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ᴍᴀʟᴏs ʏ ʙᴜᴇɴᴏs ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏs

ʟᴏᴠᴇ!

ʟᴏᴠᴇ!

ʟᴏᴠᴇ!

ᴀɴᴅ?

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No todo fue bueno.


Apenas al llegar a su casa fue sorprendido por los montones de vehículos que estaban estacionados al frente de su casa y ni mencionar a todos los hombres que apenas conocía de aquí para allá.


Confundido fue de un lado a otro buscando a su padre mientras Jasper lo seguía a sus espaldas, atrayendo consigo las malas miradas de a la gran mayoría, causándole un gran disgusto que solo incremento al escucharlos murmurar por lo bajo.


Al ver la figura de su padre a unos pocos metros no dudo en acercarse con rapidez, llamándolo por su nombre, siendo sorprendido por los brazos de su progenitor rodeándolo con fuerza.


Confundido correspondió al abrazo antes de tomar distancia, buscando algún rastro de lo que se supone que sería una respuesta, preguntando en voz baja acerca de lo que estaba sucediendo, porque aquellas personas parecían tan preocupadas.


Siendo sorprendido por la corta respuesta de su padre.


ㅡBella, sigue desaparecida.


ㅡ¿Qué?


ㅡHace horas no sabía nada de ustedes, ambos desaparecieron como si nada, gracias a Dios ya apareciste.


Retrocedió de forma lenta, solo unos cuantos pasos antes de chocar contra el pecho de su novio, quien al hacer acto de presencia llamo la atención de su padre, más solo le dio una mirada seria antes de girarse, volviendo su atención a los Black.


Todo eso no le daba muy buena espina, estaba completamente seguro que su desaparición tenía que ver con los Cullen.


Que Jasper no se haya marchado no quiere decir que cierto cobrizo también se hubiera quedado, pues con lo que su novio le había dicho, fue Edward desde un principio quien había dado la idea de dejar Forks.


Alzo la cabeza en dirección de su amado, encontrándose con un rostro serio, el cual apuntaba a una dirección, por lo que lleno de curiosidad volteo a al mismo lugar, dando con un gran hombre sin camisa, sujetando entre sus brazos a una inconsciente Bella.


Soltó un jadeo lleno de impresión, moviéndose con rapidez hasta llegar a ella, elevando sus manos temblorosas en su dirección, sintiendo algo de miedo, por verla de esa manera, cubierta de barro, casi hecha un desastre.


Inconsciente de lo que pasaba a su alrededor.


Vio como su padre la cargaba en brazos para dirigirse hacia el interior de la casa luego de haber agradecido a los demás, sin dar algún rastro de explicación. No dudo mucho en seguirlo, mostrándose bastante preocupado por el estado de su melliza.


Aquella noche se enteró de todo lo que Edward Cullen le había dicho y hecho a su hermana, haciéndose jurar que si algún día lo veía lo golpearía, aun así se llegara a romper la mano.


Su odio hacia aquel vampiro solo fue en aumento, pues decir que solo estaba enojado, era poco, quería llegar hasta el último de sus límites y tal vez recurrir a la violencia, para no decir que prefería verlo muerto.


Aunque eso era difícil... pues los "vampiros" ya estaban muertos. Era un tema difícil si se lo ponía a pensar a profundizar.


Pero eso no era de mucha importancia, lo único importante en aquellos momentos era ver por el bienestar de su hermana, lo que fe realmente difícil, pues ella solo quería aislarse, rechazar la idea de que los Cullen realmente se había ido de Forks.


Se veía en su propio mundo, alejada del resto, sus ojos viajando a la nada misma, perdiéndose entre sus memorias, tal vez recordando los buenos momentos.


Trataba de entenderla, de ponerse en su lugar y compartir aquel dolor por el cual ella pasaba, pero al no tener una idea exacta realmente no podía, y eso le frustraba, no podía hacer nada más que estar ahí para ofrecerle su hombro para ahogar su llanto.


Al menos así fue por la primera semana, todo tan rutinario y aburrido, pero aun así no puso queja alguna, pues sabia que debía de ser un pilar para su hermana en aquellos altibajos por lo que estaba pasando, sabía que la depresión no era tema de juegos, por ello se tomó el papel de estar siempre para ella.


No dejarla sola, no dejar que se hundiera en aquel poso oscuro.


Al menos así trato de ser hasta unos cuantos días después, donde por accidente Bella había visto a Jasper a través de la ventana de su habitación, eso había desatado la esperanza en ella de alguna forma u otra, la llevo a pensar que los Cullen habían regresado.


Pero la realidad tuvo que golpearla una vez más.


Trato de explicarle que realmente no quería ocultarle eso, que en realidad Jasper le había sugerido que era mejor mantener su estadía en silencio, pero obviamente ella hizo odio sordos gritándole que era un mentiroso y que solo la estaba traicionando como hizo Edward.


Eso causo que llegara a sus límites y le gritara de vuelta, un grito tras otro, iniciando así una pelea que horas después lamentaría bastante, porque a raíz de eso una brecha invisible fue creciendo entre ambos, distanciándolos aún más que antes.


Y eso solo había sido la primera semana.


Los días después de aquella pelea fueron tensos, ella evitando por completo sus intentos de arreglar las cosas, tratándolo distante, más fría que nunca.


Llegando a lastimarlo poco a poco con esa actitud.


Los días fueron pasando lentamente, hasta convertirse en semanas, y esas semanas fueron escalando hasta convertirse en meses.




Octubre...




Noviembre...




Diciembre...




Enero...




Los meses solo pasaban como si nada.


Ella cada vez se volvía más distante, sus ojos vagaban por cualquier parte, totalmente vacíos. Edward Cullen le había robado todo el brillo a su hermana, dejándola como una muerta en vida.


Las noches eran las más difíciles de soportar, ella gritaba de dolor y angustia entre sueños, llamándolo, sollozando por el anhelo que aún guardaba por él. De sentirlo cerca de ella, de sentirse protegida entre sus brazos.


Charlie obviamente no paso por alto aquella situación, compartiendo sus preocupaciones con él, pidiéndole un poco de explicaciones sobre el estado de ella. Pues solo en su casa se dejaba ver de esa forma.


En la escuela ella solo había cambiado un poco, sus notas no bajaban, sus estudios se veían bien, su promedio no se vio afectado, solo se aisló un poco de sus amigos, quienes no parecían entender del estado por el cual ella pasaba.


Por su parte, él se sentía mal, se sentía un mal hermano, mientras él pasaba los mejores momentos en toda su vida a un lado de su novio, ella pasaba por el punto más bajo de su vida, tratando de recomponerse del síntoma del corazón roto.


Jasper constantemente le decía que él no podía interferir más allá, después de todo ella parecía no querer su ayuda.


Y el que no quiere ser ayudado no tenía otra solución más que luchar por sí mismo.


ㅡMuy bien, se acabó.


Levanto la vista de su libro en cuanto escucho como su progenitor cerraba la puerta del auto con bastante fuerza, llamando la atención de su melliza.


Se acomodó contra el incómodo asiento de la camioneta, dejando su libro a un lado para prestar atención a lo que soltaría su padre.


ㅡBella, te irás a Jacksonville. Con tu madre.


Eso trajo la respuesta inmediata de ella, siendo obviamente una negación, cosa que solo lo hizo suspirar al observar el mismo ejemplo de la terquedad.


ㅡBella, él no volverá... no es normal, tu comportamiento... con franqueza me está asustando mucho, no solo a mí.


No era mentira, el aspecto de ella daba mucho de que hablar, más pálida de lo normal, más delgada, incluso los pómulos de ella estaban haciéndose notar debido a la perdida de peso drástica que había obtenido.


