"Bastante celoso."

-Está más buena que Phoebe Cates.- explicó Dustin, quien comía helado mientras contaba sus historias del campamento.

-¿Más buena que Phoebe Cates?, imposible, Henderson.- contestó Steve.

-Yo le creo.- habló Amy, notando como Steve había cambiado su actitud desde que la joven le contó sobre su novio del campamento.

-Claro que le crees, parece que ambos han tenido buenas experiencias románticas este verano.- Steve sonaba amargado.

-Steve, das pena.- comentó Amy, levantándose de la mesa, dirigiéndose al mostrador.

-Amy tiene razón.- dijo Dustin, llevándose más helado a la boca.- es que pareces celoso.

-¿Celoso?- cuestionó Steve, ahora sonaba enfadado.- ¿por qué estaría celoso?

-Porque Amy ha tenido "experiencias románticas".- Dustin imitó el tono de Steve.- con otra persona.

-Eso es absurdo, Henderson, créeme que suenas loco.- respondió Steve, echándole un vistazo a Amy velozmente.

-Es que ni siquiera puedes ocultarlo.- se burló Dustin.

Amy se acercó al mostrador, buscando a Robin. La joven arreglaba las cucharas para las muestras de helado, ya que Erica Sinclair había pasado más veces de las que debía a pedir pruebas.

-Hola, Robin.- saludó Amy.- ¿me podrías servir un helado de fresa?- ordenó amablemente.

-Claro.- contestó la rubia, comenzando a servir silenciosamente. Si bien Robin era una chica curiosa y apenas podía callarse, aquella situación entre Steve y Amy le parecía algo bastante interesante de lo que quería enterarse.- bueno... tú y Harrington, es decir, has vuelto y él está tan feliz de verte.- habló Robin.

-No lo pareciera.- musitó Amy.

-Oh, créeme cuando te digo que Steve no ha cerrado la boca en estas últimas semanas sobre ti, incluso teníamos un pequeño calendario en el almacén donde él contaba los días.- contó Robin, una inesperada sonrisa apareció en el rostro de la joven.- lo habrá escondido por vergüenza a que lo veas.

-¿Un calendario, en serio?- preguntó Amy sonriente.

Robin asintió, entregándole el helado.- así que, si no lo demuestra mucho es porque estará avergonzado o algo así.

-Supongo.- musitó Amy.- es sólo que...- Amy hizo una pequeña pausa, girándose un poco para asegurarse de que ellos no escucharían la conversación.- entre tú y yo, Steve me había invitado a salir el año pasado, sólo que le rechacé la invitación en su momento, ya que estaba castigada.- explicó la joven.- pero él me prometió que cuando regresara del campamento, y ahora que estoy aquí, es como si se hubiera olvidado de su promesa por completo.- Amy bufó frustrada.

-Entiendo.- murmuró Robin.- ¿por qué no se lo recuerdas?, ¿tal vez le gustaría ver algo de iniciativa de tu parte?, no lo sé.

-Es más complicado que eso, créeme, llevo en esta especie de.. limbo con Steve. No sé lo que quiere, no sé a quién quiere.

-¿A quién quiere?- Robin estaba involucrándose más de lo que esperaba.

-Sí, Nancy Wheeler y él salieron por unos dos años, y cuando terminaron, déjame decirte que fue complicado, Steve parecía querer recuperarla pero..- Amy se detuvo para encontrar las palabras adecuadas.- algo ocurrió, y Nancy terminó saliendo con Jonathan Byers.

-¿Byers?, ¿el hermano del que desapareció?- cuestionó Robin.

-Exactamente, la cuestión es que luego de eso, Steve parecía estar dispuesto a invitarme a salir, pero luego mi castigo más el empeño de mis padres de enviarme al campamento, dañó todo.- explicó Amy.- le envié cartas durante mi estancia pero él sólo respondió las primeras, luego de un tiempo ninguna de mis cartas recibieron respuesta.- murmuró con tristeza.

-¿Crees que hay algún motivo por el cual Steve dejó de responderte?- Amy negó con la cabeza, en verdad no había pensado en eso.

-Tendría que pensar hasta que carta me dejó de responder.

-Pues tal vez contenga la respuesta que buscas.- sugirió Robin. Amy suspiró, lista para regresar con los chicos.

-Bien, muchas gracias por escucharme, Robin, sólo espero no haberte molestado.

-¿Molestado?, en lo absoluto, tu historia ha sido lo más interesante que he escuchado durante mi turno.- bromeó la chica.

Amy se giró para comenzar a caminar hacia la mesa donde Dustin y Steve se encontraban. Steve la observó cuando se acercó.

-¿De qué tanto hablabas con Robin?- cuestionó Dustin.- tengo una noticia muy importante.

-Lo siento, me distraje hablando.- se excusó Amy.

-De acuerdo, debo avisarles que lo que estoy por decirles es confidencial, y nadie, absolutamente nadie debe enterarse, ¿de acuerdo?- Amy y Steve asintieron confundidos.- bien, he interceptado un mensaje ruso secreto.- anunció Dustin finalmente.

-¿Perdona?- preguntó Amy.

-Dustin, no te he escuchado, dilo con más claridad.- habló Steve.

-He interceptado un mensaje ruso secreto.- repitió, entre dientes.

-Más alto.

-¡He interceptado un mensaje ruso secreto!- exclamó el joven, haciendo que Amy y Steve se sobresaltaran.

-Dios, cálmate.- respondió Amy.

-Como sea, Mike y los demás se irán a la mierda, porque no podrán compartir la gloria conmigo.- explicó Dustin.

-¿Gloria?, no te estoy siguiendo.- murmuró Steve.

-Podríamos convertirnos en héroes, verdaderos héroes americanos.- contestó Dustin.

-Ajá, pero cómo pretendes hacerlo.- cuestionó Amy.

-Los necesitaré, a ambos, para la traducción.- Dustin mostró su grabadora.

-No sé si sabías esto, Steve, pero ahora hablamos ruso.- dijo Amy sarcásticamente, Steve se hizo el sorprendido.

-Eso sí que es un giro argumental, porque ni siquiera soy bueno en mi propio idioma.- respondió el chico de la misma manera.

-Idiotas.- musitó Dustin.- para algo existen los diccionarios.

-Aún con diccionarios, ninguno de nosotros está familiarizado con el ruso, así que hay grandes probabilidades de que lo hagamos mal.

-Eso ya lo solucionaremos.- contestó Dustin, poniéndose de pie.

-De acuerdo, ¿adónde vas?- preguntó Steve.

-Tú te quedas aquí, Amy viene conmigo a la biblioteca.- ordenó el joven. Steve observó a Amy, la chica se encogió de hombros, poniéndose de pie también.

-Igualmente tengo cosas que hacer.- se excusó Amy, recordando la conversación que tuvo con Robin.