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—Te he dicho que quería estar sola.

Siguió acariciando a Dalgom sin mirar a su gemela, haciendo como si no estuviera ahí. Jisoo había entrado en la que era su habitación, porque no dejaba de estar en su dorm y la invitada era la actriz, y la miró con el ceño un poco fruncido.

Jiyong no quería escucharla, no quería que repitiese lo que le había remarcado más de una vez, lo peligrosa que era la situación y en cómo se le estaba yendo de control, que tenía que hacer algo o comentársela a alguien más, que si la eludía solo traería problemas a la larga.

—Y yo creo que deberías salir al menos a comer algo —sugirió Jisoo—. No has comido bien desde que te has instalado con nosotras, debes tener hambre, no puedes descuidarte así y menos con todo el trabajo que tienes.

Justo había coincidido que tenía una pequeña pausa eso días, coincidiendo con el fin de semana, porque si no fuera así tendría que seguir aparentado que todo iba bien para el resto del mundo.

—Desde que tú me has obligado a que pase unos días con vosotras —corrigió. Jiyong se incorporó un poco para poder mirar a su gemela a la cara—. No me apetece, ¿puedes dejarme sola?

—No —contesto de forma muy clara y se acercó para sentarse en la cama—. No quiero ser dura contigo, Jiyong.

—Entonces no lo seas.

—Quiero que salgas —comentó muy seria.

—Me duele la cabeza —se excusó—, por eso he querido tumbarme en tu cama, para que se me pasase. Tampoco tengo hambre ni sed, ni nada que se te ocurra para hacer que salga.

Jisoo suspiró, sabía que sería muy difícil que Jiyong colaborase en ese sentido, que cuando se encerraba en sí misma no era sencillo romper esa coraza, y la única que lo conseguía era ella. La conocía mejor que nadie, sabía qué hacer o decir para que la dejase entrar, pero esta vez no quería que pasase tanto tiempo, se negaba a que estuviera días o incluso semanas mal, y menos que alejase a la gente que le importaba de su lado. Se negaba a verla así.

En una de las cosas en las que más se parecían eran en lo fuertes que eran, o en cómo aparentaban serlo, prohibiéndose a sí mismas ser vulnerables delante de la gente, evitando a toda costa llorar aunque lo quisieran, prefiriendo ser el apoyo para los demás que lo contrario. Jiyong no había derramado ni una lágrima cuando se había lesionado, ni con todo lo que había venido después, ni siquiera cuando sus amigas y compañeras lo habían hecho por lo injusto que les parecía todo, había sido ella la que las había consolado cuando era su problema.

Y ahí estaba de nuevo esa faceta suya, esa de ocultar lo que sentía, la que hacía creer que estaba bien, que nada ocurría, que era mejor alejar a la gente que le importaba.

—Tienes visita. —Como no quería dar rodeos, Jisoo fue lo más clara que pudo.

—No has sido capaz —gruñó Jiyong muy molesta—. Dime que no es quién creo que es.

—Es Chan —confirmó sus sospechas—. Me da igual que te enfades conmigo, merece saberlo, Jiyong. No puedes apartarlo de tu vida así, sin una explicación.

—No se lo voy a decir —murmuró y se levantó de la cama, mirándose en uno de lo espejos para acicalarse un poco el cabello después de haber estado tumbada—. Me inventaré algo para que no se preocupe y...

—Si no se lo dices tú, lo haré yo.

Jisoo lo tenía muy claro, prefería que su hermana se enfadase con ella a que esta dejase de ser feliz por algo que no tenía la culpa. No merecía lo que le estaba pasando. Acabaría por perdonarla, por muy tozuda y cabezota que fuera, lo arreglarían.

—Ni se te ocurra —amenazó muy enfadada—. Jisoo, no.

—Enfádate lo que quieras, me da igual. —Se encogió de hombros—. Le he pedido a las chicas que estén en sus habitaciones mientras hablamos para que tengamos intimidad y no escuchen nada.

—Muy considerada por tu parte... —Resopló—. ¿Y si no salgo? No puedes obligarme. Me puedo quedar aquí el tiempo que quiera y....

Jisoo alzó una ceja, ¿de verdad se estaba comportando así? Parecía una niña de tres años que no quería afrontar sus problemas. Como sabía que no le haría cambiar de opinión, y no le apetecía discutir aún más con ella, salió para llamar a Chan y que hablasen dentro de la habitación.

Le había sorprendido lo rápido que el chico había llegado después de los mensajes que le había enviado, no había tenido que insistir o preguntarle cuándo vendría, había despejado su horario para ver que le ocurría y en su expresión se veía lo preocupado que estaba por Jiyong.

Y para Jisoo, eso le había hecho ganar muchos puntos porque demostraba que su hermana le importaba de verdad.

—¿Jiyong?

Chan solo verla entrecerró un poco los ojos y no pudo ocultar lo preocupado que estaba. Por mucho que ella le hubiera repetido que estaba bien, que no le pasaba nada, que solo era que estaba cansada por el trabajo, tenerla delante confirmaba sus sospechas de que algo iba mal, que no le había sido sincera todas las veces que le había preguntado.

—Hola, Channie, ¿qué haces aquí?

Sonrió, intentando mostrarse como siempre, como si nada ocurriese, como si estuviera bien. Y si no fuera porque sabía que no lo estaba, porque si no Jisoo no lo hubiera llamado, se lo hubiera creído, era muy convincente.

—Yo... —No supo cómo seguir, no encontraba las palabras adecuadas—. ¿Estás bien?

—Claro que estoy bien, ¿por qué no debería estarlo? —le restó importancia—. Si estás aquí porque Jisoo te ha llamado, es un exagerada. Es solo un poco de malestar y...

—Corta el rollo —la interrumpió la aludida—. O se lo dices tú o lo haré yo.

Chan no entendía nada, pero sí notaba la tensión que había entre las gemelas, como si no estuvieran de acuerdo.

—Es que no es nada, Channie, de verdad, estoy bien. No deberías hacerle caso a mi hermana, sé que estás hasta arriba de trabajo y que...

—Jiyong tiene un sasaeng*. —Jiyong se mordió el labio inferior para no chillarle a su hermana, aunque ganas no le faltaban. Había cumplido su palabra, se lo había dicho al ver que ella no lo hacía—. Si me necesitáis, estaré fuera.

Jisoo se fue dejándolos a solas y Jiyong no supo dónde meterse, era incapaz de mirar a Chan. Estaba cabreada, no con él, pero no quería que lo supiera, y tampoco sabía cómo contárselo porque había cosas de las que se arrepentía.

Por desgracia, tener sasaeng no era extraño para los idols, seguramente él tenía muchas y conocía a más personas en esa situación.

Como no sabía qué hacer, se sentó en la cama y suspiró, esperando a que fuera Chan el que hablase primero mientras encontraba la forma de contárselo.

—¿Cómo? —Chan se sentó a su lado—. ¿Estás bien? ¿Te ha hecho algo?

—No tiene tanta importancia, de verdad... —siguió con su táctica de desviar la atención—. Además, no es raro, ¿no? Es decir, para mí sí, no soy idol, pero...

—Tienes un sasaeng —repitió Chan, dándole el peso que tenía—. ¿Te ha hecho algo?

—No, nada fuera de lo normal y...

Chan no la creía, por mucho que su actuación fuera muy creíble, empezaba a ver a través de sus ojos, entendiendo lo que expresaban de verdad, sabiendo diferenciar lo que era real de lo que fingía.

—Confía en mí, por favor —pidió en voz más baja, cogiéndole de las manos y mirándola fijamente—. No me alejes.

Jiyong sintió que los ojos se le humedecían, emocionándose, por lo que desvió la vista hacia la dirección opuesta y tragó saliva para tranquilizarse, no iba a llorar, no delante de él.

Al verla, Chan la abrazó, sin importarle que ella se quejase, porque lo necesitaba aunque no lo dijera, y él quería que supiera que estaba ahí, que podía contarle lo que fuera, que eran un equipo.

—Yo... —Volvió a tragar saliva y cerró los ojos unos segundos, disfrutando del abrazo, pero separándose y poniendo distancia entre ambos—. Quiero protegerte de todo esto, Channie.

—¿Protegerme? —repitió, incrédulo—. ¿De qué? ¿Qué ha pasado?

—Cuánto menos sepas mejor, y creo que...

—Ni se te ocurra decir que deberíamos dejar de vernos —la cortó y volvió a rodearla con los brazos, abrazándola—. Porque no lo voy a aceptar sin saber lo que está pasando.

—¿Y si es mi decisión?

—Jiyong, acabas de decir que quieres protegerme, lo mínimo sería que supiera de qué y yo ahí tomar una decisión —argumentó con calma—. Estoy aquí para ti, para escucharte y darte mi opinión. Solo necesito saber qué ocurre.

—Es largo de contar...

—Para ti tengo todo el tiempo del mundo, ¿no te ha quedado claro aún? —Le acarició la mejilla, intentando sacarle una sonrisa—. Te escucho.

Y Jiyong empezó a abrirse poco a poco, contándole cómo había comenzado todo.

Al principio cuando supo de la existencia de ese individuo no lo vio extraño, todo lo contrario, se alegró de que alguien se interesase por ella cuando aún ni había debutado, cuando solo era una trainee con una gran proyección eso sí, pero solo una con un futuro incierto.

También le había gustado que se hubiera fijado en ella y no en Jisoo, solo en ella, eso le había hecho sentir importante.

En esos momentos solo era un fan, nada más, no estaba obsesionado ni mostraba actitudes sospechosas de las que preocuparse, e incluso Jiyong había hablado con él en algunas ocasiones cuando la esperaba a las fueras del edificio de YG y habían interactuado por redes.

Él había celebrado como el que más sus primeros éxitos, los anuncios con Lee Min Ho y otras campañas publicitarias, deseando que debutase y frustrándose cuando los rumores de debut no se cumplían.

Cuando se lesionó, y todo lo que vino a raíz de eso, desapareció durante unos meses y Jiyong se pensó que como no sería idol, ya no le interesaba ni iba a ser su fan.

Se equivocó, a partir de eso empezó a ir a peor, mucho peor.

No supo cómo pero consiguió su número de teléfono y empezó a mandarle mensajes, diciéndole que seguía apoyándola en todo, criticando a YG por echarla y no ver todo su potencial, que él estaría ahí para siempre a su lado, que no le fallaría y que podía contar con su apoyo pasase lo que pasase.

Ahí Jiyong ya vio que eso no era normal, que eso no era lo que un fan normal hacía, por lo que no contestó esos primeros mensajes, bloqueando el número de teléfono y enfocándose en su nueva faceta como actriz olvidando el pasado.

Pero después de esos primeros mensajes vinieron otros, y cada vez más perturbadores: elogiándole la ropa que llevaba cierto día, comentando lo bien que le quedaba su nuevo corte de pelo, felicitándola por conseguir un papel en algún drama cuando aún ni se había hecho público...

Jiyong se cambió de número varias veces, pero no sabía cómo esa persona acababa consiguiendo el nuevo, por lo que aprendió a vivir de esa manera, intentando no darle importancia, ignorándolo de la mejor forma que podía.

Si hacía que no existía, quizá se cansaba, o eso quería creer.

Cuando dejaba de dar señales de vida durante unos meses se pensaba que era así, que se había cansado de no obtener respuesta. Pero siempre acababa volviendo a dar señales.

Y cada vez que lo hacía, todo era más turbio.

Aparecía en algunos sitios a los que ella solía ir con sus amigas, con sus padres o sola, a las presentaciones de dramas, anuncios o promociones, acosándola hasta en el sitio en el que vivía, enviándole cartas extensas declarándole su amor con regalos que no quería y que acababan en la basura.

Jisoo era la única que lo había sabido todo desde un primer momento, ella le había casi obligado a que se lo contase a su familia para que lo supieran, también había sido su idea ir a vivir a uno de los edificios más caros, pero seguros, de Seul para que Jiyong estuviera más protegida, pero el sasaeng siempre encontraba una forma de hacerse notar.

—¿Nadie de JYPE lo sabe? —quiso saber Chan muy preocupado—. ¿Ni siquiera tu manager?

—No quiero que lo sepa nadie, Chan. No quiero darle el poder de que controle mi vida, de no poder hacer lo que quiero por miedo a...

—Pero tú misma has dicho que quieres protegerme, eso es darle poder, Jiyong.

—Es que... —Tragó saliva, aún no le había contado la peor parte—. Estoy aquí porque me han llegado unas cartas a mi apartamento con ciertas cosas...

—¿Qué cosas, Jiyong?

Chan estaba muy preocupado, no se esperaba para nada algo así. Por su mente habían pasado mil cosas posibles, esta no era una de ellas. No había dudado en ningún momento de que los rumores que habían salido de Jiyong eran falsos, pero se había llegado a plantear que quizá le habían dado una mala noticia o estaba enferma.

—No está nada contento de que se me relacione de forma romántica con Minho, está muy muy enfadado, y me lo ha hecho ver.

Se levantó para coger su móvil y enseñarle las fotografías que había hecho de eso: peluches rojos con la cabeza cortada, con miembros faltantes, destrozados de tal forma que daban miedo...

Estaba muy enfadado con ella por la posibilidad de que tuviera pareja, según las palabras de la carta no entendía que le estuviera haciendo eso a él, que la había cuidado y protegido desde que había empezado su carrera, que ya le estaba dejando pasar ciertas actitudes amistosas con otros idols masculinos porque entendía que quizá era por trabajo, pero que no le permitía que tuviera pareja.

—Jiyong, tienes que contárselo a la empresa, ellos pueden hacer algo y...

Chan no entendía la calma aparente que mostraba Jiyong, ¿cómo podía estar tranquila con algo así?

Y también empezó a entender ciertas actitudes que había tenido ella, como las llamadas que ignoraba al ver el número, o cómo le cambiaba la expresión durante unos segundos mientras disimulaba lo mejor que podía.

¿Cómo no se había dado cuenta?

—¿Han hecho algo por Nayeon? —rebatió muy cansada—. No, y es una de las idols más importantes del panorama, ¿qué va a hacer por mí?

—Esto va más allá de lo de Nayeon, es... —Volvió a mirar las fotografías y de forma inconsciente apretó un puño con rabia—. Se está empezando a poner violento y si...

No pudo verbalizar que tenía miedo de que acabase poniéndose violento también con ella, no quería imaginárselo. ¿Por qué no se daba cuenta de lo peligroso que era?

—Eso es todo —resumió—. Acabará por pasar y cansarse, siempre ocurre, con las semanas todo vuelve a la normalidad y...

—¿Y dónde entra el alejarte de mí para querer protegerme? —preguntó muy serio. ¿Por qué se preocupaba por él y no por ella? No lo entendía—. Porque solo veo que la que necesitas protección eres tú, Jiyong, no yo.

—No quiero que seamos noticia el 1 de enero, Channie —susurró llena de miedo—. No quiero perjudicarte de ese modo, no me lo perdonaría.

Salir en DISPATCH el 1 de enero había supuesto muchos problemas para muchas parejas que habían sido destapadas.

Jiyong sabía cómo lo habían vivido sus amigas Momo y Jihyo aunque no fueran noticia el 1 de enero. Esa presión, ese tener que disculparse por algo tan simple como estar enamorada y ser feliz...

Y ellas ya no tenían la prohibición de tener citas, no como Chan, que aún no habían pasado tres años desde su debut.

¿Qué le pasaría a él si se descubría?

—Ese riesgo ya lo sabíamos cuando decidimos apostar por nosotros —empezó a decir—, ¿o no? —Jiyong asintió—. Estamos yendo con mucho cuidado, nuestras citas siempre son en JYPE, no nos ve nadie. Cuando nos vemos fuera, siempre estamos con más gente, no solos, son quedadas de amigos.

—Estás aquí ahora, ¿y si te ha visto y...?

Jiyong no quería que por culpa de su problema, porque el sasaeng era su problema, Chan se viera afectado. Quizá si ella no le hubiera hablado al principio, si no le hubiera hecho sentir importante...

Esa era otra de las razones por las que no quería que nadie lo supiera, porque se sentía en parte responsable de lo que pasaba, quizá si le hubiera parado los pies al principio...

—Nadie me ha visto —la tranquilizó—. Y si tienes miedo de que nos vean juntos para el mundo somos amigos, JYP cree que lo somos y aunque ya no sea el CEO sigue teniendo mucho peso e importancia, por lo que esos rumores no tendrían fuerza, la empresa no nos preguntaría al respecto. No hay pruebas de que somos pareja, y nuestros amigos van a apoyarnos y respaldar nuestra versión.

—¿Y si las consigue?

—Iremos con más cuidado aún. —Ella no entendía cómo podía restarle importancia a un tema tan importante, a como parecía que no le importaba—. No quiero dejar de verte, no quiero que te alejes de mí si no es lo que de verdad quieres...

—¿Y si yo quiero que dejemos de vernos por un tiempo?

Era mentira, pero Jiyong no podía dejar de darle vueltas al hecho de que quizá podía perjudicarlo. Si esperaban unas semanas, quizá todo se calmaba y no había tanto riesgo.

—Si es lo que de verdad quieres, lo voy a respetar —dijo muy seguro, mirándola fijamente—. ¿Es lo que quieres? —Ella tragó saliva, dispuesta a seguir mintiéndole para protegerlo, pero fue incapaz. Al mirarlo solo le apetecía abrazarlo y besarlo, olvidarse de todo como le ocurría a su lado y ser solo ellos—. ¿Jiyong?

Su respuesta fue abrazarlo, pillándolo un poco sorpresa, pero correspondiendo el gesto de inmediato.

—Estoy tan preocupada por ti —admitió con un nudo en la garganta—. No quiero ser un problema.

—Y yo estoy preocupado por ti —rebatió Chan—. Deberías hablarlo con tu manager y con los responsables de la empresa y...

—No —lo cortó—, que lo sepas no significa que vaya a decirme lo que hacer o cómo.

—Jiyong, es lo mejor.

—Christopher, no —lo cortó—. Se pasará, siempre acaba ocurriendo, se cansará y estaré tranquila.

Chan supo que no le haría cambiar de opinión, no por el momento, por lo que mientras pensaba cómo podía ayudarla, porque estaba muy preocupado, lo mejor era aceptar lo que decía.

—¿Te das cuenta que me llamas así cuando te pones seria o te enfadas? —bromeó, intentando calmar un poco el ambiente, sacándole una leve carcajada—. Jiyong, no te calles esto conmigo, por favor.

—¿En qué?

—Lo del sasaeng, ahora que lo sé, desahógate conmigo, deja que sea tu apoyo. No te lo guardes para ti.

Ella asintió, no muy convencida, pero lo hizo.

—No quiero que lo sepa nadie más —murmuró—. Solo lo sabéis tú y Jisoo, además del resto de mi familia y...

—Confía en mí —bisbiseó y le besó la frente con cariño—. ¿Puedo preguntarte algo?

—No quiero hablar más de este tema...

—Una última pregunta —prometió y Jiyong asintió— ¿Estabas más preocupada por mí o por ti?

—Por ti. —Chan sonrió y volvió a abrazarla—. ¿Qué pasa?

—Deberías preocuparte antes por ti, baby girl, y más con algo tan importante —aseguró—. Tengo que irme, he pospuesto todo lo que tenía que hacer para saber qué pasaba.

—Channie, no era necesario, ya has visto que no...

—Sí era algo relevante y de lo que teníamos que hablar.—se anticipó—. Además, parece que no te has dado cuenta aún de que para ti saco tiempo de donde seas, eres muy importante para mí, Jiyong.

—Tú también eres muy importante para mí —dijo un poco sonrojada.

—Esta noche voy a estar hasta tarde el estudio. Jisung, Changbin y yo estamos creando nuevas canciones que prometen mucho —explicó muy ilusionado—. Sé que no les va a molestar que vengas, y ellos siempre se van antes, luego tendremos tiempo para nosotros.

Y aprovechando que estaban solos, se despidieron con un par de besos quedando para más tarde.

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Kimjiyong I went crazy over you 🖤💗

lalalalisa_m Over you, only you

↪️roses_are_rosie I went crazy over you

↪️jennierubyjane Like e-e-e-e

↪️sooyaaa__ e-e-e-e, e-e-e-e

↪️kimjiyong Estáis fatal

sooyaaa__ Ese jersey es mío 😌

↪️kimjiyong 😎😎

twicetagram 🐰: preciosaaaaaa😘😘

twicetagram 사나: guapa 💕💕

personacuriosa1 ¿Eso no es uno de los estudios de JYPE?🤔👀

↪️personacuriosa2 ¿Serán ciertos los rumores?

↪️personaquenoseenteradenada ¿Qué rumores?

↪️personacuriosa2 Dicen que Jiyong va a debutar como idol con una canción

itzy.all.in.us 😍😍

coreanito1 ¿Habéis visto el like de Minho?

↪️coreanito2 MI SHIPP

(Ver 1242 comentarios más)

En la cultura coreana, un sasaeng o sasaeng fan es un fan obsesivo de un ídolo coreano, u otra figura pública, que ha participado en acecho u otros comportamientos cuestionables que constituye una invasión de la privacidad.​ El término sasaeng viene de las palabras coreanas «sa»  que significa «privado» y «saeng»  que significa «vida», en referencia a los aficionados que inmiscuyen a la vida privada de las celebridades.

Por desgracia, es bastante común entre los idols, uno de los casos más conocidos es el que tiene Nayeon...

Dicho esto, ¿alguien se lo esperaba? Yo fui dejando pistas jejeje, y no, el tema no va a acabar ahí (Alba dando hype), porque este drama SOLO EMPIEZA.

En fin, no sé qué más decir, espero que os haya gustado :)

Muchos besos xx