❝CURIOSIDAD❞

Sohyun debió cancelar tomar café a Haejin porque recibió una llamada de su amiga que no dejaba de gritar, por lo que tuvo que ir a verla.
Suho sabía que era la misma persona sin maquillaje, y eso la había alterado demasiado, pues pensaba que su vida iba a volver a arruinarse.

Estaba muy asustada de volver a pasar por el mismo bullying que había llegado a los golpes, por lo que su mejor amiga le dio un abrazo mientras trataba de calmar su miedo que le consumía.

Una vez que había logrado calmarse, Sohyun volvió más tarde de lo habitual a su casa sintiendo como el miedo se volvía parte de ella, pero había decidido apoyar a su amiga y no se arrepentía de eso aunque se sintiera temblar.
Al entrar sintió aquellas pisadas que podría reconocer al instante, su padre estaba furioso, y ella pagaría por eso.

— ¡¿Dónde estabas?! —tiró de su brazo provocando que suelte un chillido— ¡He dicho qué donde estabas, maldita niña! —la sacude.

Miró aquellos ojos oscuros amenazantes que tanto la asustaban, podía sentirse temblar y como su corazón parecía estar a punto de salirse de su pecho.
El aliento a alcohol de su padre llegaba a sus fosas nasales lo que provocó que hiciera una mueca de asco, y de pronto sintió un fuerte ardor en su mejilla, aquel golpe la había hecho caer al suelo.

— Lo siento —solloza desesperada— ¡Lo siento, no volverá a pasar!

— Papá, basta —escucha la voz de su hermano que la sorprende, pues en ningún momento había notado su presencia—. Te he dicho que puedo preparar la cena...

— ¡Cállate, no te entrometas en ésto! 
—grita haciéndolo sobresaltar—. ¡¿Con quién estás saliendo?! —la toma del cabello.

— ¡Con nadie! —grita tratando de zafarse de su agarre—. Sólo estaba con una amiga, lo juro...

— ¡Tú tienes que estar aquí para preparar la cena, niña estúpida! —patea su estómago provocando que esta suelte un grito—. ¡Te enseñaré a obedecerme!

Gritos de dolor escapaban de los labios de Sohyun mientras se retorcía de dolor en el suelo, hasta que Sunkyun, que sentía que rompería en llanto por el miedo y la desesperación, se atrevió a acercarse a su padre.

— Papá...—habla temoroso— y-ya ha entendido —titubea con un nudo en su garganta.

Su padre siguió mirando con odio a su hija sin importarle sus sollozos y gritos desesperados.
No le interesaba para nada aquella familia, sólo le importaba tener el dinero suficiente cada día para poder beber y olvidarse de su repugnante vida.

Una vez que este se fue a ver la televisión, SunKyun se acercó rápidamente a su hermana que se encontraba en posición fetal sollozando.
Le dolía demasiado su cuerpo y sabía que le quedarían marcas por aquellos golpes, pero aquel dolor no se comparaba con nada al que sentía su alma. Cada día le costaba más levantarse de su cama a pesar de que se había prometido a mostrarse siempre feliz.

— Lévantate, Sohyun -—toma su mano y ella con su otra mano en sus costillas trató de levantarse mientras soltaba un quejido—. Te he dicho que debías venir temprano, pero siempre encuentras la forma de hacerlo enfurecer...

Su hermana al escuchar eso lo miró decepcionada soltando su mano—: Sólo déjame —murmura tratando de calmar su llanto mientras se levantaba con dificultad.

Debía cambiarse y bajar a preparar la comida aunque se encontrara muy adolorida. No quería volver a hacerlo enojar, estaba aterrorizada, y aún podía sentir su cuerpo temblar.
Mientras se cambiaba recibió una llamada de Jugyeong, que no dudó en contestar.

— ¡Sohyun, sé lo que haré! —habla emocionada.

— ¿Qué harás?

— Lo enfrentaré —asegura—. No puede verme débil porque se aprovechará de eso. Lo enfrentaré y él no le dirá a nadie mi secreto...

— Oh, me parece perfecto —dice llevando una mano su costillas al sentir tanto dolor que la hizo soltar un quejido.

— ¿Te encuentras bien, Sohyun? —pregunta preocupada.

— Sí, por supuesto —trata de sonar segura—. Debo bajar a cenar. Nos vemos mañana, Jugyeong —cuelga la llamada para luego bajar lista para cocinar.

Ya el comienzo del día estaba siendo un desastre, pues su hermano había tomado el casco y se lo había regalado a su amigo, sin siquiera consultarle.
Por lo que tuvieron una pequeña pelea hasta que le aseguró de que le pediría el casco nuevamente, pero curioso comenzó a preguntarle de quién era y cuando se lo dijo se asustó a tal punto de decir que quería desaparecer.

Al llegar al instituto lo primero que hizo fue buscar aJugyeong  y comenzar a lamentarse por tener un hermano tan idiota, pero su amiga le dio una idea.
Luego la castaña le contó todo lo sucedido con Suho y al decirle que haría todo lo que él quisiera quedó desconcertada.
Pues, el plan que le había contado la noche anterior era completamente lo contrario. Lo empodarada había desaparecido por completo, por lo que comenzó a reírse hasta que Jugyeong le recordó el asunto del casco.

— Oye, recuérdame porqué te tiene de un lado para el otro desesperada —pregunto cargando una caja con papeles que me dificultaba un poco caminar.

— Porque así no le dirá a nadie mi secreto...

— Pues, yo creo que se está aprovechando de ti...—suelta un chillido al chocar contra un hombro.

Al ver el rostro de Seojun el miedo se volvió parte de ella, más aún cuando este la hace acorraló contra la pared y puso su mano allí, acercándose sus rostros. Tragó saliva nerviosa y bajó la mirada, mientras este disfrutaba ver lo que causaba en ella.

— ¿Qué pasó hoy, Kim Sohyun? —habla irónico—. ¿Me devolverás el casco?

— Lo siento, tengo muchas cosas en mi cabeza y lo olvidé —murmura sin seguir el plan de Jugyeong, que simplemente era decir la verdad y correr.

— ¿Lo olvidaste? —pregunta molesto—. Tienes bastante valor.

— Lo siento en verdad —lo mira por unos segundos.

— Crees que soy una broma, ¿verdad?

— ¿Qué sucede? —pregunta otra voz masculina.

Sohyun al voltear y encontrarse con la mirada de Haejin, rogó que la ayudara y este trató de no sonreír al darse cuenta.

— Oh, pues cree que soy una broma...

— ¿Qué? Claro que no —ríe nerviosa—. Mañana lo traeré, lo prometo —asegura.

— ¿Mañana? —pregunta irónico.

— Ya, Seojun, mañana lo traerá en verdad —habla Haejin.

— Es cierto, yo la haré acordarse —Jugyeong interviene.

— Si no lo haces lo vas a pagar —le advierte mirándola fijamente.

Sentía sus piernas temblar al encontrarse tan intimidada por su profunda mirada. Había estado luchando por no perderse en aquellos ojos oscuros, pues se encontraba tratando de intimidarla y lo estaba comenzando a lograr.
Ella se odiaba por ser tan fácil de intimidar, pero por suerte Haejin había intervenido, lo cual la sorprendió.

— Ya, déjalas irse —se acerca a él.

Seojun con su cabeza le indicó que se fueran y esta pasó por debajo de su brazo. Jugyeong y Sohyun aliviadas apresuran el paso mientras conversan sobre lo sucedido, algo asustadas aún.
Seojun miraba desconcertado a su amigo, no era para nada de comportarse de aquella forma por lo que despertó su curiosidad.

— ¿Qué? ¿Ahora eres su guardaespaldas? —ríe.

— Claro que no —dice rápidamente.

— ¿Por qué eres tan aterrador con ella? —pregunta desconcertado, Kim Chorong—. Es obvio que sólo está tratando de llamar tu atención.

Haejin sintió molestia al escuchar eso por lo que decidió seguir a la pelinegra, al escucharla hablar de lo aterrador que era su amigo suspiró.

— Hey, Sohyun —llamó su atención y esta voltea asustada.

— ¿Ahora qué he hecho?

— Nada —suelta una pequeña risa—. Déjame ayudarte —toma la caja.

— Pero...

— Ya, se nota que está muy pesada...

— Oye, ¿no quieres llevar la mía también? —pregunta con una sonrisa, Jugyeong.

— No —dice sin más.

Jugyeong caminó lo más rápido posible lo que desconcertó a Haejin porque él tuvo que hacer lo mismo a pedido de Sohyun, y más despertó su curiosidad al verla chocar a los profesoras y luego de dejar la caja salir corriendo.
Este al notar que Sohyun iba a seguirla tomó del brazo.

— ¿Tu amiga está bien?

— Claro, es sólo que...necesita ir al baño —dice con una sonrisa.

— Vaya...hoy está muy mal —recuerda que interrumpió la clase por lo mismo y hace una mueca.

— Por cierto, gracias por llevar eso por mí...

— Oh, me debes otra salida por ésto —dice antes de irse dejando a Sohyun completamente sorprendida.