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7. See you after camp, Harrington.

"Te veo después del campamento, Harrington."
















Mike y Once se abrazaron inmediatamente, yo tuve que girar un poco mi rostro para que Steve no viera como se formaban lágrimas de felicidad en mis ojos.

-¿Estás llorando?- susurró él.

-Cierra la boca, Harrington.- contesté enseguida, limpiándolas disimuladamente.

Cuando Mike y Once se separaron, Hopper se le acercó preguntándole qué le había ocurrido.

-¿Dónde estabas?- preguntó Hopper.

-¿Dónde estabas tú?- contestó Once de inmediato. Aunque sin darle respuesta, Hopper la abrazó.

-La ha escondido.- anunció Mike, sorprendido.- ¡La ha escondido todo este tiempo!- chilló Mike, golpeando a Hopper en la espalda. Steve y yo reprimimos una risa debido a lo gracioso que se veía Mike haciendo eso.

-¡Eh!- exclamó Hopper, girándose.- Vamos a hablar.- dicho esto se llevó a Mike.

Cuando estos se fueron, Lucas y Dustin no dudaron en abrazar a Once, esta vez Steve parecía sentimental.- ¿estás llorando?- pregunté.

-Oh, cierra la boca, Graham.

Regresé mi vista a la tierna escena que ocurría frente a nosotros, ahora Once le tocó los dientes a Dustin sorprendida.- Dientes.- comentó.

-¿Qué?- contestó Dustin confundido.

-Tienes dientes.- volvió a hablar.

Dustin sonrió mirando a Lucas.- ¿te gustan mis perlas?- preguntó con una sonrisa, acto seguido hizo un extraño sonido con su boca, que sobresaltó a Once. Ante esto, Steve y yo no pudimos contener la risa, dejando salir una pequeña carcajada. Once se giró a vernos, parece que me reconoció, ya que la chica caminó hacia mí.

Sus brazos me rodearon fuertemente, me llegaban más arriba de mi cintura, así que mis brazos rodeaban por detrás de su cuello.- Te extrañé mucho.- murmuré, de reojo podía ver como Steve nos miraba fijamente.

Once se separó de mí y acto seguido me dedicó una sonrisa, luego se giró hacia Steve, observándolo con curiosidad.- Novio.- afirmó. Steve se sobresaltó un poco ante sus palabras, observé como sus mejillas tomaban un ligero color rosa, aunque yo también me sentía igual.

-Uh, novio no.- contesté un poco incómoda.

-¿No?- cuestionó ella confundida. Yo negué con la cabeza.

-¿Once?- la voz de Max apareció detrás de ella.- Hola, soy Max.- la pelirroja extendió su mano para saludarla. Sin embargo, Once le pasó por un lado, ignorándola. Max parecía triste por esto.

-Dale tiempo.- comenté para que se sintiera mejor, aunque ella terminó yéndose.

-Okay, pero acaso vamos a ignorar lo que dijo de ustedes..- Dustin fue interrumpido por Steve, quien lo golpeó ligeramente en el brazo.

-Que tal si ignoramos tu ruido extraño.- dijo Steve.


[...]


-Entonces, ¿Once puede cerrar este portal?- pregunté. Hopper asintió.- Once, ¿hay algo que no puedas hacer?- pregunté de nuevo con una sonrisa.

-No.- contestó, aunque su respuesta parecía más bien genuina.

-Ya no es como antes, ha crecido mucho.- habló hopper refiriéndose al portal.- Y primero hay que conseguir entrar, está lleno de perros de esos.

-Demoperros.- interfirió Dustin.

-¿Perdona?- cuestionó Hopper confundido.

-He dicho demoperros. Como Demogorgon y perros, si lo juntas, suena bien.- intentó explicar Dustin.

-¿Qué parte de eso es importante ahora?

-No lo es, lo siento.- dicho esto Dustin no dijo nada más.

-Podré hacerlo.- le aseguró Once.

-No me estás escuchando.- contestó Hopper.

-Sí lo hago, puedo hacerlo.

-Aunque Ce pueda hacerlo, nos queda otro problema.- habló Mike.- Si muere el cerebro, muere el cuerpo.

-Muere Will.- musitó Lucas.

La habitación cayó en silencio inmediatamente, Joyce se giró y comenzó a caminar en dirección contraria, dejándonos confundidos, nosotros decidimos seguirla. Ella se adentró en la habitación de Will, este descansaba pacíficamente en su cama.- Le gusta el frío.- murmuró Joyce.

-¿Qué?- pregunté confundida.

-Es lo que Will no para de decirme.- explicó Joyce.- le gusta el frío.- dicho esto, se acercó a la ventana de la habitación y la cerró, acto seguido se giró ante nosotros de nuevo.- le estamos dando lo que él quiere.

-Si es un virus y Will es el portador..

-Hay que hacer que el portador sea inhóspito.

-Entonces si le gusta el frío, hay que sacarlo con calor.

-Esta vez hay que hacerlo en lugar que él no conozca.- le recordé.

-Sí, que esté lejos.


[...]


Observé a través de la ventana como Jonathan, Joyce, Hopper y Will conversaban afuera. Estaban a punto de irse aparentemente a la cabaña de Hopper, aunque el antes mencionado no iría con ellos.

Mientras tanto, Steve y Nancy estaban afuera buscando cosas que pudieran ser útiles, debo admitir que las cosas entre ellos no parecían tan mal como yo pensaba, lo cuál era en parte tranquilizante y por otra parte no me hacia mucha gracia, si hablamos de mis sentimientos por Steve. Sin embargo, no podía odiar a Nancy sólo porque fue como el primer gran amor de Steve.

Escuché unos pasos detrás de mí que hicieron que me girara, me encontré con Steve, quien caminaba hacia mí.- Creo que Nance se va con Jonathan.- comentó silenciosamente.

-¿En serio?- él asintió.- ¿te sientes bien?

-En realidad fue mi idea.- contestó.

-Mírate, superando rupturas amorosas como un campeón.- bromeé.

-Sí, bueno, es fácil superarlas si estoy con ciertas personas.- algo en su voz me daba la impresión de que insinuaba algo, pero no me atreví a preguntarle. Sólo le sonreí y me giré de nuevo a la ventana.

Ambos observamos como Nancy se subía en el auto junto de Jonathan, le eché una mirada a Steve de reojo pero no vi señales de disgusto. A continuación, el auto en el que Ce y Hopper iban, salió primero, y detrás de este le siguió el de Jonathan.

-Somos las malditas niñeras.- hablé cuando ambos autos desaparecieron, no me había fijado que éramos los únicos en esa casa que no tienen menos de 14 años. -La vida pudiera ser peor.- comenté, Steve me observó incrédulo. En nuestra conversación se formó un silencio incómodo.- en verdad no, esto es lo peor.

-Definitivamente lo peor.- contestó Steve asintiendo.

-Sí, esto es lo peor, uhm..., como sea.

-Bueno, ya me he acostumbrado.- respondió.

-De acuerdo, necesitamos congelar esa cosa.- la voz de Dustin hizo que nos giráramos.

-¿Qué cosa exactamente?- cuestioné confundida.

-El demoperro.

-No te estoy siguiendo, ¿para qué quieres congelarlo?

-Propósitos de ciencia, por supuesto.- contestó, observé como Dustin comenzó a vaciar el refrigerador de Joyce, hasta que lo dejó sin nada en la parte de arriba.- Steve, tráelo.- ordenó.

Me giré a ver a Steve, el cual se encogió de hombros.- Propósitos de ciencia.- dicho esto se acercó al monstruo, y con una toalla que le pasó Dustin, lo tomó en sus brazos como un bebé.

-Pero tú se lo explicas a la señora Byers.- dijo Steve, acto. seguido introdujo el monstruo en el refrigerador, sin embargo no podía meterlo bien.- ayúdame, mierda.- murmuró.

-¿Qué quieres que haga?- preguntó Dustin confundido.

-Sujeta la puerta, dios mio.- contestó Steve.

  Dustin no se acercó demasiado, sujetando la puerta desde la distancia, apenas tocándola.- tengo la puerta.- anunció.

