F A T H E R
—¡Papá!— grito con gran alegría el pequeño Jimin mientras corría hacía mi, no me incomodaba el hecho de que me llamará padre, hasta cierto punto era reconfortarle.
Cada día junto a ellos me hacía alucinar más que éramos una familia, en esos momentos sentía como si un hada me concediera un hogar, me daba una verdadera familia, pero me la quitaba al anochecer, cuando la magia desaparecía ellos se iban con ella y llegaba YoonGi.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro