e i g h t e e n
Pero seguíamos siendo los buenos amigos que siempre fuimos.
Sin niguna diferencia.
A escondidas, hacíamos travesuras, claro está.
Y tú no querías que nadie lo supiera.
Y nadie lo supo.
Nadie menos...
Rose.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro