45; Triángulo amoroso.
❝TRIÁNGULO AMOROSO❞
Los días pasaban de manera lenta y torturante para los tres, la cabeza de la pelinegra estaba en completa confusión, pues no podía dejar de pensar en lo mucho que extrañaba a Seojun, pero a la misma vez sabía que sus sentimientos por Haejin, quizás no habían muerto del todo aunque el castaño había logrado cada día instalarse más en su corazón.
Se sentía demasiado culpable por haberlo alejado de aquella manera, porque su mayor miedo era lastimarlo y era lo que había logrado hacer, por Haejin, y por culparlo por sus sentimientos cuando había sido el más afectado.
Lo había llamado más de cinco veces, pero este la ignoraba por completo, lo cual entendía perfectamente el porqué y no podía reprochar nada.
Sohyun se encontraba junto a Jugyeong, Sooah y Nabi. Habían cenado mientras conversaban y conocían a la última mencionada, por lo que luego decidieron comenzar a beber soju. Como la pelinegra se lo había esperado Nabi y Sooah se llevaban más que bien, no paraban de hablar y reír, mientras que ella estaba perdida de sus pensamientos y bebía.
Las pocas veces que había accedido a beber, sólo fue un pequeño vaso, pero por primera vez decidió beber más, tanto así que se encontraba algo mareada, lo cual se le hacía extraño.
—No todo es malo, Sohyun —la ánima, Nabi, y ella la mira esperanzada de que dijera algo que pudiese cambiar la situación, por lo que la castaña mira a la de cabello corto esperando que la ayudase.
—Nabi tiene razón . Tienes a los dos hombres más atractivos, enamorados de ti —asiente emocionada, al igual que Nabi.
—Eso no me importa —lloriquea frustrada.
—Pues, ¿cómo te hace sentir cada uno? —indaga Jugyeong
—Con Seojun todo es hermoso, me siento en paz y bien conmigo misma
—explica con una sonrisa—. Se ha ido ganando mi amor de a poco y con mucha paciencia. Es algo que admiro demasiado de él.
—¿Y con Haejin? —pregunta la pelinegra de cabello corto.
—Es demasiado intenso, cuando lo veo siento que mi corazón va a salirse de mi pecho —menciona llevando la mano a su pecho—. Pero no me siento bien, aún me duele mucho lo sucedido.
—Seo Jun es el indicado —asegura la castaña.
—¡No! —interviene cruzándose de brazos, Nabi—. Ella ni siquiera ha hablado con Haejin de lo sucedido para saber cómo se sentiría realmente. No es justo para él porque lleva desventaja.
—Siempre solías hablarme de lo perfecto que es Seojun —la mira desconcertada.
—Eso era antes de saber que el divino modelo de Haejin, también está enamorado de ti —explica encogiéndose de hombros—. Ahora soy team Haejin.
—¿Tú qué opinas, Sooah? —pregunta mirándola suplicante porque diga algo que la ayude..
—Pues, no lo sé —suspira—. Tu historia junto a Haejin fue realmente intensa, pero tierna como el primer amor. Nabi tiene razón en que deberías tratar de arreglar las cosas con él —opina y presiona sus labios mientras piensa por un momento—. Pero Seojun realmente se ha esmerado por ganarse tu corazón...
—¡Pero él no le provoca esos nervios, que se acelere su corazón, como debe ser! ¡Haejin logra eso!
—¡Ya! —exclama llevando las manos a su cabeza—. Sólo logran confundirme más.
Tomó su vaso y la botella de soju para servirse y acabar todo de un gran sorbo lo que dejó sorprendidas a sus mejores amigas. Pues, ninguna quería que se embriagara aunque todas estaban algo ebrias, pero comenzaron a conversar mientras seguían bebiendo hasta olvidarse de aquella preocupación.
—¡Bien, ya basta! —Nabi alza las dos manos—. Si mi hermano me ve llegar así, se molestará —se levanta torpemente causando las risas de sus nuevas amigas—. ¡Nos vemos mañana, Sohyun! —saluda alegremente dirigiéndose hacia la salida.
—¡No grites! -reprocha apoyando la cabeza en los brazos y el celular de la castaña comenzó a sonar—. ¡Jugyeong, calla esa cosa!
—Lo siento, lo siento —habla con algo de dificultad, atendiendo la llamada—. ¡Suho! Te extraño —sonríe—. ¿Yo ebria? Para nada —presiona los labios y Sooah larga una carcajada—. Oh, estoy con Sooah y Sohyun —acaricia el cabello de su amiga—. Bien, estoy algo ebria, pero Sohyun está peor que nosotras —admite riendo—. Oh, ¿vienes por nosotras? Está bien. Adiós.
Jugyeong y Sooah ayudaron a la pelinegra a caminar hacia la salida, pues ella se encontraba más ebria, lo cual comenzó a preocuparlas ya que nunca la habían visto de aquel modo.
Taehoon llegó primero por Sooah, este parecía algo molesto con ella, lo que hizo reír a la castaña.
—Ya, Sohyun, tienes que ponerte bien
—ordena tirandl de su brazo—. Suho vendrá por nosotras, y si te ve así, se molestará conmigo por haberte dejado beber.
—Déjame —aparta su mano, para volver volver a esconder la cabeza en los brazos.
—¡Sohyun! —grita una voz masculina sorprendiéndolas.
Al levantar la vista se encontraron con Seojun, el cual corría hacia ella, acompañado de Suho, que tomó a su novia entre sus brazos mirándolo preocupado.
—¿Estás bien?
—Sí, pero me preocupa ella —se separa para ver a su amiga.
—Sohyun, ¿por qué bebiste? —se pone en cuclillas, acunando su rostro, notando que su rostro estaba sonrosado y luchaba por mantener sus ojos abiertos.
—¿Seojun? —arruga levemente la frente por el desconcierto de verlo.
—¿Por qué bebiste?
—Sólo quería...
—Jugyeong, eres su amiga, ¿por qué dejaste que bebiera? —cuestiona molesto—. Deberías haber cuidado de ella.
—No pensé que terminaría de este modo...
—Ya, Seojun, relájate —interviene, Suho—. Tomaremos un taxi —entrelaza los dedos con su novia y se dirigen hacia la acera.
—Ya, dejen de hablar tan alto —reprocha llevando las manos a su cabeza.
—Estarás bien, ¿sí? —le regala una media sonrisa y se da vuelta—. Ven, súbete a mi espalda.
—Pero...
—Vamos, hazlo.
Sohyun obedeció de manera torpe, y una vez arriba, se aferró a él, apoyando su cabeza en su hombro para luego cerrar los ojos.
—Tengo sueño...
—Pronto estarás en casa...
—Mi mamá no puede verme así —menciona lloriqueando.
Seojun suspiró mientras trataba de mantener la calma ya que detestaba verla de aquella manera. Sabía que cuando ella estuviese sobria, también lo haría y se reprocharía por haberse embriagado.
Caminó hacia donde estaba la pareja ya subiéndose al taxi e hizo lo mismo ayudando a la pelinegra. Suho iba al frente, y atrás iban los demás, Sohyun apoyando su cabeza en el hombro del castaño, tratando de descansar.
Una vez en su departamento con Sohyun dormida en sus brazos, la recostó para luego ir por agua.
Durante el camino tuvo una pequeña discusión con Jugyeong, por haber sido tan descuidada con su amiga, y porque ella quería que se quedara en el departamento de Suho, pero Seojun le hizo ver que no dormiría cómoda en un sofá y no confiaba en que la cuidara como debía. Así que quedaron de acuerdo que se quedara en su departamento, ya que sabía que la cuidara sin dudar.
Al entrar a su habitación, se sorprendió al verla sentada, refregando sus ojos, por lo que sentó en frente, entregándole la botella de agua mientras la miraba preocupado.
—¿Cómo te sientes?
—Seojun...—murmura sorprendida—, ¿me dormí?
—Unos minutos.
Sohyun comenzó a beber agua sin quitar la mirada de Seojun, el cual sentía ganas de reprocharle por haberse embriagado, pero sabía que aún lo seguía estando.
—No vuelvas a beber...
—Sólo quería que salieras de mi cabeza
—confiesa en un murmuro casi inaudible y trata de acercarse, pero este se aleja.
—Ya, no digas eso —ordena molesto—. No hagas que me ilusione.
—Te he extrañado —suspira, pero luego golpea su brazo provocando que este se sorprenda—. ¿Por qué no contestas mis llamadas?
—¿Por qué debería? Para ti sólo soy una egoísta que arruinó tu relación por decir sus sentimientos —menciona agrio.
—Lamento sólo haber pensado en mí. Yo soy la egoísta, y estoy arrepentida.
—Ya, olvídalo —suspira levantándose—. Tienes que descansar.
—¡No te vayas! —exclama tomando su mano, pero este logra soltarse.
—Descansa, Sohyun.
—¡Seojun!
Se levantó tomándolo del brazo rápidamente por lo que a causa del mareo casi cae al suelo, pero Seo Jun la tomó rápidamente de la cintura evitándolo, por lo que Sohyun comenzó a reír mientras este la miraba molesto.
—No hagas eso, Sohyun —habla molesto, ayudándola a recostarse—. Estás ebria. Recuéstate y descansa.
—Pero no te vayas.
—Me quédare sentado aquí hasta que te duermas —asegura, señalándo el sofá.
—Está bien —suspira, observando cómo toma asiento.
—Descansa, pequeña.
—Tú también, Seojun —sonríe cerrando sus ojos.
Este esperó unos pocos minutos, hasta que ella se durmió y se dirigió al sofá grande de la sala pa tratar de descansar algo, pues tenía miedo de que lo necesitara durante la madrugada.
El castaño se fue durante la mañana, no sin antes dejarle una pastilla para el dolor de cabeza al lado de la botella de agua. Había deseado quedarse hasta que despertara para abrazarla y decirle que lo que sea que la atormentara, desaparecería, pero además de que tenía que cumplir con el horario, se sentía lastimado por ella.
Odiaba sentirse así, porque sabía que no era su intención lastimarlo, pero sus palabras se repetían en su cabeza, rompiendo su corazón una y otra vez.
Sohyun, al despertar, sentía un terrible dolor de cabeza y estaba muy confundida, aún más al ver que se encontraba en el departamento de Seojun. Lo había buscado y hasta llamado, pero al no recibir respuesta, decidió irse a su casa, pues debía darse un baño e ir a la Universidad aunque no se sintiera para nada bien.
A pesar de haber tomado una pastilla, seguía sintiendo un gran dolor de cabeza y de estómago, por lo que no había podido concentrarse en clases.
Trataba de hacer memoria de lo que había pasado la noche anterior y cómo había llegado al departamento de Seojun, pero al no poder hacerlo, escribió en el grupo de sus amigas.
—No volveré a tomar nunca más—asegura bebiendo un jugo de naranja, mientras su amiga reía y comía un trozo de pastel de chocolate.
Luego de clases habían decidido ir a una cafetería ya que su amiga tenía hambre, y Sohyun necesitaba respuesta.
—Te dijimos más de cien veces que te controlaras, pero eres demasiado terca.
—Aún necesito saber cómo llegué al departamento de Seojun.
—Me fui antes que ustedes —menciona haciendo una mueca—. Como me esperaba me lleve reproches de parte de mi hermano, y por cierto, anoche le escribí a Jung Gae.
—¡Hasta que decidiste hablarle! —exclama emocionada.
—Sólo necesitaba algo de alcohol y que Sooah me obligara —bromea haciéndola reír—. Seguimos hablando, hasta quedamos en vernos el sábado aquí.
—Estoy muy feliz por ti.
Nabi le comentaba cómo se sentía respecto al estar hablando con quien tanto le gustaba, que era compañero de ambas de la Universidad, hasta que el celular de Sohyun comenzó a sonar sorprendiéndola. Al ver que era el mismo número que la había felicitado por su cumpleaños, y ahora la estaba llamando, se desconcertó por completo.
—¡Atiende!
—Pero no sé quién es...
—Entonces, atiende para saber —ella algo dudosa, obedeció y contestó la llamado, llevando el teléfono a su oreja
—¿Hola?
—Sohyun...—aquella voz logró que sus latidos se aceleraran.
—¿Haejin? —miró sorprendida a su mejor y esta comenzó a aplaudir emocionada.
—Necesito verte, ¿dónde estás?
—Yo...
—Por favor...
—Está bien —toma aire mirando a su amiga la cual le daba ánimos—. Dime donde quieres que nos veamos.
Sohyun caminaba dudosa, sintiendo cómo su corazón iba a salirse de su pecho de sólo imaginarlo frente a ella. Quería correr en dirección contraria y olvidar que iba a verlo nuevamente, pero ya había dicho que sí y no tenía el valor para llamarlo y cancerlarle.
Miraba las pocas tiendas que se encontraban a sus costados y comenzaban a desaparecer, mientras la brisa fresca la hacía aferrarse a su chaqueta rosada, hasta que lo vio frente a ella. Llevaba una casaca gris que le llegaba por arriba de sus rodillas, jeans y zapatos negros.
El poco valor que tenía estaba perdiéndose cada vez más mientras conectaba su mirada con la suya.
—Estás hermosa —sonríe acercándose.
—Haejin...—desvía la mirada nerviosa—, no deberíamos vernos aquí.
—Lo sé —asiente mirando hacia su lado—. Ven, vamos a mi auto. Iremos a un lugar seguro para ambos...
Se acercó para tomar su mano, pero ella retrocedió al encontrarse con la mirada decepcionada de Seojun, que tenía la mandíbula apretada y el semblante serio al ver aquella escena.
Este caminaba de regreso a su departamento, hasta que logró divisar a Haejin, lo cual lo desconcertó, pero al ver que Sohyun se encontraba frente a él, sintió la decepción invadirlo porque recordaba sus palabras sobre extrañarlo.
El más alto volteó a ver a quien miraba Sohyun, pero al encontrarse con el castaño, se sorprendió.
—¿Qué haces aquí?
Se puso frente a él, mirándolo amenazante ya que veía sus manos empuñadas y cómo su pecho subía y bajaba por su respiración pesada. En ese momento, estaba seguro de que este sería capaz de golpearlo, por lo que estaba listo para defenderse, pero se llevó una sorpresa cuando Seojun no hizo más que mirarlo.
—No sabes cuánto me gustaría tener el valor suficiente para golpearte en este momento —confesó sin dejar de observar sus orbes oscuros—. Caíste demasiado bajo tratando de poner a Sohyun, en mi contra.
—¡Sólo dije la maldita verdad! —masculla acercándose más a él—. ¡Tú provocaste que la dejara!
—¡Ya basta! ¡Los tres nos equivocamos y yo ahora sigo haciéndolo porque no sé qué rayos quiero! —intervino histérica.
El castaño soltó un suspiro de decepción mientras se hacía a un lado, porque las palabras que había dicho la noche anterior, se repetían en su cabeza. Eso provocó soltara una risa irónica, pues nuevamente se sentía lastimado por ella. Lo había ilusionado de gran manera, aunque sabía que se encontraba ebria y no podía creer en lo que dijera, así que quería romperse allí mismo, pero no toleraría que quienes habían sido tan importante para él, lo vieran.
—¿Sabes qué? Olvídalo, Sohyun —dice decidido—. Ya no tienes que pensar en quién es él que te gusta, porque yo me largo—pasa por su lado alejándose de la situación que había creado, pero voltea a verlos nuevamente por un momento, notando la desesperación en ella—. Ya no quiero ser parte de ésto.
—¡Seojun! —grita entre lágrimas—. ¡Seojun, vuelve!
Sentía que aquel triángulo amoroso que se había vuelto a armar, la superaba, porque no sabía como enfrentar la situación, y eso la hacía querer desaparecer. Su corazón dolía al ver cómo la persona que se había instalado en su mente y corazón se iba de su lado, y eso la hacía llorar desesperadamente, tanto así que sentía que se ahogaba.
—Sohyun, por favor, respira —Haejin la envuelve en sus brazos mientras ella se aferra a él—. Tienes que calmarte..
Comenzaba a creer que todo había sido obra del destino que le decía que debía acabar de una vez con aquel triángulo amoroso.
—Estoy exhausta, Haejin —admite separándose para verlo al rostro.
—Realmente me arrepiento por no haber sido lo suficientemente fuerte para soportar que él te quisiera —murmura con sus ojos se cristalinos—. Pensar en que no tendremos otra oportunidad me rompe el corazón —admite con voz débil—, porque pesar de que pasaron años en lo que intente olvidarte, sigo perdidamente enamorado de ti.
—Lo siento. No quiero que vuelvas a buscarme, Haejin —habla con firmeza, enfrentando su mirada.
¡Hola!
El siguiente capítulo ya es el final
Espero que les haya gustado, si es así no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
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