32; Humillada.
❝HUMILLADA❞
Sohyun tenía una batalla interna consigo misma y no conseguía la tranquilidad hacía tiempo, pero con el corazón roto sentía aquella batalla aún peor. Pues, había rogado por tener una posibilidad de conseguir estar con Haejin, ahora no entendía si ella lo había arruinado todo o fueron ambos. Por momentos quería eliminar el impulso de llamarlo o escribirle para pedirle una explicación y para saber cómo se encontraba luego de la ruptura, pues lo había visto ser duro con ella, como si ya nada le importase lo cual le dolía demasiado.
Ni siquiera había tomado conciencia de mirar sobre de su hombro antes de irse, por lo que realmente sentía que ya no le importaba para nada. Sentía que todo dolía. Era como si se hubiese llevado consigo su oxígeno, su vida...
Se encontraba junto a Jugyeong, en el living de Suho mientras sollozaba, la castaña le daba pañuelos mientras y él buscaba agua. En el instituto habían notado que había llorado, pero nadie se había animado acercarse, lo que no sabía era que Seojun quiso hacerlo pero esta pasó con la cabeza gacha rápidamente sin notar su presencia, para luego encerrarse en el baño donde la siguió la castaña.
― ¿Qué haremos? ―murmura Jugyeong, acariciando su cabello mientras le daba otro pañuelo.
― Trataré de hablar con esa chica que fue tu compañera. Saber si te ha reconocido...
― Tengo miedo ―admite.
― Todo estará bien ―sonríe a medias.
Jugyeong detestaba ver a su mejor amiga de aquella forma y no sabía cómo ayudarla. Pues, creía que las palabras no la ayudarían de ninguna manera y tampoco sus abrazos, pero aún así estaba a su lado dándole el consuelo que en ese momento necesitaba.
Jamás había esperado verla llorar, pues siempre la había visto tan risueña que sentía una punzada en su pecho y deseaba que todo se solucionara para verla bien nuevamente.
― ¿Y con Haejin? ―pregunta tímida cuando Suho le entrega el vaso de agua.
― No lo sé ―contesta con un hilo de voz para luego agradecerle y tomar un gran sorbo.
― ¿Te has peleado con Seojun? ―interviene llevándose una mala mirada de su novia.
― No. Bueno, sí ―suspira.
― ¿Por qué?
― Suho... ―Jugyeong lo mira molesta.
― Por una tontería, quizás.
― Eres especial para él ―asegura―. No lo arruines.
Un recuerdo invadió su mente, lo cual le hizo saber cuál era el lugar correcto para estar en ese momento. Por lo que se levantó tomando su mochila, provocando que su mejor amiga la mirara desconcertada.
― Recordé que tengo algo para hacer ―limpia sus lágrimas―. Gracias...
― No tienes que agradecer ―se levanta mirándola con una media sonrisa―. Estaré para lo que sea.
― Te quiero ―la abraza y su amiga no duda en corresponderle rápidamente.
― Y yo a ti.
Sohyun luego de despedirse de Suho, salió rápidamente sintiendo sus latidos acelerados, pero haciendo caso a su impulso. Mientras tomaba el bus recordaba sus momentos compartidos y comprendía que era el lugar correcto para sentirse más tranquila.
En cuanto llegó tocó la puerta una y otra vez de manera desesperada, hasta que Seojun estuvo en frente mirándola desconcertado y ella podía jurar que su corazón quería salirse de su pecho.
― ¿Sohyun...?
― Lo siento ―se aferra a él.
― ¿Por qué?
Algo tembloroso la envolvió entre sus brazos, sintiendo su calor corporal que había extrañado en los pocos días que habían mantenido la distancia, como también el aroma a su colonia invadir sus fosas nasales.
Aún abrazándola hizo unos pasos hacia atrás para cerrar la puerta, ella parecía no querer soltarlo y eso no le disgustaba para nada, porque quería tenerla en sus brazos todo el tiempo que fuese posible, para así saber que la pelinegra estaba bien en un lugar seguro.
― Lo siento ―vuelve a repetir, pero esta vez alejándose un poco para ver su rostro.
― No tienes que disculparte...
― Claro que sí ―suspira―. No he hecho las cosas bien. No he valorado a las personas que me quieren y no quiero perderte a ti también. No lo soportaría...
― Jamás vas a perderme ―asegura.
― Pero...
― Ya, ven aquí ―sonríe estirando sus brazos para que vuelva a abrazarlo.
Este se sentó en el sillón con ella aún abrazándolo. Ambos se mantenían en silencio, mientras la tranquilidad los invadía y una suave canción podía escucharse de fondo. Querían mantenerse así hasta que todo sus recuerdos malos desaparecieran, porque sentían que eran su lugar seguro para estar bien, para sentir paz.
Luego de estar así por unos minutos, comenzaron a conversar animadamente. Pues, él ya no quería escuchar sus disculpas porque sentía que también se había equivocado y no sentía que ella no lo hubiese valorado como decía.
― ¿Estás más tranquila? ―acaricia su cabello.
― ¿Tú cómo estás? ―se separa unos centímetros para ver su rostro―. Supe lo de...
― Estoy intentando dejar de sentir culpa ―admite.
― Pero, tu relación con Suho ha mejorado, ¿no es así?
― ¿Sabes cuántas veces he descargado mi rabia, mi rencor y mi dolor en él?
―suspira―. Fui un idiota y él fue un idiota al no decirme nada.
Sohyun lo miraba comprensiva mientras acariciaba su espalda, sentía que iba a romperse en cualquier momento y quería estar para él, como siempre lo estaba para ella. Pero notaba que quería seguir mostrándose fuerte, que reprimía todo lo que sentía, lo cual no le gustaba para nada.
― Te conozco muy bien. Ya no sono necesarias esas máscaras que utilizas con el resto ―dice con voz suave.
― Extraño demasiado a Seyeon ―su voz se quiebra y él también en llanto, por lo que se cubre rápidamente el rostro.
Luego de su pelea con Haejin, se sentía aún más vulnerable por lo que se le hacía demasiado fácil desmoronarse, aunque tuviese a la pelinegra frente a él y quisiese demostrarle que podía ser su pilar.
Sohyun lo abrazó rápidamente y este no dudó en aferrarse a ella mientras sollozaba lleno de dolor, porque solamente en sus sueños podía hablar con él, podía escuchar su risa contagiosa y sólo allí podía disculparse por no haber estado en sus últimos momentos de desesperación.
Sohyun no sabía lo que era perder un mejor amigo de aquella manera, pero quería estar allí para el castaño para tratar de calmar un poco su dolor.
― Lo siento ―sorbe su nariz.
― ¿Por qué? ―lo mira confundida.
― Porque sé que tienes problemas y estoy cargándote con los míos...
― ¿Qué cosas dices? Siempre he querido que me dijeras qué tanto dolor guardas para tratar de ayudarte ―admite limpiando sus lágrimas, mientras este la mira tímidamente―. Estoy aquí para ti, Seojun.
No podía evitar sonreír al escuchar aquellas palabras, estaba encantado con ella. Se le hacía que era un ángel que había llegado a su vida para cambiarlo todo, para traer de vuelta a quien verdaderamente era.
―Ahora háblemos de ti, pero sólo si tú quieres ―ambos sonríen.
― Haejin terminó conmigo ―hace una mueca―. Pero estoy bien...
― ¿Por qué me mientes?
Sabía que si ella había llorado en el instituto era por algo referido a Haejin, pero ahora que sabía lo que había pasado no podía evitar sentirse culpable. Le había dicho que estaba enamorado de ella y por más que no le hubiese contado lo del beso, le había dado que pensar.
Ahora por su culpa ambos se encontraban sufriendo, por lo que la envolvió fuerte en sus brazos deseando no haber cometido el error de hablar.
― Lo siento, Sohyun ―dice en un murmuro casi inaudible.
Las lágrimas comenzaron a caer por las mejillas de la pelinegra, lo cual le sorprendía aún poder llorar porque en el departamento de Suho lo había hecho de gran manera. Pero es que sentía ahogarse en un mar de voces que aclamaban entre sollozos su regreso.
Una canción la trajo nuevamente a la realidad, por lo que comenzó a reír aún con lágrimas en sus ojos por lo que Seojun, la miró desconcertado.
― Es tu canción, Seojun ―limpia sus lágrimas―. ¿Puedes bailarla de nuevo?
― ¿Estás loca? ―reprocha indignado―. Aún siento vergüenza por eso...
― ¡Por favor! ―ruega juntando las manos.
No quería seguir viéndola llorar pero tenía que admitir que sentía demasiada vergüenza:― Sólo si bailas conmigo.
― ¿Me enseñaras aquellos pasos magníficos? ―pregunta burlona.
― Cállate y ven ―se levanta y toma su mano.
― Lista para aprender ―lleva las manos a la cintura observándolo atentamente.
― Te detesto, Sohyun ―ríen―. It's the true, yes ―comenzó a bailar―. Okey dokey oh.
Ambos comenzaron a reír mientras bailaban disfrutando del momento. Sohyun no podía evitar recordar el día que lo había visto bailar por primera vez, lo que causaba que carcajeara aún más. Seojun al notarlo se le tiñieron sus mejillas de rosado, por lo que la empujó levemente con su hombro.
― Borra ese recuerdo.
La fémina se sonrojó al darse cuenta que sabía lo que estaba recordando, pero aún así se sentó a su lado apoyando la cabeza en su hombro.
― Gracias por estar conmigo ―murmura con una pequeña sonrisa, Sohyun.
― También estás aquí para mí.
― Aún no sé qué haré ―suspira.
― Sólo recuesta tu cabeza en mi hombro que trataré de mantener tu mundo ―murmura mirándola tiernamente, mientras ella cierra sus ojos y una sonrisa se dibuja en su rostro.
― Te quiero, Seojun.
― Yo te quiero a ti ―sonríe al notar como la tranquilidad los invadía, dejando atrás los recuerdos torturantes.
La noche había sido una tortura para Sohyun, pues el tener que ver a su padre y soportar sus maltratos cada día era peor, por lo que esta vez sentía que no podía hacerlo.
Al entrar a su casa y verlo en el sillón bebiendo y maldiciendo al partido que estaba viendo, provocó que quisiera salir corriendo.
― ¡¿Por qué llegas a estas horas, niña estúpida?! ―se acerca con la botella en su mano.
― L-Lo siento...
― ¡Ponte a cocinar! ―la toma del cabello casi llevándola a rastras hacia la cocina, mientras ella no puede evitar soltar chillidos por el dolor.
― Papá, déjala ―interviene Sunkyun, en casi un murmuro.
― ¡Tú cállate! ―lo señala y le da un sorbo a la botella.
Sohyun lo miraba llena de rabia sintiendo sus ojos arder, por lo que este al verla se sorprendió, pues nunca se había animado a enfrentarlo de aquella manera.
― ¡Deja de mirarme y ponte a cocinar!
―la toma del brazo pero ella se suelta―. ¡¿Cómo te atreves?! ―la toma del cabello.
― ¡Papá, por favor! ―grita desesperado, al borde del llanto por el miedo.
― ¡Déjame! ―la rabia se volvió parte de Sohyun, por lo que tomó la botella de su mano estrellándola cerca de él.
Sunkyun al ver eso supo que su padre la golpearía hasta dejarla casi incosnciente cómo había pasado antes, por lo que se acercó rápidamente a su hermana tomándola del brazo, para comenzar a correr hacia las escaleras, mientras su padre intentaba seguirlos torpemente gritándoles lleno de rabia.
Entraron a la habitación de Sohyun cerrando con seguro y esta se apoyó en la puerta, sintiendo los golpes que le daba a la puerta. Cerró sus ojos con fuerza sintiendo un profundo dolor en su pecho, por los latidos acelerados.
― ¡D-Déjanos en paz! ―grita temblorosa, y su padre le da otro golpe más a la puerta que la hace chillar de miedo.
Miró a su hermano que estaba sentado en la cama, temblando de miedo, mientras las lágrimas caían por sus mejillas. Al darse cuenta que su padre ya se había dado por vencido se acercó a su hermano, envolviéndolo en sus brazos.
― Todo va a estar bien ―murmura acariciando su cabello, mientras apoya su mejilla en su cabeza.
A pesar de no haber podido dormir bien, pues con Sunkyun tuvieron miedo que intentar abrir la puerta nuevamente, por lo que se durmieron tarde, Sohyun llegó al instituto con su cabello aún humedo y sin maquillarse, lo que dejaba en evidencia sus grandes ojeras.
― Damos la bienvenida a Lim Jugyeong, la increíble ganadora del dos mil veinte ―habla Sooah―. ¡Concurso de la reina de Newtagram!
Jugyeong la miraba asustada y volteó a ver desesperada a su mejor amiga, la cual al escucharlo se sorprendió.
― ¿Por qué no nos cuentas lo que se siente ser una sensación en las redes sociales? ―finge que su mano es un micrófono.
Jugyeong soltó un jadeo sintiendo ganas de llorar y se sentó en su banco, mientras los demás la miraban confundida.
― ¿En serio ha ganado? ―pregunta Sohyun.
― Por supuesto. Es una celebridad.
― Sooah me vuelves loca ―apoya su cabeza en el banco, Jugyeong.
Sohyun acarició su espalda deseando que todo fuese una broma, pues sabía que el secreto de su amiga estaba en riesgo ya que dejó en segundo lugar a la compañera que la había molestado.
Siguieron hablando de Jugyeong, y halagándola hasta que la clase comenzó. Sentía dormirse en medio de la clase por lo que no prestó atención, ni tampoco a las penetrantes miradas de Seojun, el cual estaba preocupado por ella, mientras que Haejin no dejaba de mirarla y preguntarse si lo que estaba haciendo estaba bien.
En el almuerzo seguían hablando de Jugyeong, por lo que no prestaba demasiada atención, sólo miraba a la mesa donde se encontraba Haejin, comiendo mientras conversaba con sus amigos. Este reía y hablaba emocionado, por lo que supo que no se encontraba sufriendo por ella, ni siquiera le importaba y eso le dolía demasiado.
Sentía la rabia acumulada, por lo que se levantó llamando la atención de sus amigos quienes la llamaron, pero esta los ignoró por completo dirigiéndose a la mesa donde estaba el pelinegro.
― Haejin ―llamó su atención y la de los demás.
Este la miraba sorprendido y ella se preguntaba donde había quedado su mirada llena de amor, qué era lo que había pasado para que todo cambiara repentinamente.
― ¿Qué haces aquí, Sohyun? ―baja la mirada a su comida.
Seojun entró notando que todos estaban concentrados en ellos, por lo que se sintió paralizado. Había comenzado a evitar comer, ya que antes se sentaba en la misma mesa que Haejin, y no quería incomodarlo luego de todo el dolor que le había provocado.
Esta vez quería buscar a Sohyun, para tratar de saber qué estaba mal que no había dormido, pero terminó llevándose una gran sorpresa.
― ¿Por qué me haces ésto? ―murmura apoyando la mano en la mesa, inclinándose hacia adelante para acercarse más a él.
― ¿De qué hablas?
Sentía un nudo en su garganta al notar como este parecía estar desconcertado, como si no sintiese nada parecido y fuese ajeno a la situación. Toda la rabia había sido reemplazada por la agonía, porque no podía tolerar que fuese tan frío con ella, que no la mirase con ojos de amor.
― ¿Por qué decidiste terminar con lo nuestro?
― Ya te lo dije ―enfrenta su mirada con sus facciones endurecidas―. No siento nada por ti.
― No me hagas ésto ―niega con la cabeza, mientras escucha murmullos del fondo―. Por favor, vuelve a amarme ―su voz se quiebra―. Por favor, Haejin.
Haejin tragó en seco sin soportar sus palabras y su forma de mirarlo, por lo que bajó la cabeza tratando de ignorarla. Escuchó como rompió en llanto, mientras algunos se reían de ella y otros sólo murmuraban lo frío que era, provocando que se sintiera miserable.
― Ven, Sohyun.
Seojun se acercó a ella tomando su mano para sacarla de aquel lugar, pues ya no soportaba ver como era humillada, mientras el pelinegro se comportaba tan frío como si nada le importase.
Haejin al verlos irse juntos se levantó tirando la bandeja de comida al suelo, causando un gran estruendo que hizo que todos quedaran en completo silencio.
EDIT
¡Hola!
¿Qué les pareció el momento entre Sohyun y Seojun? ¿Qué opinan de la forma de actuar de Haejin? ¿Les está gustando como va la historia?
No pude evitar agregar esa escena de Love Alarm que me hizo llorar, pero quise que en la historia fuera al revés jajajsj
Espero que les haya gustado, no se olviden de votar y comentar que se viene cada vez mejor jujuu
¡Nos leemos pronto!
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