O6; Agradable.
❝AGRADABLE❞
Lo hizo a un lado y entró cerrando la puerta a sus espaldas llevándose ambas una gran sorpresa.
— ¿Jugyeong?
Dejó caer la servilleta con la que estaba secando su rostro ya sin crema, ni maquillaje, chillando al verla, por lo que asustada cubrió su rostro con sus manos.
— No me veas, por favor...
— Jugyeong...—se acerca sacando las manos de su cara.
— No digas nada...—rompe en llanto.
— Hey, tranquila...
— No le digas a nadie, por favor —habla entre lágrimas—. Por favor, no...
— No diré nada —habla preocupada—. Pero, no entiendo...
— Sin maquillaje tengo un rostro feo...
— ¡No digas eso! —eleva la voz molesta—. Jugyeong, no necesitas nada de estas cosas —señala su maquillaje—. Eres la chica más hermosa, tierna, amable que he conocido. Sé que no es fácil amarse a uno mismo, pero eres todo lo que tienes —se miran en el espejo, y Jugyeong la abraza mientras las lágrimas caen por sus mejillas.
Trató de tranquilizar a su amiga y la abrazó, le preocupaba demasiado la forma en la que se había puesto.
Mientras volvía a maquillarse ya más tranquila le contaba un poco de su historia, y Sohyun comenzó a odiar a los de su instituto anterior.
No entendía cómo una persona podía ser tan idiota para burlarse de la apariencia física de alguien.
Jugyeong se le hacía hermosa hasta sin maquillaje, y quería lograr que ella pudiera recuperar el autoestima que le habían destruido sus anteriores compañeros.
Iba a guardarle el secreto, porque ahora gracias a eso confiaban más la una en la otra.
— ¿Estoy bien?
— Claro —entrelaza su brazo con el de ella para salir del baño ambas con una sonrisa en sus rostros.
Estas comenzaron a acercarse al chico que se encontraba de espaldas, creyendo que se trataba de Suho, por lo que le agradecerían.
— Oye, gracias por ayudarme —habla tímida—. Dime, ¿por qué lo hiciste?
Este gira haciendo que ambas se sorprendan—: ¿Tú de nuevo? Ya te he dicho...
— Olvídalo —habla molesto—. Y trae mi casco mañana —desvía su mirada a Jugyeong provocando que a esta le de un escalofrío.
— Entendido, vamos —murmura su amiga tirando de su brazo para ir al salón rápidamente.
— ¡Hablo en serio!
Al entrar la mayoría se acercaron preocupados por Jugyeong y esta los tranquilizó, pero comenzaron a hablar de lo raro que actuó Suho, pues este no era de preocuparse por nadie.
Sohyun se encontraba en el parque conversando conJugyeong, quien no llegaba a comprender las actitudes de Suho, y le hacía preguntas, pero realmente nunca había cruzado más de dos palabras con él. Ni siquiera lo había intentado, pues al contrario de las demás nunca había llegado a interesarse en él.
Así que no era de ayuda para todas las preguntas que tenía en su cabeza su amiga.
— De todas maneras no creo que sepa que eres las misma persona —le regala una sonrisa tranquilizadora.
— Los chicos son tan difíciles de entender —suspira—. ¿Te has enamorado alguna vez? —pregunta curiosa.
Su celular comenzó a sonar interrumpiendo su respuesta y al ver número desconocido atendió algo desconcertada.
— ¿Quién habla?
— Oye, ¿no te acuerdas lo que hablamos en el Instituto?
— ¿Park Haejin? —pregunto sorprendida yJugyeong suelta un chillido por lo que se cubre rápidamente la boca con la mano.
— Exacto, ven. En diez minutos tienes que estar aquí...—cuelga.
— ¡¿Qué?! —grita molesta y al ver la llamada finalizada suspira.
— ¿Qué sucede? —pregunta curiosa.
— Haejin quiere que elijamos juntos su estúpida camisa —escupe molesta—. ¿Puedes creerlo?
— Pero la que le compraste...
— Dice que no es la misma —se cruza de brazos.
— Oh, mucha suerte, amiga —la abraza por un momento para luego levantarse—. Llámame luego, ¿sí?
— Está bien —sonrío.
Comenzó a caminar algo apresurada hace el centro comercial donde se encontraba Haejin, pues no quería que volviese a llamarla.
No entendía como en una hora esa noche se había metido en dos problemas. Necesitaba arreglarlos lo más rápido posible así esos chicos dejaban estar arruinándole sus días, más de lo que ya se arruinaba al llegar a su casa.
Al llegar lo vio concentrado en su celular, por lo que carraspeó la garganta mientras se cruzaba de brazos, lo que llamó la atención de este que al verla que suspiró de alivio.
— Hasta que llegas —voltea para comenzar a caminar.
Entraron a una tienda y comenzaron a buscar entre las camisas, Haejin agarró tres que habían llamado su atención, y Sohyun agarró una que se le hacía parecida a la de esa tarde.
— Mira ésta —le enseñó la camisa blanca con algunos detalles a lo que este negó con la cabeza.
Sohyun al ver las camisas que tenía en su brazo frunció el ceño y se acercó, pero este entró al vestidor por lo que tuvo que morderse la lengua para no soltar toda la molestia.
Luego de unos pocos minutos Haejin salió con una camisa azul con rayas negras y la miró pidiendo su opinión.
— Te queda bien —se levanta del banco cruzando sus brazos.
— ¿Sólo bien? —frunce el ceño, pues esperaba que como siempre lo halagaran más.
— Oye, creí que querías una igual a tu favorita...—habla molesta.
— Es que he visto estas y cambié de opinión —le resta importancia—. Además, yo creí haber dicho que tenías diez minutos en llegar y tardaste más.
— Pues, si querías que llegase en diez minutos podrías haberme pasado a buscar en tu fabuloso auto del que tanto hablan, ¿no crees? —cuestiona alzando una ceja, lo que hace que voltee a verla desconcertado.
— Vaya, que humor —murmura.
— Lo siento —suspira—. Estos días he estado algo estresada. No suelo ser así, lo juro —asegura—. Es que me he estado metiendo en problemas y...
— Oye, respira, estás hablando muy rápido —ríe.
— Vaya, tienes una linda sonrisa —las palabras escapan de su boca, por lo que siente sus mejillas sonrojarse, pero decidió seguir hablando rogando que olvidase lo dicho—. Y pensar que en el instituto te las pasas intimidando a los demás y con cara de malo.
Haejin al escucharla rodó los ojos y volteó rápidamente sintiendo sus mejillas arder, por lo que entró al vestidor así se volvía a cambiar.
Luego salió con las tres camisas dispuesto a llevárselas lo que asustó a Sohyun, pues no tenía tanto dinero.
— Oye, no puedo pagar todo eso —habla tímida.
— Oh, no te preocupes —sonríe—. Yo pagaré ésto y tú los cafés.
Al escuchar eso Sohyun se sorprendió por completo, pues pensaba que sólo era comprar una camisa y cada uno seguiría su camino, pero Haejin quería pasar más tiempo con ella. Eso le hacía pensar que quizás era alguien agradable.
— Me agrada tu idea —admite con una sonrisa.
EDIT
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro