25; Miedo.
❝MIEDO❞
— ¡Sohyun! —aquella voz masculina los hizo sobresaltar y voltear rápidamente.
Seojun al verlo se sentía paralizado, temía que se molestara por verlos de aquella forma, mientras que Sohyun sacó rápidamente la mano del pecho del castaño y se alejó mirando confundida a Haejin, pues se veía que estaba demasiado molesto.
Este miraba la situación sintiendo la rabia correr por sus venas, se veían tan cómodos juntos, tan risueños y notó como los ojos de su amigo brillaban al verla, por lo que rápidamente confirmó la duda que no escapaba de su cabeza, que cada vez que los veía juntos aparecía, por lo que sus celos aparecieron reflejándose también en su rostro.
Lo único que había salido de sus labios fue el nombre de la pelinegra, aunque sabía que no podía reprocharle nada, se decía a si mismo que podía porque tenían algo por más pequeño que fuese, ella era como su chica, por lo cual le molestaba que fuese tan cercana a Seojun. Ya no quería verla con él, no podía tolerarlo más.
— ¿Qué haces aquí? —lo mira curiosa—. ¿Quieres ordenar algo en especial? —sonríe—. Ya lo sé, quieres ver qué tan bien hago mi trabajo. Cuéntale, Seojun —voltea a verlo aún con una sonrisa.
Este tragó en seco, pues se le hacía muy fácil leer la expresión facial de su amigo y no entendía como Sohyun aún no podía hacerlo siendo su novia. La observaba como llevaba una gran sonrisa en su rostro y su mirada resplandeciente al ver a Haejin que provocarle lo mismo. Detestaba que ella viera las señales sobre que también le gustaba, pero decidiera ignorarlas y taparlas con su inocencia y esa sonrisa que le hacía embobarse porque era simplemente encantadora para él, estaba rendido a sus pies.
— Haejin...—voltea a verlo, ya que no quería seguir perdiéndose en ella teniendo a su mejor amigo presente.
— Tú cállate —habla molesto o más bien dolido.
Seojun lo notó y no supo qué decir mientras que la pelinegra los miraba confundida por su actitud, pues en la mañana vio que estaba todo bien entre ambos, los vio reír y conversar animadamente, por lo que no entendía porqué parecía que el castaño había hecho algo mal.
— ¿Qué sucede entre ustedes? —interviene.
— Vámonos de aquí —la mira fijamente.
— ¿Qué? Estoy trabajando...
— No. No lo estás —mira por un momento a Seojun.
— Haejin... —lo mira sorprendida por su manera de hablar— estoy trabajando. No puedo hacer lo que tú quieres...
La miró dolido mientras pensaba en que ella ya no estaba correspondiéndole a él sino a su amigo, sus sentimientos habían desaparecido, por lo que salió rápidamente sintiendo como su corazón daba un vuelco mientras Sohyun quedaba paralizada sin entender lo que sucedía.
Trató de actúa normal, de que su voz saliera normal, pero se sentía asustada por cómo estaban las cosas con Haejin, temía por lo que tenían y un nudo se formó en su garganta mientras miraba desesperada a su amigo.
— Ve.
La animó sintiendo una punzada en el pecho, pues prefería dejar el egoísmo de lado que verla de aquella forma otra vez y se detestaba por cómo lo hacía sentir porque lo cambiaba de alguna forma.
— Pero...
— Yo te cubro —asegura.
Sohyun corrió a los vestidores para cambiarse y una vez lista salió no sin antes darle un rápido abrazo a Seojun, el cual se sorprendió pero aún así sonrió tristemente correspondiéndole, pues sentía que le dolía de cierta manera verla así por su amigo.
Lo encontró en el parque y se acercó agitada por haber corrido, pero verlo la alivió y le quitó importancia a su estado físico, mientras se ponía frente a él. Este levantó la cabeza y la miró sorprendido, pues creía que se quedaría riendo junto a Seojun, como si no hubiese pasado nada.
— ¿Qué quieres? —pregunta con el semblante serio.
— ¿Por qué me hablas así? —frunce el ceño—. He venido aquí porque tú me lo pediste.
— Y tú me dijiste que no —se levanta molesto al recordarlo.
— ¡Pero estoy aquí por ti! —alza la voz molesta sorprendiéndolo—. ¿Qué diablos te pasa?
— Que no puedo seguir viéndote con Seo Jun —explica—. Ya no trabajes.
— ¿Qué? —ríe irónica.
— Puedo ayudarte con lo que necesites —toma sus manos.
— Haejin, no —se suelta—. No quiero que tú me ayudes, puedo sola.
— ¡Pero no quiero que Seojun esté cerca de ti!
— ¿Por qué? —pregunta exaltada—. Tú dijiste que era un buen amigo.
— ¡Pero me equivoqué!
— No creo que te hayas equivocado.
— ¡Él está enamorado de ti! —asegura dolido con sus ojos cristalinos—. Lo sé.
— ¿D-De qué hablas? —titubea.
Sohyun estaba totalmente negada a las palabras que había soltado el pelinegro, pues no le veía ningún tipo de sentido porque Seojun la había ayudado a estar con él.
— Es imposible —ríe nerviosa—. Hasta está cubriéndome en el café para que yo pueda hablar contigo.
— ¡Lo hace porque quiere que así te fijes en él! —explica frustrado—. No puedes seguir siendo su amiga.
— No digas eso —lo mira disgustada—. Estás mal.
— ¿Por qué no quieres ser mi novia, Sohyun? —cuestiona.
Este sentía que su inseguridad había crecido a tal punto de sentir que ella ya no lo quería ni siquiera un poco, por lo que estaba decidido a pedir una explicación al ya no soportar la curiosidad y dolor que le provocaba.
— No puedo...—titubea.
— Dime porqué —exige herido.
— ¡Porque tengo miedo! —responde limpiando rápidamente las lágrimas que habían comenzado a caer por sus mejillas.
Este la miró comprensivo y la abrazó rápidamente apoyando su frente en la cabeza de la pelinegra.
— No quiero estar sin ti —murmura angustiado—, ni quiero que tengas miedo —suspira—. Sólo quiero que seamos tú y yo.
— Haejin...
— Te quiero, Sohyun —sonríe—. Y mucho.
— No...
— No hay nada que temer —asegura—. Podemos estar juntos...
— No lo entiendes...—se separa desesperada.
— Sohyun...—toma su rostro entre sus manos— sólo seremos tú y yo, sin miedos.
Juntos sus labios para que ya no siguiera hablando, pues volvía a saber lo que ocasionaba en ella, toda la seguridad estaba de regreso y quería que ella tuviera esa seguridad.
Temía perderla por culpa de su amigo y lo detestaba por fijar sus ojos en la misma chica, por lo que ahora que estaban juntos iba a hacérselo saber para que pudiera olvidar lo que sentía por ella, porque eso era lo correcto al ser mejores amigos.
Durante el camino a su casa no dejaba de pensar en las palabras de Haejin, sobre los sentimientos de Seojun, mientras que este iba a su lado tirando levemente de los mechones de su cabello para molestarla y que lo que fuese que pasara por su cabeza desapareciera, pero no parecía estar funcionando hasta que soltó un chillido y lo golpeó en el hombro.
— Lo siento, lo siento —repite arrepentido al darse cuenta que había tirado de más.
— Quédate quieto de una vez —reprocha—. Y tu parada ya pasó.
— Lo sé —sonríe—. Te acompañaré a tu casa.
— ¡No! —alza la voz llamando la atención de los demás—. No es necesario...
— Claro que sí, porque cuando te encuentras así te pones más torpe de lo que eres —asegura.
La fémina suspiró sintiéndose frustrada, pues quería pensar con tranquilidad acerca de los sentimientos de Seojun, pero este parecía querer tenerla cerca lo que la ponía demasiado nerviosa y la ayudaba a confirmar de cierta manera aunque no lo quisiera.
Ambos bajaron mientras ella seguía diciéndole que no era necesario.
— Cállate —dice frustrado—. Por cierto, ¿por qué no querías ser novia de Haejin?
— Porque no...
— Esa no es una respuesta...
— Porque tengo miedo —admite jugando con sus manos y este voltea a verla dejando de caminar.
— ¿Miedo de qué? —cuestiona mirándola fijamente, esta al sentirse intimidada se hace un paso hacia atrás chocando contra un mural.
— Miedo de que me odie —baja la cabeza.
— Haejin jamás podría odiarte —rueda los ojos y ella lo mira esperanzada—. Créeme que lo sé porque jamás lo había visto enamorado hasta que te conoció...
— Pero...
— En serio —sonríe a medias.
— Ahora él y yo...
— Sé que rompieron lo que sea que tenían...—la interrumpe—. No hablemos de eso —suspira—. Por cierto, las trenzas me dejan ver más tu feo rostro —asiente—. Me agrada.
— ¿Te agrada ver mi feo rostro? —ríe.
— Sí, porque por las mañanas al asustarme me mantiene despierto en el instituto —asiente con una sonrisa.
— En las clases no parece ayudarte —le recuerda.
— Es que me das la espalda...
Sohyun rió confirmando que Haejin estaba equivocado, pues Seojun no era capaz de hacerle un cumplido y se sentía aliviada al saber que todo fue creado por los celos de su ahora novio.
— ¿Sabes? Hoy Haejin dijo algo muy loco —juega con sus manos mientras ríe al acordarse.
— ¿Qué dijo? —frunce el ceño mirándola con curiosidad.
— Que estás enamorado de mí —responde nerviosa— ¿Puedes creerlo? —ríe.
Cuando notó que este no reía se asustó, lo que no sabía era que él pensaba que lo que tenía con su amigo se acabó por lo cuál podría ser su oportunidad para decirle cómo se sentía, pero no sabía cómo hacerlo, ya que no había tenido tiempo para practicar bien sus palabras Por lo que en ese momento no salían de sus labios por más que los tuviera entreabiertos, tomó una bocanada de aire sin apartar la mirada de sus labios rosados y simplemente los juntó decidiendo confirmar así sus sentimientos.
¡Hola!
Espero que les haya gustado el capítulo y hay algo que me gustaría saber:
Team Seojun
O
Team Haejin
Quería hacerles saber que si notan que han desaparecido los primeros capítulos es porque voy a editar la historia, ya que encontré demasiados errores porque soy muy colgada y ahora que me doy cuenta me da muchísima vergüenza JAJAJS
¡Nos leemos pronto!
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