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5. No shit, harrington

"No me jodas, Harrington."










Dustin se había pasado toda la mañana espiando los almacenes, y alrededor del mediodía, decidió regresar a la heladería. Amy se pasó toda la mañana en la heladería, principalmente en el área de descanso, de vez en cuando junto a Steve, o si era su turno para trabajar, Robin charlaba con Amy.

-Esa tarjeta abre la puerta.- explicó Dustin.- pero el ruso que la guarda también tiene un arma enorme. No quieren que encuentren lo que hay en las cajas de esa habitación.

-Debe de haber una forma para entrar.

Steve dejó de jugar con su sombrero por unos segundos.- bueno, podría atacarlo.- comentó él.

-¿Atacar a quién?- cuestionó burlonamente Amy.

-Al vigilante ruso.- Amy asintió incrédulamente.- ¿Qué?, lo sorprendo y lo dejo inconsciente, fácil.

-¿No has oído lo de el arma?

-Sí, Dustin, te he oído.

-Dime, Steve, ¿cuándo has ganado una pelea?- el cuerpo de Amy se inclinó hacia la mesa, sosteniendo su peso en sus codos.

Steve formó una mueca seria, calculando su respuesta.- eso fue sólo una vez...- se quejó.

-Dos.- le corrigió Dustin.- Jonathan el año antes.

-Te hicieron mierda en primer año.- añadió Amy, por lo que Steve la observó fastidiado.

-Eso no cuenta.

-¿Que no?, porque te dieron una paliza tremenda, te partieron el labio.- Dustin se reía de la anécdota.

-Ahí se juntaron muchas cosas.- intentaba defenderse Steve.

-¡Casi quedas inconsciente!- exclamó Amy, riéndose junto a Dustin.

De pronto, en medio de la discusión, Robin salió disparada de la habitación por lo que los chicos se observaron confundidos. Rápidamente la siguieron, ella estaba en la puerta con dinero en sus manos.

-¡Robin!, ¿qué haces?- preguntó Steve.

-Necesito dinero.- contestó Robin.

- La mitad es mío.- se quejó Steve.- ¿adónde vas?

-Voy a encontrar una forma segura de entrar en esa habitación.- explicó mientras empezaba a alejarse.- mientras tanto, sirve helados, pórtate bien y que no te den una paliza ¡vuelvo enseguida!

La joven se alejó corriendo de la heladería, dejando a los chicos confundidos. Dustin, el cuál había robado la cuchara de Steve, se sirvió un poco de helado y se lo comía de la cuchara.

-Oh, qué asco.- murmuró Steve, arrancándole la cuchara.- no me toques la cuchara.- le reprendió.

[...]

-Es increíble lo que se consigue en el registro por 20 dólares.

Robin regresó a la heladería media hora después, media hora en la que los chicos no hicieron más que morirse de aburrimiento e intriga por saber qué hacía Robin.

-Lo planos del centro comercial Starcourt.- Robin extendió sobre la mesa de la habitación de descanso dichos planos.

-No está mal.- habló Dustin.

-De acuerdo, nosotros estamos aquí.- indicó.- y queremos llegar hasta aquí.- señaló a otro punto.

-No veo forma de entrar.- murmuró Steve.

-Y no la hay, si solo pretendes llegar usando puertas.- dicho esto la joven le dio un giro a los planos, revelando otra cara.

-¿La ventilación?- cuestionó Amy, Robin asintió emocionada.

-Exacto, resulta que ese cuarto secreto necesita aire como cualquier otro.- explicó mientras buscaba un bolígrafo.- este conducto nos lleva directamente...- Robin murmuró mientras señalaba con el bolígrafo sobre el mapa.- hasta aquí.

Los chicos giraron la vista hacia el conducto de la habitación.- no soy experta ni nada, pero no creo que ni Steve ni yo entremos por allí.- habló Amy.

-Exacto.- asintió Steve.

-Yo podría.- interfirió Dustin.

-¿Tú?- cuestionó Steve incrédulo.

Robin frunció el ceño confundida.- supongo que podría funcionar.



Steve buscó un destornillador para abrir el conducto, todos en la habitación presenciaban silenciosamente.- linterna.- pidió Steve, Dustin le pasó lo que pidió.- no sé yo..- musitó.- es muy estrecho.

-Sí cabré.- le aseguró Dustin.- recuerda, no tengo clavículas.

-¿Cómo dices?- preguntó Robin.

-Es que tiene una enfermedad.- explicó Steve, Amy asintió a su lado.

-Se llama.. era algo de crido..- Steve se giró a Amy, esperando a que ella aclarase su duda.

-Displasia cleidocraneal.- contestó Amy.

-Exacto.- el joven le dio una sonrisa.- le faltan huesos y se dobla como Gumbo.- Amy se giró de nuevo a verlo, esta vez tenía mueca de confusión.

-Te refieres a Gumbi.- le corrigió Amy, Steve frunció el ceño y negó.

-Estoy muy seguro de que era Gumbo.- antes de que Amy pudiera decirle que es imbecil, Dustin interrumpió.

-Steve, cállate y empújame.- habló.

-Vale.- contestó fastidiado.- ya te empujo.

Steve empezó a empujar a Dustin por las piernas en un intento fallido de que pudiera entrar.- ¡por las piernas no, idiota, el culo!- exclamó Dustin.

-¿Qué?- cuestionó steve.

-¡Tócame el culo, no me importa!- ordenó Dustin, por lo que Amy y Robin se miraron entre sí confundidas.- ¡dale con más ganas!- gritó histérico.

-¡Te estoy empujando!- respondió Steve de la misma manera.

-Deja de jugar con mis piernas.- se quejó Dustin.

-¡No estoy jugando, es que no estoy firme!

De pronto, Robin tomó a Amy por el brazo, haciendo que se girase hacia la ventanilla de la habitación. Amy frunció el ceño, esperando a recibir una explicación, aunque Robin sólo señaló con la cabeza hacia la ventanilla.

-¿Erica?- murmuró Amy, Robin asintió.

-Tal vez ella entre.- sugirió.

-¿Conoces a Erica?- le preguntó Amy de nuevo, Robin negó.- sí, se nota.





[...]


Erica se asomó por el conducto, observando con curiosidad mientras apuntaba con la linterna.- no lo sé.- habló regresando al suelo.

-¿No sabes si cabes?- cuestionó Dustin.

-Oh, claro que quepo. aunque no sé si quiero hacerlo.- explicó. Robin soltó un suspiro fastidiada.

-¿Por claustrofobia?- cuestionó burlonamente.

-No tengo fobias.- contestó Erica firmemente.

-Entonces, ¿qué problema hay?- habló Steve.

-El problema es que aún no sé qué gana Erica con todo esto.- respondió.




Steve le pasó suavemente un plato con más helado, era probablemente el cuarto en la mesa y ella seguía por el primero. Sin embargo Erica se lo devolvió.- más caramelo, por favor.- pidió. A lo que Steve se alejó de la mesa de nuevo.

-De acuerdo.- habló Robin.- ¿ves esto?, es la ruta que vas a seguir.- le indicó Robin, señalando el mapa.- esperamos a que hagan la última entrega. Luego rompes la rejilla, saltas y abres la puerta.

-Y ustedes descubren qué hay en las dichosas cajas.- completó Erica. Dustin, Amy y Robin asintieron.

-Exacto.

-Además dices que el vigilante está armado.

-Sí, pero él no estará ahí.

-¿Habrá trampas?

-¿Trampas?

-Láseres, paredes con pinchos.- Robin se rió ante su respuesta.- ¿sabes lo que opino de este plan?, negligencia infantil.- Amy frunció el ceño, girándose a ver a Dustin.

-Uhm, ya regreso.- se excusó, sabía que Erica estaba a punto de darles una clase de lección, así que prefirió ir con Steve.- hola.- saludó al chico, el cual seguía detrás del mostrador. Steve se giró para verla, esbozando una sonrisa.

-¿Sucede algo?- preguntó con curiosidad.

Amy negó con la cabeza.- sólo quería venir a verte.

Steve sintió como el helado de Erica tembló un poco en sus manos, amenazando con caerse. Steve intentó reír para despistar a Amy de su reacción, sin embargo la joven ni siquiera lo había anotado. Lo que sí notó fueron las mejillas de Steve tomando color.- ¿muy aburrida aquella conversación?

Amy asintió.- demasiado, Erica les está dando un sermón, y mi mente se encontraba en un lugar completamente diferente.- admitió, posando sus brazos sobre el mostrador, inclinándose un poco y por lo tanto, acercando su rostro al de Steve.

Steve tragó en seco, se sintió débil por alguna razón, él ha estado acostumbrado durante toda su vida a causar ese efecto en las chicas, no que su mejor amiga lo cause en él.- ¿en qué pensabas?

Amy sonrió un poco, lista para preguntarle por qué no recibió respuestas de sus cartas.- bueno, este tema que lleva bastante tiempo molestándome un poco... sabes cuando te envié cartas durante el campamento, no respondiste a todas, ¿es acaso porque no las recibiste o porque simplemente decidiste no responder?

La pregunta de Amy tomó a Steve por desapercibido, sus cejas se levantaron un poco.- pensé que sabías.- musitó en respuesta.

-¿Saber qué?- cuestionó Amy con curiosidad.

-¡Lo hemos logrado!- la voz de Dustin interrumpió la conversación.- ¡convencimos a Erica!







[...]


-Erica, ¿me recibes?- Robin preguntó en voz baja. Se encontraban en la azotea del centro comercial, vigilando las puertas una vez más, esperando a la señal de Erica.

-Te recibo.- contestó Erica.- ¿ustedes nerds están en posición?- cuestionó burlonamente.

-Sí, en posición, tienes luz verde.- le aseguró Robin.

-Luz verde, entendido. Comenzamos la operación negligencia infantil.

-¿Podemos darle otro nombre?- se quejó Robin.

-Nos vemos en el otro lado, nerds.- Erica se despidió y su radio se silenció. Amy observó a Steve preocupada, este tenía la misma reacción. Tras pasar unos minutos, su radio volvió a conectarse.-  a ver, nerds, he llegado.- anunció.

-¿Ves algo?

-Sí, esas cajas con las que están obsesionados.- explicó.

-¿Hay vigilantes?

-Negativo.

-¿Trampas?

-Si pudiera verlas serían unas trampas de mierda, ¿no?

-Vaya, gracias.- murmuró Robin.

-Estoy dentro.- anunció segundos más tarde, de pronto la puerta que vigilaban comenzó a abrirse, revelando por fin a Erica.- ¡Helado gratis de por vida!


Los chicos no perdieron el tiempo en bajar hacia el almacén, con la curiosidad rebosando de sus cuerpos. Corrieron velozmente hasta llegar a la puertas del almacén, y una vez allí se adentraron en la habitación.

Dustin le pasó a Steve una pequeña navaja para abrir una de las cajas, todos observaban atentamente. Steve abrió la caja revelando en ella una especie de caja fuerte, la cuál giró hacia un lado para abrirla. Acto seguido los chicos se acercaron a ver lo que había adentro, se encontraron con cuatro cápsula que soltaban humo.- esto no es comida china.- comentó Steve.

-No me jodas, Steve.- respondió Amy. Steve ignoró su respuesta, decidido a abrir una de las cápsulas.

-A lo mejor deberían apartarse un poco.- sugirió.

Erica, Amy y Robin no dudaron en hacerlo, sin embargo Dustin se negó.- no.

-Apártate.- repitió Steve levemente.

-¡No!, si tú mueres, yo muero.- Amy tuvo que contener una carcajada que amenazaba con salir.

Steve observó a Dustin con confusión, pero al final ignoró su comentario.- de acuerdo.- Steve tomó una de las cápsulas, levantándola para que pudiéramos observarla.- ¿Qué mierda..?- cuestionó. La cápsula estaba llena de un extraño líquido verde, que burbujeaba un poco.

-¿Qué mierda es eso?- murmuró Robin.

De repente, la habitación se sacudió, alertando a los chicos.- ¿soy yo o la habitación se ha movido?- preguntó Dustin.

-Trampas.- comentó Erica.

-Sabes qué, vamos a llevárnoslo e irnos.- habló Robin, tomando la cápsula. Dustin se alejó para abrir la puerta, sin embargo el botón no funcionaba.

-¿Qué botón es, Erica?- preguntó.

-¡Sólo presiona el botón, nerd!

-¿Cuál?, ya lo estoy presionando.

-¡El que pone "abrir puerta"!

-¡Ya lo hago!

-¡Entonces dale a otro botón!- interfirió Steve, empezando a darle a los botones.

-¡No, imbécil, puede ser peor!- chilló Amy acercándose a él.- ¡Para!

-¡Intento abrirla!- contestó Steve. La habitación de pronto se llenó de chillidos.- ¡Déjame hacerlo!

-¡No, sólo abre la maldita puerta!

Antes de que alguien pudiera decir algo más, escucharon otro sonido que hizo que se giraran, sobre las puertas apareció otra puerta rojo que bajó hasta ocultar la anterior, unos segundos de silencio llenaron la habitación. De pronto, la habitación comenzó a moverse, esta vez a descender velozmente, revelando que se trataba de un ascensor.

-Mierda.- murmuró Steve, intentando no caerse. Amy, aún a su lado, se encontraba en la misma posición, sin darse cuenta había tomado el brazo de Steve. Todos gritaban histéricos intentando no caerse.

-¡Mierda! ¡mierda!- exclamó Dustin, regresando al panel, presionando botones.

ESTAMOS CAYENDO!- gritó Steve mirando a Amy.

NO ME JODAS, HARRINGTON!

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