6. Hive mind
"Mente de colmena."
La frustración de Hopper no ayudaba a calmar nuestros nervios. Steve se encontraba de pie en la cocina de brazos cruzados, esperábamos por alguna ayuda que consiguieran, pero nadie nos creería.
-¿No te han creído, verdad?- preguntó Dustin.
-Ya veremos.- contestó Hopper.
-¿Ya veremos? ¡No podemos quedarnos quietos con esos bichos sueltos!- exclamó Mike.
-Nos quedaremos aquí a esperar ayuda.- dicho esto, Hopper salió de la habitación, sin decir nada más.
El ambiente seguía tenso, todos se encontraban en silencio esperando a que milagrosamente algo bueno ocurriera. Me acerqué a Steve, quien se encontraba apoyado en la mesa de la cocina.
-Esto es una locura.- murmuré. Steve sólo asintió, parece que estaba muy ocupado pensando.- No me puedo creer que estemos metidos en esta situación, de nuevo.- verdaderamente podía hablar de la situación por horas si Steve no me interrumpía. Aunque pensaba detenerme cuando la voz de Mike se volviera más ruidosa.- otro año más de puro... sufrimiento, pobre Will.
Steve me miró con el ceño fruncido.- deberíamos escuchar lo que dice Mike.- sugirió.
-Su ejército.- fue lo único que alcancé a escuchar de la conversación.
-¿Qué quieres decir?- preguntó Steve tan confundido como yo.
-¡Su ejército!, a lo mejor si lo detenemos a él, podemos detener a su ejército.- explicó Mike.
Mike empezó a salir de la cocina, y nosotros decidimos seguirlo.- Sigo sin entender.- le susurré a Steve, él me observó con una pequeña sonrisa.
-Es la primera vez que yo sí entiendo algo y tú no.- se burló.- Tú sólo sigue el hilo de las cosas menos difíciles de entender.- espera.- susurró.- Mike, frena un poco.
-Okay, el monstruo está dentro de todo, si las enredaderas sienten dolor, Will también lo siente.- explicó Mike.
-Y Dart.- le recordó Lucas.
-Nos lo enseñó el señor Clarke, la mentalidad de colmena.
-Espera, esa la conozco yo.- interrumpí.
-¿Mentalidad de colmena?- cuestionó Steve confundido.
-Yo lo sé y tú no, el mundo se está arreglando.- bromee.
Dustin ignoró nuestra pequeña charla.- Es como una consciencia colectiva, como un superorganismo.- explicó.
-Y esto es lo que lo controla todo.- dijo Mike, apuntando al dibujo en su mano.- Es el cerebro.
-Como el azotamentes.- De pronto, por primera vez en la noche, y por primera vez en mi vida, todas esas horas que pasé junto a los chicos en el sótano de Mike, ayudándolos con sus campañas, finalmente sirvieron de algo.
-Mierda, Dustin, tienes razón.- murmuré, un pequeño recuerdo en mi mente contenía una de las veces que Mike decidía mencionarlo para joderme en el juego, el pedazo de mierda.
-¿El qué?- preguntó Steve, seguía sin entender.
Dustin corrió hacia la habitación de Will, en busca de su guía sobre calabozos y dragones para intentar explicárselo a los demás.- Hey, uhm, Dustin tiene una teoría que pudiera ser cierta.- avisé a Nancy, Hopper y Joyce. Estos me vieron confundidos pero terminaron caminando hacia la cocina, donde nos reuniríamos todos.
Dustin dejó el libro sobre la mesa, listo para explicar.- ¿cómo es que sabes de esto?- cuestionó Steve.
-Tuve que hacer de niñera por muchos años, lo que implicó participar en sus campañas, supongo que al final aprendí algo.- expliqué.
-De acuerdo, el Azotamentes.- empezó Dustin.
-¿Qué mierda es eso?- preguntó Hopper confundido.
-Es un monstruo de otra dimensión.- contestó Dustin.- tan antiguo que no se conoce su origen, esclaviza a razas de otras dimensiones apoderándose de sus cerebro gracias a poderes psiónicos.
-Dios mío, nada de esto es real, es un juego infantil.- habló Hopper fastidiado.
-no, es manual, y no es para niños. A menos de que tú sepas algo que nosotros no, esta es la mejor metáfora..- la enojada voz de Dustin fue interrumpida por Lucas.
-Analogía.- corrigió Lucas.
-¿Analogía?, ¿eso es lo que te preocupa?- todos observaron como Dustin lo observaba incrédulo.- De acuerdo, una analogía para comprender qué mierda es esto.
-Vale, entonces, este atrapamentes...- interrumpió Nancy.
-Azota, azotamentes.- le corrigió Dustin.
-¿Qué quiere?
-Conquistarnos, básicamente.- explicó Dustin.
Me giré rápidamente a ver a Steve.- Cristobal Colón de nuevo.- observé como tuvo que morderse los labios para no sonreír y se veía tan bien haciéndolo.
-Cree que es la raza suprema.- continuó Dustin. No tuve que comentar lo que pensaba sobre esa oración, porque Steve lo hizo.
-Como los alemanes.- comentó. Nancy lo miró con el ceño fruncido.
-¿Los nazis?- cuestionó Dustin.
-Sí, exacto, los nazis.- asintió Steve.
-De acuerdo, sí los nazis de otra dimensión.- Dustin hizo una pequeña pausa.- Ve a las otras razas como inferiores.
-Quiere conquistar otras dimensiones.
-Se trata de la destrucción del mundo tal y como lo conocemos.
-Eso es alentador, Lucas.- murmuré.
-De maravilla.- me siguió Steve.
-Entonces, si esto es el cerebro que lo controla todo, y lo matamos..- habló Nancy.
-Matamos todo lo que controla.
-Ganamos.
-En teoría.
-¿Y cómo se mata esta cosa?, ¿lanzándole bolas de fuego?- cuestionó Hopper.
-No, nada de bolas de fuegos, tienes que convocar un ejército de no muertos, porque... los zombies no tienen cerebro, y al azotamentes le gustan los cerebros... Sólo es un juego.- finalmente admitió Dustin al ver el fastidio de Hopper.
-¿Qué mierda hacemos aquí?- murmuró el antes mencionado.
-Creí que esperábamos por tu ejército militar.
-¡Vendrán!
-Aunque vengan, ¿cómo lo detendrán?, las armas no sirven.- dijo Mike exaltado.
-¡No sabes eso, no sabemos nada!
-¡Sabemos que ya ha matado a todos los del laboratorio!
-Y que los monstruos van a mudar de nuevo.
-Y que es cuestión de tiempo que los túneles lleguen bajo el pueblo.
-Tienen razón.- mi atención regresó velozmente a la conversación cuando escuché la voz de Joyce, quien se encontraba en la entrada de la cocina.- hay que matarlo.
-Yo también, Joyce.- respondió Hopper.- ¿pero cómo lo hacemos?
-No sabemos a lo que nos enfrentamos.
-Nosotros no, pero él sí.- interrumpió Mike.- Si alguien lo sabe, es Will, está conectado con él, conocerá sus puntos débiles.
-¿Cómo exactamente haremos que nos diga eso?- pregunté, acercándome a él.- Will es un espía y no podemos confiar en él por ahora.
-Eso es cierto, pero no puede espiar si no sabe donde está.- contestó Mike.
-¿Alguna idea para eso?
-Tenemos un cobertizo en la parte de atrás de la casa.- mencionó Joyce.
[...]
Steve, Nancy y yo ayudábamos a preparar el cobertizo para Will, y déjenme decirles que el ambiente era bastante tenso. Yo les daba la espalda a ambos, pegando bolsas negras en las paredes para que no fuera reconocible. Escuchaba detrás de mí como Steve grapaba las bolsas a la madera, y Nancy hacía lo mismo que yo.
-Oye.- escuché como Nancy murmuraba para Steve.- Lo que has hecho, ayudar a los chicos, ha sido.. genial.
-Sí.- Steve parecía no querer entablar mucha conversación.- esos niños verdaderamente estaban en problemas.- hubo una pequeña pausa.- Aunque, Amy me ayudó.- pareció remarcar sus últimas palabras, y el corazón casi se me sale por la boca.- ¿Verdad, Amy?- me quedé en blanco ante su pregunta.
-¿Qué has dicho?- cuestioné como si no supiera de lo que hablaba.
-Que me has ayudado mucho con los niños, somos como niñeras.- bromeó.
-Más o menos.- contesté algo incómoda, Nancy frunció el ceño y miró a Steve confundida. Yo me giré de nuevo ante la pared casi ya lista, susurrando para mí lo mucho que quería matar a Steve en ese momento.
Cuando todo estuvo listo, Hopper nos ordenó que nos quedáramos en la casa de Joyce, esperando, nadie protestó porque era la mejor opción, antes de presenciar un exorcismo. Me encontraba en la sala de estar junto a Steve, este estaba de pie y balanceaba su bate como si estuviera practicando para golpear más criaturas. El silencio reinaba en toda la casa, creo que todos estábamos demasiado nerviosos como para formular alguna palabra.
De pronto, las luces de la casa comenzaron a parpadear repetidamente, aunque rápidamente volvieron a la normalidad.
-¿Qué crees que está ocurriendo allí adentro?- me preguntó Steve, murmurando.
-Probablemente un exorcismo, Steve, espabila.
Nuestra conversación fue interrumpida, ya que Hopper y Joyce entraron de nuevo en la casa.- ¿Qué ha ocurrido?- preguntó Dustin.
-Creo que está hablando, pero sin palabras.- contestó Hopper, él escribía puntos y rallas en un pedazo de papel.
-¿Qué es eso?- preguntó Steve confundido.
-Código morse.- contestamos todos al unísono.- espabila.- murmuré sólo yo.
-"A Q U Í"- tradujo Hopper en el trozo de papel.- Will sigue ahí dentro, está hablando con nosotros.
-De acuerdo, ¿qué tenemos que hacer para recuperarlo del todo?- habló Joyce.
-Recordarle momentos que tú y Jonathan han tenido con él.- sugerí.- tal vez sacando el lado sensible de Will, el azotamentes este no sabrá de lo que hablan, y Will podrá comunicarse mejor.
-Eso es mejor de lo que pensaba.- contestó Hopper.- bien, mientras eso ocurre, deben prestar atención a la radio, yo enviaré las señales.
Dicho esto, Hopper nos dejó la radio en la mesa, él, Jonathan y Joyce salieron de la casa de nuevo, nosotros esperábamos ansiosos a que empezara a enviar las señales. Nancy anotaba en una libreta lo que los chicos iban traduciendo, mientras que yo les anunciaba las señales de Hopper.
Tras unos minutos haciendo lo mismo, dejamos de recibir señales, y una oración coherente se había formado en la libreta de Nancy.
"Cierren el portal"- leímos todos igual de confundidos. De repente, el teléfono de joyce comenzó a sonar, alarmándonos a todos. Dustin corrió hasta este y lo descolgó para luego colgar de nuevo, sin embargo volvió a sonar, esta vez Nancy lo arrancó de la pared y lo tiró al suelo.
-¿Creen que ha escuchado eso?- cuestionó Max.
-Sólo es un teléfono, pudiera estar en cualquier otro sitio, ¿no?.- contestó Steve.
La habitación cayó en silencio de nuevo, queríamos aceptar que Will tal vez no sabía donde estábamos, pero era muy probable que sí lo supiera. Aunque lo peor de todo fue, que entre ese silencio, se escucharon unos fuertes rugidos, que provenían de afuera.
La puerta de la cocina fue abierta una vez más, esta vez por Jonathan quien llevaba a Will en sus brazos, detrás de él se encontraban Mike, joyce y Hopper.
-¡Oigan, apártense de las ventanas!- ordenó Hopper.-¿Sabes usarla?- le preguntó a Jonathan, refiriéndose al arma en su mano.
-¿Cómo?- respondió Jonathan confundido.
-¿Que si sabes cómo usarla?- volvió a preguntar Hopper, perdiendo la paciencia.
-¡Yo sí!- interfirió Nancy. Hopper no dudó en lanzarle el arma a ella, la cargó con unas balas y se preparó.
Steve se encontraba a mi derecha, un poco más adelante que yo. Con el bate en sus manos, preparado para atacar.
-¿Dónde están?- musitó Nancy preocupada.
Observé a mis alrededores en busca de algún arma, pero no encontré nada, así que tuve que quedarme detrás. Otro rugido se escuchó, este fue más cercano. Los rugidos se volvieron cada vez más fuertes, se escuchaban justo afuera de la casa, aunque alguno de ellos parecían sufrir.
De pronto, tras no escuchar nada, la ventana de la casa de Joyce se quebró gracias a algo que la atravesó. Era uno de los monstruos, pero este parecía estar sin vida.
-Maldita sea.- murmuró Dustin.- ¿Está muerto?
Hopper se acercó a él, aún con su arma apuntándolo, con el zapato decidió tocarlo un poco para asegurarse de que estuviera muerto. Sin embargo, todos nos dimos la vuelta inmediatamente al escuchar un sonido en la puerta. La cerradura se abrió despacio, y a continuación, la puerta empezó a abrirse lentamente, revelando que, o más bien quien estaba detrás de ella.
Era once.
-¿Quién es esa?- preguntó Steve, susurrando.
-Es Once, imbécil.- contesté, aunque segundos más tarde me di cuenta de que Steve no la conoció antes de que desapareciera.- pensé que había muerto.
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