa, que si se llevaban bien era un beneficio mutuo, que ambas partes saldrían ganando.
Jiyong empezó a interpretar su mejor papel, contestando de forma educada lo que le decían, dándoles la razón sin que pensase que la tenían, aceptando las imposiciones que le marcaban para su vida...
Era por su bien, o eso aseguraban, pero no sentía que fuera así, sentía que el poder de decisión de su vida ya no era suyo, que era de sus jefes. Era como si volviera a ser una trainee en YG, como si los años que habían pasado desde aquello no existieran, se sentía vulnerable.
—Estoy muy contento de que podamos hacer el dueto —comentó JY Park una vez la reunión había acabado—. Nos lo pasaremos muy bien.
Esa había sido otra orden camuflada como sugerencia que le habían hecho sus jefes, el aceptar el dueto por la gran promoción y oportunidad que era, que querían promocionarla, convertirla en uno de los futuros grandes nombres de la industria, una de las mejores actrices a la vez que una solista de éxito. Y todo empezaba con el dueto con JYP.
—Seguro que sí, señor Park —concedió con una sonrisa nada sincera.
—Ya te lo he dicho más de una vez, no es necesario que seas tan formal conmigo, vamos a pasar mucho tiempo juntos. Tenemos que cuadrar horarios, y que puedas compaginarlo todo con tu trabajo como actriz.
Por lo que sabía de sus amigas, sacar una canción era un proceso largo. No sabía si estaba acabada o no, pero quedaba la coreografía, que seguro que la tenía, aprenderla, ensayarla, perfeccionarla, rodar el MV y adecuarse a una idea, seguir ensayando...
—Seguro que mi manager te puede mandar mi agenda de las próximas semanas.
—Me gustaría que participases en los arreglos finales de la canción conmigo o que estuvieras ahí para decir lo que te parece —argumentó—. Siempre se le puede pedir una pequeña ayuda a Chan, ¿no?
—¿A Chan? —preguntó muy extrañada
JY Park sonrió como respuesta y se despidió sin contestarle. No sabía cómo, pero de una forma u otra, sospechaba de lo que tenían Chan y ella.
Al pensar en su novio ató cabos de inmediato.
Desde que había empezado la reunión se había preguntado cómo se habían enterado de lo de su sasaeng. Ella no se lo había dicho a nadie nuevo, nadie se había enterado, y dudaba que Jisoo lo hubiera hecho, no era su estilo ir por la espalda, su gemela era más de ir de frente, y si se tenía que enfadar, se enfadaba, pero no lo hacía de esa forma.
Había sido Chan. Solo él lo sabía.
Y se sintió muy traicionada.
El móvil empezó a vibrarle y al mirar quién le estaba llamando colgó de inmediato, no quería hablar con él, no cuando acababa de darse cuenta de lo que había hecho. No le apeteció quedarse en el edificio, habló con su manager para decirle que se volvía a su casa y que no era necesario un coche o que la acompañasen, aunque no sirvió de nada, no le hizo caso.
Al llegar a su apartamento no le apetecía hacer nada, seguía dándole vueltas a todo lo que había ocurrido. Apagó su móvil y se tumbó en el sofá, dejando que Dalgom se acurrucase a su lado. Quería llorar y aprovechando que estaba sola lo hizo.
—¿Se puede saber por qué apagas tu móvil? —Escucho cómo la reñía Jisoo después de que volviera a casa. Había perdido la noción del tiempo, no sabía ni la hora—. ¿Tú sabes lo preocupada que estaba? —Jiyong suspiró, pero no respondió y siguió con los ojos cerrados. Solo notó cómo alguien se sentaba a su lado—. ¿No vas a responderme?
—Es que no quiero que me des, una charla, hoy no es el mejor día. Tengo que contarte algo de hecho. —Abrió los ojos y frunció el ceño—. No quiero verte. Vete.
—Jiyong...
Chan había intentado contactar con ella desde que había intuido que la reunión había acabado sin conseguirlo. La había llamado varias veces y en las primeras le había colgado para que luego no diera señal. Eso le había preocupado, por lo que había hablado con Jisoo para que la ayudase a poder verla.
—Quiero que te vayas —insistió. Se incorporó y puso distancia entre los dos, no lo quería tener cerca—. Estoy hablando en serio. No quiero verte.
—Déjame que te explique que...
—¿Explicarme el qué, Christopher? —espetó muy molesta—. ¡Me has traicionado! Te pedí que no se lo contases a nadie y hoy he tenido una reunión con varios jefes porque sabían lo de mi sasaeng. ¿A cuántas personas se lo has dicho?
—Se lo dije a Nayeon primero —admitió sin dejar de mirarla. Tenía ojeras y los ojos rojos, había estado llorando y no sabía cómo sentirse al saberlo. Había hecho lo que creía mejor, pero en ningún momento había querido que ella sufriera—, y entre los dos creímos que...
—Ah, que también lo sabe Nayeon, otra cosa que me has sacado —gruñó—. ¿Tú sabes cómo me siento?
—Jiyong, de verdad yo...
—No quiero escucharte, quiero que te vayas —repitió—. Me han puesto un guardaespaldas, van a tenerme controlada en todo momento, es como si hubiera perdido el control de mi vida, como si no pudiera decidir nada. Me siento ahogada y no llevo ni un día, ¿cómo crees que será dentro de unos días? ¡No puedo ir a ningún lado sin tener que avisar a mi manager! Me van a tener muy controlada.
Chan entendía lo molesta que estaba, por eso no la interrumpió, dejando que pagase su frustración con él. Sin embargo, parecía que Jiyong no veía el problema real, el hecho de que sí, lo que había hecho estaba mal, no debería haber traicionado su confianza, pero había sido por ella, para protegerla.
—¿Por qué no me contaste que te había amenazado? —preguntó muy preocupado—. Creía que habíamos acordado que te apoyarías en mí, que éramos un equipo en esto.
—Porque sabía que pasaría algo así, que te preocuparías demasiado y que no lo verías de forma objetiva.
—¿Y tú lo ves de forma objetiva? —rebatió de inmediato—. Ha amenazado con matarte, Jiyong. ¡Matarte!
—Son palabras vacías, solo quería meterme miedo y no lo consiguió.
—Pues a mí sí me ha metido miedo —admitió, mirándola fijamente—. ¿Cómo crees que me sentí yo al leerlas? ¿Al pensar que, quizá, te pasaba algo y yo no podía hacer nada? Que lo había sabido todo este tiempo y no hice nada, que solo dejé que ocurriese.
—No te he pedido ayuda, Christopher. No quiero que me salves, no necesito que me rescates, ¡no lo necesito!
—Esto no funciona así, Jiyong, no puedes pedirme que no me preocupe por ti o que no quiera ayudarte.
—No te he pedido ayuda... —repitió—. ¿Por qué no quieres entenderlo? Me has robado el poder de decisión, la opción de que yo eligiera cuándo y cómo contarlo.
—Porque no puedo entender algo así, no cuando eres mi novia y estoy enamorado de ti, Jiyong. Te quiero, ¿por qué tú no quieres entender eso?
Ella parpadeó, procesando lo que acababa de escuchar. ¿Por qué tenía que decírselo en ese momento? ¿Por qué no en otro?
—Estás siendo injusto...
—¿Injusto?
—Sí, no puedes decirme eso y esperar que...
Jiyong seguía enfadada, eso no había cambiado, pero lo único que le apetecía era decirle que ella también estaba enamorada de él y que también lo quería. Pero no iba a hacerlo, no cuando sentía que no podía confiar en él.
—Si no usas palabras no te entiendo.
—Quiero que te vayas —volvió a decir, intentando ser lo más racional posible—. No me apetece verte o pasar tiempo contigo.
—Jiyong, tenemos que hablar, quiero que entiendas mis motivos y...
—Por favor, quiero estar sola. No me hagas repetirlo más, me he cansado ya. Necesito tiempo para pensar y procesar todo.
—De acuerdo. —Chan se levantó, aceptando lo que le estaba pidiendo, no le servía de nada presionarla—. No me voy a disculpar por hacer lo correcto, pero sí por haber traicionado tu confianza.
—Ten unas felices fiestas.
