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28; Accidente.



ACCIDENTE

Durante el camino Haejin no dejaba de mirar a su novia, la cual observaba con una sonrisa el paisaje.
Era una tarde demasiado tranquila y él se encontraba emocionado de que haya aceptado su propuesta de alejarse de todos por un par de horas y ser solamente ellos dos. Pues, sabía que ambos lo necesitaban luego de las pequeñas discusiones que han tenido.

Al bajar la vio observar maravillada los árboles, flores y el lago que se encontraba en frente, mientras él dejaba una manta en el césped, para luego colocar un canasto con comida.
La pelinegra al voltear no pudo evitar sonreírle emocionada, pues siempre había visto que eso hacían en las películas o dramas para la protagonista, por lo que no se esperaba que Haejin lo hiciera por ella. Pero recordó cuando le había dicho que no le gustaba pelear, cuando le habló acerca de sus sentimientos sin problema alguno, siempre era demasiado tierno con ella como demostrativo, lo cual adoraba porque sentía que había sido sacado de uno de los dramas que solía ver.
Lo sentía perfecto, demasiado perfecto y eso le daba temor porque sabía que ella no lo era para nada, aún así, se acercó a él abrazándolo provocando que se sorprenda, pero le correspondió rápidamente.

Conversaron animadamente mientras comían, el ambiente era demasiado tranquilo por lo que se sentían cómodos y no querían que los segundos siguieran pasando. Pero así fue, por lo que dejaron la comida que quedó a un lado y este se acercó a ella, observando el lago como también el sol que comenzaba a desaparecer.

— Quiero quedarme aquí contigo para siempre —murmura Haejin, pasando su brazo por los hombros de su novia apegándola a él.

— ¿En serio?

— Claro.

El celular de él comenzó a sonar por lo que Sohyun volteó a verlo y al notar que se trataba de Yuri, se separó sintiendo como las inseguridades volvían a atacarla.

— Lo siento. Debería haberlo apagado porque arruina nuestra tarde perfecta...

— ¿Está todo bien?

— Claro. Había olvidado que quedamos en salir con su grupo de amigos, pero prefiero estar con mi hermosa novia —sonríe, pero cuando intenta acercarse ella se aleja.

— Haejin...

— ¿Algo te incomoda? Si es así dímelo —acaricia su mejilla—. Sabes que haría cualquier cosa por ti, porque te amo y eres todo lo que quiero...

— ¿Lo dices en serio? —pregunta mirándolo ilusionada.

— Claro que sí...

— Pero hay muchas chicas enamoradas de ti.

— Lo sé y disfruto ver eso —suelta una pequeña risa—. Pero sólo quiero estar contigo. Eres mi primer amor, Sohyun —desvía la mirada con nerviosismo—. Y quiero que seas también el último.

Sohyun al escuchar esas palabras sintió su corazón brincar de emoción y una sonrisa apareció en su rostro.
Jamás se había esperado caer en las trampas del amor, pero Haejin apareció inesperadamente y no pudo evitar caer en sus encantos.
Llegó a su vida en el momentos menos esperado y como una semilla fue creciendo dentro de su corazón, tratando de encajar en cada parte de su cuerpo. Y ahora, que estaba observándola con aquellos ojos oscuros que deslumbraban al verla, haciéndole saber que estaba siendo honesto, podía confirmar que estaba enamorada.

— T-Tu también eres mi primer amor —baja la cabeza sintiendo sus mejillas arder.

— ¿Pero...? —toma su barbilla haciendo que volviera a verlo.

— No lo sé —suspira—. Puede que suene tonto, pero tengo demasiados miedos...

— Oye, no digas eso —humedece sus labios—. Sé que siempre me muestro seguro y ya sabes toda esa mierda, pero también tengo miedos...

— Háblame de ellos.

Sohyun estaba realmente sorprendida por sus palabras, pero al saber que también tenía miedos despertaba su curiosidad por completo, por lo que quería conocerlo más.

— Quizás otro día. No tenemos que arruinar nuestra tarde perfecta hablando de cosas tristes —murmura acariciando su cabello—. Sohyun, sólo quédate a mi lado, prometo que jamás que te romperé el corazón. Lo que siento por ti es verdadero y te lo demostraré, pero prométeme que tampoco me romperás el corazón...

El ver sus ojos desesperados donde se reflejaba su miedo se sorprendió, pero aún así acarició su mejilla sintiendo como se estremecía ante su contacto—. Lo prometo.

Este suspiró aliviado y ella juntó sus labios en un pequeño beso sorprendiéndolo, pero aún así, causando su sonrisa.

— Te amo, preciosa —al no recibir respuesta sintió como parte de su felicidad disminuía, pero aún así, decidió tomar su celular ya que sabía que la pelinegra se preocupaba mucho por la hora, lo cual lo desconcertaba.

— ¿Es tarde?

— ¿Tú qué dices?

Quiso concentrarse en el número que aparecía, pero al ver que tenía de fondo de pantalla una foto donde salía ella en la azotea riendo, sintió sus mejillas arder.

— ¡¿Tienes una foto mía?!

— Oh...—bloquea rápidamente el celular guardando el celular en su chaqueta, mientras sentía su rostro arder por completo—, no...

— Eres muy tierno, Haejin —deja un beso en su mejilla—. Vamos.

Llevó la mano a la mejilla donde había recibido el beso sintiendo su corazón brincar de emoción, por lo que se levantó rápidamente. Al verla agarrar el canasto la sorprendió tomándola de la cintura haciéndola girar, por lo que soltó un chillido que lo hizo reír, pero aún así juntó sus labios siendo correspondido rápidamente.



















Seojun jugaba a videojuegos junto a su mejor amigo, el cual parecía estar perdido en sus pensamientos a pesar de haber tenido una tarde maravillosa con su novia, se había recostado en el sillón y estaba perdiendo. Algo que no sucedía muchas veces, lo que llamó rápidamente la atención del castaño.

— Hey, ¿qué sucede? —pone en pausa el juego—. Dime...

Al tomar su brazo el pelinegro reaccionó sentándose al darse cuenta que ya no estaban jugando y que se había perdido en sus recuerdos.

— Dime qué pasa por esa cabeza desastrosa —bromea dándole un leve golpe en la frente.

— No es nada —suspira volteando a ver la televisión.

— Haejin, te conozco más de lo que me conozco a mí mismo —le recuerda—. Ya, dime.

— Pensaba en mi padre.

— ¿Lo extrañas?

— Demasiado —responde con un hilo de voz.

— Ven...—trata de tomarlo del brazo, pero este se aleja rápidamente lo cual lo desconcierta.

Seojun sabía cuánto le afectaba aún al pelinegro el hecho de que su padre los dejara por otra mujer, aunque pasaron años aún este sentía por momentos como si hubiese pasado sólo un día.
Algunas veces el castaño solía consolarlo y compraba comida para animarlo mientras jugaban a videojuegos, dejándose perder con facilidad para sacarle alguna que otra risa y grito de triunfo.

A pesar de que Haejin era más alto, robusto y por unos meses mayor mayor él, Seojun lo protegía, pues eso no quitaba el hecho de que solía ser muy frágil. Pero también había veces en las cuales Haejin lo protegía a él, como cuando se demoronaba por los recuerdos de Seyeon, o cuando se metía en alguna que otra pelea.

— No voy a llorar —toma una bocanada de aire—. Sólo es un momento de vulnerabilidad, pero ya dentro de unas horas no lo extrañaré.

— Sabes que estoy aquí para ti...

— Ya no lo siento así —voltea a verlo con los ojos enrojecidos.

— ¿Por qué lo dices? —frunce el ceño.

— Por Sohyun —humedece sus labios—. Siento que tu enamoramiento por ella está alejándonos, ¿la prefieres a ella? —lo mira dolido.

— Haejin, no...

— ¿Acaso olvidas nuestra promesa? ¿Serías capaz de abandonarme por ella? —lo observa desesperado—. ¿Por qué siento que todos quieren abandonarme?

En otra situación el castaño no dudaría en reír ya que parecía una discusión de matrimonio, como había ocurrido otras veces, pero siempre era por sus amigos ya que Haejin, era celoso hasta con él.
Pero el hecho de que se tratase de Sohyun y que realmente fuese así, provocaba que su corazón diese un vuelco.

— Yo te eligiría a ti, Seojun —sorbe su nariz— pero me enamoré primero y somos novios. Ella me eligió.

— Lo sé —traga en seco.

— No me la arrebates —lo mira rogante limpiando sus lágrimas—. Sabes cuál es mi mayor miedo...

Seojun sintió un nudo formarse en su garganta y lo envolvió en sus brazos, escuchándolo romper en llanto.
Se detestaba por haberse enamorado de Sohyun, por lastimar de esa manera a su mejor amigo que siempre había estado para él. Sentía que debía dejarla ir porque sus sentimientos terminarían lastimándola también a ella y no iba a ser capaz de soportar como ellos se derrumbarían por su culpa.

— No lo haré —habla decidido—. Como te dije antes, no siento nada por ella. Son sólo ideas de tu cabeza que tienes que sacar...

— Por favor, no quiero quedarme completamente solo —solloza aferrándose a él.

Sabía que su mejor amigo no sólo lloraba por el temor de que le arrebatara a su primer amor, sino también porque extrañaba mucho a su padre y recordaba lo que su madre junto a él habían vivido, lo cual le afectaba demasiado creándole muchas inseguridades que trataba de ocultar mostrando una faceta distinta a como es realmente, porque sentía que así se protegía.






(...)






Haejin acariciaba el cabello de Sohyun la cual estaba sobre él escuchando los latidos de su corazón mientras miraban una película, o más bien disfrutaban de la presencia del otro perdiéndose por momentos en sus pensamientos.
Llevaban así dos horas, pues este le había mandado un mensaje para verse y ella rápidamente aceptó, por lo que pasó a buscarla.

Aún podían sentir nervios por la emoción de verse, sus sentimientos eran intensos como el del primer amor y ambos disfrutaban de esas sensaciones.

— Te extrañé —admite con una sonrisa.

— Sólo fueron horas —levanta la cabeza para verlo.

Le gustaba ver sus ojos brillar al verla, su sonrisa, la forma en que la acariciaba y la forma en la que le demostraba que la amaba aunque le sorprendía pensar en sus sentimientos, se le hacía algo apresurado, pues a ella aún le costaba contestarle un te quiero. No entendía qué veía en ella para que se encontrara enamorado, pero no quería quería que eso desapareciera.

— Es que te necesito como el aire que respiramos —bromea por lo que ambos ríen.

— Cállate —cubre su rostro con la mano—. Eres demasiado romántico.

Sacó su mano mirándola dolido—: ¿No te gusta? —hace puchero.

— Me haces poner como un tomate —admite bajando la mirada.

— Pues, a mí me gusta ver lo que te provoco —acaricia su mejilla para luego juntar sus labios en un tierno beso.

Quería quedarse en sus besos dulces, le gustaba la forma torpe en que solía besarlo algunas veces y esta era una de esas debido a los nervios porque se sentía intimidada cuando estaban solos. La fémina adoraba sus besos, porque era cautiva de ellos como de la forma en que le sonreía. Podía quedarse hipnotizada viéndolo a lo que él sonreía porque sabía lo encantador que podía llegar a ser sin siquiera intentarlo.

Se sentó lentamente mientras la ayudaba a posicionarse sobre él y acariciaba la parte de su espalda baja desnuda sintiendo como su piel se erizaba. Profundizó el beso saboreando aún más sus labios, se sentía totalmente perdido en ella y sabía que era peligroso que se encontraran solos.

Su aroma y el contacto de su lengua con la suya lo estremecía y le hacía desear más, pero Sohyun se separó agitada con sus mejillas sonrojadas.

— L-Lo siento —murmura.

— Está bien —ríe uniendo sus labios en un pequeño beso.

Se le hacía un chico bastante tierno y adoraba cuando la faceta de chico malo desaparecía, al igual que cambiaba su mirada cuando se encontraba con la suya. La miraba con adoración y una tierna sonrisa aparecía en sus labios dejándola cautivada por él.

Las horas con él pasaban tan rápidas que era lo único que detestaba, porque quería quedarse en sus brazos donde la tranquilidad abundaba y este llenaba de besos su rostro, pero las palabras de su padre se instalaban en su mente lo que la ponía ansiosa y la hacía ver la hora cada cinco minutos.

— Ya, ¿por qué miras tanto el celular?

— Debo volver a casa —suspira.

— ¿Segura que es sólo eso? —pregunta desconfiado.

— Sí, ¿me llevarás?

— Por supuesto —suspira—. Pero siento que sólo estuvimos cinco minutos juntos —hace puchero.

— Nos veremos mañana en el instituto.

— Cállate y bésame —junta sus labios.

















En el camino conversaron o más bien Haejin habló sobre que tuvo una sesión de fotos gracias a Seojun, por lo que Sohyun se alegró por él, pues sabía que era algo que le gustaba y que su mejor amigo lo ayudara a tener una oportunidad era increíble.

Al llegar a su casa sintió como toda la tranquilidad y felicidad que sentía junto a su novio desaparecía, pues lo primero que escuchó al entrar fue a su padre soltando maldiciones frente a la televisión mientras bebía y al lado de este se encontraba su hermano temblando de miedo. Pues, su padre lo obligaba a pasar tiempo con él y le daba miedo decir que no, por más que estar a su lado le hiciese temblar ya que temía que volviera a golpearlo.

La fémina luego de lavar sus manos comenzó a cocinar mientras seguía escuchando los gritos de su padre que algunos iban dirigidos a ella y a la cena. Sentía temor de que se levantara de aquel sillón y se acercara tanto que pudiese sentir su aliento a alcohol inundar sus fosas nasales, y aún peor que la golpeara.
Por lo cual temblando comenzó a cortar las verduras, hasta que escuchó su celular sonar y al ver el nombre Jugyeong, limpió sus manos en un paño para luego atender, pues sabía que cuando la llamaba era para algo importante.

¿Sohyun? —solloza.

— Jugyeong, ¿estás bien?

— Suho y Seojun tuvieron un accidente
—dice entre sollozos—. Están en el hospital...

Al escucharla de aquella manera sintió como se paralizaba y la preocupación comenzaba a crecer rápidamente. En aquel momento no le importó los gritos de su padre, colgó la llamada lista para salir de aquella casa, pero fue detenida por el brazo de su padre.

Kim Jeongse estaba ebrio como era de esperarse, lo cual lo hacía impulsivo y agresivo. El odio por su familia crecía a tal nivel que se cegaba y no le importaba en lo más mínimo verlos sufrir por su culpa.

— Suéltame —exige pero este tomó con más fuerza su brazo provocando que suelte un chillido.

— ¿A dónde crees que vas?

— Necesito salir —su voz se quiebra.

— ¡Sólo tienes que encargarte de la cena!

— ¡Déjame! —logra soltarse pero cae al suelo.

— ¡Maldita niña!

— ¡No me toques! —cubre su cabeza con con brazos temblando de miedo.

— ¡Déjala en paz! —interviene Sunkyun empujándolo tan fuerte que cae al suelo.

— ¡¿Cómo te atreves?! —grita furioso, tratando de levantarse pero cae nuevamente de rodillas.

— ¡Vámonos! —Sunkyun la toma del brazo viéndolo tambalear por lo que salen rápidamente.

Ambos al sentir la brisa fresca chocar contra sus rostros sueltan un suspiro de alivio, pues sabían que se habían salvado de una gran golpiza.
Sohyun mientras se dirigía en compañía de su hermano al hospital sollozaba, sin saber si era porque su hermano la había defendido o porque se encontraba demasiado preocupada por Seojun, pero se sentía reventar y más al ver su brazo enrojecido que sentía que le quemaba.

¡Hola!

AAA la historia llegó a las 65k leídas y +7k votos, en serio muchas gracias por el apoyo que le dan, me emociona mucho

Sé que quizás se les hizo aburrido porque no hubo momentos entre Sohyun y Seojun, y sí con Haejin, pero eran necesarios jajsjs

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¡Nos leemos pronto!

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