15; Inseguridades.
❝INSEGURIDADES❞
Luego de recibir las calificaciones Sohyun sonrió, pues había vuelto a sacar buenas calificaciones gracias al grupo de estudio. Había sido una buena idea unirse, ya que de cierta manera a pesar de que al principio se distraía porque sus pensamientos eran invadidos por Haejin, este también había sido el causante de que volvieran a mejorar sus calificaciones.
— Vaya, te fue bien —murmura al pasar por su banco, Seojun—. Mira lo que hace elegir sólo la opción tres —enseña su examen con una sonrisa triunfante causando una pequeña risa a la pelinegra.
Este elevó su mano y ella algo sorprendida chocó su mano con la suya, para que luego siguiera su camino a su asiento.
Se sentía algo confundida aún por su actitud, pero el pensar que quizás estaba comenzando a formarse una pequeña amistad la hizo sonreír.
Quizás Haejin tenía razón y Seojun realmente era un buen chico y un buen amigo, pues debía admitir que tenía cierta curiosidad por conocerlo.
Luego de tranquilizar a Jugyeong junto a Sooah, por sus calificaciones, regresó a su casa con la compañía de su hermano el cual no le dirigió la palabra en ningún momento.
Cocinó para ambos, pero este se había encerrado en su habitación y no estaba dispuesto a comer, por lo que dejó la comida en la nevera para él y su padre el cual estaba dormido.
Subió a su habitación mientras le contestaba unos mensajes a sus amigas y al pasar por la habitación de su hermano tocó la puerta.
— ¿Sunkyun? —habla tímida, pero su hermano no contesta—. Te dejé la comida en la nevera. Tienes que comer...
— ¡Vete!
Se sobresaltó por el golpe que le había dado a la puerta al decir eso, pensaba hablarle nuevamente, pero su celular comenzó a sonar por una llamada de un número desconocido.
Frunció el ceño desconcertada, aún así decidió atender mientras se dirigía a su habitación.
— ¿Hola?
— Sohyun...—al escuchar esa voz masculina rodó los ojos mientras se sentaba en su cama.
— ¿Cómo conseguiste mi número, Seojun? —pregunta curiosa.
— Eso no importa.
— ¿Al menos me dirás para que me llamas?
— ¿Podrías...acompañarme a comprarle un regalo a Gowoon?
Al escuchar eso no pudo evitar sonreír y aceptar rápidamente lo que sorprendió a Seojun, pues por un momento había creído que no aceptaría.
En cuanto Seojun la vio acercándose y no podía evitar sentir como los nervios se volvían parte de él lo cual lo confundió. ¿Desde cuando alguien podía hacerlo sentir nervioso? Esa pregunta no desaparecía de su cabeza.
— ¿Ya tienes algo en mente? —pregunta comenzando a caminar a su lado.
—Algo así —contesta.
Se dirigieron hacia los cosméticos mientras ella parecía algo perdida.
— ¿Sabes? Creo que te equivocaste de persona —hace una mueca.
— ¿Por qué lo dices? —frunce el ceño.
— Jugyeong sabe de maquillaje —contesta obvia—. Yo sólo aprendí ciertas cosas que me ha dicho.
— Pues, Jugyeong no aceptó venir.
— O sea, ¿que soy tu segunda opción? —finge estar indignada.
— No le hablé —contesta—. Dudo que hubiese aceptado, además como tú conoces más a mi hermana creí que serías de buena ayuda —sonríe a medias—. Jugyeong debe estar con Ryu Hyung Jin —comenta por lo bajo.
Sohyun decidió hacer como si no lo hubiese escuchado y miró a sus costado buscando algo que llamara su atención, pero su celular vibró por lo que lo sacó del bolsillo trasero de su pantalón y al ver que era un mensaje de Haejin sonrió.
¿Estás ocupada?
— Sohyun, dijiste que me ayudarías —escucha la voz de Seojun a sus espaldas.
— ¡Eso hago!
Luego de responderle volvió a guardarlo, para voltear a ver al castaño que tenía una sonrisa triunfadora en su rostro.
— ¿Viste algo que llamara tu atención?
— Ella cantará pronto por lo que ha estado practicando lo de maquillarse —comenta—. Así que pensaba algún...labial.
— Bien, ven —toma su brazo para comenzar a caminar hacia donde se encontrara los labiales.
Seojun miraba su agarre algo sorprendido pero aún así la siguió, tratando de no sonreír.
— Gowoon me dijo que está asistiendo a una academia musical —habla mientras mira los labiales—. Es asombroso como dos hermanos pueden cantar tan bien.
— No me has escuchado cantar —dice confundido.
— Lo sé, pero eras conocido por tu talento vocal —le recuerda—. Me gustaría escucharte algún día...
Al escuchar esas palabras tuvo que esforzarse por no sonreír y volteó para que no notara su sonrojo, por lo que agarró rápidamente un labial y se lo entregó.
— Prueba este.
— Está bien.
Comenzó a pintar sus labios con un labial rosado mientras se miraba en el espejo, frunció el ceño no sintiéndose muy convencida por el color por lo que volteó a ver a Seojun.
— ¿Qué dices? —pregunta acercándose a él.
— ¿S-Sobre qué? —abre sus ojos sorprendido por su cercanía.
— Del labial —responde obvia.
—.Oh, pues...—baja la mirada a sus labios por un momento sintiéndose nervioso—. Me gusta ese color.
Miró hacia los labiales tomando otro y volteó nuevamente hacia el castaño.
— Déjame probar este en ti —sonríe.
— ¿Por qué? Ya he dicho que el rosa está bien...
—.Pero no me convence —suspira—. Además tengo los labios pintados, déjame probar este —lo mira tiernamente.
Trató de desviar la mirada para no ser convencido, pero se le hizo realmente difícil por lo que terminó aceptando.
Sohyun sonrió contenta y se acercó a él para luego pintar su labio inferior de un tono rojizo, su cercanía aceleró los latidos de su corazón mientras miraba cada centímetro de su rostro perdiéndose en sus ojos.
De un momento a otro ella alzó su voz provocando que saliera de su trance.
— ¿Qué decías? —pregunta confundido.
— Que este labial me gusta —repite.
— Pues, prefiero el rosa.
— Agh, está bien —rueda los ojos—. Entonces, yo le regalaré este —sonríe.
— Como quieras —toma aire tratando de olvidar la situacion de hacía segundos—. Deberías elegir también una sombra de ojos.
Una vez que pagaron Sohyun comentó que quería un jugo de naranja por lo que el castaño la sorprendió comprándole uno.
Miraban entrar y salir a las personas mientras ella tomaba su jugo tranquilamente, no podía evitar mirarla, pues se le hacía demasiado tierna aquella imagen.
Llevaba un jean, un sueter rosado que adoraba por lo suave que era y dos trenzas que caían por sus hombros, rió silenciosamente al imaginarla de pequeña.
— ¿Por qué ríes? —lo mira desconcertada y este negó con la cabeza—. ¿Cómo está tu mamá?
— Pues, está muy bien...
— Mándale saludos y dile que espero verla pronto —sonríe.
— Oh, pues sucede que hoy varias chicas me dijeron lo mismo —sonríe egocéntrico—. Hay una larga lista...
— Pero ella me tiene cariño —alza una ceja.
— Buen punto —asiente dándole la razón.
— ¿Me dirás cómo has conseguido mi número? —toma su jugo mirándolo curiosa.
— Siempre consigo lo que quiero —sonríe y ella rueda los ojos—. Lo saqué del celular de Haejin...
— ¿Sohyun?
Aquella voz masculina hizo voltear a ambos rápidamente, Haejin se encontraba frente a ellos mirándolos totalmente desconcertado.
Seojun sintió un escalofrío recorrer su espalda, mientras que los latidos de Sohyun se aceleraron en cuanto vio aquellos ojos cafés conectarse con los de ella.
— ¿Seojun? —frunció el ceño—. ¿Qué hacen aquí?
El castaño la miró sin saber qué decir, pues no quería que las cosas volvieran a complicarse entre ellos.
— Sohyun me ayudó a elegir un regalo para Gowoon —responde ya que Sohyun parecía estar embobada lo cual de cierta manera le molestó, pero supo disimularlo.
— ¿Por qué no me lo pediste a mí? —frunce el ceño.
— No quise molestarte...
— ¿Molestarme? —ríe irónico.
— ¿Tú qué haces aquí?
— Pues...estoy haciéndole un favor a mi madre —responde no muy convencido por lo que Seojun lo mira tratando de leerlo— ¿Seguirán juntos? —alza ambas cejas.
— No —responde rápidamente la pelinegra por lo que el castaño finge no sentirse indignado por eso.
— ¿Quieres ir a pasear? —sonríe.
— Oh...debo ir a casa —hace una mueca.
— Te llevo.
El castaño sentía que estorbaba entre ellos lo cual le molestó y sin que ellos se dieran cuenta por estar embobados comenzó a caminar alejándose.
— No hace falta...—titubea.
— Oh, vamos.
Tomó su brazo por un momento para comenzar a caminar y una vez en el auto de camino a la casa de la pelinegra hablaron animadamente.
Haejin estaba algo confundido, pues no entendía porqué había aceptado ir con su amigo, estar solos, trataba de que su gran curiosidad no lo hiciera hablar, pero en cuanto estacionó el auto una pregunta escapó de sus labios.
— ¿Ahora Seojun y tú son amigos?
— No lo sé —se encoge de hombros—. Quizás.
— ¿Te molestó o algo? —la mira fijamente.
— No. Tranquilo —ríe sintiendo un cosquilleo en su estómago al saber que se preocupaba por ella.
— Está bien —murmura aliviado.
— Bien, ya debo entrar —suspira por querer estar más tiempo con él.
Volteó para abrir la puerta del auto pero fue inrerrumpida por el brazo de Haejin, que hizo que volteara a verlo.
Sus ojos se conectaron, ninguno decía ni una palabra y tampoco era que pudiesen, pues sentían perderse el uno en el otro. Él quería poder cortar con esa distancia de una vez, bajó la mirada a sus labios rosados debatiéndose entre acercarse o no ya que la valentía que había juntado había desaparecido.
La pelinegra se sintió estremecer al mirar sus labios carnosos, volvió a mirar aquellos ojos, él tenía una mirada peligrosa ya que sabía muy bien como utilizarla, ella lo sabía perfectamente y sus inseguridades volvieron por lo que se soltó del agarre para luego bajar del auto aún temblorosa por la situación.
Haejin suspiró frustrado por no haberse atrevido pero luego se acercó a la ventanilla:— Nos vemos mañana, Sohyun.
— Nos vemos —sonrió nerviosa aún sonrojada por lo sucedido y movió su mano en forma de saludo.
Él le regaló una sonrisa mientras la observaba con ternura.
EDIT
¡Hola!
Quería saber si les está gustando cómo está yendo la historia o si les gustaría que cambiara algo.
Espero que el capítulo haya sido de su agrado y no se olviden de votar
¡Nos leemos pronto!
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