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Extra

Los gemidos se oían por toda la habitación, el choque de pieles dejaba una exquisita melodía para los oídos, el sudor creaba una fina capa sobre ambos cuerpos.

El rechinar de la cama iba en aumento al igual que sus jadeos, una atmósfera candente era todo lo que se podía percibir en el ambiente.

Park Jimin, ese es mi nombre recuérdalo bien porque donde piso dejó huella.
              
Jimin~ —con un fuerte gemido Jungkook termino de correrse sobre su mano, varias finas tiras largas de semen mancharon el borde de su escritorio como sus dedos, agito lentamente su pene para poder alargar aun más su orgasmo. —mierda —terminó por tirar su cabeza hacia atrás tratando de regular su respiración.

¿Cuanto tiempo llevaba asi?

Pues haciéndose una paja, alrededor de 20 minutos.

Masturbándose con el recuerdo de Jimin, pues unos cinco meses.

Si, cinco meses, en todo ese jodido tiempo no ha logrado dar con el chico y entonces ¿cual es la razón si Jimin le había dejado un papelito con su número? pues en una discusión que tuvo con rose su ex esposa término por perder su pequeño tesoro ¿y como pasó? pues al día siguiente que llegó jungkook a su casa (después de tremenda follada con aquel diablillo) Rose lo estaba esperando en la Sala quien al verlo ingresar se abalanzó sobre él literal como un tigre hacia su presa haciéndole miles de preguntas. Acusándolo de haberle sido infiel y como no, si aquella dulce y excitante fragancia aún seguía sobre su piel, su ropa y en todo su ser así que la chica empezó a buscar como loca en su ropa revisó en los bolsillos de su pantalón y Eureka!! dio con aquel pepelito doblado delicadamente al leer el contenido estallo en gritos, lágrimas, reclamos lo que provocó que terminase rompiendo el papel.

En ese instante Jungkook sintió ganas de llorar de la impotencia y es que tenía razón aún no había agendado el número en su teléfono por ende sus posibilidades de volver a ver al chico eran nulas no sabía nada de él, solo su nombre, pero eso no servirá de mucha ayuda ya que existían miles de Park Jimin en Corea.

Así que en todo ese tiempo solo pudo vivir con su recuerdo, imaginando ese pequeño cuerpo curvilíneo sobre su cama completamente desnudo y a disposición de el.

Bueno no todo era malo, en ese tiempo que no sabía nada de Jimin pudo divorciarse de rose ese era un peso menos en sus hombros así que ahora era completamente soltero y a disposición de quien sea pero de preferencia si es Park Jimin.

Una vez su respiración se volvió lenta y pausada se limpio con unas toallitas que tenía sobre su escritorio (afortunadamente), guardo su pene dentro de sus pantalones se arreglo un poco para no verse tan mal y siguió con todo el trabajo que tenía encima.

Si día transcurrió como siempre las mismas cosas por hacer las mismas personas que mirar. Cuando se reloj marco las seis de la tarde tomo su chaqueta del mueble de su oficina y salió despidiéndose de su secretaria. Abordo su auto sin encenderlo aún, no tenía nada que hacer un viernes por la noche solo en casa pero también estaba cansado como para salir.

Que dilema.

Bueno primero manejaría hasta su casa ya ahí decidiria si quería salir o no.

Ya en casa tumbado sobre su sofá mirando hacía la nada se debatía debia salir a buscar diversión o quedarse a ver televisión.

Recapacitandolo muy bien decidió salir quería probar suerte y ver si se encontraba con Jimin como aquella vez que llegó al bar y sin ni siquiera pensarlo había terminado follando con tan exquisito ser.

Justo como aquella noche se encontraba en su lugar favorito en aquel bar nocturno llamado "Exotic" los guardias ya lo conocían así que lo dejaron entrar sin hacer preguntas, el lugar estaba lleno como lo estaría cualquier viernes en la noche donde todos los jóvenes aprovechan y salen a divertirse sin pensar en que tendrá que madrugar al día siguiente olvidándose por completo de sus obligaciones.

Subió al segundo piso la zona VIP que era prácticamente un balcón con vista a la pista de abajo, habían unas cuantas mesas con sillones alrededor el lugar era íntimo para parejas que querían probar algo más allá de lo decente.

—Algo de beber —pregunto una chica con un tono algo sensual.

Jungkook la miro de vuelta, era una trabajadora del lugar por el uniforme que llevaba puesto si se le podía llamar uniforme a aquel top para nada discreto que por justicia divina podía mantener en su lugar el par de pechos realmente grandez y aquella mini falda que no dejaba nada a la imaginación.

—Un Jack Daniels —respondio volviendo su vista al frente.

La chica anoto lo pedido y con una sonrisa de lado se retiro, al menos espero recibir alguna mirada lasciva por parte del hombre pero al final no consiguió nada y tuvo que irse sin decir más.

Su pedido fue depositado en su mesa así que lo tomo con su mano llevando el vaso hasta sus labios dónde le dió el primer sorbo sintiendo rápidamente su garganta arder un poco, el trago era fuerte pero podía con ello.

Un recuerdo se colo por su mente.

Los minutos pasaban y seguía aburrido ya llevaba su segundo vaso de Jack Daniels, aun estaba en sus cinco sentidos.

Algo extrañamente conocido llamo su atención rápidamente se puso de pie y se acercó a los barrotes que limitaban al balcón para no caer de arriba, recorrió todo el lugar en busca de aquello que vio pero no encontró nada resignado soltó un bufido pero en el centro de la pista vio algo que lo dejo anonadado.

Una cabellera plateada brillaba aún en medio de la poco iluminación, Jungkook trato de aclarar sus ojos no queria pensar que era una ilusión pero lo vio, vio a Jimin bailando en medio de la pista contoneando sus caderas al ritmo de la música miro como con sus pequeñas manos recorría su propio cuerpo entre abriendo sus labios como si anhelara los besos de alguien.

La vista era jodidamente exitante, ese culo redondo se movía de lado a lado Jungkook fue consiente de como un hombre más alto y fornido que Jimin se pegaba detrás de este colocando sus grandes manos en esa diminuta cadera, cadera donde el había dejado la huella de sus dedos. Sintió su sangre hervir al ver el suave movimiento de cintura que hacia el peliplateado sobre la entrepierna de ese hombre, apretó fuertemente el tubo del balcón, jodidamente va a despellejar a ese tipo y en cuanto a Jimin le va a dar unas cuantas nalgadas por travieso.

Jungkook miraba fijamente todo hasta que los ojos de Jimin conectaron con los suyos ahí pudo sentir la verdadera tensión.

Jimin con una sonrisa de lado mordió su labio inferior tomo la mano del desconocido detrás de el y la guío por todo su pecho mientras cerraba sus ojos. Jungkook apretó sus dientes rabioso por todo ese numerito, ese culo y todo ese pequeño cuerpo le pertenia solo a él, el lo marco desde aquella primera vez que se conocieron.

Cerro sus ojos tratando de calmarse o cometeria una locura, pero grande fue su sorpresa que al abrir sus ojos no había ningun rastro de Jimin.

Debía ser una broma.

Rápidamente tomo las escaleras al primer piso donde camino en medio de toda la multitud en busca del chiquillo, como demonios pudieron desaparecer así de rápido era ilógico volví a caminar con toda esa gente encima hasta la salida donde la brisa fria le dió la bienvenida, camino unos cuantos pasos más tratando de mirar si por ahí habían alguna pareja acalorada haciendo cosas indebidas.

Por más que caminara de allá para acá no encontró nada, frustrado y de muy mal humor estaba decidido a largarse del lugar, su noche había sido arruinada. Camino hasta donde estaba su auto se apresuró dando zancadas fuertes al ver quién se encontraba apoyado sobre el capo del auto.

Decir que su corazón empecé a latir con.o loco era poco, sintió una corriente de éxtasis puro recorrer todo su cuerpo.

—He... —las palabras fueron cortadas instantáneamente.

Los labios de Jeon chocaron con fuerza sobre los de Jimin arrancando un jadeo de sorpresa de la garganta del peliplateado, ambas bocas se movieron con una sincronía envidiable. Pequeños chasquidos eran audibles, el choque de sus dientes solo podía demostrar cuan desesperados y deseosos estaban.

¿Cuánto tiempo habían soñado con volver a probar la boca contraria?

—Jodida mierda —murmuro Jungkook separandose tan solo unas pulgadas de los labios hinchados de Jimin. —Eres muy escurridiso y provocador, pequeño travieso — picoteo los labios de Park.

—Yo también te extrañe Jungkook —sonrió de lado Jimin.

Jungkook no dudo en volver a besar aquellos suaves labios con los cuales ha pasado fantaseando ya un buen tiempo, podía afirmar que los labios de Jimin eran un elixir puro.

—Tranquilo vaquero, si sigues así me vas a dejar sin labios te los terminarás comiendo. —Jimin dió un pequeño empujon a Jungkook cosas que no lo movió para nada, con sus pequeños dedos froto sus propios labios los cuales se sentía muy hinchados y sensibles.

—No solo quiero comerme tus labios —Jungkook estaba a punto de lanzarse sobre el más bajo, como si de un león estuviera cazando su presa. —Todo este tiempo fue una maldita tortura, no sabes cuánto anhelé tenerte bajo mi cuerpo, —con su gran mano retiro unos cuántos cabellos rebeldes que caían sobre el perfecto rostro del peliplateado.

—Todo este tiempo estuve esperando tu llamada pero mi teléfono nunca sono —Jimin lo miro algo inconforme.

Jungkook soltó un suspiro mientras se frotaba su rostro, el calor del momento impidió que la fría brisa los incomodara.

—Es una larga historia.

—Tengo tiempo de sobra para escucharte y para algo mas.

Jungkook lo miro alzando una ceja algo divertido por el comentario de Jimin, Jungkook sin pensarlo dos veces invito al peliplateado a subir a su auto lo encendió y se puso en marcha a su departamento, si iba a tener el privilegio de poseer nuevamente el cuerpo de la mayor de la tentaciones lo iba a hacer en un lugar mucho más decente y que mejor ligar que su casa.

Al menos así sus sábanas se encargarían de recojer toda la esencia de Jimin.

Ahora estaba solo y sin compromisos de por medio así que él podía meter a quien se le diera la gana a su hogar.

Una vez el auto se detuvo frente al edificio donde vivía Jungkook, Ambos estaban listos para bajar pero está vez fue Jimin quien tiró de la chaqueta del castaño para juntar sus labios en un beso.

A este paso no sabían si lograrían decir alguna palabra pues sus cuerpos pedía acción, algo mareados se encaminaron al departamento del más alto en cual estaba en el quinto piso del edificio, fácilmente podía tener una suit pero¿Para que? Jungkook estaba solo y el espacio sería demasiado para una persona.

Ya en el departamento de Jungkook, Jimin se detuvo a mirar el lugar por dentro con suma tranquilidad camino hasta el gran sofá que estaba situado en media sala frente a un gran televisor.

El lugar era calido, algunas pinturas colgadas de las paredes, una planta artificial en una esquina, libros muy bien arreglados en un pequeño estante el cual sostenía a la televisión.

Jungkook había ido hasta la cocina por unas cervezas, así que Jimin tuvo tiempo para admirar todo.

Sintió un lado del sofá hundirse giró su rostro y era Jungkook quien lo miraba con un brillo en sus ojos, le extendió la cerveza la cual Jimin acepto con una sonrisa y un pequeño gracias.

Ahora que la tensión sexual había bajado tan solo un poco no sabía cómo proceder, después de comerse la boca ahora estaban nerviosos.

Ridículo.

—Y bueno porque nunca me llamaste si te deje mi número de teléfono, —Jimin fue el primero en hablar, rompiendo esa pequeña tensión.

—Creeme que quería hacerlo, lo deseaba tanto —Jungkook le dió un trago a su cerveza —pero la maniática de mi ex esposa tomo mi pequeño tesoro y lo rompió.

Jungkook recordó que cuando paso aquel suceso quiso llorar al ver el papel hecho trizas.

—Ya veo, crei que no querrías verme —un pequeño puchero se formó en los labios de Jimin.

—Como dices eso preciosura, si he vivido con tu recuerdo todo este tiempo, el hecho de que no haya caído en locura fue recordar tus besos, tus labios, tus caricias  —Jungkook con una de sus manos recorrió el cuello de Jimin subiendo hasta su mandíbula la cual delineó con lentitud, subiendo un poco más se encontró con aquellos belfos carnudos los cuales brillaban gracias a que Jimin paso lu lengua por ellos, miles de pensamientos pecaminosos llegaron a su mente, que no quisiera hacer con esa dulce boca.

Más arriba estaba aquella pequeña nariz de botón las cual era perfecta, se acoplaba a la perfección con su rostro  y sus ojos, oh sus ojos por los cuales podría poner el mundo a arder.

Perfección.

Park Jimin era perfección.

Park Jimin era la tentación hecha persona.

Incluso hasta el más santo podría ponerse de rodillas ante él y pecar.

Las palabras se fueron perdiendo en al aire para darle paso al deseo el cual se mantenia esperando su turno para hacer su gran aparición.

El tiempo no fue impedimento para que Jungkook ya estuviera sobre Jimin besándolo de aquella forma tan ambrienta, de aquella forma en que solo los dos conocían.

La temperatura iba en ascenso y la ropa solo estorbaba, las prendas salían volando cayendo por cualquier parte de la sala.

Jungkook tomo por los muslos a Jimin haciendo que este último enrollara sus piernas en la cadera del castaño.

—Esta noche no solo vamos a tener sexo, me voy a encargar de recorrer tu cuerpo y grabarme cada parte de ti. Está noche voy a hacerte el amor como nadie más lo ha hecho.

Con esas palabras se dirigieron a la habitación de Jungkook.

Los gemidos y jadeos era la melodía perfecta que ambientaba el lugar, cualquiera que escuchará está sinfonía sabría que en algún lugar dos amantes se estaban demostrando de la mejor manera sus sentimientos.
                        

La mañana hizo su gran aparición con un espléndido sol,  dándole paso a un cielo azul completamente despejado.

Jungkook se removió por los rayos solares que daban en su rostro, frunció su entrecejo algo molesto por haber sido despertado de aquella manera. Extendió su brazo palpando el otro extremo de la cama.

De golpe habrio sus ojos al no sentir a nadie, el poco sueño que tenía se acababa de ir a la basura.

Carajo.

De nuevo la misma situación de hace meses, no podía ser cierto debía se una jodida broma, giró su rostro hacia la mesita de noche donde esperaba encontrar otra nocta como la de aquella vez pero grande fue su sorpresa al no hallar nada, debían de estale jodiendo al parecer Jimin se fue sin dejar rastro alguno.

¿Acaso hizo algo mal?

¿Acaso decirle te quiero mientras hacían el amor está mal?

Jungkook recuerda que la noche anterior mientras tenía debajo de su cuerpo a un Jimin jadeante producto de la embestidas había dicho te quiero, pues ver al peliplateado en ese estado todo sudoroso, agitado con el cabellos revuelto había provocado algo en su interior. Pues sintio en su estamano una especie de cosquilleo.

Puta madre no debió decir eso al parecer asustó a Jimin ocasionando que este se fuera y está vez para siempre.

Con amabas manos cubrió su rostro la jodió en grande, sus ojos se cristalizaron la primera lágrima hacia de presencia pero tuvo que decoocrse por dónde vino pues...

—Kook buenos días —Un muy sonriente Jimin entraba a la habitación con una bandeja y dos desayunos recién hechos.

¿Que? Pero ¿Cómo?. Miro a su alrededor en busca de la ropa de Jimin y en efecto esta estaba al pie de su cama pues el peliplateado traía puesta una de sus camisas la cual por justicia divina lograba tapar sus muslos.

Idiota.

Eso era Jungkook como no puedo fijarse bien en todo a su alrededor, que patético, y pensar que estuvo a punto de llorar como un bebé.

—Como amaneciste —Jimin beso sus labios dejando la bandeja en la cama en medio de ambos, —hay que comer o se enfriará.

—Tu no te fuiste —Jungkook lo miro con ojos de cachorro, —crei que de nuevo me dejaste.

—Para nada kook, está vez no, sabes me quedé pensando en lo que dijiste anoche sobre quererme, y creo, no es más te quiero también siento aquella sensación aquí en la panza. —Ambos rieron. —Y he pensado en darle una segunda oportunidad al amor.

Jungkook lo miro fascinado, el sentimiento era mutuo el también quería intentar nuevamenteemoezar algo. Pues después de tres rondas de sexo ambos habían caído rendidos tuvieron un momentoqs de charla dónde ambos confesaron su fracaso en el amor.

—No sabes lo feliz que me haces dulzura —Jungkook con cuidado atrajo el pequeño cuerpo de Jimin hacia el suyo con sus fuertes brazos rodeo la pequeña cintura de Jimin siendo correspondido por este pues Jimin poso sus brazos por el cuello de Jungkook enterrando su rostro en el cuello de Jeon. —Creeme que te haré el hombre más feliz del mundo mundial —Jimin rio.

—Aprovechemos lo que los idiotas de nuestras exparejas no pudieron —Jimin coloco su rostro frente al de Jeon muy cerca pues sus labios se rozaban.

—Haganos que lo de una noche dure para siempre bebé. —Propuso Jeon.

—Hagamoslo. —Concordo Jimin.

Así con un beso ambos daban inicio a un romance que estaba dispuesto a romper cualquier barrera, saltar cualquier obstáculo con tal de seguir juntos.

Porque los romances de una noche también pueden ser para toda la vida.

Por siempre.
Y.
Para siempre.

Bueno aquí está, lo prometido es deuda.

Este es el extra que muchas personitas me pidieron espero y sea de agrado.

Con amor Jageun💜

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