2O; Valentía.
❝VALENTÍA❞
Mientras se dirigía al salón jugaba con sus manos debido a los nervios que sentía al volver a ver a Haejin.
Entró deseando que aún no estuviese en el salón y al no verlo suspiró aliviada para sentarse a esperar que su amiga llegase, así podían conversar acerca de todo lo sucedido en el viaje.
Sacó su celular mientras trataba de calmar sus nervios distrayéndose, pero al escuchar un pequeño golpe en su mesa se sobresaltó.
Miró confundida el jugo de naranja y al levantar el mentón y ver que se trataba de Seojun, sonrió.
— ¿Por qué me das ésto? —frunce el ceño.
— Es tu favorito, ¿cierto? —la pelinegra asiente—. Además, quería saber cómo te encuentras hoy —se sienta en el banco de al frente mientras la mira curioso.
— Estoy bien, no lo sé —se encoge de hombros restándole importancia.
Seojun quiso hablar pero notó como se tensó bajando la mirada y al voltear se encontró con su mejor amigo. Rápidamente supo que algo había pasado entre ambos por más de que Haejin no le hubiese contado que pasó esa noche, ni Sohyun lo hiciese.
De todas maneras una parte de él le decía que era mejor que no lo supiese, sólo esperaba que la pelinegra no siguiera sintiéndose mal por este.
El castaño se levantó y se dirigió hacia donde este se encontraba para saludarlo, y comenzar a hablar animadamente como siempre lo hacían, aunque esta vez lo notaba pensativo y no le quitaba la mirada de encima a Sohyun.
Cuando las clases comenzaron Seojun se durmió como siempre lo hacía porque se aburría demasiado, mientras tanto Sohyun y Haejin cruzaban una que otra mirada.
La tensión había sido demasiado evidente, pues Jugyeong no dejaba de darle miradas de picardía, lo cual la hacía reír silenciosamente.
— Ya, creo que deberían hablar de una vez —comenta su mejor amiga.
— ¿Qué puedo decirle? —suspira frustrada—. Me gusta, pero no quiero ya sabes...eso.
— ¿Ser novios? —pregunta confundida.
— Sí —murmura tímida.
— ¿Por qué?
— Simplemente, no quiero —le da un bocado a su almuerzo.
Jugyeong decidió cambiar el tema de conversación confundida por las palabras de su amiga, pues ambas habían hablado demasiado acerca de Suho y Haejin. La pelinegra se había puesto muy contenta cuando le contó que era novia de Suho, pero no entendía porqué ella no quería dar ese paso con quien tanto le gustaba.
Su celular vibró y al ver el mensaje del pelinegro se tensó, llamando la atención de su amiga.
— ¿Quién es?
— Es Haejin, me espera en la azotea —hace una mueca.
— ¡Ve! —habla emocionada.
— Tengo miedo —admite jugando con sus manos.
— Tienen que hablar —la mira con el semblante serio—. Ve.
Tomó aire para calmar sus nervios y se levantó para comenzar a correr hacia la azotea, pero en cuanro cruzó la puerta, chocó contra un pecho.
Al levantar la cabeza se encontró con la sonrisa egocéntrica de su nuevo amigo.
— Vaya, ¿tan pronto me extrañabas? —alza una ceja.
— Lo siento, debo irme.
Ignoró su pregunta pasando por su lado dejando a un Seojun completamente desconcertado y algo preocupado. Pero al ver el asiento vacío al lado de Jugyeong y Suho mirándola, se acercó con una sonrisa egocéntrica.
Al verlo frente a ella tan atractivo como siempre con esa seguridad que lo destacaba, soltó un suspiro sintiendo como su corazón golpeaba su pecho con fuerza como si quisiese salirse.
Este se acercó a paso lento demostrando que su seguridad había desaparecido en ese momento, pues al igual que ella se encontraba demasiado nervioso.
No entendía cómo había tenido la valentía de enviar ese mensaje, pero sabía que debían hablar luego de aquel beso y que ella saliese corriendo sin decir ni una palabra.
Estaba demasiado confundido lo cual le abría el paso a la inseguridad acerca de los sentimientos de Sohyun, algo que no quiso que volviera a pasar, pero al parecer así era con ella.
— ¿Podemos hablar? —se atreve a preguntar y al conectar su mirada con los ojos cafés de ella se siente estremecer.
— Está bien —titubea.
— Me gustas, Sohyun —admite—. Pero no sé qué sientes tú por mí...
— T-También me gustas —titubea llevando un mechón de su cabello detrás de su oreja.
A pesar de los nervios se sintió aliviada de poder decir esas palabras y al ver la gran sonrisa que se formaba en el rostro de Haejin, no pudo evitar también sonreír.
— Entonces, ¿somos novios? —pregunta tímido sin dejar de sonreír.
— No —responde sorprendiéndolo.
— No entiendo...
— Lo siento —murmura angustiada—. Yo...no puedo.
— Pero nos gustamos...
— Sí, pero no puedo dar ese paso —desvía la mirada sintiendo un nudo formarse en su garganta.
Haejin notó rápidamente que no se encontraba bien, por lo cual la abrazó tratando de calmarla, sorprendiéndola por su reacción, pero no dudó en corresponder aquel abrazo escuchando los latidos acelerados de su corazón.
— ¿No estás molesto? —pregunta nerviosa.
— Claro que no —responde confundido por su pregunta—. Acepto que no seamos novios, pero aún así, ¿puedo besarte y abrazarte?
— Sí, puedes hacerlo —sonríe tímida.
— Entonces, me parece bien —sonríe.
Se separó para ver su rostro el cual estaba sonrojado lo que le dio ternura y se acercó lentamente a ella.
La pelinegra sentía perderse en su mirada, a medida que se acercaba aún más sentía que su corazón iba a salirse de su pecho y este unió sus labios en un pequeño beso.
En cuanto apareció el cosquilleo en su estómago se separó lo cual lo hizo reír, pues sabía que estaba demasiado nerviosa y le gustaba saber que se provocaba lo mismo.
— D-Debo volver —titubea antes de comenzar a correr.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro