O8; Atractivo.
❝ATRACTIVO❞
Sohyun quería hacer desaparecer a su hermano, pues se suponía que al otro día sin falta tendría el casco en sus manos, por esa razón había tomado la decisión de no decirle la verdad a Seojun. Pero todo estaba saliendo mal, porque el amigo de su hermano no respondía los mensajes.
Luego de contarle todo a Jugyeong, le dijo que se lo escribiera, pero al no animarse, su amiga decidió hacerlo lo cual se lo agradeció.
Seojun iba entrando con sus amigos mientras conversaban hasta que vio a Jugyeong frente a él. Parecía nerviosa y no veía el casco en sus manos ni a Sohyun cerca.
— Oye...—aprieta la hoja doblada en sus manos siendo intimidada por su mirada.
— ¿Dónde está Sohyun con mi casco? —pregunta desconcertado.
— En el salón, he venido en lugar de ella —asiente.
— No hay forma de que hayas doblado mi casco y puesto en tu bolsillo...
— No podría decir ésto con palabras —se acerca torpemente y deja la hoja en el bolsillo de su chaqueta—. Léelo una vez que me haya ido —comienza a correr.
— ¿Qué es ésto? —eleva la voz tomando la hoja.
— ¡Ella te escribió una carta de amor!
—gritan al unísono sus amigos.
Siguen burlándose de él que había comenzado a leerla, con demasiada curiosidad.
Sé que lo que no tienes es paciencia, por lo que deberías trabajar en eso y puedo ayudarte diciéndote que el idiota de mi hermano regaló tu casco.
Pero no te preocupes porque lo recuperaré.
Sólo debes tener paciencia.
Kim Sohyun.
— ¿Qué dice? —habla desesperado su amigo, Kim Chorong—. ¡Queremos leerla.
— ¡Sohyun! —alza la voz molesto para luego comenzar a correr hacía el salón.
Seojun estaba realmente molesto, pues no entendía como siempre tenía una excusa para no devolverle aquel casco. Por momentos pensaba que su amigo tenía razón y simplemente estaba tratando de llamar su atención.
Al entrar al salón miró a su amigo que estaba levantado mirándolo desconcertado por sus gritos.
— ¡Kim Sohyun! —gritó buscándola con la mirada.
— Lo siento, lo siento —repite una y otra vez corriendo a donde se encontraba Haejin, por lo que se escondió detrás de él sorprendiéndolos a ambos.
— ¿Crees que soy una broma? —alza un poco la voz molesto.
— Sólo debes tener paciencia —lo mira por un momento y vuelve a esconder su rostro en la espalda de Haejin.
— ¿Qué sucede? —pregunta preocupado.
— ¡Ha regalado mi casco!
— Fue mi hermano, pero lo recuperaré...
Sohyun miró a Jugyeong que le susurra un "Lo siento", y a tres compañeros más que se encontraban en aquel salón que parecían sorprendidos por lo que sucedía.
— Ya, me encargaré de que te lo traiga de regreso mañana —asegura Haejin—. No tienes de qué preocuparte.
Seojun rió rónico mientras negaba con la cabeza, pues la actitud de su amigo le sorprendía ya que jamás había sido así con nadie.
— Está bien —asiente—. Si no es así tú también pagarás —asegura para luego sentarse en su lugar y apoyar su cabeza en sus brazos para dormir como siempre lo hacía.
Más compañeros comenzaron a entrar, y Haejin volteó a ver a Sohyun que tenía su mano en sus costillas mientras trataba de controlar su respiración.
— ¿Estás bien? —pregunta preocupado.
— Perfecta —levanta su dedo pulgar mientras comienza a caminar a su lugar.
Haejin dejó pasar aquella situación decidiendo creer en sus palabras, volteó a ver nuevamente a su amigo el cual probablemente ya estaba dormido sobre su banco.
Durante la clase, Sohyun sentía una mirada sobre ella y al voltear se encontraba con la penetrante mirada de Seojun, que le causaba un cosquilleo en su estómago por los nervios.
Durante la tarde recibió una llamada de Haejin el cual había logrado contactar al amigo de su hermano.
Eso la hizo sentir aliviada, pues ya no tendría que soportar las malas miradas ni los malos tratos de Seojun.
Se encontraba en el auto de Haejin, miraba por la ventanilla como este hablaba con el amigo de su hermano ya con el casco en sus manos.
El de cabello dorado parecía temeroso e intimidado por la mirada y palabras que salían del pelinegro.
No podía quitarle la mirada de encima, pues quizás antes no lo había notado, pero comenzaba a parecerle demasiado atractivo ante sus ojos.
En cuanto este volteó a verla al sentir su mirada, rápidamente volteó hacia el frente comenzando a jugar con sus manos debido a los nervios.
Cuando se encontró ya dentro del auto la tensión comenzó a crecer y él trató de no sonreír al notarlo.
— Ten —dejó el casco en sus piernas.
— ¡Oh, gracias! —dice aliviada aferrándose al casco—. En verdad gracias —lo mira.
— Ya, no fue nada complicado —enciende el motor.
— Quiero asesinar a mi hermano por haberlo tomado...
— Oye, tranquila —voltea a verla—. Mira el lado positivo —se señala.
— ¿Qué? —pregunta desconcertada.
— Tu hermano ha provocado que tuvieras que pasar tiempo conmigo y eso es un privilegio para ti—dice dejando notar su ego.
— Vaya —aprieta sus labios en una fina línea—. ¿Ese es el lado positivo?
Volteó a verla indignado causando que soltara una carcajada.
— Es broma, Haejin —apoya su mano en su brazo.
Ambos bajaron la mirada a su mano y cuando sus ojos se conectaron se sonrojó sacando su mano mientras dirigía volteaba a ver hacia el frente.
— ¿Me invitarás el café que me debes?
Carraspeó su garganta comenzando a conducir tratando que la tensión que había vuelto a formarse se fuera.
— ¿Puede ser otro día? —hace una mueca—. Debo volver temprano.
— Vaya, se nota que quieres seguir viéndome —bromea.
Sohyun rió negando con la cabeza y siguieron conversando hasta que estuvo cerca de su casa donde decidió bajar. Este se preguntaba porqué no quería que la dejara en su casa, pues hasta cuando la buscó tuvo que hacerlo a unas cuadras.
La pelinegra se sentía algo mal por no poder seguir pasando más tiempo con él, pero no quería tener nuevamente problemas con su padre. Aún se encontraba muy adolorida y con marcas, pero trataba de disimularlo, ya que no podía hablar de eso con nadie porque se sentía avergonzada y con miedo a la vez.
Al otro día al llegar al instituto mientras caminaba hacia la entrada aferrada al casco, ya que tenía miedo de que volviera a desaparecer, vio a Seojun bajando de la moto.
Aliviada se acercó rápidamente a él quien la miró sorprendido al voltear y encontrarla en frente.
— ¿Que qui...? —al bajar la mirada y ver su casco volvió a sorprenderse—. Vaya, hasta que te has dignado...
— De nada —habla entregándoselo.
— Sohyun...
— Ahora puedes dejar de molestarla —dice una voz masculina a espaldas de ella que al voltear y ver a Haejin sonrió—. ¿Vamos juntos al salón?
— Claro, vamos —responde algo sorprendida sin quitar la sonrisa.
Ambos empezaron a conversar animadamente y Seojun con el casco aún en sus manos no dejaba de verlos sorprendido.
Jamás la había visto sonreír y por un momento había pensado que debería hacerlo más seguido, pero rápidamente negó con la cabeza saliendo de aquel trance.
No entendía en que momento había comenzado a hacer notar aún más su presencia como así también los demás, lo que despertaba cierta curiosidad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro