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26

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Delilah se preguntaba en donde estaba Luke, hace cinco días que no lo veía por ningun lado, ni siquiera había podido compartir con él sus ideas para poder estar juntos.

Se había negado a preguntar por el rubio, no quería que los sirvientes comenzaran a sospechar porque si algun chisme llegaba a oidos de sus progenitores muy probablemente, Luke junto a sus padres serían despedidos y ella realmente no quería eso.

Pudo haberle preguntado a Richard pero por lo que pudo ver, la misteriosa desaparición de Luke le había dado mucho más trabajo al moreno y decidió no interrumpirlo.

Así que estaba aburrida en su cama, leyendo un interesante libro de costumbres e historia Alemana, no le haría ningun mal aprender más sobre su familia, su abuela era alemana pero casi nunca hablaba sobre su país natal.

Un par de toques en la puerta captaron su atención, se acomodó de una forma presentable y digna de una "señorita"

-Adelante-dijo con voz calma.

-Hola Delilah-murmuró su madre tranquila, cerrando la puerta detras suyo.

-Hola madre-dijo un poco confundida.

-Tu padre está emocionado y me ha pedido que viniera a comunicarte que este fin de semana daremos una fiesta en nuestro campo.-Delilah la miró con una ceja arqueada.

-¿Puedo preguntar que celebraremos en esta ocasión?-preguntó curiosa, su madre se encogió de hombros.

-En realidad no lo ha mencionado, pero he de suponer que al igual que los pueblerinos, celebraremos la llegada del verano-Delilah asintió-Tu vestimenta debe de ser casual, pero sin dejar tu porte y elegancia de lado-susurró acariciando el largo y sedoso cabello de Delilah-Ya conoces los tonos que usamos en este evento-la menor asintió.

-Usaré un vestido azul, como el claro tono del cielo cuando el sol a penas se encuentra elevándose.-Melissa asintió con una sonrisa.

-Ese estará perfecto Delilah.-respondió.-Bueno, debo hablar con Marie para que las sirvientas comiencen a cocinar y hornear para el banquete de mañana.-murmuró levantándose.

-Madre-llamó Delilah cuando la mayor se giró para seguir su camino hacia la puerta de la habitación.

-¿Si?

-¿Cuantos invitados vendrán mañana?-la mayor suspiró.

-Bastantes, he llegado a la conclusión de que tu padre ha invitado a mas de setenta personas por algún tipo de despedida a la abuela Charlotte, no la veremos en mucho tiempo.

Delilah asintió nuevamente, entendiendo el motivo de la emoción de su padre y porque había sobrepasado la capacidad de invitados que el mismo había fijado.

Nunca invitaban a mas de treinta personas a sus eventos, pues querían aparentar ser muy importantes y solo dar fiestas exclusivas, incluso cuando tenia más de 20.000.000 hectáreas de terreno, sin contar la superficie de su mansión inutilmente gigante.

-Mandaré a un sirviente cuando la cena esté lista-murmuró su madre, acercándose para dejar un beso sobre su frente.

Delilah cerró los ojos con satisfacción ante esa muestra de cariño, no era un secreto que Melissa no era una madre muy amorosa cuando los infantes pasaban los seis años de edad, así que todos y cada uno de sus hijos disfrutaban a sobremanera cuando Melissa les mostraba afecto de vez en cuando.

Delilah no la culpaba, no podía hacerlo, su padre solía gritarle todo el tiempo porque 'malcriaría a las niñas' y las volvería sensibles, lloronas y sedientas de atención, así que él le había prohibido que las tratara amorosamente.

Y todos sabemos el miedo que Melissa le tenía a su marido, así que no le había quedado de otra más que agachar la mirada y obedecer, como toda 'buena esposa' debía de hacer.

🍁

Luke llegó a media noche, con una enorme sonrisa que brillaba en sus labios, incluso aunque él intentase evitarla.

Al bajarse del hermoso caballo, le quitó la silla de montar y la dejo sobre la cerca de madera, metió al caballo al corral donde miró con ternura la reunión de starnight con la yegua de color marrón brillante y un pequeño potrillo que era la combinación perfecta de ambos caballos, quien caminaba mas bien a saltitos con sus patas un poco temblorosas.

Luke sonrió de lado, decidiendo dejar a la feliz familia a solas durante el resto de la noche

El rubio salió del establo cargando su muda de ropa sobre el hombro mientras tarareaba una canción que escuchó cerca de la estación de tren.

Y por pura costumbre, volteó hacia una de los ventanales de la habitación de Delilah, sorprendido de ver una luz encendida, decidió arriesgarse a ir a saludar.

Era como un milagro que la cortina se hubiera movido después de que tirara un par de piedras diminutas contra en cristal, no creía aguantar una noche mas sin verla, sin escuchar su dulce voz u olfatear su olor a rosas.

Y ahí, cuando la luz de la luna iluminó el bello rostro de su amante y una sonrisa llena de amor se abrió paso en sus labios al mirarlo, él pudo asegurar que se trataba de un angel, el más hermoso de todos.

Delilah hizo una seña con la mano, indicandole que esperara un momento y despues desapareció dentro de la habitación por varios minutos.

Quince minutos después, cuando la puerta de sus aposentos tenía el seguro puesto y Luke logró subir por la enredadera de la pared hasta su ventana, finalmente ambos adolescentes pudieron abrazarse con fuerza, luego de pasar cinco dias sin saber nada del otro.

-Te extrañé-susurró la menor, mientras el ojiazul acariciaba su cabello con lentitud y delicadeza.

-Yo también te eché de menos, amor mío.-susurró contra la frente de la ojiverde, quien solo sonrió en respuesta.

-¿Por qué has desaparecido de esa forma? Estuve muy preocupada-murmuró contra el pectoral del mayor.

-Tuve que ir a resolver un par de cosas.

-¿Puedo saber qué son esas cosas?-preguntó un poco nerviosa.

Todas las personas a su alrededor le habían enseñado que ellas solo debian de estar para complacer a sus maridos o padres en todo lo que estos ordenaran, no tenían porque meterse ni dar opiniones en los asuntos de los hombres, nadie quería una esposa entrometida.

-Claro, ven, vamos a sentarnos ¿si?-dijo en voz baja, entrelazando sus dedos para caminar hasta la alfombra frente a la chimenea apagada.

Delilah no pudo evitar sonreir discretamente para sí misma, amaba que Luke fuera totalmente diferente a todos los hombres y muchachos que conocía.

-Recuerdas nuestra conversación en el establo de hace un par de semanas, ¿cierto?-La menor asintió, acomodando un poco su bata que había dejado un poco de su pecho casi al descubierto.-Bueno, he pensado que sea cual sea la decision que ambos tomemos, al terminar nosotros dos juntos, tus padres estarán claramente furiosos y no dudarán en despedir a mis padres y echarlos a la calle, yo no puedo dejar que les hagan eso por mi culpa.

Delilah hizo una mueca, sabiendo que eso sería justamente lo que pasaría, nadie se pondría una mano en el corazón por los Hemmings despues de que la vieran a ella manchar su apellido por el simple hecho de estar con el hijo de dos sirvientes.

-¿Y que has hecho al respecto?-preguntó dulce, Luke sonrió.

-Les he comprado una casa a dos días de aquí, me han entregado las escrituras y todo, ha sido un poco mas costosa de lo que había presupuesto, me he gastado los ahorros de nueve años pero definitivamente valió la pena, incluso tiene espacio suficiente para un caballo, mamá va a amar el jardín-dijo emocionado, Delilah sonrió.-Dios, seguramente se pondrán muy felices por esto.

-Me alegro mucho de que hayas podido comprarles una casa-dijo orgullosa, porque ella sabía que para alguien con la situación económica de Luke no era nada facil conseguir una casa.-De verdad me hace muy feliz, por ti y por tus padres.

Luke sonrió avergonzado, con un tono rosado en sus mejillas.

-Gracias-susurró mientras Delilah besaba su nariz.

La menor al no saber que otra cosa responder, besó su mejilla, luego su nariz y terminó con un beso corto y tierno en los párpados cerrados del rubio.

-Te amo-susurró contra los labios del ojiazul, quien sonrió y la besó cortamente.

-También te amo, mucho.-murmuró mientras las puntas de sus narices se rozaban con delicadeza.

-¿Ahora si podremos planear un futuro juntos en el que visitaremos a tus padres en su linda casa propia?-preguntó sonriente, Luke asintió rápidamente.-¿Y que has pensado?-preguntó en un susurro.

No era necesario hablar mas fuerte pues sus rostros aún estaban lo suficientemente cercanos para que sus narices se continuaran acariciando.

-Bueno, he pensado la posibilidad de que mi hermosa amante y yo salgamos del país antes de que sea prometida.

Delilah sonrió de forma que sus ojos se achinaron y formaron unas cuantas líneas al borde.

-Yo no soy tu amante, yo soy tu futura esposa.-susurró sonriente.

Luke no pudo evitar sonreir abiertamente, con la alegría desbordando en su rostro, la abrazó por la cintura y la atrajo a su cuerpo con fuerza y cariño.

-Mi amor, estoy dispuesto a dejarlo todo y tomar contigo el primer tren hasta la última estación, pero lilah, ¿tú estás dispuesta a hacer lo mismo por mi?-preguntó en un débil susurro, contra el oído de la menor.

-Estoy dispuesta a ir contigo incluso hasta el rincón más oscuro del planeta si me aseguras que vamos a estar juntos.

Y nada más que un beso hizo falta para cerrar esa promesa, que ambos querían cumplir con todas sus fuerzas.

🍁🍁🍁

K opinan reinas

Yo ando así con lo tiernos que son estos dos.

...a quienes les recuerdan??.
*inserte emoji pensativo xq no lo encontré*

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