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❥ Cupido Yeontan

꒰ Yeontan jamás imaginó que su desaparición sería la causa de que dos almas destinadas a estar juntas se encontraran ꒱


🍨 Datos:

✦ Soft, fluff.

✦ Alteración de edades.

♡̸ Kim Taehyung.

𓂅 20 años.

𓂅 Rubio.

𓂅 Estatura: 1.65 cm.


♡̸ Jeon Jungkook.

𓂅 25 años.

𓂅 Azabache.

𓂅 Estatura: 1.79 cm.



Jungkook caminaba tranquilamente por aquel parque. Había salido a distraerse luego de mucho estrés por parte de su trabajo, necesitaba un pequeño respiro.

Un perrito de pelaje negro y café venía corriendo hacía él muy asustado. Jungkook de inmediato se arrodilló y abrió sus brazos, el pequeño canino se lanzo a ellos como si se conocieran de toda la vida.

Segundos después escucho las rápidas pisadas de unos niños y las risas escandalosas, también vio como estos traían piedras en sus manos y supo ahí el por que del pánico del pequeño perrito.

Quería reprenderlos, pero tampoco quería ganarse una discusión con las madres de aquellos malcriados, así que solo opto por acorrucar al pequeño perrito entre sus brazos y caminar a una banquita alejada del lugar donde estaban aquellos dolores de cabeza.

Una vez tomo asiento en una desolada banquita, separo al canino de su pecho y miro el pequeño collar el cual traía el nombre del pequeño grabado

—Yeontan, así que ese es tu nombre cosita linda —él perrito le ladro, así que lo tomo como un si—. ¿Dónde esta tú dueño o tú dueña? ¿por qué te dejaron solito? —preguntó, como si aquel ser vivo pudiera responderle. Tomó el collarín y busco en él, buscaba algún dato del dueño o dueña del pequeño—. Al parecer el destino quiere que yo sea tu nuevo papá. Hola pequeño, mi nombre es Jungkook y es hora de que nos vayamos a casa, seguro tienes hambre y necesitas un baño, mañana te prometo que saldremos a buscar a tu dueño —él perrito ladro una vez más y el pelinegro sonrío, sin más se puso de pie y comenzo a caminar de nuevo a su auto, su casa no estaba muy lejos de aquel parque pero había preferido venir en su veículo que caminando.

1 semana después.

7 días habían pasado y el dueño del pequeño Yeontan no aparecía. Jungkook comenzaba a darse por vencido y querer adoptar al canino, pero sabía que el cachorro extrañaba a su dueño.

—Bien pequeño, hoy es nuestro último intento, si tu papi o mami no aparece hoy, yo sere tu nuevo papá —le dijo, terminando de abrochar su correa, Yeontan solo dejo una lamida en una de sus mejillas.

Salieron de la gran casa, esta vez si irían caminando ya que ir en el auto era muy aburrido, aparte de que el pelinegro se había vestido con ropa deportiva ya que quería hacer algunos ejercicios al aire libre.

20 minutos después ya se encontraban el el parque, Jungkook trotaba junto con el pequeño perrito, ambos muy alertas por si alguien aparecía a reclamarlo.

Al rededor de una hora el pelinegro estuvo haciendo sus ejercicios en compañía del pequeño cachorro, sin ninguna señal por parte del dueño del perrito.

Jungkook fue a tomar un pequeño descanso en una banquita, ya sentado bebió algo de agua de su termo y cargo al perrito en sus brazos, sirviéndole agua en la tapa para que este también pudiera tomar.

—Bueno, al parecer si sere tu nuevo papá. Pero no te pongas triste, te consentire mucho, hace mucho que quería tener un perrito pero el trabajo me consume tanto que jamas tenía el tiempo de ir adoptar uno. Tal vez el destino por fin quiso hacer algo bueno por mi, ¿verdad? —le hablaba al perrito, este como siempre solo ladro y se acerco a su rostro para lamerlo.

Jungkook sonrió y dejo a Yeontan en el suelo para que este pudiera correr y divertirse, aunque realmente no se fue lejos ya que quería estar siempre con él que al parecer, sería su nuevo papá.

Por otro lado, un pequeño rubio caminaba con un puchero en sus labios y sus ojitos desbordando lágrimas. Se acerco a un árbol y en el pego el volante donde aparecía una foto de su cachorrito Yeontan, él cual tenía días de extraviado.

Camino y camino, pegando volantes en cualquier lugar donde sabía que la gente los iba a ver. Pedía permisos en los restaurantes para poder pegar el anuncio en las ventanas y puertas, le entregaba volantes a la gente con la esperanza de que alguien haya visto al canino. Yeontan era muy asustadizo, jamás se perdonaría si le pasara algo a su bebé. No se iba a rendir, así pasaran 100 años seguiría buscando a su cachorrito.

Comenzó a caminar por un gran parque, pegando y entregando volantes por doquier. Sus piesitos ya dolían un poco, pues desde la mañana había salido como todos los últimos 7 días en busca de su pequeño.

Siguió caminando, limpió una pequeña lagrima que caía por su gordita mejilla, quería hecharse a llorar en el suelo de aquel lugar, o eso hasta que sintio su alma volver a su cuerpo cuando escucho a lo lejos el ladrido de su pequeño.

Miro para todos lados, tallando sus ojitos para que su vista borrosa debido a sus lagrimas se fuera. Miro hacia enfrente y a lo lejos miraba a una bolita de pelos jugar de lo más divertido con una persona alta y de cabello largo azabache, la cual vestía ropa deportiva.

Corrió hacia el lugar, por primera vez en siete días una sonrisita se dibujo en su rostro.

—¡Yeontannie! —gritó, él canino y él sujeto desconocido voltearon a verlo. Yeontan de inmediato ladro feliz y corrio en el reencuentro hacia su dueño.

Taehyung se arrodilló en el suelo y recibió a su perrito en sus brazos, este demasiado emocionado comenzo a lamer todo su rostro mientras él rubio ahogaba sus sollozo en el pelaje de este.

Jungkook por su parte, se acercó muy confundido a la escena.

—Disculpa, ¿quién eres? —su voz se hizo oír, los ojitos lagrimosos de Taehyung lo miraron al igual que los de Yeontan, quien ladro feliz al ver a su otro papá.

Taehyung se puso de pie, limpio sus lágrimas con la manga de su suéter y luego abrazo protectoramente a su cachorro.

—Hola, s-soy Taehyung, Kim Taehyung.

Jungkook analizó de pies a cabeza al pequeño chico, este parecía un angelito caído del cielo, su vestimenta la cual consistía en un pantalón holgado verde con líneas blancas a los lados, una camisa roja, un suéter azul marino demasiado grande para su pequeña anatomía y una boina roja adornando sus cabellos rubios, le daban un aspecto angelical y hermoso.

—¿Eres el dueño del cachorro? —preguntó, Taehyung asintió de inmediato dandole uno de los volantes que traía.

—Si, llevo días buscando a Tannie, él es muy chiquito y no sabe andar solo, de verdad temía que algo malo le pasara. ¿usted quién es? —cuestionó intrigado.

—Jeon Jungkook, encontre a Yeontan hace una semana aquí, y si, se veía muy asustado, ya que unos niños le estaban aventando piedras —los ojitos de Taehyung se llenaron nuevamente de lágrimas al escuchar aquello, dejo varios besitos en la cabecita del canino pidiendo disculpas por todo lo sucedido.—. Perdón por la pregunta, pero, ¿cómo es que se perdió?

Él más bajito mordió su labio inferior al recordar aquello.

—Yo hace una semana saque como todos los días a pasear a Yeontannie, ya era algo tarde y era otro parque alejado de aquí, pero ese día estuve muy ocupado con mis tareas y no pude sacarlo temprano. Cuando lo paseaba mire como una persona me comenzó a seguir, así que trate de acercarme a un lugar donde hubiera gente pero él fue más rápido y nos alcanzo. Me grito que le diera todas mis cosas, yo se las di y luego tomó a Tannie, el tenía un collarín de oro que le compre con mis ahorros donde traía mi nombre y el de él grabado, se lo quito y luego avento a Tannie muy fuerte al piso y por el susto corrió hasta que ya no lo vi. Por suerte pasaron unos chicos por ahí y me defendieron pero igual no pude recuperar mis cosas por que el ladrón se fugo. Cuando intente buscar a Tannie ya no lo encontré, por eso llevo buscándolo desde ese día.

Jungkook estaba sorprendido por todo aquello, él realmente estaba pensando que el dueño del cachorro probablemente era alguien irresponsable, pero ahora que sabe lo que sucedio se dio cuenta que él chiquillo también la había pasado muy mal.

—Gracias por cuidar de Tannie. Él y yo se lo agradecemos mucho. ¿Gusta la recompensa que estaba dando por su paradero? Son todos mis ahorros así que si es una muy buena cantidad —le preguntó el rubio, Jungkook vio aquellos ojitos brillosos desbordando felicidad, no supo por que pero tenía la necesidad de que no podía dejar ir aquel hermoso ser.

—Quisiera otro tipo de recompensa —Taehyung abrió sus ojitos y asintió, prestándole atención—. Quiero que me permitas seguir viendo a Yeontan, me encariñe mucho con él y alparecer él también se encariño conmigo —él rubio de inmediato mostro su preciosa sonrisa rectangular, cosa que hizo derretir a él más alto de ternura.

—¡Claro que si! De hecho YeonTannie es muy asustadizo, yo lo rescate de un lugar donde lo trataban muy feito. Me sorprende el hecho de que le tenga mucha confianza, seguramente Tannie sabe que usted es una buena persona y por eso lo quiere mucho —Jungkook sonrió, y se acerco lo suficiente al rubio y al cachorro para poder acariciar la cabeza peludita de este, el perrito ante eso se acorruco en los brazos del rubio quien sonrió feliz de ver a su bebé tan cómodo—. Puedo traerlo aquí todos los días para que usted lo vea, o también se lo puedo llevar a su casa —él pelinegro asintió y saco su celular de uno de sus bolsillos.

—Dame tú número, pequeño, nos pondremos de acuerdo por ahí —Taehyung se sonrojo ante como había sido llamado, pero trato de ignorar aquello, dándole su número de celular al mayor.

Luego de un rato más donde Taehyung y Jungkook jugaron juntos con él cachorro, ambos se marcharon a sus casas, sin saber que todo esto había sido un muy buen plan del destino, quien utilizo como cómplice al pequeño Yeontan.

1 año después.

—¡Bebés! ¡a comer! —gritó Jungkook desde la cocina. De inmediato las rápidas pisadas de su novio y los ladridos del pequeño Yeontan se escucharon.

A los segundos un cuerpito de cabellera rubia entro vistiendo su pijama favorita del personaje Tata de uno comic que le gusta mucho, detrás de él entro el pequeño canino mientras sacaba su lengüa.

Jungkook sonrió al ver a su pequeña familia, se agachó para dejar el plato con croquetas sabor a pollo en el suelo, Yeontan de inmediato comenzo a comer sin prestarle atención a su alrededor.

Él mayor giró hacia el rubio y no dudo ni un segundo en estamparlo contra la pared para comenzar a besarlo dulcemente, solo unos cuantos momentos, ya que sabía por experiencia que su niño seguramente tenía hambre.

—Buenos días, dulzura —le saludo una vez se separo de sus labios, Taehyung tenía sus mejillas rojitas de la vergüenza.

Había pasado 1 año desde que el suceso con Yeontan hizo que sus caminos se juntaran. Habían quedado flechados él uno por él otro desde el primer día y con el paso del tiempo el amor en sus corazoneces florecio hasta que apenas hace 3 meses decidieron formalizar su relación.

Aún no vivían juntos, pero parecía que si, ya que Jungkook siempre le pedía a su pequeño novio cuando este iba a dejarle a Yeontan que se quedara a dormir con él.

Todo había sucedido tan rápido, el amor llegó a sus vidas de golpe pero ninguno se quejaba, pues ambos se habían necesitado tanto incluso cuando no se conocían.

Yeontan era su pequeño bebé mimado, pues los primeros meses, 3 días a la semana estaba con su papá Jungkook y los 4 días restantes estaba con su papá Tae. La rutina fue cambiando cuando el mayor sentía la necesidad de estar todo él tiempo con el pequeño rubio, y le pedía que se quedara en su casa o el mismo iba a dormir a la ajena.

Después de eso todo es historia, ambos se enamoraron, por lo que Jungkook no dudo en declararse a su pequeño angel, quien correspondió sus sentimientos y desde entonces mantenían una sana y bella relación amorosa.

—Te hice tu desayuno favorito —habló Jungkook, mostrandole a su pareja el platillo con unos ricos Waffles cubiertos de miel y fresas.

Taehyung sonrió y le agradeció con un besito más en sus labios, antes de ambos tomar asiento en las sillas del comedor y comenzar a desayunar.

Sin dudas Yeontan se podría considerar cupido, pues gracias al incidente, el cachorro había unido a dos almas que estaban destinadas a amarse.

-Nana.☁️

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