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46; Final

FINAL

Los días pasaban y Sohyun trataba de concentrarse en la universidad, pero los recuerdos con quienes estaba confundida aparecían en su cabeza frustrándola por completo. Pues, no era justo para nadie que se encontrara tan confundida, de sólo pensar en ellos y en lo sucedido su piel se erizaba y un escalofrío recorría su espalda. Por más que trataba de hablar con sus mejores amigas no llegaba a nada, ya que Jugyeong hablaba maravillas de Seojun mientras que Nabi de Haejin, y Sooah se encontraba igual de confundida que ella, por lo que le decía que hiciese lo que le dictase el corazón.

Para ella no había nada peor que aquel triángulo amoroso. De sólo pensar en cómo la miraban, en sus palabras, se estremecía, por lo que sabía que debía volver a concentrarse en ella y acabar con aquella situación.

Miraba los árboles a sus costados mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios al sentir la brisa cálida, hasta que frente a ella se encontraba Haejin, apoyado en su coche negro.
Este al verla no pudo evitar sonreír, pues tenía la ilusión de volver a estar con ella y hacer las cosas bien, aunque eso significara perder a quien había sido su hermano. Su concentración estaba en Sohyun, solamente en ella, y aunque una voz en cabeza le dijera que eso no estaba bien, decidía pasarla por alto.

—Hermosa como siempre —sonríe notando que sus palabras habían provocado ponerla nerviosa—. Cuando me enviaste un mensaje para decirme que necesitabas verme no pude evitar emocionarme —admite tímido—. ¿Quieres ir a otro lugar?

—No. Este es perfecto.

—Está bien —acaricia su cabello mientras la mira con una sonrisa, pero ella desvía la mirada lo que lo desconcierta—. ¿Qué sucede?

—El que te haya citado aquí, no significa lo que tú crees. Sigo confundida, así que no puedo estar contigo —confiesa nerviosa—. No es justo para ti.

—Con un poco de tiempo volverías a amarme —asegura esperanzado—. Sólo tenemos que intentarlo.

—Haejin, no...

Este no podía creer que todas sus ilusiones estaban rompiéndose frente a la persona que amaba, sentía que le había dado demasiado poder para destruirlo, el cual había sido su miedo por mucho tiempo y estaba pasando nuevamente.

—Luego de ver a mi madre sufrir tanto por mi padre, me había prometido jamás enamorarme, jamás darle el poder a alguien de romperme cruelmente el corazón —menciona desviando la mirada mientras humedece sus labios—. Pero contigo no pude evitarlo y me arriesgué a que rompieras mi corazón —la mira con sus ojos cristalinos—. Pero por favor, no me digas que no quieres intentarlo...

—Nunca supimos abrirnos el uno con el otro —su voz suena temblorosa—. Nunca nos conocimos lo suficiente, ¿te has dado cuenta?

—Es que sólo me concentré en que lo nuestro funcionara para no salir lastimado —admite angustiado—. Traté de evitarlo tanto que terminó pasando y me odio por eso. Jamás noté lo lastimada que estabas aunque Seojun me lo dijera, como tampoco dejé que notaras mis heridas —limpia sus lágrimas mientras toma una bocanada aire—. Diablos, realmente hice las cosas mal...

—Yo también. Debí decirte los celos que me causaba Yuri...

—Jamás me interesé por ella —aclara rápidamente—. Sólo tenía mis ojos puestos en ti.

—Lo sé, ahora lo sé —recalca medio sonriendo—. Lamento haber sido tan fría, pero estaba terriblemente asustada de que llegaras a odiarme.

—Ambos estábamos asustados —murmura desviando la mirada—. Realmente, te amo, So Hyun.

—Lamento no poder corresponderte como debería —dice por lo bajo, tomando su mano.

—Lo sé.

—¿Haejin...? —lo mira con sus ojos cristalinos para luego aferrarse a él siendo rapidamente correspondida, sabiendo que luego de ese abrazo sólo quedarían recuerdos.

En cuanto Sohyun se despidió Haejin, rompió en llanto y cubriendo su rostro, sintiendo como el dolor comenzaba a instalarse nuevamente en su pecho mientras la veía alejarse. Deseaba que con su adiós se fuera también el amor, pero el que ella dejara de estar presente como los años anteriores, no desaparecía sus recuerdos, ni sus sentimientos. Al contrario, apareció un agobiante y triste recorrido a la soledad,  y noches de llantos envueltos de recuerdos.


























Sohyun llevaba un vestido celeste y su cabello atado en una trenza cosida, ya que encontraba en la boda de la hermana de Jugyeong, lo cual la emocionaba de gran manera.
Estaban preparando a Heekyung, hasta que entraron Seojun junto a su madre, creando un ambiente de tensión entre Sohyun y él, quienes no podían quitarse la mirada de encima.

Estaba maravillado ante lo radiante que se veía aquel día, pero sintió una punzada en el pecho cuando por primera vez al verlo, pudo notar la tristeza que escondía en su mirada y como su sonrisa se borraba.
Mientras que ella lo observó de pies a cabeza, pues le encantaba verlo en traje y aquel que era gris le quedaba más que bien, pero decidió desviar la mirada, aunque Yangmi se acercó a ella rápidamente, emocionada luego de saludar a la novia.

—Sohyun, hace demasiado tiempo no te veo —menciona angustiada—. ¿Cuántas veces debo decirte que traigas a mi nuera a casa? —reprocha, girando a ver a Seojun.

La pelinegra al escuchar aquellas palabras, sintió cómo se estremecía mientras que su mejor amiga sorprendida, la codeaba, pues rápidamente supo que Seojun no había hablado acerca de su rompimiento. Este al escuchar a su madre, la miró algo apenado soltando un suspiro.

—Me alegra verla, señora —sonríe algo tensa.

—¡Mi cantante favorito! —exclama Heekyung—. No sabía si vendrías...

—Me he hecho un tiempo para venir —admite con una sonrisa—. Te ves bien.

—¿Sólo eso? —examina alzando una ceja.

—¿Podemos hablar, Seojun? —pregunta nerviosa la pelinegra, tomándolo del brazo.

—E-Está bien —titubea desviando la mirada mientras su madre los mira algo desconcertada, pues es evidente la tensión.

Nerviosos salieron, encontrándose con varios grupos de personas, entre ellos sus amigos, pero decidieron mantenerse alejados para poder hablar con tranquilidad.

—Lamento que mi madre te haya hecho pasar por un momento incómodo —dice por lo bajo y presiona los labios por un momento—. No he tenido tiempo de hablar con ella, pero prometo que hoy mismo lo haré.

—Está bien —sonríe a medias—. No tienes que disculparte.

—¿Estás bien? ¿Cómo va todo?

Aunque quisiera evitarlo, aún seguía preocupándose demasiado por ella, y el saber que ahora mantendría distancia, lo frustraba, pero trataba de concentrarse lo más que podía en su debut para no pensar en ella y seguir haciéndose daño él mismo.

—Estoy mejor —confiesa asintiendo—. ¿Y tú?

—Ansioso por mi debut —sonríe.

—Sé que ya no estamos juntos y que quizás te sea incómodo, pero, ¿puedo estar presente? —pregunta tímida—. Me gustaría verte en ese momento...

—Tranquila, lo habías prometido —le regala una sonrisa tranquilizadora—. No puedes romper esa promesa.

Sohyun no pudo evitar sonreír emocionada al saber que podría estar presente aquel día tan especial, pero al recordar las veces que habían hablado acerca de su debut, le entristecía, pues habían hecho planes que ahora ya no pasarían.

—Después de ese día, estaré muy ocupado, así que puede ser la última vez que nos veamos en un tiempo, hasta que  nos encontremos en algún lugar —menciona desviando la mirada.

—Lo sé —suspira—. Lamento haberte decepcionado.

—¿Decepcionado? —frunce el ceño.

—Me gustas, Seojun...

—Pero no lo suficiente para que estés conmigo —sonríe dolido—. No hay espacio para mí en tu corazón y lo entiendo. Haejin es el amor de tu vida.

—No digas eso —murmura molesta—. Mi corazón te pertenece hace tiempo, pero fui muy idiota como para darme cuenta. En el tiempo que estuvimos juntos tú me lo hiciste ver...

—Pero está Hae...

—No aceleras mi corazón, Seojun —lo interrumpe mirándolo con tristeza.

Agh, que torpe eres, Sohyun —masajea su frente mientras ella lo mira confundida—. Yo jamás he querido acelerar los latidos de tu corazón, provocar aquellas dichosas mariposas en tu estómago, ni ningún tipo de ansiedad en ti. Luego de todo por lo que has pasado, sólo he querido darte la paz que tanto has necesitado —explica con suavidad—. Hay amores que provocan eso, lo que es tan difícil de conseguir, que es la paz, Sohyun —se acerca para tomar sus hombros, mientras ella lo mira con los ojos cristalinos llenos de culpa—. Tranquila. Te perdono por haber roto mi corazón y, en realidad, siquiera tengo que perdonarte porque tú siempre fuiste sincera conmigo. Yo decidí arriesgarme a acabar con el corazón roto, y no me arrepiento —sonríe de manera tranquilizadora—. Sólo prometeme que me llamaras si te sientes mal —la mira preocupado, y ella asiente lentamente procesando sus palabras. Seojun sonríe a medias, sintiendo un nudo en la garganta y deja un beso en su frente—. Te amo —murmura, para luego comenzar a caminar hacia donde se encontraba Suho.

Al sentir sus lágrimas caer, las limpió rápidamente, pues no quería arruinar el maquillaje que le había hecho su mejor amiga, por lo que trataba de olvidar aunque sea por un momento las palabras del castaño que provocaban que quisiera romper en llanto.
Se detestaba por no sentirse segura de sus sentimientos, porque sabía que Seojun se merecía ser locamente amado, ya que había sido admirable el apoyo que le había brindado sin pedir nada a cambio, le había ayudado a tener más fuerzas para darle un rumbo a su vida.
No lo había esperado, y sin embargo, llegó para traerle color a su vida, era como si las flores de su viejo jardín que había dejado sin regar, hubieran vuelto a florecer. Este había sido todo lo que había necesitado, pero ella no supo querer de la manera que se merecía.

Jugyeong la tomó del brazo mientras la miraba comprensiva, y ella trataba de sonreír para parecer tranquila, así comenzaron a dirigirse donde se encontraban Sooah junto a Taehoon, pero en eso se les unieron Suho con Seojun, creando nuevamente una tensión que fue notable para todos, pero decidieron no decir nada.

—¡Soojin! —exclama emocionada, Jugyeong.

Todos confundidos digieron su mirada hacia donde se encontraba Kang Soojin, con un traje negro y una tímida sonrisa en su rostro.

—¡Kang Soo! —Sooah la mira con una sonrisa.

—Hacía tanto no te escuchaba llamarme así.

—Sooah y Sohyun tenían curiosidad de saber de ti —admite la castaña, lo cual hace sonreír a Soojin.

—¿Qué tal? —pregunta Suho.

—Escuché sobre el señor Joowoon. Ne alegro por él.

Seojun no dejaba de mirarla como si tratase de leer lo que estaba pensando, por lo que ella lo miró algo tímida.

—Te echaba de menos —admite Sooah.

—Deberías haberme llamado —la abraza por un momento.

—Que lindo —murmura Taehoon, desviando la mirada.

En cuanto se separon, Sohyun no dudó en abrazarla, pues aunque no lo hubiese demostrado, la había echado de menos y en el grupo siempre se había sentido un vacío desde que se fue.
En cuanto abrió sus ojos, se encontró con la mirada café de Seojun, este pensaba en cuanto necesitaba un abrazo de la pelinegra, en lo efímeros que fueron tratando de ser algo duradero. Sabía que había llegado el final de lo que tuvieron y se le hacía más doloroso de lo que había pensado, por lo que decidió marcharse de la boda para poder concentrarse simplemente en su debut.

























Al terminar de cambiarse se miró en el espejo, sintiéndose ansioso por subir al escenario, pero en su mirada podía notar la tristeza ya que seguía aquella presión en su pecho, por lo que soltó un suspiro desviando la mirada.
No quería sentirse así porque ese día debía ser magnífico, debía brillar y demostrarle a la gente lo que era capaz de hacerles sentir con su voz. Pero la tenía aún en su corazón, la mantenía como un recuerdo, porque ya no era justo para él buscarla sabiendo que no lo quería lo suficiente como para mantenerse a su lado, y eso podría impedir su proceso de sanación. Debía quedarse con la pequeña historia que tuvieron, pero que lo hizo más que feliz.

El perder a las dos personas que había querido tener presente aquel día tan emocionante, lo entristecía, aunque sabía que una de ellas estaría presente, pero no de la manera que quisiera.

—¿Seojun?

Aquella voz logró que un escalofrío recorriese su espina dorsal, por lo que volteó rápidamente sintiéndose desconcertado, pues no se lo esperaba para nada.

—¿Haejin? —abre los ojos a la par por la sorpresa—. ¿Q-Qué haces aquí? No puedes...

—¿Te olvidas de quién soy? —examina alzando una ceja, mirándolo arrogante.

—Si vienes a discutir, olvídalo —aclara rápidamente—. Ya no volveré a buscarla. Lo nuestro se ha acabado si eso te hace feliz.

—¿También se ha despedido de ti? —pregunta sorprendido.

—¿También?

—Sí. Cuando me llamó para decirme que quería verme, me ilusioné —sonríe dolido—. Pero se despidió de mí.

—Entonces, ¿qué haces aquí? —cuestiona curioso—. No tengo tiempo para discusiones sin sentido.

—Lo sé, así que sólo quise venir a desearte suerte. Sé que lo harás más que bien, y aunque no te agrade la idea, te veré entre el público —menciona con una media sonrisa.

—¿Por qué?

—Estoy muy arrepentido, Seojun —suspira—. Hace un tiempo cuando me fui, perdí a Sohyun, pero lo que más me duele fue perder a mi hermano —admite angustiado—. Tal vez me obsesioné con tenerla a mi lado cuando nuestra historia murió hace mucho tiempo, y como idiota te perdí cuando tú estuviste para mí...

—Vaya...—trata de sonreír a pesar de tener un nudo en su garganta—. No te pongas sentimental, Haejin —ambos ríen con sus ojos cristalinos.

—Sé que es imposible recuperar lo que éramos, pero no quiero perderte del todo.

—Ven aquí —lo toma de los hombros para abrazarlo—. Gracias por estar esta noche.

—Gracias por no odiarme —murmura aferrándose a él.

Seojun estaba realmente sorprendido de que él hubiese reaccionado, pues creía que el querer recuperar aquel amor fallido, lo había cegado por completo, que ya no le importaba para nada perder por completo su amistad. Pero abrazarlo, y luego verlo desde el escenario, lo fortalecería aunque sabía que ya nunca volverían a ser los misos de antes. Pues, se habían lastimado más de lo que querían admitir y ahora sólo estarían ocupados en sus trabajos, aunque podían mensajearse cada tanto para saber del otro.
























Este durante el maquillaje bromeó un poco al ver a Jugyeong tan concentrada en ver lo que le hacían y tan nerviosa cuando tuvo que pintar sus labios, pero sus palabras de aliento le hizo desaparecer algo sus nervios y su tristeza oculta.

Una vez en el escenario al ver a la gente, entre ellos logró divisar a sus amigos sintió como se estremecía mientras trataba de buscar con la mirada a Sohyun, pues sabía que estaría al frente junto a ellos.
En cuanto la encontró y vio su sonrisa, sintió cómo se relajaba, aunque mantuvo la calma durante toda la canción. Escuchar los aplausos y los gritos, lo animaban de gran manera y le sacaban una que otra sonrisa.
Sabía que había hecho más que bien en poder cumplir su sueño y que lograría crecer tanto como quería, sólo era cuestión de demostrar su gran talento. Pues, con la primera canción había provocado lágrimas en el público y hasta él sintió sus propias lágrimas brotar por sus mejillas, porque podía sentir lo feliz que estaría Seyeon de verlo en un escenario, y no podía evitar echarlo de menos.

En cuanto terminó, no pudo evitar sonreír al ver a todas las personas emocionadas, lo cual lo emocionó de gran manera a él y a sus compañeros. En cuanto se despidió, bajó las escaleras, pero se sorprendió al ver a los guardias detener a una chica.

—Oigan, ¡sueltenla! —exige algo preocupado.

Estos la soltaron, y al ver que se trataba de Sohyun, la cual al verlo se sonrojó bajando la cabeza, pues no creía que iba a verla en aquella situación humillante.

—¿Sohyun? —pregunta sorprendido.

Sin más, ella se acercó rápidamente a él, juntando sus labios en un pequeño beso, lo cual lo estremeció y no supo corresponder provocando que ella se separe.

—Es contigo con quien quiero estar, Seo Jun —confiesa en un murmuro, observando la sorpresa en sus orbes cafés.

—¿Qué?

—Te amo porque eres tú quien me da paz. Y gracias a ti me di cuenta que eso es amor, esa paz que me das, y esa seguridad que me regalas —explica rápidamente, sintiendo sus ojos cristalinos de sólo pensar en que podría haber llegado tarde—. Comprendo si no quieres estar conmigo porque he hecho las cosas mal, y créeme que aún sigo reprochándome eso...

Sohyun fue interrumpida por los labios de Seojun, que la besaban con pasión y ternura, lo cual no dudó en corresponder, llevando sus manos sus hombros mientras este la tomaba de la cintura. Él sentía que con su magia la fémina había cautivado por completo su corazón, y para ella, el castaño era en su alma la única flor que había logrado florecer en su jardín, así que no importaba lo difícil que pudiera ser, esta vez iban a luchar juntos para que su relación funcionara.

¡Hola!

¿Qué les pareció el final? ¿Les gustó? ¿Esperaban que quedaran juntos?

Recuerdo que esta historia fue una de las primeras que publiqué y me tomó como dos años poder finalizarla de una vez, perdón por eso JAJAJA
Muchísimas gracias por todo el apoyo que le han dado, la verdad es que ha sido algo inesperado y hermoso

Espero que hayan disfrutado de la lectura, tanto como yo disfruté de escribirla. Les amo ♡

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