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—Bonita chaqueta, hace un rato no la llevabas —la chinchó Nayeon mientras estaban saludando al público que estaba ahí.

La gala había acabado hacía unos minutos, y como era habitual, todos los idols estaban en el escenario formando pequeños grupos, relacionándose entre sí con los que ya conocían y eran amigos, como era el caso de Jiyong con las miembros de Twice.

Tampoco era raro verlas juntas, siempre lo estaban, no en vano bromeaban siempre con que era la décimo miembro del grupo, la no oficial. No era con las únicas con las que estaban, algunas miembros de Red Velvet se habían acercado a saludarlas y preguntar cómo estabann, sobre todo Seulgi. No le extrañaba, Jisoo ya le había avisado que le había pedido que la vigilase y estuviese pendiente de ella ya que eran muy amigas, por lo que había sonreído mientras empezaban a hablar, alabándose mutuamente y felicitándose por sus premios y sus actuaciones.

—No empieces —le pidió a su mejor amiga, que la miraba con una gran sonrisa, de esas que siempre tenía cuando se estaba divirtiendo, lo que era usual cuando se metía con ella con cariño—. Sabes muy bien el motivo por el que la llevo.

—No lo sé, ¿tu vestuario tenía una? No lo recuerdo —siguió con la broma y se alejó corriendo cuando iba a golpearla—. ¡No seas mala, no puedes golpear a tu mejor amiga! ¡Eso es ilegal!

—La que eres mala eres tú, Nayeon. Deja de meterte conmigo.

—Entonces iré a hablar con él, a preguntarle cómo su chaqueta ha acabado mágicamente en ti, seguro que me responde.

Se notaba mucho que las cámaras se habían apagado y que ya no las estaban grabando ni estaban del todo pendiente de lo que hacían. Sí, quedaban los móviles de los espectadores que podían captar algo, pero no tenían la calidad suficiente como para que pudiesen leerse los labios o escuchar su conversación a la perfección, solo serían teorías y especulaciones en redes.

—Tenía frío —susurró en voz más baja.

—Sois adorables —resumió Nayeon lo que las otras miembros de Twice pensaban, que estaban muy atentas a la conversación—. De verdad, sois una de las parejas más adorables y perfectas que he conocido nunca. —Se giró para mirar a Chan, que estaba hablando con los niños hablando con los miembros de Ateez, al estar tan alejados no sabían de qué hablaban, pero Changbin y Wooyoung no paraban de reír—. ¡Chan!

El aludido giró la cabeza para ver qué pasaba, y al ver que era Nayeon, alzó una ceja.

—Me voy a ir —anunció Jiyong, alejándose para irse con las chicas de Red Velvet—. No pueden vernos juntos en público, ¿recuerdas? Ni interactuar mucho. No quiero vídeos sobre ello.

—Eso es injusto, no podéis estar juntos en público, pero enfocan a Chan cuando estás dando tu discurso de agradecimiento.

Jiyong suspiró, eso era cierto. No se había enterado de eso en el momento, estaba tan centrada en agradecer a todas aquellas personas que habían sido partícipes de su debut y le habían ayudado que ni se había fijado en lo que las imágenes ofrecían. El que se lo había contado había sido su manager una vez que estaba en el backstage, y no había sabido cómo sentirse.

Según lo que le había explicado, esos gritos no habían sido de reproche o en contra de ellos, todo lo contrario, pero esos espectadores en su mayoría eran fans, fuesen del grupo que fuesen, quizá habían sido más por la emoción del momento que porque de verdad se alegrasen, y no representaban a los knets.

Desde hacía semanas la percepción que tenía de los netizens había cambiado por completo porque aunque lo sabía, porque sus amigas lo habían vivido, había visto lo crueles que podían llegar a ser con ella, ya no pensaba bien de ellos, le caían en general mal.

—Lo hemos estado comentando nosotras también —habló Irene de forma directa—. Es muy injusto, ¿es que para qué le enfocan? Era tu momento, tu discurso, tu premio, no el de él. En tu lugar estaría muy cabreada.

—Él fue el compositor de unos mis temas, también se lo he agradecido a ellos.

—Sí, pero también lo eran los otros dos chicos que forman la unidad 3RACHA, ¿no? —Jiyong asintió—. Y a ellos no les han enfocado. Lo han hecho para fastidiar y para quitarte tu momento. ¿De qué van a hablar los knets y la prensa? ¿De tu gran actuación y premio o de que lo han enfocado y su reacción? —Jiyong se quedó en silencio, no tenía sentido rebatirlo, tenía razón—. Lo dicho. Esta sociedad me pone de los nervios y no me gusta.