Steve retrocedió rápidamente, para luego cerrar la puerta de golpe. Suspiró aliviado cuando esta cerró bien.

-Que asco.- dijo tras observar la escena, Steve se giró.- el olor de esa cosa debe de ser espantoso.- Steve hizo una mueca y pasó de largo.

-Mike, ¿quieres parar?- de pronto la voz de Lucas se escuchó detrás de mí, me giré para ver qué ocurría.

-Tú no estuviste allí. En ese laboratorio hay cientos de esos perros.- contestó Mike enfadado.

-¡Demoperros!- le corrigió Dustin desde la otra habitación.

-Hopper cuidará de ella.

-Como si ella la necesitara.- musitó Max.

-A ver, si el entrenador marca una jugada, no te queda de otra que hacerla.- interfirió Steve con una referencia al basketball por alguna razón.

-Steve, ¿de qué mierda hablas?- cuestioné.- no estamos en un deporte, espabila.

-Ni siquiera estamos jugando, estamos en el banquillo.- habló Mike.

-Lo que quiero decir... -Steve intentó justificarse, pero no consiguió nada.- de acuerdo, sí estamos en el banquillo, no podemos hacer nada.

-Eso no es correcto del todo.- comentó Dustin.- Los demoperros también tienen esa mentalidad de colmena, se fueron corriendo del bus cuando los llamaron.

-Entonces, si conseguimos su atención...

-Podremos alejarlos del laboratorio.

-Sí, y luego todos morimos.- habló Steve.

-Eso es una opinión.- contestó Dustin.

-No, eso es un hecho.- comenté.

-¡Ya sé!- exclamó Mike de repente. Caminando hasta la cocina.- Aquí es donde el jefe cavó el agujero, es la entrada a los túneles.- explicó Mike.- Y justo aquí, todos los túneles acaban aquí. Si prendemos fuego a esto...

-¡Nada de eso!- interrumpió Steve.

-Llamaría a su ejército.- le ignoró Dustin.

-¡Para pararnos!

-¡Eh!

-Y para cuando se den cuenta..

-Ce estaría en el portal.- nadie prestaba atención a Steve.

-¡Eh!, ¡eso no va a pasar!- alzó la voz.- nada de peros, prometimos cuidarlos.- los chicos me miraron y yo sólo formé una mueca.- y eso es exactamente lo que vamos a hacer, nos quedaremos aquí, en el banquillo, esperando a que los titulares hagan su trabajo.- ordenó.- ¿queda claro?

-Esto no es un estúpido partido.

-He dicho, ¿queda claro?- volvió a preguntar.- necesito un sí.

Antes de que alguno pudiera responder, se escuchó un fuerte motor a las afueras de la casa, todos nos giramos confundidos, aunque Max salió corriendo hacia la ventana, parecía alarmada.

-Mierda.- murmuró.- es mi hermano, no puede saber que estoy aquí, me matará, nos matará.- parecía muy preocupada.

-Yo saldré.- habló Steve.- ustedes se quedan aquí, intentaré mantenerlo afuera.

Dicho esto, Steve salió por la puerta, los demás observaban atentamente por la ventana. Yo me apresuré a posicionarme detrás de la puerta, observando desde allí.

-¿Estoy soñando, o eres tú, Harrington?- preguntó Billy, con una sonrisa.

-Sí, soy yo, no te corras en los pantalones.- respondió Steve.

Observé como Billy se quitaba su chaqueta, Steve se dirigía hacia él.- ¿Qué haces aquí, amigo?

-Podría preguntarte lo mismo... amigo.

-Busco a mi hermanita, y un pajarito me ha dicho que está aquí.

-Eso es raro, porque no la conozco.

-¿Pequeña?, ¿pelirroja?, un poco cabrona.

-No me suena, lo siento.

-No lo sé, toda esta situación, Harrington, no sé. No me da buena espina.

-¿Sí?, ¿por qué?

-Mi hermana de 13 años desaparece todo el día, y acabo encontrándola contigo, en casa de un extraño, y tú me mientes.

Escuché como Steve soltó una risita.- ¿Te diste muchos golpes en la cabeza de bebé?, no sé qué no entiendes de lo que te acabo de decir, no está aquí.

-¿Y quién es esa?- preguntó, Steve se giró para encontrarse con los cuatro asomados por la ventana. Me maldije a mi misma por no asegurarme de que se mantuvieran alejados de la ventana.

-Mierda.- musitó Steve.- Escucha.- antes de que Steve pudiera excusarse, Billy lo empujó contra el suelo. Jadeé sorprendida.

-Te dije que plantearas los pies.- de nuevo Billy lo golpeó. Me alejé velozmente de la puerta cuando observé como Billy caminaba furioso hasta esta. Me uní a los demás en la sala de estar. Billy abrió la puerta de golpe.

-Vaya, vaya, Lucas Sinclair, qué sorpresa.- habló con un tono bajo, lo cual daba más miedo.- Te dije que te alejaras de él, Max.

-Billy, vete.- murmuró la chica.

-Me has desobedecido, y sabes lo que pasa cuando me desobedeces.

-Billy.- la voz de Max parecía rogarle.

-Rompo cosas.- de pronto, Billy se giró rápidamente hacia Lucas, arrastrándolo hacia una de las estanterías de Joyce. Los chicos comenzaron a gritarle para que lo soltara, sin embargo, tenía ganas de salir y asegurarme de que Steve estuviera bien, pero no podía dejar a Lucas en esa posición, así que corrí hacia Billy y lo intenté separar de Lucas. Billy me empujó con fuerza, provocando que me cayera de espaldas. Observé como Lucas le dio una patada a Billy en la entre pierna.

-Estás muerto, Sinclair.- murmuró Billy, sonaba más enfadado.

-No, pero tú sí.- ni siquiera me di cuenta en qué momento apareció Steve, pero lo próximo que presencié fue como Steve le lanzó un golpe a Billy, aunque este no hizo más que reírse.

- Al final resulta que sí tienes huevos, Harrington.- dijo Billy entre risas.- estaba deseando conocer al Rey Steve del que todos hablan.

-Vete.- le ordenó Steve. Billy no contestó, y antes de que pudiera lanzarle otro golpe, Steve se agachó rápidamente, esquivando su golpe. Steve empezó a golpearlo con fuerza, mientras que Billy retrocedía hasta chocarse con la encimera de la cocina, acto seguido tomó un plato y lo reventó en la cabeza de Steve, lo cual provocó que él se mareara. Intentó retroceder pero Billy lo tomó por los hombros.

-Nadie me da órdenes.- gruñó Billy, tiró a Steve al suelo, y caminó furioso hacia él, se posicionó sobre Steve para comenzar a golpearlo con fuerza.

Miré a mi alrededor nerviosamente buscando algo útil, mi mirada se fijó en la inyección que había usado Joyce en Will, velozmente extraje el líquido y corrí hacia Billy. Cuando estuve lo suficientemente cerca de él, le clavé la aguja en el cuello, sin piedad, sobretodo cuando vi lo mucho que Steve sangraba.

Billy se detuvo inmediatamente, poniéndose de pie, se giró a verme, parecía confundido.- ¿qué mierda es esto?- cuestionó, su tono había bajado.-¿Qué has hecho?- no pudo decir nada más porque su cuerpo colapsó en el suelo, cerca del de Steve. Billy empezó a reírse en voz baja.

-Mierda.- musitó Max, la chica se acercó al bate de Steve que se encontraba en el suelo, lo tomó y caminó hacia Billy.- a partir de ahora nos dejaras en paz a mis amigos y a mí, ¿entiendes?- Max sonaba furiosa.

-Vete a la mierda.- murmuró Billy. Max clavó el bate a unos centímetros de distancia de la entrepierna de Billy.- ¡Di que lo has entendido!, ¡dilo!- gritó.

-Entendido.- musitó Billy.

-¿Qué?- preguntó Max como si no lo hubiera escuchado.

-Entendido.- Max dejó caer el bate de Steve, acto seguido caminó hacia Billy, quitándole las llaves de su auto.

-Vámonos de aquí.- anunció.

-Espera, espera.- interrumpí.- soy consciente de que Steve está medio muerto ahora mismo, pero sigo siendo la mayor, y por mucho que me gustaría ayudar, es muy probable que nuestro plan falle.

-¡No fallará!- bufó Max.

Observé como los chicos esperaban por una respuesta.- Tú estás a cargo, dices la orden y haremos eso.- habló Mike. Me giré a ver a Steve, él sangraba por la nariz y su ojo estaba terriblemente hinchado.

-¿Quién conducirá?, porque yo no he tocado un volante en mi vida.- hablé.

-Yo lo haré.- dijo Max.- tengo más experiencia que tú.

-Maldita sea.- murmuré.- de acuerdo, vámonos.- ordené.


[...]

La cabeza de Steve descansaba en mi regazo, intenté limpiar un poco la sangre con mi sudadera, pero fue imposible. Sostenía una bolsa de hielo en su frente, idea de Dustin. Mi vista estaba fija en el camino, aún pensando en lo que ocurrió anteriormente.

-¿Amy?- de pronto la voz de Steve se escuchó debajo de mí, él miraba fijamente a Mike.

-Steve, estás vivo.- suspiré aliviada.- ey, no te toques, te harás más daño.- dije mientras apartaba su mano de su rostro. Steve levantó la mirada para verme.- Hola, idiota.- hablé en voz baja.- Tranquilo, te has defendido bien, aunque Billy definitivamente te dio la paliza de tu vida, pero ahora estás bien.- intenté animarlo.

-Hay que seguir recto hasta Mount Sinai.- indicó Lucas desde el copiloto.

-¿Qué pasa?- habló por fin Steve. Su voz sonaba lejana y él lucía confundido, miraba con atención a Max, dándose cuenta de lo que ocurría.-Oh por dios.- su voz se elevó un poco.

-Steve, tranquilo, sabe conducir.- hablé.

-Sí, en un aparcamiento.- contestó Mike.

-Cierra la boca, eso cuenta.

-¡Oh por dios!- exclamó Steve, entrando en pánico. Max empezó a acelerar.- ¿¡Qué está pasando!?, dios mío, ¡frena el auto!- gritaba desesperado.

-¡Steve, quédate quieto!- grité devuelta,

-¡Te dije que se asustaría!- me gritó Mike.

-¡Mike este no es el momento!- correspondí su grito, intentando sostener a Steve.

-¡Para el auto!

-¡Cállense, intento concentrarme!- gritó Max.

-¡Eso es Mount Sinai, gira a la izquierda!- le indicó Lucas. Max giró abruptamente hacia la izquierda, llevándose por delante una señal. Lucas dejó salir un grito agudísimo.

-¡Maldita sea!- gritaba Steve.

De pronto, el auto se detuvo, por fin. Todos respirábamos fuertemente, y yo agradecía seguir viva.- Te lo dije, zumbadora.- habló Max, pero no entendí a qué se refería. Dustin salió del auto, dejando espacio para que yo fuera detrás. Steve me tomó del brazo, frenándome.

-¿Qué mierda está ocurriendo, Amy?- preguntó.

-Demasiado que explicar, tenemos poco tiempo.- contesté rápidamente.- puedes quedarte aquí si quieres, pero yo iré con ellos.

-¿Y dejarte a ti sola?, ni hablar.

-Si no es por mí y Max, estarías muerto gracias a Billy, en cualquier caso, tú nos necesitarías, Harrington.

Me acerqué a los chicos, quienes preparaban todo para bajar. Max me pasó unos lentes azules y una bandana rosa, la cuál usé para cubrirme la boca.- Chicos.- habló Steve.- No, chicos.- su voz sonaba débil.- Ey, ¿Adónde crees que vas?- le preguntó a Mike, nadie le respondía.

-¡Steve, tenemos un plan, así que o te quedas o vienes!- hablé cerrando la puerta del auto de Billy, él me observó confundido.

-No vamos a bajar, creí que había quedado claro.- habló él, intentando detenernos.- ¡esto termina ahora!- exclamó quitándole de las manos algunas cosas que tenía Dustin.

