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VOTEN Y COMENTEN POR FAVOR
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Delilah y Luke caminaron tomados de las manos justo detrás de Richard entre la aglomeración de gente que había en el campo utilizado para este evento.
Por suerte aún nadie parecía reconocerla, tal vez fuera porque la ancha y fuerte espalda de Luke había cubierto su rostro por ese transcurso de tiempo o tal vez porque en realidad nadie se estaba fijando en ella.
En cuanto llegaron a las mesas llenas de comida, Luke la acercó más hacia su mismo, colocándola frente a él.
-Tienes que probar uno de esos panqueques Lilah, son deliciosos.-murmuró tomando uno de los muchos panes de la bandeja.
-Pero...¿yo puedo comer de esto? No pagué ni ayudé.-Luke negó con una pequeña sonrisa, besó cortamente sus labios y puso el postre frente a sus ojos.
-No tienes porque hacerlo, es una celebración del pueblo, todos podemos tomar lo que sea.-dijo mirando hacia la mesa nuevamente, tomó una galleta y la mordió después de sonreírle a Lilah.
-Chicos, iré a la cantina con mis demás amigos ¿si?-dijo Richard en voz baja, señalando a un pequeño grupo de personas con tez oscura, alejadas del resto de personas de la celebración.
-Claro Richie, ve con cuidado, no bebas demasiado.-dijo Luke divertido, abrazándolo por los hombros.-No olvides que debemos estar sobrios mañana por la mañana.-murmuró aún sin soltar a su amigo.
Delilah miró confundida a una pareja que miraba con indignación a Luke y Richard, casi como si estuvieran robando algo.
Pero lo recordó, no lo notaba mucho, porque la familia de Richard era la única familia negra que trabajaba para los Gilgan, porque a diferencia de muchísimas personas afroamericanas ellos no eran esclavos, eran sirvientes al igual que el resto, aunque no era algo nuevo el hecho de que eran tratados con inferioridad, incluso entre sirvientes.
Ella había cometido ese error antes, claro que no lo miraba como un error u ofensa, pues fue la forma en que la educaron, que las personas de color jamás servirían para algo más que encargarse de familias de buena posición.
Pero desde que tenía seis años y se dió cuenta (gracias a Luke) que en realidad todos eran iguales, sin importar el tono de piel, dejó de fijarse en ello.
Claro que ella un caso entre ochenta.
-Bueno, nos vemos chicos, no vuelvan tarde a casa.-susurró cabizbajo, comenzando a caminar hacia su grupo de amigos.
Hubo un pequeño y corto silencio entre ambos amantes, hasta que miraron llegar a Richard junto a sus amigos sin ningún problema.
Delilah no lo sabía, pero Richard había sido golpeado en múltiples ocasiones por el simple hecho de caminar por ahí, entrando y saliendo de sus establecimientos para blancos. Y de hecho, Luke también había pasado por eso, por defender a su querido amigo, se ganó muchísimas palizas de personas desconocidas.
Solo algo había que agradecerle a aquellos salvajes, y era que gracias a sus montones de palizas, Luke y Richard habían aprendido a pelear, pelear muy bien.
-Bueno cariño, ¿Que deseas hacer?-preguntó Luke, abrazándola por la espalda, Lilah no pudo evitar sonreír, mientras le daba un tercer bocado al panqueque.
De verdad estaba delicioso.
-No lo sé, ¿No eras tú quien me mostraría lo que es la vida?-preguntó, ocasionando una pequeña risa de parte de Luke.
-Muy cierto, bella dama.-la soltó lentamente, colocándose frente a ella.-¿Sería usted tan amable de concederme este baile?-preguntó tendiendo una mano hacia ella.
-Pero Luke...yo no se bailar esto.-susurró mirando hacia lo que parecía ser el centro de la festividad, había música y un montón de gente bailaba de forma enérgica.-Solo se el baile de salón.
-Lo se, te he visto practicar, eres pésima.-dijo sincero.
Delilah lo miró ofendida, pero después de unos cuatro segundos no pudo evitar reír levemente.
-Joven Hemmings, es usted un maleducado.-dijo con las cejas arqueadas, mordiendo nuevamente su postre.
El mayor sol se acercó para besar su frente cariñosamente, con las manos sobre sus mejillas y los ojos cerrados de mero gusto.
-Eres pésima porque no te gusta hacerlo, ven, bailemos, yo te enseño cómo es.-susurró jalándola delicadamente de la mano.
-No estoy segura, alguien podría chocar contra mi y hacerse daño.
-Oh, deja de imaginar cosas amor mío, lo harás bien, solo tienes que relajarte.-murmuró deteniéndose en un espacio parcialmente vacío, tomó las manos de Delilah y sonrió.-Bueno, solo sigue mis movimientos, lo demás siempre viene solo.-susurró, comenzando a bailar al ritmo de la música, justo como su madre le había enseñado cuando era pequeño.
Fue divertido, Delilah no recordaba haberse divertido de esa forma nunca antes, mucho menos en un baile, los despreciaba porque eran muy aburridos.
Pero...ese baile había sido emocionante, divertido, enérgico, alegre, no dejaba de reír miente Luke decía cosas divertidas o tropezaban con otras parejas, también hubieron besos, muchos besos, tantos qué tal vez a algún pueblerino le haya parecido desagradable ver tal muestra de amor en público tan repetidas veces.
Pero Delilah se sentía tan llena de vida que no le importó ni un poco como algunas mujeres la miraban mientras se besaba con Luke sin tener un anillo en el dedo.
Y es que ¿quién necesita un anillo cuando sientes que tu alma ya está entrelazada con la de alguien más?
Tal vez solo para demostrarlo al mundo, pero para ellos no hacía falta decir en voz alta aquellas dos palabras, simplemente lo sabían, lo sentían.
Era un tipo de conexión que no mucha gente entendería, parecía que sus almas habían sido enviadas a la vida terrenal, para encontrarse en ella y compartir el resto de su existencia juntos, ya fuese como polvo o incluso como agua, sabían que iban a estar juntos hasta el final de los tiempos y sin siquiera habérselo comentado al otro.
La noche transcurrió de una forma increíble, Luke y Delilah miraron a los niños plantar los nuevos tulipanes, ambos con sonrisas en sus rostros y los dedos entrelazados, era una tradición muy linda a los ojos de la menor.
Ninguno de los dos bebió una sola gota de alcohol, solo porque querían pasar esa noche juntos y disfrutar de su amor en sobriedad.
Porque...¿amar en estado de ebriedad realmente es amor? No me lo parece.
Delilah probó mucha comida que en su vida imaginó degustar, mientras Luke le hablaba sobre las historias y cuentos que su madre le contaba desde que era pequeño.
Cuando la población en la celebración comenzó a disminuir poco a poco, decidieron ir a dar un paseo por el río, ambos descalzos y sin soltar sus manos.
La luna alumbraba el bosque a su alrededor, al igual que las estrellas, toda aquella luminosidad natural era simplemente increíble.
El aire puro entraba en sus fosas nasales mientras una ligera brisa ocasionaba que sus cabellos ondearan, al igual que la capa y vestido de Delilah.
-¿Quieres descansar un poco?-preguntó Luke, al mirar un montón de girasoles, Delilah asintió, dejándose caer sobre el pasto, Luke la siguió, terminando hombro contra hombro, con las manos entrelazadas sobre el corazón de Luke.
-Cuéntame otra historia Luke.-pidió Delilah, con la voz calma mirando fijamente al cielo.
-Bueno, mi abuela me habló alguna vez sobre una historia que su madre le contó, ella era griega, así que la historia es griega.-Delilah lo miró atenta.
-¿Que tantas cosas no se sobre ti Luke Hemmings?-El rubio solo rió y besó el dorso de su mano.
-Siempre me gusto mucho esta historia cuando era pequeño-Suspiró mirando hacia el cielo estrellado-Se dice que los seres humanos originalmente tenían cuatro manos, cuatro pies y una cabeza con dos caras. Estos seres eran muy felices con ellos mismos. Pero, Zeus temiendo que estos seres fueran a suplantar a los dioses por la fuerza que poseían, los partió en dos obligándolos a pasar el tiempo vagando por el mundo buscando a su otra mitad.
Delilah no dejó de mirarlo ni un segundo, prestándole toda su atención, esperando a que continuase hablando.
-Según esto su otra mitad es la única persona en el mundo capaz de hacer a una persona realmente feliz. De esta manera, si una relación no funciona, no es que hiciste cosas que no debías o que no hiciste lo que debías hacer. El problema es que no has encontrado a la persona correcta. El día que encuentres a tu media mitad, ese día vas a ser realmente feliz.
-Esa historia es hermosa, y algo triste, por las personas que se han casado con la mitad de alguien más.-susurró Delilah, acercándose más hacia él.
-Si, supongo entonces, que nosotros tuvimos la suerte de encontrarnos sin haber contraído nupcias, sino, jamás podríamos estar juntos, amor mío.-susurró contra la frente de Delilah, mientras rozaban sus narices con cariño.
-Tú y yo vamos a estar juntos, en vida y después de ella.-susurró antes de besar sus labios.
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K opinan?
Les gustó?
C A L M me está dando mucho para escribirrrr wtf
Btw,
💢¿VIERON QUE SUBÍ EL PRIMER CAPÍTULO DE PURE?!💢 (segunda parte de SWEET)
Creí k tendría más impacto jsja :c
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