Durante los siguientes minutos estuvieron hablando y Jiyong pudo conocerla un poco. Lo que sabía de ella era por Jennie, porque nunca habían coincidido, le pareció una mujer con las ideas muy claras y que no estaba dispuesta a según qué cosas ni aceptarlas como si nada.

—¿Qué vas a hacer ahora? —le preguntó muy interesada Sana una vez que estaban en el backstage.

A diferencia de cuando había llegado, que no había casi nadie, en ese momento era un caos: estaba lleno de miembros del staff de Mnet, de diversos grupos que iban y venían a toda prisa, y muchos idols que aún hablaban entre sí lejos de las cámaras.

—Voy a cambiarme y creo que voy a ir al dorm de Stray Kids, ¿por qué?

—Por nada, de hecho ya lo sabía, Chan me lo ha dicho. Pasadlo bien.

Jiyong se despidió de las chicas y de todas aquellas personas que la saludaban, y fue hacia el que era su camerino, donde aún estaba Nari.

—Te he dicho que te fueras a casa —murmuró Jiyong mientras se quitaba las joyas que llevaba—. ¿Por qué no me haces caso, Nari?

—Porque sé que necesitas ayuda —dijo de forma seca y le pasó una toalla—. Y como sé que no vas a dormir en tu casa, te desmaquillo y te hago un poco de skincare.

—La que cuida a la otra soy yo, ¿recuerdas? —se mofó y se dejó hacer. No le dijo que tenía prisa porque lo sabía, además Nari trabajaba muy rápido—. ¿Cómo tienes la agenda para la semana que viene?

—Ocupada —murmuró la maquilladora mientras con suma destreza le retiraba el maquillaje para dejarle el rostro limpio—. Tu manager me pasó los horarios del rodaje de tu drama ayer, ya lo he preparado todo para poder estar ahí.

—Sois tan eficientes —se rio Jiyong y negó con la cabeza—. ¿Quieres venir conmigo y conocer al resto de los niños? Es una ocasión perfecta. Por lo que me ha dicho Chan por los mensajes también están en su camerino para que así no todos los idols y sus transporten se acumulen al marcharse.

—Creo que me iré a mi casa, mi perro me debe echar de menos.

—¿Por qué no quieres conocerlos, Nari? —no reprimió la pregunta—. Con Chan no fuiste tan reticente.

—Porque no formamos parte del mismo mundo, tampoco creo que congeniemos. —Empezó a guardar las cosas que había usado—. Estoy bien así, Jiyong.

—¿Y lo de Chan?

—Con él es distinto, forma parte de tu vida.

—¿Por qué? Los niño también la forman.

—Lo sabes bien, no creo que necesite explicarme, Chan y tú... —Negó con la cabeza—. Con él voy a tener relación sí o sí por ti, porque va a estar en tu vida mucho mucho tiempo.

Una vez que ya no había ni rastro de maquillaje en su rostro, y se había despedido de Nari, a la que le pidió y le hizo prometer que le enviaría un mensaje cuando llegase a su casa, entró al camerino de Stray Kids para verlos jugar entre ellos.

—¿Nos hacemos una foto, noona? —preguntó Hyunjin al verla. No sabía si era coincidencia o una mera casualidad, pero él casi siempre era el que la veía primero.

—¿Te importa que ya no lleve maquillaje?

Hyunjin abrió los ojos con sorpresa y la escudriñó para comprobar lo que acababa de decir.

—La vida es taaaan injusta conmigo —se quejó haciendo un gesto dramático muy a su estilo—. ¿Nunca podré hacerme una fotografía contigo? A este paso...

—¿A este paso Gaeul tendrá una antes con ella que tú? —se burló Minho.

—Eso no pasará, es imposible. No me preocupo. Gaeul se muere antes.

—Pues quizá deberías... —siguió Minho con una sonrisa traviesa—. Además, Jiyong siempre está guapa, incluso sin maquillaje, ¿qué problema hay que no la lleve?

—No he dicho eso —gruñó y se disculpó con la mirada con la actriz.

—Yo creo que sí —continuó Minho—. Ya que él no quiere hacerse una foto contigo, ¿nos hacemos una nosotros?

—¡Estoy yo antes!

—Niños —los cortó Jiyong, anticipándose a la discusión típica de hermanos que siempre tenían—. Hyunjin, tenemos muchas —remarcó lo obvio—. Cuando voy a vuestro dorm casi siempre quieres que nos hagamos selfies.

—Pero esas no cuentan, son fotos de familia, no puedo subirlas.

—¿Y otras sí? —preguntó con una ceja alzada, sin entenderlo—. Sabes que no es posible.

—Y tanto que sí, en mi Instagram personal podría subirlo... —Tanto Chan como Jiyong lo miraron—. Os odio ahora mismo, no podría, no ahora. ¡La vida me odia!

Jiyong negó con la cabeza y se acercó a Chan que también estaba mirándola.

—Antes no te lo he dicho, pero me encanta cómo te queda mi chaqueta en ti —murmuró y entrelazó sus manos—. Mucho mejor que a mí. —Jiyong se la intentó sacar para devolvérsela, pero él negó con la cabeza—. Ya lo harás en casa, no hay prisa.

—Estoy muy orgullosa de vosotros, Channie —reconoció Jiyong y apoyó la cabeza en su hombro. No estaban solos, pero los niños estaban más que acostumbrados a que tuvieran algunos gestos cariñosos entre ellos como ese, al igual que los managers y algunos miembros del staff—. Cada vez que os veo ganar un premio es... inexplicable.

—¿Te alegras como STAY o como mi pareja y madre de siete caóticos niños? —preguntó para luego reírse—. Sé que por ambas cosas, que no puedes separar.

—Es que sé todo el esfuerzo que hay detrás, el trabajo que no se ve pero que hacéis, lo tarde que te quedas para que todo quede perfecto... Estoy orgullosa.

—Y yo también estoy muy orgulloso de ti, Jiyong. —Bajó un poco la cabeza para poder mirarla a los ojos—. Tú también has ganado un premio, y uno importante.

—Estuve rodeada de grandes profesionales que me ayudaron para conseguirlo, como por ejemplo los compositores.

—Pero no solo por eso has ganado —afirmó muy seguro—. Podría decir lo mismo que has dicho tú, que sé el esfuerzo que hay detrás, la manera en la que te has esforzado en todo momento para que a ti te gustase, porque con lo perfeccionista que eres...

—¿Soy la única?

—No, babygirl, no lo eres. —Chan le besó la frente—. Por cierto.

—¿Sí?

—Para mí estás igual de preciosa que siempre, lleves o no maquillaje —habló para luego sonreír, marcándose a la perfección sus hoyuelos—. Nunca me cansaré de decírtelo.

Jiyong también sonrió, haciendo que sus ojos brillasen y le cogió más fuerte la mano a Chan.

—A mí también me pareces precioso siempre, con maquillaje, sin, con lentillas de colores, con el pelo arreglado, sin, con tus rizos naturales... —Chan empezó a sonrojarse, empezando por las orejas—. Me pasaría el día mirándote.

—Babygirl, no sigas... —pidió muy tímido.

—Sentimos romper el momento tan padre y madre que tenéis —habló Seungmin—, pero es que ya están aquí los coches para irnos.

—¡No, Seungmin! —se quejó Hyunjin, guardando su móvil—. Estaba haciéndoles muchas fotografías.

—¿Para qué? —quiso saber Jiyong.

—Porque así luego te las paso y me consagro como tu favorito, noona. Está todo pensado.

—No eres su favorito, acéptalo de una vez —afirmó Minho.

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Cuando llegaron al dorm, como era habitual cada vez que iba Jiyong, dejaron que fuera la primera en irse a cambiar para ponerse ropa cómoda sin tener que preocuparse si se manchaba o no era la adecuada. No tenía propia ahí, pero la de Chan ya era casi como si fuera suya. También se había se había recogido el pelo en una coleta improvisada y se había puesto sus gafas que llevaba preparadas en el bolso.

No le importaba en absoluto que los demás la vieran así, había muchísima confianza, y ella también los veía de ese modo, era lo habitual si estaba en su casa.

Después de decidir entre todos lo que querían ver, aunque a Jiyong no le apasionaba demasiado la idea de verse a sí misma en uno de sus primeros dramas, se sentaron en el sofá y antes de que pudiera buscar uno propio, Chan negó con la cabeza y le indicó que se sentase encima suyo, como siempre.

—Channie, ¿va todo bien? —le preguntó en un susurro—. En el coche y ahora no paras de mirar el móvil.

—Nada de lo que tengas que preocuparte —le restó importancia, guardando su móvil y abrazándola más fuerte.

—¿Eres consciente de que eso me preocupa aún más? —murmuró, mirándolo fijamente para ver si mentía o no.

—Babygirl, va todo bien —aseguró, acariciándole la mejilla.

—¡Parejita! —protestó Minho—. Que vamos a empezar el capítulo, tenemos que estar atentos a lo que ocurre.

—Jiyong ya sabe todo lo que ocurre —apuntó Jisung riendo—. Y, bueno...

—¿Bueno? —Minho lo miró.

—Será divertido ver la reacción de Chan hyung con sus escenas, siempre que vemos el drama nunca está.

Todos empezaron a reírse y le dieron al play para que empezase, pero Jiyong no estuvo nada atenta a la televisión. La frase de Chan le había dejado preocupada, era inevitable, por lo que lo miraba de reojo cada poco tiempo por si le cambiaba la expresión o fruncía demasiado el ceño. Podía ser bueno disimulando sus emociones, pero ella era capaz de ver a través de ellas.

Durante lo que duró el capítulo, no le vio hacer nada fuera de lo normal, estuvo muy atento al drama, siguió acariciándola de tanto y sonriéndole cuando se daba cuenta de que lo estaba mirando.

Tampoco pareció enfadado o molesto cuando los niños bromeaban con algún comentario de que Jiyong hacía mejor pareja con el actor principal o similares.

Una vez que acabó, y después de bromear durante un rato sobre lo que habían visto, alabar lo bien que actuaba Jiyong o lo joven que estaba, cada uno fue a hacer otra cosa.

—¿Me vas a decir ya qué pasa? —quiso saber la actriz mientras miraba fijamente a Chan. Estaban en la habitación de él, en su cama, antes de ver una película juntos con su ordenador portátil—. Porque antes no te he creído.

—¿Por eso has estado tan pendiente de mí?

—En parte, también es porque me es muy difícil no mirarte.

—No hay nada de lo que tengas que preocuparte, babygirl —volvió a repetir—. Por mucho que lo diga, no te voy a convencer, ¿no?

—No.

—He estado mirando las opiniones de los knets y los artículos que se han publicado sobre nosotros —admitió para luego pasarle el móvil y que lo viera con sus propios ojos—. Necesitaba saber a qué nos enfrentábamos y adelantarme.

—¿Adelantarte?

—Claro, para protegerte, Jiyong. —Colocó las manos en su cintura y la abrazó—. Evitar que de algún modo lo vieras o restarle importancia. Sé lo que a ti te preocupa que esto nos afecte a los niños y a mí de alguna forma.

—¿Tan malos son? —preguntó antes de mirarlos—. No deberías haberme dado tu chaqueta, te lo he dicho, Christopher, y...

—Babygirl, míralos por ti misma.

Con duda, lo hizo y alzó una ceja con mucha sorpresa. Había comentarios negativos, porque era imposible que no los hubiera, pero la gran parte no estaban dirigidos a ellos, sino a Mnet por haber enfocado a Chan en el momento de su discurso cuando no procedía. El resto eran bastante positivos, alabando la profesionalidad de ambos en todo momento cuando los enfocaban y en cómo habían reaccionado a las actuaciones y premios del otro.

—¿Ya te consideran el novio ideal? —se mofó Jiyong al leer varias opiniones así—. Eso debería decirlo yo...

—¿No crees que lo sea? —Chan se rio al ver que negaba con la cabeza—. Jiyong.

—Solo me has dado tu chaqueta, no es para tanto...

—Según los knets es un bonito gesto, atento y cariñoso, ante mi pareja sin importarme lo que puedan opinar, priorizando por tu bienestar —repitió casi de memoria para acabar riéndose de nuevo—. ¿Estás más tranquila?

—No —admitió—, esto no significa que vaya a cambiar nada, o que mañana no nos critiquen por algo y...

—Pero es un comienzo —intentó ser positivo Chan—, que no hayan reaccionado mal a lo de la chaqueta es algo bueno.

—Ya, pero...

—Babygirl, irá todo bien, confía en mí. —Jiyong lo besó, porque llevaba horas con ganas de hacerlo—. Creo que eres la única persona que me gusta que me interrumpa, y más así.

—Eres bobo, Channie.

—Lo soy —confirmó y fue él el que la besó—. Y este bobo te quiere muchísimo.

—Y yo también te quiero a ti muchísimo, Christopher.

—Uy, nombre completo, ¿debo tener miedo?

Y Jiyong lo golpeó con el cojín antes de que volvieran a besarse.

¡Holi!

¿Cómo ha ido la semana? ¿Me habéis echado de menos? hahahah.

Tengo una noticia que daros que no os va a gustar, no queda mucho para el final de este social media, porque realmente, no hay más que contar, no quiero alargarlo de forma infinita y aportar drama innecesario, aunque aún quedan capítulos eh, pero yo aviso.

En fin, MIRADLOS, ES QUE SON ADORABLES. LA OTP SUPREMA, EL JIYCHAN.

Y bueno, nos leemos con los tozudos, que sé que tenéis muchas ganas... jejeje.

Muchos besos xx