❥ Tiny
꒰ Taehyung odia ser tan bajito, pues su pequeña estatura muchas veces le ha traído muchos inconvenientes.
Pero jamás penso que aquel detalle de su ser que tanto odiaba, sería lo que causaría que conociera al amor de su vida. ꒱
🍨 Datos:
✦ Soft, fluff.
✦ Alteración de edades.
♡̸ Kim Taehyung.
𓂅 19 años.
𓂅 Castaño.
𓂅 Estatura: 1.56 cm.
♡̸ Jeon Jungkook.
𓂅 24 años.
𓂅 Pelinegro.
𓂅 Estatura: 1.80 cm
Taehyung se alistaba frente al espejo, cepillando sus cabellos castaños, sonriendo por lo lindo que se veía.
Se aplico un poco de bálsamo labial para que sus rojizos labios se vieran bonitos e hidratados.
Su vestimenta de hoy consistía en un pantalón de vestir cafe, junto con una camisa blanca, y un chaleco parecidos a los que usan los abuelitos de color crema, y para darle un toque más lindo y formal, una boina del mismo color.
Fue hacia donde estaban todos sus zapatos, y fue entonces cuando quiso llorar al recordar que debido a su vestimenta no podría ponerse los tenis con plataforma que lo ayudaban a verse más alto, si no las zapatillas formales que no tenían ni 2 centímetros de plataforma.
Refunfuñando tomó las zapatillas color café oscuro y se las puso en sus piesitos, para luego ir hacia su pared donde tenía rayado una regla de 2 metros, midiéndose y viendo que esas zapatillas no lo ayudan a crecer en nada ni disimular su baja estatura.
Con un puchero en sus gorditos labios tomo su bolso, saliendo de su casa hechando humo, pues hoy tenía que ir al supermercado a comprar las cosas de la semana y sabía que muchos de los utensilios que utilizaba estaban ubicados en lugares demasiado altos, que obviamente él no alcanzaba.
Taehyung empujaba el carrito de supermercado, de vez en cuando deteniendose para tomar las cosas que compraría y posterior a eso meterlas en el carrito.
Dio la vuelta, metiéndose al pasillo de los cereales y las galletas. Tomo dos cajas de cereales, caminando y mirando las distintas cajas de galletas.
Sus ojitos brillaron al ver sus galletas favoritas, aquellas que tenían relleno de mermelada de fresa y que siempre se agotaban. Pero la emocion se fue al ver dos pequeños detalles; era la última caja de galletas y estaba en la última repisa de la estantería, por lo cual, obviamente no alcanzaba.
Pero no se rendiría fácilmente, siempre le costaba mucho conseguir aquellas galletas, y ahora que las tenía solo a un metro arriba de él, no las dejaría ir.
Miró a su alrededor, viendo si había algún objeto que lo pudiera ayudar, afortunadamente el pasillo se encontraba solo, por lo que nadie vería el acto de vergüenza que estaba apunto de hacer.
No había nada que pudiera ayudarlo, así que suspirando y pidiéndole a todos los dioses no hacer ningún desastre por que le saldría muy caro, hizo hacia atrás algunas los cereales de la primera repisa y cuando dejo despejado un lugar, subió sus piesitos a esta, aferrando sus manitas bien a la orilla de la segunda repisa.
Lamentablemente la caja de galletas se encontraba en la quinta estantería, por lo cual cuando estiro una de sus manos, esta apenas y llegaba a la mitad de la cuarta.
Suspirando por segunda vez, miro hacia los lados, y cuando se aseguró que no había ni venía nadie, subió una de sus rodillas a la segunda estantería para luego subir la otra, quedando esta vez un poco más arriba.
Tomo una de las pequeñas cajas de cereal, y estirando muy bien su mano, comenzo a golpear con esta la caja de galletas que apenas y había logrado tocar, pero al contrario de acercarla más a la orilla, solo la alejo más.
Con un pequeño enojo corriendo por sus venas, se impulso demasiado fuerte, ocasionando que la estantería completa se moviera debido a esto, pero por suerte no logro caer.
Un carraspeo por detrás de él, lo hizo tensarse, no sabía en que momento había entrado una persona al pasillo.
—¿Ocupas ayuda con eso, pequeño? —preguntó una voz profunda y ronca por detrás de él.
Las mejillas de Taehyung ardieron ante la escena en la que había sido encontrado, y despacio bajo de la estantería hasta que sus piesitos tocaron nuevamente el suelo, aún sin girar, pues no estaba dispuesto a pasar una vergüenza con aquel desconocido.
Sintió como un cuerpo lo acorralaba contra las estanterías, posterior a eso vio como el sujeto tomaba su cajita de galletas favoritas sin mucho esfuerzo.
Taehyung completamente sonrojado se giro, y juro que por un momento que tal vez aún se encontraba durmiendo y por ende estaba en un sueño, por que aquel hombre tan perfecto que lo miraba con una sonrisa no podía ser real.
Cabello azabache, ojos oscuros y profundos, piel nivea, labios delgados y rojizos, varias perforaciones en el lóbulo de su oreja, una muy alta estatura y una vestimenta que consistía en un pantalón negro ajustado, una camisa blanca y una chaqueta de cuero negro era lo que tenía aquel chico tan guapo.
—Parece que esto es tuyo. —habló el desconocido, dejando la cajita de galletas en el carrito del castaño, quien solo siguió la acción con su mirada.— Perdón por la pregunta, pero, ¿cómo te llamas?
Taehyung mordisqueo su labio inferior, muy nervioso al tener un chico tan lindo frente a él, y también con la vergüenza de la situación en la que había sido encontrado, sumandole que ahora que estaba frente al azabache tenía que mirarlo hacia arriba por la notable diferencia de estura.
—Kim Taehyung —se presentó después de unos segundos, mirando con sus ojitos brillantes al chico frente a él—, gracias por darme mis galletas, se lo agradezco mucho. —dijo, haciendo una muy formal reverencia que le saco una sonrisa al pelinegro.
—Mucho gusto, soy Jeon Jungkook. —se presento de igual forma, no perdiendo la oportunidad y extendiendo su mano para ser estrechada con la del castañito, quien aún nervioso le dio su manita para saludarlo, y si no fuera por que Jungkook había leído y visto esto en muchas películas, juraría que sintió esa típica corriente eléctrica atravesar su cuerpo al momento en que sus manos se tocaron.
Taehyung fue el primero en separse del contacto, mirando su manita confundido.
—Señor, creo que trae electricidad, me dio toques. —dijo apenado el castañito, sobando su manita pues de verdad había sentido una electricidad.
Jungkook si es posible, sonrió más grande, entonces esas cosas que veía en las películas eran reales.
Taehyung, un poco cohibido por la mirada que el azabache le daba, hizo otra reverencia.
—Gracias por ayudarme con mis galletas. —agradeció nuevamente, y sin más tomo de nueva cuenta su carrito de compras, dispuesto a seguir con estas.
Fue entonces que Jungkook salió de su trance, deteniéndo el andar del carrito que el más bajito empujaba, este lo miro confundido.
—Eres muy lindo Taehyung, ¿me puedes dar tu número? —toda la carita del mencionado se pinto de un color rojo intenso, ¿cómo es que el chico guapo podía ser tan directo sin sentir vergüenza?
Pero obviamente no se iba a negar a la petición, así que con una sutil sonrisa saco su celular de su bolso, Jungkook hizo lo mismo y entre risas tímidas, ambos compartieron sus números telefónicos.
Jungkook se dispuso a seguir acompañandolo hacer sus compras, con la excusa de que probablemente otra vez necesitaría ayuda para alcanzar los alimentos.
Taehyung caminaba con sus bracitos cruzados y un puchero por detrás del gran cuerpo de Jungkook.
Su novio estaba enojado con él y ahora no le quería dar un besito. O bueno, tal vez si pero Jungkook le dijo que si quería un beso, él no se agacharia para poderlo alcanzar, pues estaba muy molesto por lo acontecido hace unos días.
Ambos habían tenido una salida a un parque acuático, y ahí fue donde ocurrio todo el desastre.
Jungkook insistió en que tenían que ir a la alberca pequeña para evitar incidentes, pues en la de de "adultos" tenías que sobrepasar si o si la estatura de 1.65 si eres menor de edad.
Taehyung en definitiva no quiso humillarse metiéndose en la alberca para infantes, así que en contra de Jungkook y de todos, mostro su identificación confirmando que tenía la edad suficiente para entrar al área de personas grandes y que correría el riesgo de cualquier posible accidente.
De ahí en adelante lo demás es historia, Taehyung terminó casi que ahogándose de no ser por Jungkook quien lo salvo de inmediato antes de que ocurriera una tragedia.
Ese día habían tenido una mini pelea, Taehyung le había gritado a Jungkook que no necesitaba ayuda de nadie para hacer las cosas, que ya no era un niño.
He ahí el por que de que ahora Jungkook no este dispuesto ayudarlo para darse un beso, pues si su pequeño novio había dicho que no necesitaba ayuda de nadie, el podría arreglarselas solo para alcanzar sus labios.
Y habían estado así por 3 días.
Ahora Taehyung ya se estaba sintiendo mal por como trato a su novio, caminando detrás de él como un perrito regañado. Jungkook en todo su año de relación lo había estado consintiendo demasiado, ahora se podría decir que era un chico muy mimado, y todo gracias a su enorme novio quien se encargaba de darle mucho amor siempre.
—Kookie, por favor, solo un piquito. —le dijo, con un tono de voz sumamente triste.
Jungkook detuvo su paso y suspiro, antes de girarse y encarar a su chiquito.
—No amor, tienes que aprender que no debes tratar mal a las personas que intentan ayudarte. —habló con pesar, tomando el rostro del rubio entre sus manos, quien solo hizo más notorio su puchero.
—Pero ya aprendí Koo; mira, mira, si necesito tu ayuda. —se soltó del agarre de su novio y fue hasta la estantería del hogar de su pareja donde este ponía cosas lindas para decorar su casa, comenzando a dar saltitos, simulando que necesitaba tomar uno de los adornos que se encontraban en lo más alto pero que por obvias razones no alcanzaba.
Jungkook solto una risita, caminando hasta su novio y tomando su cintura para que dejara de saltar.
—¿Prometes ya no volver a tratarme así?
Taehyung asintió muy rápido con su cabecita.
— Te lo prometo ggukie —dijo con una sonrisita muy adorable—, dame un besito, por favor.
Jungkook suspiro feliz y se inclinó tal vez demasiado para poder atrapar los esponjositos labios de Taehyung entre los suyos. Él castañito sonrió satisfecho cuando por fin luego de 3 largos días pudo sentir los labios de su amado sobre los suyos.
Enrollo sus cortos bracitos en el cuello del más alto, y este solo afianzo más su agarre en su cintura.
Se separaron momentos después con un chasquido de por medio y juntaron sus frentes, ambos con grandes sonrisas en sus rostros.
—Te amo mucho Koo, gracias por aguntar mis berrinches —Taehyung fue el primero en hablar, aprovechando que su novio aún estaba inclinado para dejar otro besito más en sus labios.
—Nada que agradecer cariño, te amo aunque seas un poquito caprichoso —le dijo el pelinegro, riendo ante como su pequeño frunció su ceñito.
—¡Tú me hiciste así! —protestó, dejando un pequeño y débil golpe en el hombro de su novio.
Jeon carcajeo y se enderezó ya que su espalda comenzaba a doler por estar tanto tiempo inclinado con tal de estar a la altura de su bebito.
Jungkook amaba con su vida a su pequeño amor.
-Nana.️☁️
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