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ᴏᴊᴏꜱ ᴅᴏʀᴀᴅᴏꜱ

ʟᴏᴠᴇ!

ʟᴏᴠᴇ!

ʟᴏᴠᴇ!

ᴀɴᴅ ᴍᴏʀᴇ!

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A la tercera tocada del timbre en el día supo que todavía no había terminado, por lo que se levantó de aquella mesa seguida de tomar su bolso, el cual se encontraba un poco más cargado gracias a los diferentes libros que le habían encargado en sus primeras clases.


Para su ''suerte'' el único que compartía clases con él en aquel momento era aquel rubio al cual comenzaba a detestar, Mike, ese es su nombre.


Lo guio con rapidez hacia el aula del profesor Molina, ya que les tocaba biología, materia en la cual era muy bueno para su gusto, en su antigua escuela siempre era el alumno estrella de aquella asignatura, por lo que esperaba que todo aquello le sirviera al momento de colocar un solo pie en el aula.


Al llegar a esta le presento la hoja que le habían entregado en la secretaria, seguido de recibir la bienvenida por parte del maestro seguido de su libro, para luego ser mandado a sentarse al fondo en el único asiento libre, por lo que sin problemas se encaminó hacia aquel lugar.


Notando que en la misma mesa estaba sentado aquel rubio de hace un rato, por lo que en voz baja pidió permiso antes de tomar aquel asiento libre, dejando su bolso a un lado, al igual que su libro por sobre la mesa.


Tan rápido como se sentó la clase dio inicio, por lo que no se permitió desconcentrar hasta que escucho del tema que darían, por lo que se emocionó, aquel tema se le hacía pan comido, su proyecto de ciencias en años pasados justamente se había concentrado en aquel tema, y había obtenido el puntaje más alto.


Se encargó de leer las páginas que habían sido encargadas, o al menos eso trato, ya que una mirada en él no le permitió concentrarse del todo, por lo que giro en dirección de su compañero de banco, ¿Acaso tenía algo en la cara?


De manera inconsciente le dio una rápida mirada notando con rapidez que aquellos ojos dorados eran más que atrapantes y que ya no lucia tan intimidante como hace unos minutos en la cafetería.


Fue aquella pregunta lo que lo hizo volver en sí, avergonzándose de sí mismo al notar que se había quedado mirándolo como un imbécil.


—¿Matthew Swan, verdad?


Y qué atractiva era su voz...


Asintió lentamente antes de poder siquiera apartar la mirada de manera nerviosa a la mesa donde aún posaba su cuadernillo abierto, recordándole que tenía tarea pendiente.


—Matt, para más comodidad.


Le respondió en cuanto encontró su propia voz, ¿Por qué de pronto se sentía tan nervioso?


Mordió su labio inferior indeciso si preguntarle su nombre o no, justo en el momento en el que sentía una oleada de calma golpearlo, por lo que un poco más cómodo jugueteo con sus dedos por el borde de la mesa al mismo tiempo que volvía a girarse para poder formular aquella pregunta que quedo en el olvido cuando lo escucho presentarse por sí mismo.


—Jasper Hale, un placer conocerte.


Bajo la mirada a su mano extendida, por lo que sin querer hacerle esperar más, extendió la suya para agarrarla con suavidad, dándole un apretón amistoso, seguido de agitarlo ligeramente. Pasando por alto lo frio que era su tacto al contraste del suyo.


Cuando ya fue suficiente se soltó para girarse y fingir que prestaba atención a la clase, jurando escuchar una risa a su lado, por lo que nuevamente se sintió avergonzado.


¿Desde cuándo actuaba así de vergonzoso? Si lo admitía, Su compañero de banco no era para nada feo, al contrario, se le hacía uno de los hombres más atractivos que había visto en toda su corta vida, pero eso no justificaba que actuara como un idiota en frente suyo, era la primera vez que le pasaba aquello y se sentía raro consigo mismo.


—¿Te gusta el clima?


Eso causo que parte de su nerviosismo se fuera gracias a la calma que lo invadió por unos segundos, por lo que se giró levemente para darle una sonrisa de labios cerrados a la par que enarcaba ligeramente una de sus cejas curioso por aquel tema elegido para hablar, no era el mejor, pero estaba bien.


—¿Clima? ¿Quieres empezar por eso?


—Bueno, por lo que estuve escuchando en los pasillos eres de Arizona, un lugar con mucho sol.


Eso le llamo un poco más la atención, causando que se inclinara de manera inconsciente hacia él, mientras que de manera disimulada observaba cada detalle de su persona, por ejemplo, se sentaba muy recto, de una manera elegante y su letra en definitiva era muy linda y llamativa.


Como sus ojos


Ignoró su propio pensamiento a la par que pensaba en una respuesta rápida a lo dicho por aquel rubio.


—Bueno, el clima aquí me gusta, no mucho sol, más momentos donde puedo pasarme acostado bajo muchas mantas y estar calentito. Eso me gusta, todo lo contrario, a mi hermana y mi madre.


Se explicó mientras que una pequeña mueca se instalaba sobre sus labios al saber que probablemente su hermana de regreso a casa se quejaría acerca del frío que hacía y que extrañaba Arizona.


Vio el momento exacto cuando una mueca divertida se posó sobre sus labios, por lo que se vio en la tentación de preguntar el porqué de aquello, o al menos pensó en hacerlo, ya que nuevamente se vio olvidando aquello cuando escuchó su voz.


—¿Si odian la lluvia y el frío, porque se mudaron a uno de los lugares más lluviosos de los estados unidos?


Y mientras el rubio formulaba su respuesta a la par que escribía en su cuaderno, se dio cuenta de que lo había juzgado demasiado rápido, ya no se veía como el típico matón que golpeaba a todos a la hora de la salida, ahora, justo en ese momento parecía uno más entre todos, indefenso, se veía agradable, o al menos eso podía ver él.


—Es complicado.


Se encogió de hombros al mismo tiempo que se giraba al frente, volviendo la vista a su cuadernillo que seguía incompleto, por lo que tomo su lápiz para comenzar a completarlo en silencio, hasta que aquellas palabras cargadas de curiosidad se hicieron presentes entre ambos.


—Puedo tratar de comprender.


Pudo ver como la pálida mano del contrario le acercaba sus anotaciones, por lo que se aprovechó un poco de aquello y copio algunas respuestas mientras se preparaba internamente para responderle.


—Mm... mi madre se volvió a casar.


—¿Y él no te gusta?


Al terminar con las respuestas que faltaban, dejo su lápiz y demás material a un lado para volver a observarlo, tomándose cierta libertad para apoyar sus codos sobre la mesa, seguido de recostar su rostro contra las palmas de sus manos.


—No, no se trata de eso. Phil es bueno, muy agradable.


Al encontrarse de nuevo con aquellos ojos dorados, se sintió nervioso como minutos atrás, se sentía tan pequeño bajo su mirada, era demasiado profunda e intensa, razón por la que termino desviando sus ojos hacia otro lugar lejos de él.


No negaría nada, estaba nervioso gracias a la mirada fija del contrario sobre él, era demasiado para poder soportarlo por sí mismo.


Tal vez era porque se sentía ligeramente atraído a él cómo polilla a la luz, pero eso le parecía demasiado pronto, por lo que se decidió ignorar aquello por su propio bien, algo en su interior le pedía a gritos que lo hiciera, que se mantuviera lejos.


Tal vez era su dignidad.


Al terminar la clase sorpresivamente fue acompañado por el rubio, quien se mantuvo caminando a su lado por todo aquel largo pasillo, había demasiadas personas gracias al intercambio de clases, por lo que se mantuvieron juntos, rozando sus brazos de vez en cuando, causando que sus pensamientos revolotearan por completo.


En lo poco que compartieron se dio cuenta de que era alguien muy callado si se lo proponía, que también era muy curioso, poco sonriente, y que era mucho más alto que él, le sacaba casi dos cabezas, por lo que apenas le llegaba al hombro.


—¿Por qué no viven con su madre y con Phill?


Y nuevamente aquel tono curioso abrió paso a aquel silencio que se había mantenido desde que salieron del salón.


Sonrió ante aquello antes de siquiera poder darle una mirada rápida, dando con aquellos ojos que lo observaban con atención, por lo cual no dudo en responderle.


—mm bueno, Phill es un golfista profesional y está viajando constantemente y mamá se quedaba con nosotros en casa. —Se acercó a los casilleros lentamente, notando que era la zona donde le habían indicado en el receso, deteniendo su paso hasta quedarse parado al que se suponía que era suyo— con mi hermana sabíamos que ella no era del todo feliz, por lo que decidimos vivir con papá por un tiempo.


Al poder abrir el casillero se dio una sonrisa ligeramente orgullosa, metiendo los cuadernillos que le habían dado seguido de su chaqueta, ya no tenía tanto frío, por lo que tampoco quería cargar con aquello el resto del día.


Se sentía mucho más ligero, eso le facilitaba muchas cosas.


Al ya no escuchar respuestas por parte del curioso de ojos dorados, se giró encontrándose con él, observando el suelo, por lo que se acercó a dejar una de sus manos contra su hombro.


—¿Jas-?


—¿Y ahora eres infeliz?


Ante aquello, simplemente retrocedió al mismo tiempo que parpadeaba repetidas veces como si estuviera procesando aquella pregunta.


Pregunta profunda mi amigo.


Tampoco necesitaba exagerar, no se consideraba infeliz, pero tampoco era el más feliz en aquel lugar, era cuestión de acostumbrarse y adaptarse a su nuevo entorno.


—No, no. No soy del todo feliz, pero sé que voy a serlo algún día.


Respondió antes de poder regalarle una pequeña sonrisa, seguida de volver a girarse a cerrar su casillero, dando por terminada aquella charla.


Al volver a girarse se acercó a palmearle su hombro seguido de dejar un apretón, notando cierto músculo, lo cual le sorprendió apartando la mano de inmediato y pasar a su lado para ir en dirección de su última clase.


—Nos vemos luego, me gusto hablar contigo, Jass.


Y con eso se marchó de allí, dejando a un Jasper solo en medio pasillo hundido en sus pensamientos.
















ʟᴏᴠᴇʀꜱ

[ᴀ ᴊᴀꜱᴘᴇʀ ʜᴀʟᴇ ꜰᴀɴꜰɪᴄᴛɪᴏɴ]

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Hola, agradecería bastante que si ven algún error me lo hagan saber, por favor.

Espero que hayan disfrutado de la historia hasta el momento, gracias por leer.

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