uno
El otoño se estaba acercando, mandando a las aves a que marcharan al sur para protegerse de las siguientes temporadas de nevadas, pintando los árboles de distintos tonos rojizos, naranjas y amarillos, las hojas secas por no decir muertas, caían con una elegante lentitud de las copas de los árboles en un baile triste hasta el suelo. Un castaño las veía caer desde la ventana de su salón, encantado con ellas, eran más interesantes que la pelea que tenía el estudiante modelo con el vago, un cliché bastante entretenido si lo pensaba, pero no tanto como el exterior.
Tal vez el salón era cálido por la calefacción y sus prendas calientes, pero eso no evitaba que soltara suspiros temblorosos, era alérgico después de todo, era su naturaleza. Decidió darle una mirada rápida a su compañero de pupitre, un castaño de cabello largo que usaba colita, detrás suyo estaba el novio del chico, un azabache que veía divertido la pelea de enfrente.
Por primera vez quiso voltear y ver por mera curiosidad, al frente en el pizarrón estaba el estudiante modelo; Choi Yeonjun, atrás totalmente desinteresado estaba Kang Taehyun, ¿a qué se debía su rivalidad? No estaba seguro, por más que llevara un semestre entero en el establecimiento nunca supo o tuvo el atrevimiento de preguntar, en parte no le Interesaba.
ㅡVamos Yeonye, si tanto te gusto ¿porqué no vienes a chupármela?
ㅡEres un maldito de boca sucia.
ㅡAh-ah, quien tendrá la boca sucia serás tú mi buen amigo.
El rostro del pelirrojo ardió en furia, su rostro enrojecido era la evidencia, gracioso porque se parecía a su cabello, sus manos estaban apresando con bastante fuerza un cuaderno que sostenía en las manos. Choi se había quedado como encargado del salón, llevaba todo bajo control porque sus compañeros confiaban en él y no tenían nada más que hacer que dormir o charlar, su salón era bastante calmado, pero estaba su lame bolas que no perdía la oportunidad para joderle la existencia con solo respirar, Taehyun se veía calmado, inclinado levemente sobre el pupitre, divirtiéndose con el escenario que estaban montando sin descaro.
El castaño a su lado comenzó a reír bajo, probablemente para que nadie lo escuchara, HueningKai llevó sus ojos hasta él con curiosidad, nadie se estaba riendo sólo él, pues todos veían y susurraban pero no se reían ㅡDeberían ir al cuarto del conserje y darse de una vez, hasta aquí siento la tensión.
Sorprendido desvío la mirada, pretendiendo no haber escuchado nada porque no eran asuntos suyos. Choi pareció haberlo escuchado porque ahora su mirada estaba sobre él, con fuego, pero el otro ni se inmutaba por su expresión burlesca y desinteresada, su novio se dio cuenta ya que apretaba la mesa del pupitre, atento a los movimientos del otro.
ㅡPareces necesitado de un buen reporte Beomgyu-ssi ¿debería darte el gusto de tener una cita con el director?
ㅡEres muy considerado Yeonjun, pero no, ya estoy ocupado. Sigue con lo tuyo.
Soltando un gruñido, se sentó en la silla del profesor, apuntando brevemente notas con un lapicero de punta fina roja. Taehyun comenzó a reír chocando sus manos con Beomgyu que estaba a su derecha, dándole un guiño al novio de este que solo negó desviando su mirada a la ventana.
Peleas e insultos nunca faltaban con esos dos que parecían amarse con un profundo odio acumulado. Cuando quiso darle una mirada a Yeonjun, sus ojos se encontraron por una fracción de segundos, quemándolo en un miedo horrible que le causó escalofríos, el tipo era amable pero nunca habían hablado o cruzado más de una palabra que no fuera por compromiso en el aula. Tragó en seco y decidió que preferiría dormir antes de toparse de nuevo con él.
La cafetería tenía largas filas de estudiantes esperando por sus porciones de comida, quiso patalear cuando se dio cuenta de que llegó tarde y ese día era probable que no comería otra vez, en su casa sus hermanas no le hacían el favor de dejarle algo para prepararse, invadían la cocina dejando un queso amarillo y lechuga descompuesta, por lo que tenía que recurrir a sus ahorros de mandados que hacía por la tarde, ahora tendría que esperar hasta las tres de la tarde cuando saliera del instituto, su estómago no estaba ayudando porque parecía golpearlo necesitado de comida, extrañado porque ya debería estar acostumbrado. Con cara larga y rendida se fue hasta una solitaria mesa apartada al final, trayéndole recuerdos de escuelas anteriores donde había pasado lo mismo en cada recreo, él completamente solo en una mesa, con el tiempo se había acostumbrado, sólo un poco.
Jugando con una servilleta de papel no fue consciente en el momento en que un castaño se sentaba al frente suyo con otro que le seguía fielmente.
ㅡDios, que bueno que encontramos una mesa, solo es de esperar a que esos idiotas nos vean.
La voz exaltó al castaño que se había refugiado en sus propios brazos, asombrado de ver a la pareja enfrente suya, sentados con él, un completo don nadie. Los otros ni se inmutaron en preguntarle si estaba bien sentarse con él, aunque ni tuvieron la molestia de dirigirle la palabra.
ㅡOh, cielo, miraㅡ Finalmente el azabache se había dado cuenta de su existencia en la mesa.
ㅡAh, solo es Kamal ¿cierto? Es mi compañero de pupitre.
Me conoce pensó para sí mismo. ㅡKai Kamal Huening.
Se presentó, demasiado educado tal vez, inclinándose en una reverencia que fue menospreciada por los mayores.
ㅡ Uhg, tienes un nombre poco común. ¿Qué haces sentado aquí? En nuestra mesa. ㅡ La mirada de pálido era interrogativa, sumando la expresión de su rostro con su ceja alzada con evidente molestia, su novio sostuvo su ante brazo antes de susurrar algo en su oído que no logró escuchar más que un murmullo muy bajo, poco entendible.
ㅡY-yo ya estaba aquí pero pare-rece que no me n-notaron. ㅡ Después de decir eso con bastante dificultad, se maldijo junto a un golpe mental cuando tartamudeo, un ámbito horrible que había adoptado a lo largo de los años.
ㅡO-oh pe-perdón chico c-camaleón.
Sus ojos estaban en sus dos manos, amabas se apretaban entre ellas, escuchando una tercera voz que lo imitó con bastante burla, a su izquierda ya estaba Taehyun, recostado sobre su codo apoyando su sonriente cara engreída en la palma de su mano. Se sentía nervioso porque era la primera vez que ellos lo estaban molestando y hablando directamente, después de un año y poco más siendo compañeros en distintas clases.
ㅡ En realidad nos cedió su mesa porque todas están ocupadasㅡ Habló por primera vez Soobin, incitándolo para que se fuera, ya sea amenaza o advertencia, debía irse, los ojos marrones del más alto le exigía su huida.
Hizo el ademán de levantarse pero una bandeja a su lado derecho le hizo detenerse al bloquear su paso, era Yeonjun, con una mueca mientras veía la comida. ㅡUhg, detesto la carne de res con esa salsa de extraña procedencia, y ustedes ¿porqué están hasta aquí? No los veía si no fuera por la cabeza de piña de Kang.
ㅡQue halagador eres fosforito.
ㅡYa, cómo sea. No estoy de humor para aguantarte, así que cállate por unos minutos. ㅡ Taehyun alzó sus manos en son de paz con una relajada expresión. El pelirrojo rodó los ojos hasta toparse con el castaño que estaba totalmente quieto en su asiento. Lo escaneo con la mirada, dirigiéndose hasta su amigos en busca de una respuesta. ㅡ¿Quién es éste?
ㅡEl calladito que se la pasa temblando, nos dio su mesa pero ya se va ¿cierto, Kamal?
El mencionado asintió rápidamente con sus labios apretados en una línea, sin darles la vista, concentrado en la hormiguita que andaba en su zapato.
ㅡNo puedo creerlo, ustedes son unos desgraciados, el niño les da la mesa y lo echan. Tú ㅡ Dijo apuntando al menor ㅡTe quedas aquí. Como agradecimiento... veamos, momento ¿dónde está tu almuerzo?
Desvío la mirada de los cuatro, y negó con pena. ㅡNo alcancé l-la fila. ㅡ Yeonjun asintió, viendo su bandeja que no se le apetecía, poniéndola frente al castaño que frunció el ceño.
ㅡPuedes comerte el mío, tómalo como un agradecimiento por dejarnos la mesa, detesto esta comida además.
Soobin asintió desviando su mirada, aún sosteniendo el brazo de su novio, el mismo que sonreía de lado mientras picoteaba su comida. Taehyun no les prestaba demasiada atención.
Por la cabeza de HueningKai pasó de forma efímera la pregunta del porqué estaban juntos esos cuatro, conviviendo cómo buenos amigos, tal vez Choi y Kang no tanto, pero entre los cuatro había una especie de amistad, una que observaba disimuladamente mientras comía del almuerzo que le regaló amablemente Yeonjun.
Por unos segundos se permitió engañarse y sentirse parte del grupo, él sería el compañero que escuchaba y reía porque su timidez no le permitiría nada más allá de eso.
Cuando estaba comiendo un trozo de zanahoria en rodajas, su mirada se detuvo en Taehyun, quién lo veía con una sonrisa indescriptible, la verdad que descifrar la personalidad del rubio era difícil, podía mostrarse relajado pero por momentos era agresivo y soltaba veneno sin pensar, a él ya lo había insultado antes, a Yeonjun lo maldijo y viceversa.
Debí irme cuando pude pensó. Debía suponer que su presencia no era agradable, y por eso ninguno le dio la palabra.
Cuando la campana del segundo receso finalizó, se levantó antes que los demás dando una reverencia antes de irse a su salón, la siguiente clase no la compartía con ninguno del grupo por lo que toparse con ellos sería hasta la tercera clase, tiempo suficiente para entretenerse y pensar en que decir si los encontraba de nuevo, aunque dudando por haber sido ignorado todo el día, todos los días.
Algo inquieto sintió una mirada punzante a sus espaldas, incomodándolo repentinamente, pero no había nadie, ninguno de los estudiantes de la clase de filosofía lo veía ni siquiera la profesora que hablaba con una alumna. Suspiró con pesadez, tal vez el pesado estaba haciendo sus apariciones como antes, atormentando sus sentidos comunes, siguió escuchando a su profesora hablar de Dios y de su amor, algo que no le interesaba tanto, su abuelo se la pasaba diciendo algo similar tan seguido que era un fastidio tenerlo hasta en las clases, con una mueca volvió su vista a su dibujo, un ser inexistente a lapicero negro de punta fina con ojos blancos vacíos, expresados por una enorme boca triste y desgastada.
El disfrutaba hacer personajes en su libreta de dibujo que siempre llevaba para distraerse, les inventaba historias bonitas, tan bonitas que siempre disfrutaba de hacerles un desgarrador final para acompañarlos en su tristeza.
Cuando la clase dio por finalizar, salió para ir al campo de fútbol, donde tendría que correr ciertos kilómetros durante ciertos minutos porque era un jugador patético, nunca supo de ese deporte, su padre jamás le enseñó y no era como si quisiera participar. Fue a los vestidores de varones para colocarse su ropa de entrenamiento, un conjunto de camiseta y pantaloneta verde musgo, no era de su agrado el color pero eran las normas del establecimiento. Estornudó unas tres veces cuando salió al sentir el aire helado, estaban en otoño después de todo, si corría entraría en calor pero igualmente se ganaría un fuerte resfriado por exponerse.
Cuando estaba por retirarse ya que la mayoría de sus compañeros ya habían salido, de reojo captó una fugaz sombra que se había escondido detrás de un casillero que daba a la puerta de los pasillo.
Quiso alzar la voz y preguntar si habían olvidado algo, pero lo ignoró, seguro era algún estudiante olvidadizo y nada más, por lo que lo dejó hasta ahí.
ㅡ🍷
El sol estaba oculto entre las extensas nubes, creando un ambiente mucho más gris, opacando los tonos cálidos de los árboles. HueningKai soltó un suspiro tembloroso, el viento le había provocado piloerección, se sentía helado y los escalofríos aumentaban, por lo que comenzó a calentar cuando el entrenador le hizo señas para que comenzara a correr.
ㅡ¿Es que él nunca juega, siquiera entrena?
ㅡVamos Kim, ¿piensas que eso sería capaz de jugar bien? Solo mira su físico, es lamentable...
Estaba escuchando, por supuesto que sí, siempre escuchaba, él era como una pared que sabía todo cuando se trataba de su persona. Hablar del callado HueningKai, que era un desconocido sin importancia para los demás era un chiste, porque lo único que escuchaba eran bromas, burlas e insinuaciones que lo hacían temblar con su cabeza escondida entre sus piernas o escondido y subido en la tapa de un inodoro para que no lo golpearan como la última vez. Era así de lamentable su vida, desde su nacimiento, siendo un chiste para otros.
ㅡPienso que jugaría bien si el entrenador le enseñara, o al menos si se lo propone él mismo. ¿Ustedes nacieron sabiendo, calentadores de banca?
Detrás de él pudo reconocer la voz de Yeonjun, llevaba el uniforme de entrenamiento, verde musgo, se veía bien a diferencia suya que parecía un moco andante. De pronto sintió la mirada el pelirrojo en él, a sus espaldas, y en menos de un segundo ya tenía al mayor frente a él viéndolo, por distintas razones HueningKai no pudo levantar la mirada y encarar al adolescente, su aura era dominante, se sentía como una presa pequeña al borde con el cazador.
ㅡEres como una gelatina. No te preocupes, no te haré nada, no soy ese tipo de persona, soy pacifista. ¿HueningKai no es así?ㅡ El mencionado asintió, con sus ojos fijados en la hierba. Yeonjun sonrió de lado, chasqueando la lengua ㅡEntiendo que mi enemistad con Kang mancha mi imagen, pero es la única persona a la que odio en realidad, ese tipo es detestable cuando se lo propone, por otro lado, soy amable y carismático, así que por favor, levanta la mirada cuando estoy hablando, eso es de mala educación.
A pesar de que el más alto había hablado tranquilo y sin querer sonar amenazante, sus últimas palabras fueron pronunciadas con algo de dureza escondida, por esto, el menor alzó la cabeza, tragando en seco por la mirada analítica que le brindó cuando volvieron a cruzar sus miradas.
ㅡLo siento, n-no fue mi intención.
Satisfecho con la respuesta, sonrió, su semblante cambiando fugazmente al del estudiante modelo que todos los docentes conocían. ㅡExcelente, suerte en los ejercicios, nos vemos.
Y sin decir nada más, regresó sus pasos para jugar con su respectivo grupo, dejando confundido al castaño por la situación que se presentó, soltó un bufido antes de comenzar a correr como le indicó el profesor Oh, ese hombre disfrutaba verlo sufrir, podía verlo en la poca atención que le daba.
primer capítulo!
muchas gracias por estar leyendo este mini fic, lo tenía en mente desde hace mucho tiempo pero finalmente lo estoy lanzando, estoy muy emocionado. Espero que tengan una lectura agradable y tengan pensamientos positivos en cuanto a la historia.
son libres de remarcar cualquier error, estoy para aprender.
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