Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

│ • OO1 ✧ ˖ ꒰ ੭'























ꜰᴏʀᴋꜱ

ʟᴏᴠᴇ!

ʟᴏᴠᴇ!

ʟᴏᴠᴇ!

ᴀɴᴅ ᴍᴏʀᴇ!














Soltó un suspiro lleno de cansancio al volver a repetir aquellas palabras por tercera vez en aquellos minutos, "Bells apúrate o voy a dejarte aquí", llevaba apurando a su hermana hace más de treinta minutos, debían de ir lo más rápido posible hacia el aeropuerto o iban a perder su vuelo.


Sus nudillos volvieron a ir hasta la madera de aquella puerta para golpearla con algo se fuerza, consiguiendo que la femenina al otro lado le abriera con una mala cara al ser apresurada de aquella forma.


— Gracias a Dios que te diste prisa.


Bufo antes de girarse sobre sus talones para bajar aquellas escaleras en dirección de la sala principal, seguido de salir hasta el exterior donde su madre lo esperaba con una mueca sobre sus labios la cual estaba llena de disgusto.


—Chicos, saben que no tienen que hacer esto. 


Escuchó a su madre volver a repetir en cuanto se adentró a la parte trasera del auto de Phil, su padrastro.


Habían tenido aquella charla acerca de todo aquello y creyó fielmente que todo había quedado solucionado, pero simplemente eso no podía pasar, no con su madre.


Habían estado hablando sobre el espacio que tenían cada uno en aquella casa, la privacidad que cada uno merecía y con su melliza llegaron a la conclusión de que su madre como su pareja merecían tener su luna de miel después de sus meses de casados, no habían podido hacerlo debido a ellos dos, así que habían tomado una sería decisión.


Se mudarían junto a su progenitor en aquel viejo pueblo en el que había vivido toda su infancia, Forks. Extrañaría el fuerte sol de Phoenix contra su pálida piel, aunque debía de admitir que amaría el nuevo clima que le esperaba en el otro lado del país, siempre prefirió el frío antes que el calor como lo hacía su hermana.


Al llegar al aeropuerto la despedida fue algo triste desde su punto de vista, extrañaría demasiado a su madre, siempre había sido demasiado unido a ella tanto como lo era con su padre, pero sin duda aquello era lo mejor, tendría una nueva oportunidad para empezar desde cero, hacer amigos y poder fortalecer el lazo que tenía con su padre.


—Saluden a Charlie de mi parte —Escucho como soltaba aquello con resignación lo cual lo hizo volver en sí antes de poder brindarle una sonrisa a su dulce progenitora.


—Lo haremos, tranquila.


—Los veré pronto —Volvió a insistir—. Pueden regresar a casa cuando quieran. Volveré tan pronto como me necesiten.


—No te preocupes por mí, preocúpate por Bells. Es ella quien no esta del todo a gusto —Le hizo saber mientras que se acercaba a darle un último abrazo lleno de cariño—. Todo irá estupendamente. Te quiero, mamá.


La abrazó por un buen rato hasta que por los parlantes volvió a escuchar las indicaciones para su vuelo por lo que tuvo que separarse y caminar hasta su hermana quien lo había estado esperando pacientemente.


Le dio una última mirada a su madre y a su padrastro antes de poder girarse y caminar hacia el largo pasillo en dirección a su vuelo.


Saliendo de la sala de embarque fueron directamente a buscar sus maletas, tardando un poco más de lo esperado debido a que los equipajes que habían traído se había perdido por lo que tuvieron que esperar un poco más de lo acordado.


Al salir de aquella sala en dirección a la salida general pudo ver claramente como a unos cuantos metros se encontraba su padre esperando con ansias por ellos, era fácil distinguirlo entre las otras personas. Tenía un cartel con sus nombres y llevaba su uniforme policial además que no había cambiado absolutamente nada desde la última vez que lo había visto, esto siendo hace tres años y medio.


Había dejado de ir gracias a que su tiempo se lo impedía y también el dinero, pero en parte eso lo pudo recompensar con mensajes y llamadas. Claramente, no era lo mismo, pero al menos tenían comunicación entre ambos, no como su hermana quien seguía llamándolo Charlie y lo trataba un poco más distante de lo que sería normal al sentirse incómoda ante una presencia que no acostumbraba.


El reencuentro no fue tan cómodo como imaginó, de igual manera fue agradable volver hablar en persona con su padre después de tanto tiempo, no faltó uno que otro intercambio de palabras entre Bella y su padre, causando que el ambiente se pusiera un poco tenso el cual se encargó de romper como pudo.


El camino a Forks no fue realmente tan largo como espero, se había ido todo el recorrido en observar los altos árboles que rodeaban toda la ciudad al igual que intentaba ignorar el incómodo silencio entre ambos en la parte del frente de la patrulla en donde iban, no era por ser dramático, pero de verdad aquel silencio podría ser cortado por un cuchillo.


Así que intento animar un poco el ambiente sacando a tema todo lo que podría llegar hacer una vez que llegará a su nuevo hogar, compartiendo algunos temas con su hermana quien parecía más interesada en hablar con él que con su propio padre.


También hablaron acerca de la matriculación en la secundaria en donde asistirían.


—Me parece vergonzoso entrar en medio del año.


—Al menos terminaremos la preparatoria.


Contestó a la queja de su hermana seguido de inclinarse a dejar un beso contra su mejilla, recibiendo una mirada llena de disgusto por su parte.


Y es que no podía evitarlo, su manera de demostrar su amor era en actos, ya sea de preparar algún presente hasta dar un abrazo, a su hermana la disgustaba demasiado cualquier tipo de contacto por lo que era difícil demostrarle parte de su cariño a ella sin recibir alguna mirada de desagrado o que se alejará ante cualquier mínimo contacto.


Se dejo caer contra el asiento por tercera vez en aquel viaje que llevaban, desviando su atención a la ventana en donde por unos segundos fue capaz de ver el gran cartel que les daba la bienvenida al pequeño pueblo del noroeste del estado de Washington, Forks.


Población tres mil trescientas veinte personas.


Con ambos allí serían tres mil trescientas veintidós personas más.


Su atención se fue vuelta a la parte del frente, donde su padre y su hermana daban un vago intento para sacar algún tema de conversación entre ambos, fallando de una manera en la que dejaría incómodo a cualquiera que los escuchará.


—Te cortaste el cabello.


—Lo deje crecer desde la última vez que estuve aquí.


—Oh... creció otra vez.


Eso era incómodo para cualquiera, por lo que optó ignorar aquello colocándose sus audífonos a la par que tomaba su móvil para elegir cualquier canción que callara aquel silencio incómodo que se había formado en el coche y para su suerte acabó poco tiempo después, ya que no tardaron absolutamente nada en llegar, el coche estacionando se en frente de aquella casa en la que años atrás había vivido hasta que su madre decidió que era lo mejor largarse de ahí para iniciar una mejor vida al otro lado del país.


Se apresuró en salir del coche, quedando de pie a un lado de este, dándole una larga mirada a todo a su alrededor, sorprendiéndose ligeramente al notar que casi nada había cambiado en todo aquel tiempo en el que habían dejado de ir, exceptuando algunas cosas obviamente.  


Aún recordaba como había sido visitar a Charlie la última vez, fue hace tres años la última vez que estuvo por aquellos lares, se arrepentía de no haber vuelto a visitarlo en todo aquel tiempo, pero supuso que ya era tarde para lamentarlo, así que solo se dedicaría a ganar todo el tiempo perdido y crear buenos recuerdos junto a él y su hermana.  


Ayudo a sacar sus equipajes, seguido de llevarlos hasta la entrada de la casa de donde vivirían de aquel momento en adelante, apenas su padre abrió la puerta, se adentró a la vivienda de manera rápida observando su interior de manera curiosa, recordando algunos momentos de su infancia al ver ciertos muebles en los mismos lugares tal y como si estuvieran detenidos en el tiempo.  


Una ligera sonrisa se posó sobre sus labios por aquel motivo, en particular, antes de que nuevamente su atención se viera centrada en aquellos dos castaños que se dedicaron a subir las escaleras en silencio, los siguió sin dudar, manteniendo el silencio en cuanto arrastro sus bolsos detrás de ambos hasta que llegaron a la primera habitación la cual antes compartía con su melliza, pero por cosas del destino parecía que aquello no sería posible esa vez.


Escucho como Charlie le indicaba un par de cosas a la castaña antes de que se girara por completo para dirigirse esta vez a su dirección, llevándolo por el corto pasillo hasta llegar a una puerta que no recordaba del todo bien para abrirla, mostrando unas pequeñas escaleras que subieron con facilidad hasta llegar al ático remodelado en una especie de habitación.


—Pensé que ibas a querer tu propio espacio así que te dare este lugar para ti, espero y te guste.


Eso le pareció tierno, si era completamente sincero consigo mismo, se acercó a rodearlo con sus brazos, demostrando cuan agradecido se encontraba en aquel momento, durando un poco más de lo esperado en aquel abrazo en cuanto sintió los brazos del mayor rodearlo por sobre sus hombros, teniendo que separarse a los minutos cuando escucharon un carraspeo por parte de la femenina quien veía apenada la situación.


—Lo siento, no quería interrumpir, pero venia a preguntar por la mesada en el baño...


—Ah si, la desocupe para ustedes, también los cajones, pueden utilizarlos sin problema.


Y con eso el sheriff salió de la habitación dejando a los hermanos solos en un silencio, algo incómodo que fue roto por el menor, quien empujo lentamente a su hermana hasta dejarla fuera de aquella "habitación" para cerrar la puerta, quedando completamente solo y en silencio.


Se obligó a sí mismo a desempacar sus prendas antes de poder siquiera pensar en dejar aquello para otro día, algunas veces la flojera podía con él, obligándolo a dejar sus cosas y no hacer absolutamente nada, como el vago que algunas se dedicaba a ser.  


Estuvo así por varios minutos hasta que escucho un fuerte sonido de motor en la parte baja de la casa, por lo que como un buen curioso bajo a revisar, llevándose con la sorpresa de ver dos rostros algo familiares a las afueras de su nuevo hogar, los Black.  


Al ver a su padre tan animado a un lado de aquel señor en silla de ruedas, se acercó a saludar mientras ofrecía una sonrisa amable a ambos invitados.  


—¿Matt, recuerdas a los Black?


—Claro, luce bastante bien.


—Sigo bailando, me alegra de que regresarán, Charlie no ha parado de hablar de eso desde que supo de la noticia.


Se acercó aún más mientras extendía su mano para saludarlo de la manera correcta, siendo correspondido al poco tiempo antes de girarse un poco dando con el adolescente de cabello largo, quien alguna vez fue su mejor amigo. Ignorando como su padre fingía pelear con su amigo sobre la carretera.


Volviendo su atención al frente, noto que él había cambiado bastante, su cabello lucia mas largo y sus facciones eran cada vez mas adultas, pero aún así su sonrisa y sus ojos seguían siendo iguales que en el pasado.


—Hey Jake.


Se acercó a dar un corto abrazo antes de poder separarse y golpear juguetonamente su hombro a la par que escuchaba como su progenitor llamaba a su hermana para presentarle a Billy, mientras tanto él se encontraba entretenido en su charla con Jacob en donde le reclamaba del porqué había dejado de responder a sus mensajes y llamadas, siendo detenido por su padre quien señalo la camioneta naranja a sus espaldas.  


—¿Y, qué les parece?, es su regalo de bienvenida.  


Escucho como su hermana mayor soltaba un jadeo impresionado seguido de boquear algunas veces antes de subir emocionada en el asiento de conductor, golpeando accidentalmente al pelinegro que pasaba al lado suyo para rodear la camioneta y subir del lado contrario, por su parte se acercó lentamente quedando parado a un lado del conductor, viendo el tonto coqueteo de ambos al mismo tiempo que probaban el motor.  


Sonrió de lado ante aquello, sintiéndose divertido al recordar el tonto enamoramiento del moreno por su hermana en cuanto eran niños, y al parecer esos sentimientos no se habían esfumado por lo que podía ver en los ojos oscuros de su ex mejor amigo. Era una verdadera lástima que no fueran a la misma institución, no podría burlarse de los dos , pero ya encontraría el momento para hacerlo.  


Porque apostaba a que aquello no se quedaría ahí, podía sentirlo.  














ʟᴏᴠᴇʀꜱ

[ᴀ ᴊᴀꜱᴘᴇʀ ʜᴀʟᴇ ꜰᴀɴꜰɪᴄᴛɪᴏɴ]

.

.

.

.







Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro