❝NUEVA RELACIÓN❞

Cuando notó que este no reía se asustó, lo que no sabía era que él pensaba que lo que tenía con su amigo se acabó así que pensó que podría ser su oportunidad para decirle cómo se sentía, pero no sabía cómo hacerlo, ya que no había tenido tiempo para practicar bien sus palabras Por lo que en ese momento no salían de sus labios por más que los tuviera entreabiertos, tomó una bocanada de aire sin apartar la mirada de sus labios rosados y simplemente los juntó decidiendo confirmar así sus sentimientos.

Seojun al sentir el contacto de sus labios sobre los de él por un momento creyó que se desvanecería, pues hasta estaba sorprendido de que fuesen más suaves de lo que había creído. Se sentía torpe sin saber qué hacer, pero cuando quiso moverlos Sohyun lo empujó para luego mirarlo asustada y salir corriendo, mientras este se quedaba paralizado reprochándose lo que había hecho al verla alejarse.

— Eres un idiota, Seojun —murmura frustrado pasando los dedos por las hebras de su cabello tirando de este—. Idiota, idiota, idiota.

Mientras tanto la pelinegra no podía creerse lo que había hecho, entró a su casa temblorosa encontrándose con su madre que la miró preocupada. Al verla la abrazó aliviada de que se encontrara en casa, se aferraba a ella tratando de olvidar lo que el castaño había hecho y lo que había sentido.

— ¿Está todo bien, hija? —pregunta preocupada.

— Sí, sólo te extrañaba...

No era del todo mentira, la extrañaba, pero si se encontraba asustada era por el beso de su amigo.
Estaba negada a que fuese cierto que él estaba enamorado de ella, ya que no quería perderlo porque se había encariñado demasiado pronto.

— Llama a tu hermano a comer —sonríe separándose—. Esperáremos a tu padre...

— Pero...

— Ve —ordena con el semblante serio.

Suspiró y comenzó a subir las escaleras para dirigirse a la habitación de su hermano. Este la mayoría de veces se encontraba molesto hasta con su madre por no darse cuenta de lo que sucedía y era por eso que cuando ella estaba en casa simplemente se iba a su habitación ignorándola, algo que su hermana detestaba porque sabía que a su madre le dolía no entender porqué no quería pasar tiempo con ella.
Pero ahora sabía que se encontraría más molesto porque su padre llegaría ebrio y eso causaría que ambos discutieran, por lo que no podrían cenar conversando como una familia normal.

Mientras este se reprochaba con cada paso que daba hacia el salón el no haberla seguido y explicarle sobre sus sentimientos que cada día le costaba más controlar.  Pero no era bueno para hablar sobre lo que sentía, algo que también se reprochaba y a veces deseaba poder ser como Haejin, el cual sí era bueno en eso y quizás era por eso que estaba con la pelinegra.

Seojun vio a su amigo en el pasillo conversando con Yuri, la chica del otro salón que antes había desatado los rumores sobre que salían, y arrugó la frente preguntándose porqué seguía hablándose con ella.

Volteó encontrándose con la pelinegra que también veía lo mismo, sólo que angustiada. Sohyun no se encontraba de ánimo luego de la noche que había tenido en su casa, se sentía agotada y no podía hablarlo con nadie. Sentía ganas de que Seojun subiera su estado de ánimo molestándola, pero sabía que eso era imposible por lo sucedido y ni siquiera podía atreverse a mirarlo a la cara, porque de sólo recordar el beso sentía como se estremecía.

Luego de la noche que había pasado se sentía más temerosa por la relación que tenían, se preguntaba si no era mejor que estuviese con esa chica castaña de cabello corto que seguramente no tenía temores e inseguridades y podía hacerlo feliz y complacerlo. Se veía como un completo desastre por lo que estaba segura que su novio merecía algo mejor.

No lograba comprender al pelinegro, pues le hacía escenas de celos por Seojun, pero seguía viendo a esa chica de cabello corto y le sonreía encantador. Un nudo se formó en su garganta, pero cuando se encontró con la mirada del castaño se dirigió rápidamente hacia el salón llevándose una gran sorpresa.

Las fotos que le habían sacado cuando decidió acompañarlo a la sesión estaban pegadas en las paredes, y los amigos de este aparecieron emocionados abriendo sus chaquetas enseñándoles sus camisetas que también tenían sus fotos que podían ser fácilmente malinterpretadas.
Se quedó boquiabierta mientras todos les hablaban emocionados de su supuesta relación con Seojun, y en cuanto este entró se quedó paralizado notando como ella lo miraba desesperada porque no sabía qué hacer ante aquella situación.

— ¿Qué rayos pasa aquí? —pregunta molesto mirando las fotos.

Miraba como ella temblaba y bajaba la cabeza tapando un poco su rostro con su cabello, sintiéndose intimidada por la atención que estaba recibiendo en ese momento. Seojun detestaba ser otro problema para ella y detestaba a los demás por hacer ese show, sin ni siquiera pensar en que podrían provocar problemas.

— Sohyun y tú son novios —habla emocionada Sooah.

Todos siguieron hablando de eso hasta que entró Haejin, mirando enfurecido todas las fotos y a los que hablaban acerca de esa nueva relación.

— ¿Que es ésto? —le pregunta en casi un murmuro, Jugyeong.

— N-No es nada —titubea y toma el brazo de Seojun mirándolo angustiada.

— Escuchen bien —golpea el escritorio del profesor con su mano, llamando la atención de todos—. No hay nada entre Sohyun y yo, así que el que se atreva a hablar al respecto se arrepentirá —los mira amenazante hasta que se encuentra con la mirada de Haejin, que dejaba notar su rabia y celos.

Quiso acercarse a él, pero este se fue a sentar a su lugar ignorándolo por completo y también ignorando a su novia que lo miraba angustiada, por lo que el castaño también se dirigió a su asiento, tragando en seco.

— ¿La besaste? —pregunta Chorong junto a sus amigos emocionados, por lo que Seojun lo miró entre sorprendido y asustado llamando la atención de los demás—. ¡La besaste! ¡Seojun besó a Sohyun! 

— Estás haciendo que me enfade, Chorong —advierte tratando de que sus nervios no se notasen.

Sohyun se encontraba junto a Jugyeong, ambas sentadas en un banco compartiendo la angustia. La castaña por Soojin y Suho, y la pelinegra por Seojun y Haejin, por lo que trataban de encontrar una solución a sus problemas que no parecían tener.

— Aún no entiendo cómo es que llevas horas siendo novia de Haejin y ya tienes como diez problemas —trata de bromear.

— Por algo temía ser su novia, pero no me esperaba que fueran esta clase de problemas —suspira—. Estoy exhausta.

— Todo tiene alguna solución —trata de animarla y acaricia su espalda.

— Dime cuál porque no la encuentro...

— Aún no la tengo — hace una mueca—. Ni siquiera para mi problema. Tener novio es complicado...

Jugyeong se había imaginado una relación totalmente distinta y ahora estaba decepcionada por lo que pasaba con Soojin, que no sabía qué hacer, si tenía que elegir entre amistad o noviazgo.

— Trataré de hablar con él —se levanta la pelinegra—. Quiero saber si está molesto.

— Suerte, amiga —sonríe.

Caminó temerosa hasta la azotea, pues sabía que Haejin se encontraba allí en los recesos porque le gustaba los lugares silenciosos y la mayoría de veces la citaba ahí. Al cerrar la puerta y voltear lo vio allí, por lo que sintió un cosquilleo en su estómago.

— ¿Qué haces aquí? —pregunta extrañado.

— Quería hablar contigo —se acerca a paso lento—. ¿Estás molesto? —pregunta tímida.

— ¿No es obvio? —alza una ceja—. Se supone que eres mi novia, pero ante la mirada de todos eres novia de Seojun. De mi mejor amigo, Sohyun —suspira.

— Él ya aclaró esos rumores...

— Esas malditas fotografías. Nunca me hablaste de ellas...

— Necesitaba el dinero. Lo siento.

— Me ocultas cosas —sus facciones se endurecen mientras mira a su alrededor perdido en sus pensamientos—. ¿Qué más me ocultas, Sohyun? —la mira fijamente tratando de leer sus ojos cafés.

Estaba demasiado nerviosa y asustada, no sabía cómo decirle todo lo que pasaba por su cabeza, el beso de Seojun que provocó que llevara sus dedos a sus labios sintiendo un cosquilleo en su estómago, pero luego no pudo evitar pensar también en lo que pasaba con su familia. Estaba agotada y no sabía cómo sobrellevar esa nueva relación que le atemorizaba y provocaba problemas sin quererlo.

Tomó una bocanada de aire preparándose para las palabras que saldrían de su boca, a pesar de que el miedo de saber que podría perderlo quisiera paralizarla. Pero en eso la puerta se abrió dejando ver a la de cabello corto entrar con una gran sonrisa en sus labios, hasta que su mirada se encontró con la de Sohyun.

— Oh, ¿vine en mal momento? —frunce el ceño—. Tú eres Kim Sohyun, ¿cierto?

— Sí, soy yo —trata de sonreír pero le sale más una mueca.

La pelinegra trataba de repetirse que no debía sentir celos al saber que a quién en realidad esperaba Haejin era a Yuri, a pesar de sentir un nudo en la garganta y un dolor en su pecho. Pero aún así se preguntaba, ¿cómo no sentir celos si ahora que la tengo en frente puedo ver lo hermosa y encantadora que es? Estaba segura que cualquier chico caía con facilidad a sus pies, pues tenía una mirada dulce, su cabello siempre tan arreglado que estaba segura que a pesar de tenerlo corto le llevaba mucho tiempo plancharlo para tenerlo así de perfecto, sus labios eran gruesos y rosados que llevaban brillo, su piel pálida no parecía tener ninguna imperfección y su cuerpo a pesar de llevar el uniforme dejaba notar sus curvas.

Observó el suyo y sintió sus mejillas enrojecer, mientras bajaba la cabeza sintiendo como las inseguridades volvían a atacarla.
La tensión iba aumentando cada segundo, por lo que volteó a ver a su novio que tragó en seco dejando notar que también se encontraba incómodo con la situación.

— Espera un momento, Yuri —trata de sonar tranquilo mientras toma delicadamente del brazo a la pelinegra para alejarse—. Sohyun, dime.

— Estoy exhausta, Haejin —murmura con la voz temblorosa.

— ¿A qué te refieres? —pregunta temeroso mirándola desesperado, llevó la mano a su mejilla sorprendiéndola ya que esperaba que al estar Yuri allí no querría exponerse.

— No hice bien en venir aquí —voltea a ver a la castaña de cabello corto que los observaba con curiosidad—. Lo siento —suspira comenzando a caminar para irse, dejando a un Haejin completamente desconcertado y con miedo a lo que pudiera significar.

¡Hola!

Primero que nada, muchísimas gracias por las +51k de leídas, me alegra mucho ver todo el apoyo que le brindan a esta historia, lo que me inspira a seguir escribiéndola ♡

Espero que les haya gustado el capítulo

¡Nos leemos pronto!