-¡Steve, estás enfadado, lo entiendo!- dijo Dustin.- pero la realidad es que un miembro del equipo necesita ayuda, y nuestro deber es proporcionársela. Ahora, sé que le prometiste a Nancy que nos protegerías, así que hazlo.- Dustin le pasó el bate y unos pañuelos. Steve negó con la cabeza, dándose por vencida.

-De acuerdo, pero yo bajaré primero y me aseguraré de que es seguro.- anunció, le sonreí ampliamente a Steve, y este sólo giró los ojos.- vamos, no podemos seguir perdiendo tiempo.

Steve bajó primero, como prometió, luego le seguimos el resto de nosotros, y una vez abajo empezamos a investigar.- Sí, estoy casi seguro de que es por aquí.- avisó Mike, con un pequeño mapa hecho por él.

-¿Casi seguro o seguro?

-Completamente seguro, síganme por aquí.- ordenó mientras comenzaba a desplazarse por el oscuro túnel.

-Ey, ey, me parece que no.- le detuvo Steve.- Si alguno de ustedes, pedazos de mierda, muere aquí abajo, será nuestra culpa.- habló señalándonos.- ¿Entendido?, así que a partir de ahora, nosotros iremos primeros, vamos.- dicho esto Steve y yo comenzamos a caminar delante de ellos.

-Si sabes que si nos atacan seremos los primeros en morir, ¿no?- murmuré, Steve se encogió de hombros.

-Tal ves.- contestó. No respondí y sólo me concentré en seguir con el camino. Todo parecía ir bien, ya que hasta ahora no habíamos visto ningún monstruo. Sin embargo, Dustin se había quedado atrás, y de repente comenzó a chillar como loco, pidiendo ayuda.

-¡Dustin!- gritábamos todos, corriendo a ayudar al chico.

-¿¡Qué ha pasado!?- preguntó Steve, acercándose rápidamente a este.

-¡Lo tengo en la boca!, ¡me ha entrado en la boca, mierda!- se quejaba, mientras intentaba quitarse algo de la boca. Comenzó a toser incontrolablemente, para luego detenerse y levantar la mirada.- estoy bien.- anunció como si nada.

-Dustin, eres un idiota, casi nos da un infarto.- le regañé. Todos comenzamos a caminar de nuevo, escuchando como Dustin nos gritaba que lo esperemos.

Continuamos con nuestro trayecto, cruzando entre túneles, hasta que Steve se detuvo en la entrada de uno de ellos.- Bien, Wheeler, creo que encontramos tu nodo.- anunció apuntándolo con su linterna.

-Vamos a empaparlo.- habló Mike, fruncí el ceño por la expresión.

Ya que todos teníamos el plan claro, sabíamos qué hacer. Comenzamos a rociar las paredes de aquel túnel, sin perdernos ni un agujero, tenía que estar todo lleno de gasolina para prenderlo fuego. El olor que comenzó a crearse era totalmente insoportable, era casi imposible respirar allí ya que el olor a gasolina inundaba mis fosas nasales.

Cuando acabamos completamente con la gasolina, el lugar se sentía resbaladizo. salimos con cuidado hacia la entrada del túnel, listos para prenderlo fuego.

-¿Listos?- habló Steve, todos asentimos, esperando ver como quemaba.

-Enciéndelo.- ordenó Dustin.

Steve lanzó el encendedor sin dudarlo ni un segundo más, y cuando el fuego hizo contacto con la gasolina, el lugar cobró llamas en seguida. Las raíces que se encontraban allí cobraron vida, y chirriaban como si estuvieran sufriendo.

-¡Tenemos que irnos!- anuncié, acto seguido Steve comenzó a gritar lo mismo, todos comenzamos a correr velozmente por los túneles esperando a escapar con vida. Sin embargo, sentí como Mike cayó al suelo, todos nos giramos alarmados, encontrándonos a Mike gritando por ayuda, su pierna estaba enredada por una de esas raíces.

-¡Steve, el bate!- gritó Dustin.

-¡Cuidado!- gritó Steve, acercándose a Mike, acto seguido golpeó con fuerza la raíz que se encontraba en el suelo, liberando a Mike.

-Chicos, hay que irse.- murmuré nerviosamente. Cuando estuvimos por movernos una vez más, detrás de nosotros se escuchó un rugido. Nos giramos lentamente asustados, y nos encontramos con uno de esos demoperros. Steve tomó a Dustin por el hombro, listo para cambiar lugar con él, pero Dustin se quedó inmóvil.

-Dart.- dijo con firmeza. Él comenzó a caminar lentamente hacia la criatura.

-Dustin, ¿qué mierda haces?

-Cuando te arranque la cara, no sabré qué decirle a la señora Henderson.- murmuré, pero el chico ignoró nuestras preguntas, mas bien nos mandó a callar.

-Confíen en mí.- la criatura caminaba lentamente hacia Dustin.- Hey, soy yo, tu amigo, soy Dustin.- el joven se quitó los lentes y el pañuelo que cubrían su rostro. A continuación se agachó para quedar al mismo nivel que el monstruo.- ¿me recuerdas?, ¿nos dejas pasar?- preguntó, el monstruo abrió su boca, dejando salir un rugido y mostrando sus dientes.

Me sobresalté y tomé el hombro de Steve.- lo siento.- musité velozmente, soltándolo. Steve se giró un poco hacia mí.

-No pasa nada.- contestó.

Regresé mi vista hacia Dustin.- De acuerdo, entiendo que sigas enojado por lo del sótano, fue una mierda hacerte eso.- le hablaba como si de un humano se tratara.- ¿tienes hambre?- preguntó, rebuscando en su mochila.- Tengo tu favorito, turrón.- le mostró la barra del dulce.

El monstruo la observó justo antes de comenzar a comerla, acto seguido, Dustin comenzó a darnos señales para continuáramos caminando, pasándole por al lado. Dustin fue el último en salir, despidiéndose antes de Dart.


Estábamos cerca de la salida, nos quedaba muy poco para llegar. Sin embargo, la tierra comenzó a temblar, era una clase de terremoto que ocurría allí abajo, esto causó que la mayoría de nosotros cayéramos al suelo.

-¿Qué ha sido eso?- preguntó Max. Escuchamos unos rugidos que provenían de los otros túneles.

-Ya vienen.- anunció Mike.

Todos comenzamos a correr más rápido esta vez, el terror corría por mis venas en ese momento, los rugidos se hacían más potentes con cada segundo que pasaba. Vimos la cuerda en mitad del túnel, por lo cual Steve corrió hacia ella.

Ayudó a Max a salir primero, luego Lucas, Mike y Dustin. Quedábamos Steve y yo por subir, sin embargo ambos escuchamos unos rugidos que provenían del túnel de al lado, vimos las sombras que indicaban que se aproximaban.

-¡Amy, sube!- ordenó Steve, me tuvo que empujar un poco porque estaba congelada, pero no podía moverme, no podía dejar a Steve allí para morir solo, no sólo mi mejor amigo sino la persona que me gusta.

-¿Te has vuelto loco, Harrington?, ¡si mueres tú también tendré que morir yo!- exclamé, Steve me miró como si estuviera loca, estaba a punto de decir algo más, cuando de pronto, una avalancha de demoperros empezó a invadir el túnel, y ya me preparaba para mi muerte.

Sentí como el brazo de Steve rodeó mi cintura como si me estuviera apartando del camino, poniéndome detrás de él. Pero los monstruos pasaron de largo, ignorándonos por completo, ni siquiera se dieron cuenta que estábamos allí.

Cuando todos pasaron, dejándome sola junto a Steve de nuevo, Steve se quitó en seguida su pañuelo y lentes.- vamos, sube.- habló agitado. Esta vez hice caso y comencé a trepar la cuerda, saliendo con ayuda de los chicos.

Luego ayudamos a Steve a salir también. Cuando todos estuvimos a salvo, comenzamos a quitarnos los pañuelos y lentes. Antes de que alguien pudiera celebrar, las luces del auto de Billy se encendieron de tal manera que encandilaba, haciendo que fuera casi imposible verlas. Esta intensidad se mantuvo por unos segundos, y luego bajó como si nada.

Los chicos se observaron entre sí, parecía que por fin había terminado.- creo que lo hemos logrado.- comentó Dustin. Los chicos no tardaron en celebrarlo, comentando sus experiencias cercanas a la muerte como si nada. Steve por otro lado, se había sentado en el auto de Billy, retomando el aliento, yo decidí acercarme a él.

Tenía el rostro lleno de heridas, y su ojo seguía igual de hinchado.- dios, Harrington, luces terrible.- hablé.

Steve levantó la mirada, parecía dolerle.- no me he visto en un espejo pero supongo que sí, por el tacto no parece muy bien.- explicó.- ¿tú cómo estás?

-Bien, un poco cansada pero al menos no recibí ni un rasguño.

-Muy heróica.- bromeó Steve.

-Ahora que lo pienso, estuvimos tan cerca de la muerte que no sé qué me poseyó para quedarme ahí contigo, Harrington.- admití.

-Es que nunca puedes admitir que te importo, Graham.








[...]











Un mes después de lo ocurrido, todo volvió a la normalidad. Nancy me informó que el laboratorio tuvo que cerrar sus puertas, y luego me enteré por Steve, que ella y Jonathan estaban saliendo oficialmente. Fue tranquilizante ver que Steve no estaba afectado por eso.

Asistimos junto a Jonathan y Nancy al funeral de Barb, donde finalmente se dio por muerta tras casi un año de estar buscándola. Desde el incidente, Nancy y yo nos volvimos más cercanas, por lo que terminó rogándome que le ayudara en el baile de navidad.

Era un pequeño baile en el gimnasio, al cual asistían principalmente los chicos de los últimos años de primaria. Me pidió que me encargara de la entrada y como no sonaba tan tedioso, acepté a ayudarla.

La noche estaba tranquila, al fin y al cabo aquellos niños no podían causar mucho problema. Sobre mi vestido lila llevaba un suéter de lana, ya que hacía frío allí. Levanté la vista observando a la distancia un auto familiar, y cuando se detuvo en la entrada reconocí que era el de Steve, aunque llevaba a Dustin en el copiloto.

El chico se bajó, caminando hacia mí, me sonrió ampliamente cuando estuvo cerca.- Buenas noches, Ames.- saludó alegremente.

-Hola, Dustin, te ves genial.- comenté, me fijé que su cabello se veía más grande que de costumbre, obra de Harrington.

Dustin me contestó con un "gracias" y a continuación se adentró en el gimnasio. Regresé mi vista a donde Dustin estuvo hace unos segundos, encontrándome a Steve, quien me miraba fijamente. Fruncí el ceño, asegurándome de que no había muchas personas afuera, decidí acercarme a su auto.

-Harrington, no me observes desde la distancia, me da un poco de miedo.- bromeé. Noté como sus mejillas fueron cubiertas por un ligero tono rosa.

-Amy, te ves muy bien esta noche.- admitió tímidamente.

Sonreí y me maldije internamente, sabía que probablemente estaba más roja que Steve. Murmuré un pequeño "gracias", desviando mi mirada, ya que Steve hacía contacto visual.

-Me preguntaba si... estabas libre esta semana.- murmuró, sentí como mi corazón comenzó a latir con rapidez, acaso ese era el momento que llevo esperando desde hace años.

Pero luego recordé el gran castigo que mis padres me impusieron por desaparecer por dos días seguidos, y luego llegar a la casa con olor a gasolina que no se fue del todo en tres días.- Estaré libre, más libre que nunca.- respondí amargamente, Steve me observó confundido, casi parecía decepcionado.- mis padres me han castigado.- expliqué.- y no estaré libre hasta una semana del comienzo de las vacaciones, cuando termine el campamento.- bufé molesta.

-Pues, cuando regreses, y estés libre del todo.. tal vez pudiéramos salir.- propuso Steve.

Yo asentí con una sonrisa.- Sí, espero que sea así.

-Entonces, te veo después del campamento, Graham.

-Te veo después del campamento, Harrington.

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