La primera vez.

Muchos recuerdos malos para unos, muchos recuerdos lindos para otros.

Hay millones de primeras veces en la vida; desde chocar un auto hasta romperte un hueso.

¿La primera vez que se le cayó un diente? Denki no lo recuerda, pero recuerda lo emocionado que estaba al descubrir que existía un ser místico llamado el hada de los dientes que se llevaba tu diente y te dejaba dinero a cambio, eso sí lo recuerda.

¿La primera vez que anduvo en bicicleta? Si, él y su cicatriz en forma de abeja en su rodilla izquierda la recuerdan muy bien.

¿La primera que tomó la mano de Hitoshi? Oh, Dios, claro que la recuerda. Recuerda el vergonzoso sonrojo en sus mejillas y lo torpe que fue al entrelazar sus dedos con los del mayor, también recuerda como el camino por las escaleras hacia el departamento donde vivía se hacía eterno y como estúpidamente resbaló en un escalón y lamentablemente se llevó a Hitoshi consigo. Si, lo recuerda perfectamente.

¿La primera vez que conoció a sus suegros? Esta está un poco confusa pues recuerda haber visto a Aizawa sensei en su examen de ingreso, también recuerda haber conocido al profesor Mic durante su primer receso en la UA antes de que le diera clases, y aparte de conocerlos como sus maestros también los conoció como los padres de Shinso cuando solo eran amigos, así que no puede decir que conoció a sus suegros cuando fue presentado oficialmente como el novio de Hitoshi pues en realidad ya tenía un gran historial con ambos hombres.

Sin embargo, Hitoshi sí podría responder esa pregunta, pues la primer a vez que conoció a sus suegros fue tan solo una semana antes de que Denki y él comenzaran a salir y aún cuando nada era oficial sus padres ya creían que eran novios. La pareja lo trató toda la visita como su yerno, fue hasta que su tía -que estaba encargada de él por esa tarde- le habló para saber en donde estaba y uso la palabra "amigo" junto al nombre del rubio; lamentablemente el chico tuvo que volver a casa y jamás se aclaró el malentendido; dos días después el matrimonio Kaminari salió de viaje y al volver un par de semanas después la pareja entre su hijo y su ahora no tan amigo ya era oficial.

Y las primeras veces jamás serán iguales para ellos, porque Kaminari no recuerda el primer día con sus padres pues un recién nacido es incapaz de guardar ese tipo de recuerdos, pero Hitoshi si puede recordarlo porque fue adoptado a los cuatro años y ya era capaz de crear memorias.

Shinso no puede decir cuándo fue la primera vez que se percató de su amor por los gatos pero Denki puede asegurar que él sabe cuando fue la primera vez que vio los ojos del mayor brillar al arrodillarse frente a un felino.

Kaminari no sabe cuándo aprobó por primera vez un examen de literatura pero Hitoshi recuerda perfectamente la emoción y el orgullo del rubio brillar en sus ojos al mostrarle su nota sobresaliente en el examen de ese martes.

Los recuerdos más similares que tienen sobre sus primeras veces son esos que compartieron juntos, como su primer beso y la caída desastrosa por las escaleras de parte de Denki -si, el chico tenía mala suerte con los escalones- o su primera fiesta adolescente y descontrolada donde terminaron besándose en el techo de la casa de Mina -larga historia- o incluso aquella primera discusión donde no pudieron permanecer más de treinta minutos molestos.

Pero sin duda una de las primeras veces más importantes en la vida del ser humano y en las relaciones adolescentes era esa primera vez que lo cambia todo.

El primer encuentro íntimo donde las respiraciones se aceleran, la ropa sobra y el calor aumenta.

Ese momento donde marcar la piel del contrario parece una necesidad y descubrir el cuerpo ajeno se vuelve una adicción.

Para Denki su primera vez fue torpemente deliciosa, bien, tal vez eso no tenía ningún tipo de sentido, pero es que no encontraba otras palabras para definirlo. Manos inexpertas, besos topes, corazones nerviosos y mejillas sonrojadas; pero también un placer enorme recorrerlo, una deliciosa corriente eléctrica haciendo añicos su corazón y todo su cuerpo vibrando y temblando por el chico que tenía sobre el.

Esa noche habían descubierto lo vergonzoso que era conocer a su pareja de una manera más íntima, pero también había descubierto que en su pecho podía nacer una extraña necesidad de gemir el nombre de Shinso.

¿Lo había disfrutado? Dios, por supuesto que si, demasiado.

¿Shinso lo había vivido igual? No lo sabe y le avergüenza saberlo pues estaba bastante consiente de que cuando se pone nervioso suele electrocutar a la gente y está seguro de que esa noche estaba muy nervioso.

Tal vez Hitoshi usaría otras palabras para describir su primer encuentro, tal vez una combinación entre electrificante y lindo o torpe y bueno; no lo sabe y aprecia demasiado su poca dignidad que le queda como para preguntarle, sin embargo, lo que sí sabe es qué seguirá compartiendo un millón de primeras veces con Hitoshi, muchas memorables otras desastrosas, pero las compartían juntos y eso es lo que importa

Porque sabe que no importa si la mayoría de sus primeras veces vienen acompañadas de un accidente en las escaleras, Hitoshi estará a su lado para recordarlo y reírse con el.