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│ • O15 ✧ ˖ ꒰ ੭'












ʟᴏs ᴄᴜʟʟᴇɴ... ᴅᴇ ɴᴜᴇᴠᴏ

ʟᴏᴠᴇ!

ʟᴏᴠᴇ!

ʟᴏᴠᴇ!

ᴀɴᴅ ᴍᴏʀᴇ!

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Su día comenzó bastante bien, podría decirse que gracias al buen sueño su estado de humor al despertar era bastante bueno.


Mejoró en cuanto bajo hasta la cocina, preparándose un buen desayuno donde su buen café no pudo hacer falta, al igual que sus tostadas con jalea, no era mucho, pero era lo suficiente para dejarlo sin hambre y contento.


No tardo en ser saludado por su padre, quien aquel día se quedaría en casa, seguramente viendo algún partido en la televisión, tal vez en el mejor de los casos iría a pasar el día con los Black.


En cuanto vio a su hermana bajar por las escaleras, se repitió que su día había empezado muy bien como para que se fuera al caño solo por algo tonto que había pasado la tarde del día anterior, así que para no darle importancia se dignó a ignorar a su melliza, quien tampoco hizo mucho para hablarle.


Seguramente había notado lo distante que se había puesto.


Al terminar con su desayuno fue casi de inmediato a su habitación, donde hizo todo un revuelto entre sus ropas, pues quería encontrar el atuendo perfecto para aquella ocasión.


No todos los días conocía a la familia de su novio, debía de dar una buena imagen y lucir extremadamente bien.


Por lo que se tardó bastante, haciendo todo un desastre sobre su cama, prendas esparcidas por todos lados, probándose una tras otra para dejarla de lado en busca de otra.


Fue así hasta que su padre llamo a su puerta diciendo que alguien lo estaba buscando, que se apresurara para no hacerlo esperar.


Alarmado por eso, fue hasta su móvil para ver la hora, encontrándose con que había tardado mucho más de lo esperado, maldiciendo en voz baja mientras dejaba el aparato a un lado.


Corriendo en dirección de la puerta, saliendo de su cuarto hacia las escaleras, bajándolas con algo de prisa, por lo que termino por tropezar al último escalón debido a que su pie decidió traicionarlo de la peor forma.


El golpe contra el suelo no tardo en llegar, arrebatándole un quejido lastimero al notar que en un intento por sujetarse de algo se había lastimado las manos, terminando con pequeños raspones en sus palmas.


ㅡ¿Estás bien, hijo?


Escucho desde la sala por lo que formo una mueca, respondiendo que todo estaba bien, aunque claramente no. Pues aquel tropiezo lo había hecho caer sobre sus rodillas, aunque estas no terminaron con ninguna herida, tal vez en la semana le terminarían saliendo moretones.


Se levantó con cuidado, limpiando las palmas de sus manos contra su pijama. Acercándose hasta la puerta para abrirla sin mucho cuidado, dando con la figura de su apuesto novio recargado contra el marco, mirando a la nada.


ㅡHey, Jass.


Lo llamó un tanto avergonzado, pues al salir con rapidez de su habitación había olvidado por completo que aún tenía puesta la pijama, y no cualquiera, sino la peor de todas, una de pandas.


ㅡHola cariño.


Su vergüenza pasó a segundo plano en cuanto escucho aquellas palabras salir de los labios de él con aquel acento sureño que tan atractivo se le hacía.


No hacía falta decir que sus mejillas dolieron ante tal enrojecimiento que lo atacó de un momento a otro. Una gran sonrisa abrió paso sobre sus labios tan pronto como lo tuvo a escasos centímetros suyos.


Sus manos picaron al querer tener contacto con él, específicamente agarrar sus mejillas y llenarlo de besos.


Pero no podían hacer eso, estaban en la entrada de su casa, su padre podría salir en cualquier momento y encontrarlos justo en medio de la acción. Y no tenía muchas ganas de explicarle a Charlie que era gay.


Por lo que no se le ocurrió mejor cosa que tomar las manos del más alto y meterlo a su casa. Empujándolo escaleras arriba hacia su habitación, pasando por alto la mirada extrañada que le había dado su progenitor.


Una vez que cerro la puerta detrás de sus espaldas fue cuando pudo acercarse y besar su mejilla con cariño, dejándose llevar por las manos de él, las cuales se posaron de forma automática sobre su cintura.


ㅡAhora sí, buenos días.


Escuchó luego de que un beso fuera dejado sobre sus labios, arrebatándole inconscientemente una sonrisa embobada, delatando cuanto.


Delatando cuanto le había gustado aquello.


ㅡDisculpa el desorden...


Fue lo primero que salió de sus labios tan pronto como se dio cuenta como este pasaba su vista por toda la habitación, no estaba tan desordenada después de todo, solo un poquito.


Se separó de él tan pronto como se dio cuenta del cómo estaba vestido, a lo que rápidamente tomo lo primero en su alcance queriendo cambiarse y estar más presentable.


ㅡNo voltees.


Advirtió mientras se acercaba a girar al mayor para que no lo viera mientras se cambiaba de prendas.


Golpeo su espalda tan pronto como escucho sus palabras, teniendo aquel efusivo sonrojo en sus mejillas al imaginar si es que el más alto viera algo de más.


Aprovechó que no lo estaba viendo para deslizarse de su pijama, dejándola caer al suelo, colocándose unos pantalones con rapidez, queriendo tardar lo menos posible.


Sonriendo con ternura al notar que el rubio en ningún momento se había volteado para tratar de verlo, por lo que con más confianza se tomó el tiempo de buscar alguna camiseta que combinará con sus pantalones.


Acercándose lentamente hasta quedar en su frente, tragando grueso en cuanto noto que sus ojos estaban cerrados, dejando una expresión relajada sobre todo su rostro.


Aquello en parte lo conmovió, por lo que emocionado con aquel pequeño detalle se acercó lo suficiente para dejar un casto beso contra su barbilla, tomando por sorpresa a su novio, quien al sentirlo tan cerca volvió abrir sus ojos.


ㅡ¿Crees que estaría bien si voy de esta manera?


ㅡTe ves hermoso.


De verdad creía que su corazón saldría de su pecho para irse corriendo a cualquier dirección contraria a donde este Jasper, con aquellas simples palabras eran o suficiente para dejarlo nervioso y tímido.


Casi en un estado eufórico.


Trato de calmar sus emociones para no abrumar al más alto, no quería que se sintiera abrumado por la cantidad de emociones que debía de sentir saliendo de él.


Tomo sus manos con cuidado, agradeciendo en voz baja ante aquel lindo cumplido, besando de nuevo su barbilla como parte de su agradecimiento, siendo correspondido por una sonrisa donde sus colmillos fueron la principal atracción.


No termino por elegir correctamente sus prendas, solo se dejó llevar por las palabras de su novio, donde constantemente fueron remarcadas las palabras "lindo" "hermoso" y "tierno".


Así que no rebusco más, se quedó con lo que ya tenía puesto, colocándose uno de sus zapatos favoritos, que según él le daban buena suerte, Jasper solo atino a quedarse en silencio debido a la mala mirada que le había lanzado al notar que haría una broma con ello.


Le repitió que era su forma de bajar sus nervios, siendo respondido con "puedo ayudarte con eso" pero simplemente respondió que eso no debía de convertirse en un trabajo para él.


Al final eso realmente no ayudo a bajar sus nervios, pues apenas estar bajando del coche una vez aparcado frente a la lujosa casa en medio de los frondosos árboles, sintió los nervios llenarlo una vez más.


A lo que se dignó a aferrarse a la puerta del auto, atrayendo consigo la mirada divertida del mayor, que en vez de burlarse solo atino a rodearlo con sus brazos, trasmitiéndole algo de calma momentánea.


ㅡ¿Y si no les agrado para ti? Podrían alejarme si es que no les caigo bien, eso sería una pesadilla.


ㅡTranquilo, nada lograra alejarme de ti y te amaran, estoy seguro.


La forma tan tranquila en la que hablo contra su oído fue lo que logro calmar todo rastro de ansiedad en él, se obligó a pensar en cosas positivas y alejar todos los pensamientos negativos que tenía.


Aquel día debía de salir bien, solo era conocer y presentarse ante los padres de Jasper.


¿Qué podría pasar?


Al entrar a la gran casa se quedó sorprendido debido a lo espacioso que parecía ser, dejando que Jasper lo ayudara a sacarse la chaqueta que había llevado en caso de tener frío en horas más tardes.


Se dejó guiar por los pasillos hasta llegar a la cocina, donde pudo ver a toda la familia de inmortales de aquí para allá, al parecer cocinando lo cual lo extraño por completo, pero decidió no preguntar nada en cuanta una bonita señora castaña se acercó a él junto a una gran sonrisa maternal.


ㅡHola, mucho gusto soy Matthew.


Fue el primero en acercarse, algo tímido mientras extendía una de sus manos, las cuales tenían un ligero temblor debido a la ansiedad de conocer a nuevas personas.


Así que tú eres la razón de las sonrisas de mi hijo en estos últimos días...


Se sintió algo avergonzado al escuchar eso, pero también no evito sentirse cálido, pues saber que era el causante de que el humor de Jasper fuera bueno lo hacía sentir ciertamente realizado.


La mujer se presentó como Esme, la madre de aquella gran familia, su bienvenida fue tan amorosa y cálida que no evito sentirse en casa, recordar a su madre de cierta forma, entrando en confianza mucho más rápido de lo que alguna vez hubiera pensado.


No hizo falta hablar de mucho, al parecer todos estaban cómodos manteniendo el silencio, el cual era ciertamente interrumpido debido al sonido del video de un chef, el cual explicaba como hacer comida italiana, cosa que ciertamente lo conmovió.


Hasta se había ofrecido como ayudante, siendo rechazado por cada uno de ellos, mayormente se excusaban con que solo era una comida y que era la razón por la que usaban aquella cocina por primera vez desde que se habían mudado.


Resignado, se quedó sentado a un lado de su novio, escuchando atento a los chistes que Emmett soltaba de vez en cuando, también respondiendo algunas preguntas hechas por Carlisle, al principio lo había tratado formal, dirigiéndose a él como señor Cullen, pero el patriarca lo había convencido con llamarlo solo por su nombre.


Con Rosalie no toco muchas palabras, pues parecía que la chica rubia estaba decidida a crear un muro de hielo entre ambos, no sabía por qué no le agradaba del todo, pero tampoco la obligaría a forzar algo entre ambos solo por el hecho de ser cuñados.


En cambio, con la que más hablo fue Alice, quien le saco platica en cada oportunidad que tuvo para no decir la mayoría de veces, era agradable, se sentía cómodo alrededor de ellos, sin la necesidad de verlos como algo más y temer de su bienestar al estar rodeado de vampiros.Solo había calma y paz.


Pero eso no duró mucho, pues escucho cierta voz familiar que lo hizo fruncir el ceño en disgusto mientras se preguntaba que hacía ella ahí. Viéndola ingresar detrás de Edward, mostrando aquella sonrisa poco amigable que siempre daba en situaciones embarazosas.


Fue recibida por la madre de la familia, haciéndose mostrar con aquella amabilidad y aura materna, entablando una conversación con su melliza, quien respondió con pocas palabras, como si estuviera incómoda ante las presencias nuevas.


Compórtate, no estás en tu casa.


Fue lo primero que pensó, atrayendo consigo una mirada molesta por parte del cobrizo, quien noto su presencia debido a ello. Inmediatamente, recordó las palabras de Jasper, "Tienes que tener cuidado con Edward, es alguien que puede escuchar cada pensamiento que tienes".


Seguido de ello se obligó a recordar algo ruidoso y con muchos colores, con tal de alejar a aquel intruso de su bonita cabeza, pero eso no fue falta. Pues un fuerte sonido causo que toda la atención de la familia fuera hasta cierta rubia que parecía sacar humo por las orejas.


Sus ojos se movieron con cuidado buscando el rastro de lo que pudo causar aquel ruido, dando con los restos de lo que alguna vez fue un bowl de vidrio esparcido por el suelo, pero no pudo ver más debido a la alta figura de Jasper colocándose en frente suyo.


De cierta forma, protegiéndolo de la repentina ira de Rosalie.


ㅡPerfecto.


ㅡMe halagan que hagan esto, sé que ustedes no comen...


No entendió ni un poco de lo que había escuchado, colocándose de puntillas para intentar ver por sobre el hombro del más alto, pero al parecer este lo noto, dándole una mirada sería para que se mantuviera quieto, a lo que no pudo negarse, aguardando detrás de él, escuchando como la conversación solo parecía encenderse aún más.


ㅡSí, sigamos fingiendo que esto no es un riesgo para todos nosotros. Toda la familia se vera implicada si esto acaba mal.


Formo una mueca sobre sus labios al escuchar aquello, por lo que buscando darle apoyo a su pareja, simplemente apoyo su cabeza contra su hombro al mismo tiempo que pasaba sus brazos alrededor de su torso.


ㅡHabla por Edward, no estoy haciendo nada malo y lo sabes.


El tono de voz que Jasper había usado no era muy agradable, sonaba serio y frío, completamente lo contrario de cuando se dirigía a él, era extraño si era sincero, aquel tono suave y meloso ser sustituido por uno duro y tosco era muy diferente.


ㅡMal sería si el menú fuera yo.


¿Aquello le aprecia un chiste?


Su ceño se frunció tan rápido como escucho aquella estupidez escapar de los labios de su melliza, incluso llego a separarse de Jasper para hacerse a un lado, sacando su cabeza de su escondite para ver de forma seria a su hermana.


ㅡEso fue estúpido y de muy mal chiste Isabella.


No le importo recibir otra mala mirada por parte de aquel vampiro cobrizo, no cuando pudo resguardarse detrás de su novio, quien parecía no muy feliz de estar en aquella situación.











ʟᴏᴠᴇʀs

[ᴀ ᴊᴀsᴘᴇʀ ʜᴀʟᴇ ғᴀɴғɪᴄᴛɪᴏɴ]

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Maratón 3/6

IAN.


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