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십사. real life

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Jiyong volvía a tener la sensación de que le faltaba tiempo, que no tenía suficientes horas para poder hacer todo lo que quería en un día.

Sin embargo, a diferencia de las otras veces, no le importaba tener esa sensación, porque era feliz y estaba más que encantada de no tener el suficiente tiempo.

Seguía con la misma carga de trabajo, eso no se había reducido, incluso era mayor al empezar con algunas campañas navideñas de las marcas que patrocinaba o eventos relacionados con esas fechas especiales, pero lo que hacía que durmiese menos era que aprovechaba todo el tiempo que tenía libre, que solía ser por las noches, para estar con Chan y poder estar juntos.

Desde que habían hablado en su apartamento, y habían aclarado su situación, poniendo las cosas sobre la mesa, y admitiendo en voz alta que se gustaban como más que amigos,  evitando así posibles dudas o malentendidos, y después de que ambos estuvieran de acuerdo, su relación iba avanzando a paso lento, pero avanzando.

Ninguno de los dos quería precipitarse, iban poco a poco y sobre todo, con mucho cuidado, pero eso no quitaba que casi todas las noches que Chan estaba solo en el estudio Jiyong, si podía, lo acompañaba.

Ahí, cuando estaban a solas, parecía que el tiempo, el cansancio o lo malo que les había sucedido durante el día no importaba, que solo estar al lado del otro era suficiente.

Eso sí, ambos tenían muy claro que aunque estuvieran pasando tiempo juntos no podían olvidar sus obligaciones, Chan seguía produciendo, componiendo y arreglando canciones o bases musicales, mientras que Jiyong aprovechaba para aprenderse aún mejor los guiones de lo siguientes capítulos del drama, o cualquier otro tema relacionado con su trabajo. Lo que no quitaba que de tanto en tanto tuvieran palabras y gestos cariñosos, porque les era inevitable y más si estaban solos.

Solo su círculo más cercano sabía que su relación había dado un paso más, que ya no eran solo amigos, y eso incluía a los miembros de Stray Kids, BlackPink y Twice.

Chan se lo había dicho a los primeros, porque además de considerarlos su familia, sentía que era su responsabilidad como líder. Había sido esa misma noche, solo regresar al dorm, porque por mucho que se hubiera convertido en una de sus favoritas, si alguno de los chicos le hubiera dicho que no estaba convencido de querer apoyarlo, que dudaba, se hubiera echado atrás, porque ellos eran su prioridad.

No fue así, todos se alegraron mucho por él, compartieron su felicidad y reafirmaron lo que le había dicho Felix en la pequeña intervención que le había hecho, que estarían ahí para él en todo lo que necesitase, que estaban más que contentos de ver que era feliz y que por una vez estaba mirando por sí mismo.

Jiyong, por otra parte, no lo contó de inmediato, ni siquiera respondió los mensajes que tenía en kakaotalk esa misma noche preguntándole cómo había ido por parte de Nayeon, se limitó a irse a dormir porque estaba muy cansada.

Quizá por eso no se sorprendió que a la mañana siguiente Jisoo la despertase y al salir de su habitación no estuviera solo su gemela, estuvieran sus amigas esperando obtener información.

Había valorado mucho que hubieran sacado tiempo en sus apretados horarios para poder desayunar con ella, aunque sabía que la razón era más por enterarse del cotilleo y cómo había ido todo.

La apoyaron sin dudarlo, asegurándole que harían lo posible para ayudarlos a los dos, para que no hubiera rumores o especulaciones en la prensa o redes sociales, facilitándose que pudiesen verse a solas y tener tiempo para ellos, que podían usarlos como coartadas las veces que hiciera falta.

También por parte de Jihyo recibió consejos de cómo llevar una relación en lo más secreto que se podía para que no las pillasen basados en su experiencia y en lo que Momo también sabía, ya que la japonesa no estaba ahí.

Jisoo no expresó su preocupación hasta que estuvieron solas, porque por mucho que se alegrase lo último que quería era verla pasarlo mal de nuevo. Y estuvo así durante los siguientes días, preocupada por ella, aunque en ningún momento dejó de apoyarla, tampoco la juzgó y eso era una de las cosas que más apreciaba Jiyong. Sin embargo, le recordó cómo eran las cosas, lo difícil que era y volvió a preguntarle si él sabía ese tema del que ella no quería hablar.

—¿Creéis que se ve lo suficientemente limpia? —preguntó Jiyong mirando a sus amigas.

Al ser una de las MC más populares tenía muchas galas especiales de cara a Navidad, unas que se empezaban a grabar con mucho tiempo de antelación ya que involucraba a muchos idols y compañías distintas por lo que eran muy complicado cuadrar los horarios de tantas personas.

Al ser para esas fechas tan señaladas querían que los MC se implicasen más, haciendo versiones de canciones navideñas, o versiones de otras canciones que habían arrasado ese año, y como la mayoría eran idols, esas versiones eran con coreografías y actuaciones especiales.

Y eso ponía muy nerviosa a Jiyong, porque ella era actriz, no idol.

—Te hemos dicho que sí —resopló Nayeon, chinchándola—. Limpia, precisa, acorde a la música...

—¿Seguro? —Jiyong miró a Momo—. ¿Qué mejorarías?

—Que no te fíes de mí, me duele —Nayeon se hizo la ofendida—.  No sé cómo puedes ser una de mis mejores amigas. Te he dicho que está bien, no se te ve ahogada mientras cantas, bailas bien y está todo perfecto.

—No eres la Main Dancer del grupo —bufó Jiyong—. ¿Momo?

—Concuerdo con Nayeon, está perfecta. Deja de preocuparte.

Jiyong tenía el día libre, por lo que primero había recibido más clases de Taekwondo para su drama, ya que aún le quedaban escenas en la que su personaje tenía que demostrar que era una experta en esa arte marcial, y luego estuvo ensayando sola en una de las salas de ensayo pequeñas que había en el edificio de JYPE para perfeccionar sus coreografías.

Pasadas las horas, y sabiendo que las chicas de TWICE también estaban ensayando, se había ido a su sala de ensayo para pedirles consejo y opinión.

Quería que estuviera perfecta, necesitaba que lo estuviera y se exigía al máximo para ello. Tenía que llegar al nivel de los demás, demostrar que valía.

—¿Quién lo ha dicho? —se regodeó Nayeon—. Yo lo he dicho. Por cierto...

—No —la cortó Jihyo—. Sé por dónde vas a ir y no.

—Aún no he dicho nada...

—Ya lo digo yo —se adelantó Sana y guiñó un ojo mirando a Nayeon—. Stray Kids también está ensayando hoy, tienen una sala reservada todo el día, ¿y si vamos a saludarlos y hacemos un pequeño descanso?

Jiyong suspiró y para no contestar de inmediato, se deshizo la coleta que llevaba, que estaba un poco desajustada, y volvió a hacérsela.

Agradecía todo lo que sus amigas hacían por ella, eran de gran ayuda, intentaban ser su excusa para que Chan y ella se vieran y que pasase como un encuentro entre amigos y compañeros de trabajo, por eso solían verse en grupos, sobre todo de cara a los managers y los jefes de división que pudieran estar presentes para que no sospechasen nada.

No obstante, las bromas, comentarios y chinches que le hacían no le gustaban tanto.

—Podríamos ir a saludarlos, ¿no? —sugirió Nayeon—. Una pequeña pausa en los ensayos para eso y ver qué hacen. Seguro que ellos también agradecen un descanso.

—Sí, y que Jiyong nos acompañe, ¿verdad?

—¿Tengo otra opción? —murmuró, alzando una ceja—. Si aunque diga que no me vais a obligar.

No se equivocaba, todas las chicas rieron, más que convencida de que Nayeon acabaría por hacer lo que le apeteciera, por lo que decidieron quiénes irían porque todas no era una opción, serían demasiadas.

Los chicos no se sorprendieron cuando después de que hicieran un pase de la coreografía, antes de volver a empezar, llamasen a la puerta. Estaban más que habituados de tener visitas mientras ensayaban, y en especial las últimas semanas. Eso sí, hacían lo mismo que hacían las chicas de TWICE con Jiyong, molestar a Chan con comentarios, burlas e indirectas muy directas.

—Pero si son nuestras sénior de Twice y Jiyong —remarcó Jisung en voz alta, mirando de reojo a Chan que estaba intentando disimular una risa de vergüenza al ver a la chica.

No podía evitarlo, cada vez que la veía y había otra gente delante que hacía algún comentario, su primer impulso era reírse y disimular lo mejor que podía su reacción. Eso no pasó desapercibido para el resto, que vieron la oportunidad perfecta para meterse un poco más con su líder.

—¡Jiyong, noona! —Hyunjin se acercó lo más rápido que pudo y la miró bajando un poco la cabeza por la diferencia de altura—. ¿Si te abrazo para saludarte te vas a molestar?

—¿Tú no eres el que dice que no te gusta el contacto físico con los demás? —rebatió la aludida—. Y estás sudado. Muy sudado.

Desde que habían coincidido como presentadores, y habían intercambiado números de teléfono después de hablar mucho por Instagram, Hyunjin y ella hablaban bastante y se habían hecho muy cercanos. Él no paraba de preguntarle acerca de dramas, pidiéndole spoilers, comentando lo que le parecía algunos capítulos en los que ella participaba o solo hablando de todo un poco. De entre los chicos, a excepción de Chan, con quien mejor se llevaba era con él y con Felix, también en parte porque era con los que más hablaba.

—Y no me gusta —confirmó a lo que la chica reprimió las ganas de contestar que eso era mentira, que casi siempre lo veía abrazado a otros miembros, sobre todo con Felix—. Pero contigo hago una excepción.

—Será eso...

Chan, después de los saludos de los miembros con las chicas, y de sonreírle a Jiyong de esa forma que solo le salía cuando era para ella, en lugar de acercarse para abrazarla, porque no quería escuchar más a los chicos, se puso serio.

Estaban ensayando, no podían perder el tiempo aunque fuese con sus amigas, por lo que hasta que se tomasen un descanso tenían que comportarse de forma profesional. No podían perder el tiempo de esa forma, no cuando aún les faltaba mucho por pulir. Las presentaciones, cuando las hicieran, tenían que salir más que perfectas, y eso solo se conseguía a base de mucha práctica.

—Volvamos a hacer la coreografía desde el principio —ordenó, endureciendo el tono—. Jeongin intenta que tus movimientos sean más precisos y limpios, sobre todo en el estribillo.

—Si molestamos, nos vamos —sugirió Sana, a lo que las demás asintieron—. Podemos volver más tarde, o podéis mandarnos un mensaje cuando acabéis.

—No lo hacéis —rebatió Chan. Para él nunca había sido un problema las visitas, y menos si eran de sus amigas y de Jiyong—. De hecho nos venís muy bien, si veis alguna imprecisión o descordinación nos la señaláis al acabar. Un punto de vista externo a veces es mejor.

Las chicas se sentaron en una esquina de la sala, para poder verlo todo a través del espejo y no molestarlos cuando bailasen.

A Jiyong ya no le tomaba por sorpresa la faceta más autoritaria y de líder de Chan, la había estado viendo la últimas semanas. Era una persona exigente, que sabía cómo y cuándo presionar a sus compañeros para que dieran lo mejor de sí sin pasarse, demostrando lo buen líder que era.

Le gustaba observarlo mientras bailaba, no solo por lo bien que lo hacía, también era por la forma en la que su expresión cambiaba por completo, podía estar sonriendo y siendo adorable para de repente ser todo lo contrario, demostrando su gran dualidad.

—Se te va a caer la baba —le susurró Nayeon—, ¿puedes disimular un poco mejor? Si alguien te viera lo sabría de inmediato...

—Calla, no los distraigamos.

—El que se va a distraer es él si ve la forma en la que lo miras... —se mofó Sana—. Te lo comes con los ojos.

Después de ensayar un par de veces más la canción, y consciente de que la presencia de Jiyong era una distracción para él, porque llevaban unos días sin poder verse y le apetecía poder estar a sola con ella, decidió hacer un descanso.

—Haremos una pausa —anunció y miró directamente a Jiyong—, ¿te apetece que vayamos a tomar algo?

Que fuera tan directo generó gritos y silbidos por parte de sus compañeros, más que nada para molestarlo. Jisung y Minho gritaron algo tipo parejita, la risa de Hyunjin junto a la de Felix inundó la sala junto a las de las chicas y los demás negaron con la cabeza.

Jiyong asintió y salieron de la sala de ensayo juntos, yendo a una de las máquinas más cercanas. Al estar los dos con ropa de deporte nadie se preguntaría qué hacían juntos, era más que habitual ver a gente sociabilizar entre ellos en pausas.

—Es una coreografía muy buena, al igual que toda la actuación, quedará muy bien en cámara —habló ella mientras andaban—, y lo haces increíble. Verte es maravilloso.

—Me pones nervioso —admitió para luego sonreír, marcándose así los hoyuelos de sus mejillas—. No lo he hecho bien, me he equivocado varias veces.

Sobre todo cuando los ojos se le iban a través del espejo hacia la chica.

—No seas tan exigente contigo mismo, Channie. Ha estado muy bien.

—Podría decirte lo mismo a ti —dijo entre risas y se pararon delante de las máquinas de refrescos, agua y café que había—. ¿Cuántas veces has ensayado las coreografías que tienes? ¿O tus guiones?

—No las suficientes.

—¿Ves? —Chan asintió—. En esto nos parecemos, somos perfeccionistas y nos exigimos mucho. —La miró y volvió a sonreír sin poder evitarlo. Jiyong era una mujer preciosa, nunca se cansaría de mirarla—. ¿Qué te apetece?

—En realidad nada, solo me apetecía estar a solas contigo —admitió Jiyong y se sonrojó—. Te echaba de menos.

Por lo ocupados que habían estado, llevaban días sin poder estar a solas o verse. Jiyong había estado rodando hasta altas horas de la madrugada por lo que no habían podido verse. Hablaban mucho, a diario por mensajes y varios mensajes de voz, pero no era lo mismo que verse.

A Chan se le pusieron rojas las orejas y se puso vergonzoso de nuevo, si hubieran estado solos, la hubiera abrazado para luego besarla de forma cariñosa. Sin embargo, no podían, no en un sitio tan concurrido.

—Yo también te he echado de menos —concedió y sacó un refresco isotónico—. ¿Esta noche puedes venir al estudio?

—¿Quieres que vaya?

—Sabes que sí, no tengamos esta conversación de nuevo —murmuró.

—No quiero molestarte o distraerte, es solo eso.

Chan estaba a punto de contestar, de decirle que no era así, que le encantaban los momentos que tenían juntos, los abrazos en el sofá del estudio o cuando ella se sentaba encima de él cuando le enseñaba algún avance o le pedía su opinión acerca de una canción, pero no pudo hacerlo, no cuando vio quien se acercaba con la clara intención de hablar con ellos.

—Justo te estaba buscando a ti, Jiyong —dijo JY Park con una gran sonrisa, haciendo que casi no se le vieran los ojos—. Aún no me ha llegado la confirmación oficial de que quieres colaborar conmigo.

—Señor Park, yo...

Por mucho que el antiguo CEO de la compañía siempre la hubiese tratado muy bien, siendo una de las personas que más apostó por su fichaje, probablemente por eso se decía que era su favorita de toda la división de actores, beneficiándola en todo lo que podía, no sentía que tuviese la suficiente confianza para tutearlo, nunca lo había tratado de forma cercana.

No como Chan, que sí tenía una relación muy buena con él, considerándolo casi como uno de sus mentores y siendo el productor de todos los miniálbumes y álbumes que habían sacado al mercado.

—¿Cuántas veces te he dicho que puedes llamarme por mi nombre? —la cortó y se rio—, ya sabes, uno que es casi igual al tuyo. —Entonces se fijó en Chan y sonrió—. Veo que gracias a mi idea de que ella participase en vuestro MV os habéis hecho amigos —comentó sin ninguna otra intención, no le era raro ver a varios idols de la compañía de ese modo—, quizá tú consigues convencerla para que acepte mi propuesta.

—¿Una propuesta? —Chan hizo como si no supiera nada, como si Jiyong no se lo hubiera contado.

No quería levantar sospechas de que su relación era más cercana de lo que se podía intuir por ese simple encuentro.

—Quiero que haga una colaboración conmigo, un dueto —aclaró—. Pero Jiyong no parece muy interesada...

—¿Dueto? —Jiyong no entendía—. Solo iba a ser un feat, una pequeña participación en el MV y solo algunas frases en la canción.

—Quizá si es un dueto te interesa más, ¿no? —sugirió y volvió a reírse—. Incluso podríamos convencer a Chan para que ayude con la producción del tema si eso te hace sentir más cómoda. Todo es hablarlo.

—No soy idol, señor Park —le restó importancia—. Estoy segura de que si le propone esta colaboración a cualquier otra aceptaría de inmediato.

—Quiero que seas tú, tengo plena confianza —aseguró y le guiñó un ojo—. ¿Has escuchado cómo canta, Chan? La mayoría de canciones que hace para las banda sonoras de los drama tienen muy buenas críticas de los netiziens.

—Jiyong tiene una voz muy especial, sí —concedió.

Your Girl puede ser un gran éxito solo si es contigo —siguió insistiendo.

—Señor Park...

—Espero que la próxima vez que nos veamos sea para que me digas que sí.

Y no sin antes repetir que la llamase por su nombre, se marchó, dejando solos de nuevo a Chan y a la chica.

—Oficialmente me ha invitado a que participe en la producción —resumió Chan—. Ahora no puedes decir que no. Es una gran oportunidad.

—Channie, yo no...

Jiyong no decía en voz alta que una de las razones por las que dudaba tanto antes de tomar esa decisión era que después de tantos años, no creía que estuviera a la altura. Era actriz, y eso se le daba muy bien.

No era lo mismo cantar bandas sonoras en un estudio, donde no tenía que moverse, o en eventos especiales como los de Navidad en los que la voz podía ser pregrabada, que hacer una colaboración con alguien tan importante como JYPark.

—Esta noche en el estudio lo miramos, ¿te parece? —Y reprimió las ganas que tenía de acariciarle la mejilla. No era el sitio ni el momento—. Creo que es tiempo que volvamos, tengo que ensayar y...

—Por supuesto, no quiero hacerte perder más tiempo.

—Nunca me haces perder el tiempo, que te quede claro eso.

Una horas más tarde, y después de que le diese tiempo de volver a su casa para poder asearse y arreglarse un poco, volvió al JYPE para ir directa al estudio de Chan.

Él estaba pendiente de su llegada, por lo que giró la silla antes incluso de que Jiyong dijese nada.

—Hola, baby girl —la saludó después de que cerrase la puerta.

—¿Qué acabas de llamarme? —Jiyong se rio y dejó la bolsa con la cena en la mesita auxiliar de siempre—. ¿No es cómo llamas a  tus fans?

—¿Te molesta? —Ella negó con la cabeza y cuando iba a sentarse en la silla de al lado, Chan hizo un gesto para que lo hiciera encima de él—. Si es que sí, puedes decírmelo.

—No lo hace, tranquilo —aseguró y giró un poco la cabeza para mirarlo a los ojos, tan expresivos como siempre—. Siempre sueles combinar palabras en coreano y en inglés, no me extraña que tus palabras cariñosas sean ese idioma.

—Si alguna vez digo algo que no me entiendas, dímelo. Además, siempre puedo enseñarte inglés.

—¿Me enseñarías?

—Por supuesto. —Le acarició la mejilla y sonrió. Para Chan era casi imposible no sonreír cuando la tenía delante—. ¿Puedo besarte? —La que acortó la distancia entre los dos fue Jiyong, incapaz de resistirse, ella lo iba a hacer antes incluso de que lo preguntase—. Tengo algo para ti.

—¿Cómo? —cuestionó ella—. ¿Para mí?

—Sí, está ahí mismo —dijo señalando una bolsa encima de la mesa.

—Channie...

—Me ha hecho mucha ilusión, es mi primera vez de hecho —comentó y al ver la cara de Jiyong, añadió—: ¿no sabes qué día es hoy?

Claro que lo sabía, el once de noviembre era un día importante para las parejas en Corea del Sur, era el Pepero Day, una especie de segundo San Valentín en el que se regalaban este snack a amigos, familia y sobre todo entre las parejas, o los jóvenes aprovechaban para declararse.

—Espera. —Se levantó y fue hacia la bolsa en la que traía la cena—. Yo también tengo algo para ti.

Cuando había visto la mayoría de tiendas decoradas con motivos relacionados con ese día había dudado si comprarle algo o no a Chan.

—Sabes que no hacía falta, ¿no? —le restó importancia y negó con la cabeza al ver que no se sentaba en el mismo sitio que antes—. No, ven aquí —protestó haciendo un puchero—. Estás muy lejos.

—Chan, para algo están las sillas...

—Lo sé, pero me gusta tenerte cerca. Te he echado mucho de menos. —Como no le hacía caso, él se levantó, la rodeó con los brazos y se se sentó con ella encima, dejando un beso en el cuello—. Mucho mejor así, ¿no crees?

—Qué tonto eres —dijo Jiyong riendo sin quejarse, le gustaba estar así con él, pasando los dedos por el cabello del chico que estaba rizado—. Toma.

Chan sonrió lleno de felicidad al ver lo que le había comprado, no se había limitado a los más sencillos, Jiyong no era de esas, si tenía que gastarse mucho dinero, lo hacía. Se notaba a leguas que eran de los más caros y más sofisticados, tenían un aspecto delicioso.

—Muchas gracias.

—No seas bobo, no me agradezcas algo así y menos en un día como este. Además, tú también tienes algo para mí.

—Sí. —Alargó el brazo y cogió la bolsa—. Espero que te guste.

Chan no se había limitado a comprar el típico pack de pepero simple, los había envuelto con papel de regalo y había algo más.

—¿Me has comprado un peluche? —exclamó sin poder ocultar la emoción de su voz.

—Tú ya me compraste uno, ahora me tocaba a mí.

—¿Un lobo?

—Estaba dudando entre un lobo y un canguro, pero no había lo segundo en la tienda y a Felix le pareció que el lobo era muy mono —explicó—. Él me acompañó a comprarlo ayer, estaba incluso más emocionado que yo.

Jiyong se fijo mejor en el peluche y sonrió sin poder evitarlo. Nunca nadie, a excepción de sus familiares, le había regalado uno.

—¿A todos les parece bien lo nuestro? —preguntó sin dejar de mirar el peluche.

—¿A los chicos? —Jiyong alzó la cabeza para mirarlo de nuevo a los ojos y asintió—. Sí, todos nos apoyan.

—¿Seguro? No quiero ponerte en una situación comprometida.

—Completamente. —Chan le besó la frente—. Sé que te hablas mucho con Hyunjin y Felix, pero los demás piensan lo mismo, les caes muy bien. ¿Y si vienes a comer o cenar un día con nosotros a nuestro dorm? —propuso—. Así puedes conocer mejor a los demás.

—¿Seguro, Chan? —Se mordió el labio inferior llena de dudas—. Quizá no debería ir sola y...

—JY Park sabe que somos amigos, nos ha visto, los amigos visitan a otros donde viven, se relacionan socialmente...

—Es arriesgado.

—No hay rumores sobre nosotros, no tiene que pasar nada, pero si quieres venir con alguna de tus amigas, ningún problema. —Chan la besó de forma suave—. Ahora voy a enseñarte lo que he estado haciendo estos días, a ver qué te parece.














¡Holi!

Siento no haber subido la semana pasada, estaba muy ocupada y no saqué tiempo :( Así que en compensación aquí tenéis un capítulo un poco más largo haha.

SON TAN MONOS, siempre lo diré haha.

¿Os ha gustado?

Muchos besos xx


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