Chan tragó saliva para disimular su reacción, ¿no iban a hablar nada durante los siguientes días? ¿Es que habían roto y no se había dado cuenta? No, dudaba que fuera eso, Jiyong hubiera sido mucho más clara.
O eso quería creer.
—Lo mismo para ti. —Antes de marcharse le besó la mejilla—. Te quiero.
Jiyong no respondió, ni tampoco se levantó para acompañarlo a la puerta, esperó que fuera Jisoo la que lo hiciera y ejerciera de buena anfitriona ya que para algo había sido ella la que lo había invitado.
No había mentido, no le apetecía verlo ni pasar tiempo con él por el momento.
—No sé por qué no le has dicho que tú también lo quieres y que estás enamorada de él —comentó su gemela, sentándose a su lado y abrazándola—. Es tan obvio que es así.
—Si se lo decía no se hubiera marchado, o le hubiera costado más, y necesito estar sola para pensar y saber bien cómo actuar. Estoy muy enfadada con él, ha actuado a mis espaldas. No sé si quiero que... —se calló lo que seguía.
—En eso es en lo único que estoy de acuerdo contigo, en que lo ha hecho sin avisarte —concedió—. Ibamos a hablar contigo dentro de poco, solo estaba reuniendo pruebas para que te dieras cuenta de que la situación era peligrosa.
—Yo...
—A Chan le importas de verdad, lo ha hecho aun sabiendo que te enfadarías, todo para que la gente por encima de ti lo supiera y pusiera medidas para protegerte.
—No era la forma, ¿cómo podré confiar en él de nuevo? La primera cosa que le pedí que no dijera nada.
—No es una situación comparable, Jiyong. Está muy preocupado por ti.
—Y tú también y no me has hecho esto. Es mi pareja y se supone que deberíamos estar en el mismo lado y no es así. ¿De verdad quiero a alguien así en mi vida o es mejor que...
—Pero tú no le dijiste lo de las amenazas —la cortó Jisoo, anticipándose a las cavilaciones sin sentido de su hermana—. Ni me lo dijiste a mí.
—No quería preocuparos.
—Lo sé, te conozco a la perfección, sé cómo actuarás antes de que lo hagas y cómo reaccionas a las cosas. Él no, os estáis conociendo poco a poco, y él ha hecho lo que cree mejor para ti.
—Eso suena muy a excusa. No era la forma y tú lo has reconocido.
—Tú tienes que entender también su postura, ¿qué hubieras hecho si fuera al revés? Si él tuviera una o un sasaeng que lleva años acosándolo y que ha llegado al punto de amenazar con matarlo por tener su propia vida.
—Te estoy odiando ahora mismo —murmuró Jiyong—. Necesito pensar y estar sola, saber si quiero seguir con él o no.
—¿Te avanzo ya la respuesta? Para mí es muy obvio —se rio Jisoo, intentando calmar el ambiente—. Te lo acabo de decir, sé lo que vas a hacer siempre, antes incluso de que lo pienso.
—Siento que me ahogaré con tanta seguridad... —Jiyong cambió de tema, no quería escucharla.
—No pasará, y si lo sientes así, sé que muchas personas estaremos dispuestas a ser tu salvavidas.
Yo ya avisé de que me mataríais, y well, aquí está, LA PRIMERA DISCUSIÓN CHAN-JIYONG. Aunque antes era peor, al releer he rebajado el drama un poco.
La postura de los dos se entiende, o al menos yo lo hago, y bueno, ahora Jiyong se está pensando en si puede sobrellevar eso y seguir con Chan, o romper, ¿quién sabe?
Stray Kids se irá de gira acerca con todo lo que conlleva... (well, es obvio, pero este universo es free covid)
Y bueno, Jiyong va a "debutar" como idol, aunque sea como dueto, al menos de momento haha.
También recuerdo que esto es un mundo ficticio, no sé cómo son las personalidades reales de cada persona, intento darle la más veracidad posible y cómo creo que actuarían, pero well, no sé, Alba lo intenta.
¿Os ha gustado?
Muchos besos xx
A todo esto, el gif del inicio para dar aún más drama lo ha hecho Eclxqze que siempre me hace unos gráficos fantásticos <3
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