Alch k onda ¿a donde fueron mis otras lectoras?

Amo demasiado a las que siguen aquí a pesar de lo k me he tardado.

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Delilah se levantó temprano por la mañana, tomó su diario y comenzó a escribir sobre su reencuentro con Luke hace dos días, lo mucho que lo había extrañado, y si, también había una gran descripción sobre lo atractivo que se miraba trabajando en el establo desde la ventana de Delilah.

Nadie tenía porque enterarse de que lo miraba a través del cristal de su ventana.

Un par de toques en la puerta la hicieron ocultar la libreta de color negro debajo de su almohada.

-Adelante-dijo en voz alta, una chica de cabello castaño y piel bronceada entró en su habitación.

-Buenos días señorita-Delilah miró seria a la sirvienta.

-¿Qué se te ofrece?-preguntó.

La chica asintió.

-Su madre nos ha dicho que le preparáramos un baño y que cuando estuviera listo le despertáramos, dijo algo sobre una cena importante esta noche-Delilah asintió y se levantó de la cama.

-Llévame-pidió/ordenó educadamente, tal y como le habían enseñado en la escuela para señoritas de Paris.

La chica asintió y encaminó a Delilah hacia el enorme baño conectado a la habitación de Delilah y Patrice.

Delilah se quitó su camisón largo y se lo tendió a otra sirvienta, que esperaba ahí.

Ninguna de las chicas miraba en dirección a Delilah mientras entraba en la tina de metal, llena con agua caliente y unos pétalos de rosas.

La rubia no pudo evitar sonreír de satisfacción con los ojos cerrados.

Eso era realmente relajante.

-Déjenme-ordenó.

-Si mi lady-murmuraron ambas antes de salir rápidamente de la habitación.

Isabel cerró la puerta y miró a Catherine.

-No me agrada-murmuró la palida, Catherine asintió estando de acuerdo, ambas comenzaron a caminar hacia la habitación de Delilah.

-No esperaba menos, siendo hija de los Gilgan...-dejó la frase en el aire, Isabel asintió.

-Cierto-murmuró-Ahora ayúdame con esto-le dijo a su compañera.

Ambas comenzaron a deshacer la cama, para poder tenderla perfectamente.

Catherine jaló la almohada y un libro cayó al suelo, lo miró curiosa.

-¿Qué te sucede?-preguntó Isabel, cruzando por encima de la cama-Dios, su cama se siente como el cielo-susurró.

Catherine recogió el libro del suelo, curiosa comenzó a hojearlo y frunció el ceño al mirar el nombre de Luke.

Isabel la tomó por el hombro y miró lo mismo, arrugó la frente.

-¿Por qué ha escrito sobre tu novio?-preguntó confundida a la rubia.

Catherine se encogió de hombros.

-¿Porqué crees que yo lo sabría? Además no es mi novio-susurró sin dejar de leer.

-Se han besado-dijo Isabel en un cantito.

Catherine estaba roja y no por la vergüenza.

¿Porqué la chica que lo tenía todo también quería a su hombre?

-Deja Eso Cathie, si alguien entra y te encuentra leyendo el diario de la señorita Delilah te van a echar.-susurró la rubia, quitándole el diario de las manos.

La morena asintió y ambas comenzaron a arreglar la habitación de Delilah.

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Día siguiente

Luke clavaba la cerca al frente de la enorme propiedad de los Gilgan cuando escuchó una voz femenina detrás de él.

-Hola-murmuró sonriente la chica, Luke le dió una rápida mirada para regresar a su tarea anterior.

-Hola-contestó.

-¿Qué haces?-preguntó curiosa.

Luke suspiró y la miró serio.

-¿No es obvio Cathie?-preguntó con una ceja levantada.

La chica asintió.

-Si, claro, lo siento por molestarte-murmuró mirándolo con la frente ligeramente arrugada.

¿Qué le pasaba?

Luke volvió a suspirar.

-Siento hablarte así, pero ha sido un día atareado para mi y aún tengo demasiadas cosas que hacer, no puedo quedarme a platicar contigo Cathie.

La morena asintió y caminó hacia él.

-Has estado algo tenso-murmuró tomándolo lentamente de los hombros, Luke cerró los ojos y se separó de ella.

-Si, porque tengo mucho que hacer, por si no escuchaste lo que te dije antes-dijo obvio.

Catherine bufó.

-Siempre sueles tener tiempo para hablar conmigo.

-Ahora realmente no puedo distraerme-la miró antes de volver a clavar la cerca.

Catherine apretó los labios.

-¿Tiene algo que ver tu actitud con el que la hija de los Gilgan haya vuelto de Paris?-Luke se detuvo en seco y miró a Olivia con el ceño fruncido.

-¿Qué estás insinuando?-preguntó serio.

Catherine estaba realmente celosa, porque sabía que a Delilah Gilgan no le costaría mucho robarle al hombre que había proclamado como suyo.

Aunque Luke no tuviera un interés demasiado romántico en ella.

-He escuchado lo que cuentan las sirvientas, rumores, de ti y de ella-Luke se tensó.

-Éramos niños Catherine, no sabíamos nada de la vida-La morena apretó sus dientes.

-Eso no importa Luke, cuando llegué aquí escuché una vez a tu padre decir que estabas enamorado de ella-riñó seria.

Luke rodó los ojos.

-Cuando llegaste yo tenía unos doce o trece años, ya ha pasado tiempo de eso ¿no lo crees?-Catherine frunció el ceño.

-Luke, realmente no me gusta como la miras-el rubio la miró confundido-Anoche, cuando servimos la cena la miraste demasiado.

Luke rodó los ojos.

La noche anterior los Gilgan habían tenido una cena con un viejo amigo de la familia, el cual venía acompañado de su esposa y sus dos hijos, Luke no iba a admitirlo, pero si había mirado bastante a Delilah.

¿Como no hacerlo?

Estaba preciosa.

Con su dorado y rizado cabello recogido, un vestido rosa pastel y una cara gargantilla de diamantes enormes colgando en su bonito cuello.

-Dios Cathie, solo no quería tirarle la comida encima, disculpa si el hacer bien mi trabajo te molesta-respondió serio.

Catherine lo miró mal.

-Te creería de no ser porque vi como le veías los pechos-dijo con los brazos cruzados.

Luke miró hacia el cielo discretamente con ojos entrecerrados y los labios apretados en una línea.

No tenía como refutar ese comentario.

-Lo sabía-dijo molesta Catherine.-Aún te gusta, ¿cierto?-Lo señaló molesta-¿Donde me deja esto a mi? ¿Soy el premio de consolación acaso?-Luke suspiró mientras negaba lentamente-¿Entonces qué pasa Luke? No quiero que estes conmigo solo porque no puedes estar con ella, aunque si se lo pides seguro acepta-rugió molesta, Luke frunció el ceño.

-Ya Cathie, déjate de dramas ¿si?-la morena lo miró molesta, Luke rodó los ojos y la abrazó.-Cálmate ¿Quieres?-Catherine asintió mientras lo abrazaba, Luke solo miraba aburrido hacia el piso, mientras recargaba sus labios en el cabello de Catherine.

La morena se separó levemente de él, acarició sus mejillas y junto sus labios suavemente, en un beso tierno donde Luke acariciaba su cintura, un minuto después se separaron y Catherine recostó su cabeza sobre el pecho del rubio.

Delilah, que miraba la escena desde la distancia bajó la mirada hacia el pastelillo que le llevaba a Luke, suspiró y lo tiró al suelo, dió media vuelta y volvió hacia la gigantesca mansión.

Delilah caminaba tranquila, pero sus puños arrugando con fuerza su costoso vestido la delataban.

-Solo no quiero que ella se interponga en nuestra relación.-murmuró.

Luke se tensó nuevamente y se separó de ella.

Suspiró.

-Cathie, no estamos en una relación-murmuró serio-Lo sabes, somos amigos.

-Los amigos no se besan de la forma en que nosotros lo hacemos-murmuró acariciando un rizo dorado del ojiazul.

Luke cerró los ojos y tomó su mano con delicadeza, alejando el toque de su cabello.

-Entonces no lo haremos más Cathie-murmuró dando media vuelta, volviendo a clavar la cerca con fuerza.

Catherine lo miró con la boca ligeramente abierta.

-¿Lo dices en serio?

Luke no contestó.

Catherine bufó y volvió hacia la mansión.

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