ㅡCréeme, no queremos que te vayas, pero ir a Jacksonville podría ser un nuevo comienzo para ti, despejar tu mente, darte un respiro.


Al ser señalado por su padre solo formo una mueca sobre sus labios, aparto la mirada notando como por el espejo retrovisor el auto de Jasper se acercaba hasta quedar estacionado detrás del coche de su melliza.


Decidió qué escapar de aquella tensa situación sería lo mejor, por lo que abrió la puerta de la camioneta naranja, bajando de ella con sus cosas en manos, cerrando la puerta sin mucha delicadeza.


Pasando de largo en frente de sus dos familiares, obligándose a detener su paso tan pronto como escucho a su hermana dirigirse a él luego de tantas semanas sin hablar.


ㅡ¿Qué?


ㅡSí... Jessica nos invitó a ir al cine con ella. Mañana por la tarde.


Al ver los ojos desesperados de ella no pudo evitar sentir algo de pena, así que decidió cubrirla, asintiendo mientras le brindaba una pequeña sonrisa a labios apretados.


ㅡClaro... lo olvidé por completo, pero sí voy a ir.


Y sin más volteo para seguir con su camino hasta el auto de su novio, tomando lugar en el asiento del copiloto, inclinando su cuerpo lo suficiente para llegar hasta él, dejando un suave beso contra su mejilla.


ㅡ¿En serio? ¿Tú y Jessica en un mismo lugar?


ㅡNo te burles, Jass, tenía que ayudarla.


Se encogió de hombros, acomodándose de mejor forma contra el asiento, tomando del cinturón de seguridad para pasarlo sobre su pecho hasta engancharlo al otro lado del asiento.


A los segundos sintió la fría mano de Jasper posarse sobre su rodilla, por lo que inevitablemente sonrió, dejando que su mano fuera hasta la suya con el único motivo de entrelazar sus dedos, observando de reojo como este sonreía de la misma forma, sin apartar la mirada de la carretera.


Se sentía un tanto egoísta al pensar que era afortunado al seguir teniéndolo a su lado y no sufrir por un desamor como lo hacía su hermana, pero aun así estaba contento con lo que pasaba en su vida. Tal vez todo no estaba del todo bien a su alrededor, creía que solo eran etapas y que serían superadas tarde o temprano.









ㅡNo sé por qué te gusta ver esos zombis comiéndose a gente y no a chicos guapos besando a alguien, es asqueroso... ¿Por qué hay tantas películas de zombis? Por qué si intentan hallar un paralelismo con la lepra, mi primo tiene lepra y no es divertido.


Vaya... sí que no cerraba la boca.


¿Así se escuchaba hablando con Jasper? Era sabido que él hablaba hasta por los codos cuando estaba en confianza, pero nunca se imaginó que pudiera verse de aquella forma, tan irritante.


Formo una media mueca sobre sus labios mientras terminaba por masticar aquel caramelo que hace un buen rato traía en la boca, cortesía de su amado novio, quien desde que se dio cuenta de que era fácil gastar su dinero en él no había parado.


Era algo vergonzoso, pues algunos regalos realmente se veían costosos y él quería dar lo mismo que recibía, pero no le alcanzaba, incluso pensó en trabajar, pero Jasper se lo impidió, diciendo que no hacía falta, pues su mejor regalo era tenerlo como novio.


Algo muy cursi.


Al recordarlo fue inevitable que una sonrisa se asomara por sus labios, aquellas últimas semanas Jasper había estado de aquí para allá en un estado de "soy el más romántico". Hasta tuvo que hacerle un alto, pues su rostro ya no portaba otro color que no sea el rojo, eso lo llevaba a pensar que a Jasper realmente disfrutaba de verlo todo rojito.


Salió de sus pensamientos en cuanto la voz de su hermana se hizo presente, sus ojos se movieron hasta dar con su figura, frunciendo el ceño al no entender muy bien que había dicho.


Lo que lo llevo a buscar alguna respuesta en Jessica, siguiendo con la mirada la dirección donde ella tenía clavada la vista, encontrándose con unos cuantos buenos para nada en sus motocicletas, la verdad ninguno daba una buena pinta.


ㅡSe ven interesantes... ¿Nos vemos?


No podía creer que le daría la razón una vez más, pero tenía razón, no se veían nada bien y dudaba que hicieran algo con decencia humana.


Al ver a su melliza caminar a paso decido hacia ellos, soltó una maldición por lo bajo, seguido de contar hasta diez, queriendo reunir la suficiente paciencia para no ir hasta ella y arrastrarla de los pelos hasta su casa.


Estaba muy tentado.


No quería terminar de esa forma su día, había comenzado muy bien, su novio lo había llevado a una estupenda cita donde ambos estuvieron melosos hasta más no poder, tuvo un buen puntaje en su prueba y había obtenido muchos dulces, y ahora su hermana iba a arruinar su racha.


Pero aún creía que podría pararla, después de todo aún seguía siendo su hermano.


ㅡQuédate aquí Jessica, no quiero que te pongas en algún peligro.


Sí, ella no le agradaba, pero eso no significaba que sería un idiota con ella.

Fue detrás de su hermana a paso acelerado, tomándola con firmeza de su muñeca para impedir que se subiera a esa motocicleta con aquel sujeto de dudosa higiene. ¿Qué era lo que buscaba causar con ello?


ㅡBella, vamos a casa.


Después de mucho tiempo se dirigió de esa forma tan tosca a su hermana, la última vez había sido en aquella pelea hace meses. Su paciencia ya estaba llegando al límite con ella, estaba comenzando hartarse de aquella actitud, de verdad ponía de su parte para entenderla, pero no podía.


De verdad que no.


ㅡDebo de ir con él.


ㅡTambién hay espacio para ti, lindo.


Se giró hacia el sujeto, observándolo de arriba abajo, sintiéndose asqueado ante la forma que esté lo había observado, alzando su mano libre a su dirección para señalarlo con disgusto.


ㅡNo te dirijas a mí de esa forma, maldito bastardo.


Su lengua filosa hizo acto de presencia una vez más antes de girarse a su hermana, tomando su muñeca con algo de fuerza para llevarla hasta el otro lado de la calle a rastras, maldiciendo por lo bajo al sentirla removerse ante su agarre. Aun así no la dejo escapar llevándola hasta donde se encontraba Jessica, aun esperando por ellos.


Pero aun así, de alguna u otra forma, ella encontró la manera de liberarse, empujándolo por la espalda, haciéndolo tropezar y por poco caer al asfalto, si no fuera por Jessica quien lo sostuvo, seguramente hubiera caído.


Se giró de inmediato para ver a su melliza, encontrándola de nuevo, caminando en dirección de aquel hombre para subirse detrás de él, sin siquiera dar una mirada hacia su dirección.


Sonrió de forma agria a la par que sacudía sus manos, esta bien... si ella quería hacer las cosas de esa forma la dejaría en paz, se haría a un lado, recordando de nuevo las palabras de su novio.


ㅡVamos Jessica, te llevaré a casa.


Una de sus manos fue hasta el bolsillo de su pantalón para sacar las llaves de la camioneta, pues él había sido el conductor asignado aquella noche, así que cumpliría su rol, llevando a su única pasajera hasta su hogar.


Al menos a la mujer a su lado podía ofrecerle su ayuda.







ʟᴏᴠᴇʀs

[ᴀ ᴊᴀsᴘᴇʀ ʜᴀʟᴇ ғᴀɴғɪᴄᴛɪᴏɴ]

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Algo corto, pero igual sirve.

Lamento traer este cap tan tarde, me distraje demasiado y no lo inicie a tiempo, literal empecé a escribirlo a solo una hora atrás.

¡Voten y comenten! Cualquier error háganmelo saber.


IAN.

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