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Voten y comentennn
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Melissa miró atentamente por la ventana como su primogenita se acercaba hacia la mansión desde la distancia del bosque, llevó el té hacia sus labios dando un pequeño trago.
Delilah iba riendo junto a el chico del establo, habia una considerable distancia entre ellos, pero eso no le restaba seriedad al asunto.
Se quedó ahí de pie hasta que la menor elevó la vista descuidadamente y al notar que su madre la miraba sin expresión, dejó de sonreir, le dijo algo al sirviente y caminó rapidamente hacia la entrada principal de la casa.
Melissa suspiró y esperó a que Delilah subiera, dejó el té sobre una el tocador y se sentó a esperar en el sofá ubicado en la misma habitación.
Uno o tal vez dos minutos después se escucharon tres toques en la puerta.
-Adelante-dijo en voz alta, la puerta se abrió, mostrando a Delilah.-Pasa y sientate Delilah-ordenó con voz calma.
La menor asintió obedeciendo a Melissa, sentandose en un sillon un poco más pequeño.
-¿Sabes lo que comenzaran a decir las personas?-Delilah la miró avergonzada.
No porque la hubiera visto con Luke, claro que no, sino porque la vio siendo totalmente feliz y riendo a carcajadas, algo que tenía prohibido por cuestiones de modales, se lo habia enseñado su madre y se lo habian enseñado las institutrices del internado.
-Comenzarán a cuestionar tu virtud, lo peor es que no sería cuestionada por un joven de alta cuna, sino por un vil sirviente, ¿sabes lo indignante que eso sería para la familia? Dios, que vergüenza, ni siquiera puedo pensar en tan terrible humillación-Delilah quiso rodar los ojos, claro que lo evitó, no quería otro punto más en su contra.
-Madre, el joven sirviente y yo solamente compartimos unas palabras al encontrarnos en el camino regreso a casa.
-Mmmm-murmuró la mujer golpeando con su dedo la tela del sofá.-Yo te miraba demasiado feliz a un lado suyo Delilah, eso no es correcto, no hablas con la servidumbre más que para dar órdenes.
Delilah apretó los puños con fuerza, arrugando la falda de su bonito vestido.
-Creo que es cuestión de respeto, madre-susurró, la mayor la miró seriamente.
-Respeto es que no se igualen a ti, tu tienes una gloriosa ascendencia de sangre Delilah, mientras ellos...no, solo son pueblerinos comun y corrientes, iguales que un vagabundo-la respiración de la menor había aumentado considerablemente.
¿Su madre en serio no se daba cuenta de lo lunatica que se escuchaba diciendo esas cosas?
¿Que tenía que ver la sangre, de cualquier forma? Un líquido rojo y espeso que absolutamente todos tenían.
Prefirió no refutar nada en contra de los ideales de su madre, no creía que fuera una buena idea echarle mas leña al fuego.
-No quiero que hables mas con ese joven ni con ningun otro sirviente, te quedaras dentro de casa para que las sirvientas entrometidas no comiencen rumores falsos-dijo levantandose de esa forma tan elegante que poseía, tomó el té del tocador y miró fija y seriamente a Delilah con la expresión que la hacía encogerse en su lugar desde que tenía memoria-Que sean rumores falsos-dijo.
Delilah asintió, comprendiendo a lo que se refería.
-Ahora vete de aquí, no quiero que salgas de esta casa en una semana, ¿Me has entendido?-preguntó girandose para poder mirar nuevamente por la ventana el hermoso paisaje.
-Si madre-susurró Delilah comenzando a caminar hacia la puerta.
🍁
Estaba acostada sobre su cama, mirando con molestia al techo.
¿Cuál era el problema con que ella y Luke fueran amigos?
¿Cuál era el problema con que se gustaran y se besaran?
¿Realmente era tan malo que él no viniera de una familia adinerada poseedora de tierras y joyas?
No entendía porque era tan malo que él le gustara.
Era mucho mejor que todos los jóvenes y hombres maduros que habian estado cenando en su casa, ellos solo la querían por la enorme dote que tenía.
Si es que la querian y no eran obligados por otra persona, lo que en los jovenes era seguro, ellos iban obligados por sus padres al igual que ella.
Luke no la quería por el dinero, la quería por ser ella, era trabajador, de eso no habia duda alguna, lo miraba estar de un lado al otro durante casi todo el día, era educado, era un caballero, no fingía serlo, porque de ser así, la tarde en el lago no habría dudado en hacerlo con Delilah, a pesar de todos los problemas que le podría traer a ella.
Vaya vida.
No puede estar con el chico que le gusta solo porque no es rico.
Suspiró profundamente y se levantó de un salto, caminó al cajón de joyas y buscó la llave de su baúl de diarios.
Tomó el último, que aun tenía mas de la mitad de las hojas en blanco, tomó la tinta y su pluma, comenzando a desahogarse en las hojas, mostrando su enojo por las diferencias entre las clases sociales y lo muy furiosa que la ponía tener que ocultarse para tomar de la mano a su amante.
Por que si, no se necesita tener nada más que amor por una persona con la que no puedes ser visto en público para que se convierta en tu amante, con o sin besos y caricias, con o sin hacer el amor, lo único que convierte a alguien en tu amante es el amor tan profundo entre ambos, y que no sea permitido.
Permitido o no, bien visto o no, mientras el amor persista en ambas almas, harán lo que sea necesario para al final poder estar juntos, sin importar el tiempo que tome, algún día ambos amantes caminaran libremente por la calle con las manos entrelazadas.
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K opinan?
Les gustó?
La vdd no se de donde salió todo eso, pero me mamé.
Hoy he actualizado:
°Fight
°Dream
Y pss Lover
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