Bien, Denki sabe que debería de sentirse mal por pensar esto, pero es que simplemente hay veces que le molesta lo poco celoso que es Hitoshi.

Si, ama la libertad y confianza que tiene con su novio, ama poder usar la ropa que le gusta, hablar con quien sea y salir a cualquier lugar sin importar la hora o la persona que lo acompaña.

Hitoshi jamás se mostró celoso de sus amigos, de las personas que lo veían de más cuando llevaba falda o de esas chicas que se acercaban a coquetearle descaradamente.

— Ese idiota no sabe lo que es el respeto. —gruño molesto mientras ataba las mangas de su suéter alrededor de la cintura de su novio al ver la constante mirada de un tipo a lo lejos sobre el cuerpo del menor.

Aquello había sido lo más cercano a lo celos de parte de su pareja, sin embargo Denki sabe que fue más molestia por verlo claramente incómodo ante la vista del hombre que celos porque lo estuvieran viendo.

Y lo ama.

Ama que lo proteja, que confíe en él y respete sus decisiones.

Pero Kaminari cree fielmente que no vivirá la experiencia completa de ser un adolescente enteramente hormonal sin haber sido tomado por su novio después de una escena de celos.

Si, tal vez haya visto demasiadas películas, pero ser follado por un Shinso posesivo y dominante invadido de celos era una de sus fantasías mejor guardadas; algo así como lo que algunas personas tienen con disfrazarse de enfermeras o animales de peluche.

— Ayer me bese con Kiri. —soltó de repente esa tarde. Su novio enfrente de la estufa preparando el almuerzo lo miró con una ceja levantada. Denki recargado en la barra a unos metros de él quiso golpearlo por no tener otra reacción diferente.

— No sabía que eras de los que se besan con sus amigos.

— No lo soy. —provoco como el suicida que era—. También me bese con Mina.

— ¿No eras gay?

— Bisexual, en realidad.

Al ver a su novio acercarse a él una pequeña llama de esperanza creció en su pecho.

— ¿Fue durante la fiesta a la que fuiste ayer por al tarde?

— Si. —mintió, emocionado por descubrir cuál sería el próximo movimiento—. Me bese con Kiri y Mina, estábamos en la casa de-.

Y no pudo continuar porque los labios de Hitoshi atraparon los suyos en un beso lento y largo. Un verdadero beso, justo como los que jamás nadie que no fuera el chico frente a él podría darle.

— Faltaba yo. —murmuro, separándose del beso y regresando a la comida sobre el fuego.

Denki quizo patearlo.

— ¿No estás molesto?

— He visto a Monoma besarse con todos sus amigos cuando se embriaga, ademas, me molestare más si te quejas después de que Bakugo te golpee por besarte con su novio.

Así culminó su primer y fallido intento de poner celoso a su novio.

La segunda vez que lo intento aprovecho que debería de ir a la casa de Tetsutetsu para realizar un proyecto que se había asignado en parejas con ambas clases juntas, así que se visitó con su conjunto más bonito y se mostró más emocionado de lo que debería por ir con su compañero a realizar el trabajo.

Pero claro, a Hitoshi no le pareció afectar en nada.

— T-Toshi, debo de irme. —le dijo empujando un poco el pecho de su novio quien recorría su muslo por debajo de la falda y devoraba su cuello acorralándolo contra la pared.

— Cinco minutos más. —pidió contra su piel—. Hoy te ves tremendamente hermoso.

— ¿Solo hoy?

— Siempre, amor.

— Tal vez Tetsutetsu piense lo mismo. —se atrevió a decir.

— Bueno, estaría ciego si no se diera cuenta de lo bonito que eres, cualquiera estaría ciego.

— Dios, ¿por qué tienes que ser tan lindo?

Y después de un largo beso se despidió de su novio, recordándole que lo vería más tarde y gruñiendo por fallar en su misión.

Obviamente no tenía otra intención con el chico de la clase B, por lo cual salió horas más tardes de su casa con varias selfies de amigos en el celular del mayor y el proyecto realizado en su mochila.

Y por supuesto, con un nuevo plan en mente.

Al llegar a la casa de su novio fue recibido por él y el silencio de la casa indicándole que sus padres no estaban; usualmente a esa hora uno de los hombres estaba preparando la cena y otro realizando algún trabajo en la pequeña mesa de la sala.

— Salieron con la tía Kayama, creo que los arrastro a un bar o algo así.

— ¿A que hora regresarán?

— Posiblemente mañana temprano; no les gusta que los vea ebrios así que se quedan en su casa a dormir.

— ¿Haremos eso con nuestros hijos?

— ¿Puedes embarazarte?

— Podemos comprobarlo.

Ambos sonrieron por lo absurda que era la conversación. Subieron a la habitación del mayor y se entretuvieron en cualquier cosa mientras hablaban de cosas triviales, Denki se encargó de incluir más de lo normal al chico de la clase B en la plática para probar su última estrategia.

De alguna manera termino sobre el regazo de su novio, besándolo mientras sus manos se aferraban a sus hombros y el mayor exploraba la piel debajo de la ropa.

— Estas frío. —murmuro cuando se separaron a tomar aire.

— Ah, si, la casa de Tetsu es bastante fría, ademas el camino de regreso también lo fue.

— ¿No quieres tomar una ducha? Puedes resfriarte por el cambio de temperatura.

Kaminari se obligó a mantener la postura.

— Prefiero tomarla después. —dijo antes de volver unir su boca con al ajena y separarla un par de segundos después—. ¿Ya te dije que Tetsutetsu tiene una tortuga?

— ¿Eso importa ahora?

— Oh, no, lo siento. —se volvió a acercar y antes de besarlo volvió a separarse—. También me contó que su mamá es fotógrafa y hace muchas secciones de fotos, me invito a ir a una la próxima semana.

— Den...

— Oh, si, si, si, hablaremos de él luego. —intento volver a acercarse pero esta vez el que se alejó fue su pareja.

— ¿Por qué el repentino interés en Tetsutetsu?

— ¿Eh? —fingió desinterés, sintiéndose interiormente emocionado por la reacción del mayor.

— Antes apenas si lo mencionabas y estos últimos días de todo lo que hablas es de él, ¿por qué de repente tiene toda tu atención?

— Solo es mi amigo.

— Jamás dije lo contrario, solo me sorprende tu repentino cambio.

Kaminari mordió el interior de su mejilla al notar que el tono de voz de su novio no se podía catalogar como "celoso" sino sería algo más como "curioso"

Enserio era imposible lidiar con ese hombre.

— ¿Sabes? Olvidalo, me rindo. —se intento levantar y antes de poder siquiera tocar el piso ya tenía el pecho contra el colchón y a su novio sobre el.

— No puedes rendirte ahora, bonito; el juego se acaba de poner interesante.

Una corriente le recorrió la espina dorsal; el tono de Hitoshi se había vuelto tan ardiente y juguetón que derrumbó todas sus defensas con tan sólo esa frase.

No podía verlo directamente gracias a la posición que mantenían, pero podía jurar que su novio sonreí con los ojos brillando en victoria.

Tal vez él jamás jugó con Shinso, tal vez Shinso siempre estuvo jugando con el.

Diablos, cuanto lo amaba.

— Tengo una leve sospecha de lo que has estado intentando los últimos días, no me importa si es verdad o no, igual deberás aceptar el castigo. —Denki cayó en cuenta por primera vez que con una mano Hitoshi inmovilizaba sus muñecas sobre su espalda mientras la otra se encargaba de jugar con su piel debajo de la falda.

— T-Toshi...

— No, bonito, esta noche no estas en la posición de pedir nada. —otra vez el cuerpo del menor tembló. La actitud dominante de su novio solo lo hacía temblar —. Hoy solo obedecerás y te portarás como un buen niño, ¿entendido?

— S-si.

— Bien, porque te quiero en cuatro justo ahora.

Eran pocas las veces que preferían esa posición, siempre habían creído mil veces mejor estar frente a frente y disfrutar cada expresión que pasaba por sus rostros, además de que Shinso tenía un fetiche por obligar a Denki a verlo a los ojos durante esos momentos carnales y Denki amaba rasguñar la espalda de su novio cuando el placer le era demasiado; pero no negaría que no le importaba de vez en cuando estar arrodillado sobre la cama con el trasero levantado, el pecho pegado al colchón, la espalda arqueada, las manos al enfrente siendo aprisionadas por la de Hitoshi y sus dedos apretando las sábanas. 

La sensación de Hitoshi siendo tan celoso y dominante con su cuerpo le encantaba; la brusquedad y seguridad con la que lo trataba lo volvía loco y él simple hecho de que esa fuera una nueva experiencia le hacía desbordarse en placer.

Sintió la mano del mayor deslizarse desde su cadera hasta su abdomen sin detener las embestidas, sintiéndolo cada vez más cerca hasta tener su aliento golpeando su nuca.

— Te vez tan precioso así. —le murmuro, dando justo en su punto dulce.

— ¡Aah! ¡Hitoshi!

— Mírate, aceptándome dentro de ti, gimiendo mi nombre y entregándote a mi. No quiero que nadie más te vea así, ¿entendido? Soy el único que puede tenerte así, Denki.

— Si, Daddy... si...

— Que bien que lo entiendes, bonito.

Se separó y aumentó la velocidad, escuchando también los gemidos del menor aumentar.

En una esquina de la cama el celular vibró anunciando un nuevo mensaje, Shinso lo miró de reojo sonriendo al identificar su contenido.

Tetsutetsu le había enviado una de las fotos que se había tomado con Denki aquella tarde, la imagen tenía especial zoom en la marca rojiza que decoraba el cuello del rubio y debajo de ella había una breve frase

"Tranquilo, bro, mensaje recibido"

Hitoshi no pudo sentirse más orgulloso por ser un buen emisor, después de todo se había esforzado en hacerle esa bonita marca a su niño antes de que saliera de casa.

Denki jamás se percataría de la mancha que llevó decorando en su pálida piel toda la tarde ni de todas esas veces que él mayor había impuesto su dominio sobre el cuerpo más pequeño frente a los otros. Para Kaminari, Hitoshi era alguien imposible de celar, pero para los demás estaba más que claro que a Denki Kaminari no se le ponía una mano encima.