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❥ Chico fresa

꒰ Jungkook trabaja en una frutería con ricas fresas y Taehyung es un pequeño amante de las fresas. ꒱

🍨 Datos:

✦ Soft, fluff.

✦ Alteración de edades.

♡̸ Kim Taehyung.

𓂅 19 años.

𓂅 Pelirrojo.

𓂅 Estatura: 1.65 cm.




♡̸ Jeon Jungkook.

𓂅 20 años.

𓂅 Pelinegro.

𓂅 Estatura: 1.79 cm




Jungkook entregó su cambio a la señora que acababa de comprar unos cuantos plátanos y mangos, agradeciéndole por su compra y deseándole un bonito día.

Trabajaba de medio tiempo en aquella reconocida frutería ubicada en un barrio ni pobre ni rico. Le gustaba ser alguien responsable a sus cortos 20 años de edad, es por eso que estudiando finanzas en la universidad y teniendo una beca gracias a sus buenas notas, decidio comenzar a trabajar en su tiempo libre, para darse sus gustos y mantenerse por si solo, para ya no pedir dinero a sus padres quienes ya habían hecho mucho por él y les estaría sumamente agradecido por haberle regalado un acogedor departamento en su cumpleaños 19.

Aquella frutería era reconocida por siempre tener las más deliciosas y jugosas frutas que se haya visto en Seúl. Que a pesar de la escasez de fruta en corea y su elevado precio, ellos nunca le quedaban mal a sus clientes, teniendo siempre para ellos su fruta favorita a un precio más económico que aquellos supermercados que solo buscan robar el dinero de la gente.

Es por eso que incluso aunque la frutería se encontrara en un barrio humilde, personas de buen estatus social y económico la frecuentaban, buscando tener en sus hogares deliciosa fruta que era muy difícil de conseguir.

Comenzo a dar el chequeo que realizaba cada hora para revisar que las frutas esten en buen estado. Se puso sus guantes de látex y un cubrebocas para evitar cualquier posible riesgo de contagiarlas con gérmenes, aunque el siempre se encontrara limpio.

Paso primero por los ricos y grandes mangos, revisando que estuvieran a una temperatura fría y que la pequeña llave que se encargaba de hecharles gotitas de agua estuviera haciendo su trabajo. Luego paso a las fresas, revisando igualmente que las cajitas donde estaban esten limpias y esten a una temperatura perfecta. Siguió así hasta comprobar que todas las frutas estuvieran en perfecto estado, lo cual así era.

Regreso a su antiguo puesto tras la barra donde el se encargaba de pesar y evaluar el precio total de la mercancía comprada, mientras los clientes se encargaban de pagar.

La campanita siendo sonada ante un nuevo cliente se escucho, levanto su vista y por un momenro quiso pellizcarse, pensando que tal vez estaba soñando; aquel bonito chico simplemente no podía ser real.

Estatura mediana, ojitos pequeños y lindos, mejillas regordetas y con un ligero tono rosa en ellas, labios esponjositos y de un tono rojizo. Su vestimenta era lo más tierno y original que pudo llegar a ver en su vida; pantalones blancos, un suéter grande de color rosita, y en sus cabellos rojizos una bonita boina que simulaba ser una fresa.

El chico comenzo a ver con ojitos de ilusión todo el lugar, una bonita sonrisa se dibujo en sus labios al encontrar el área donde se encontraban las fresas.

Jungkook sin desperdiciar la oportunidad y siendo algo que nunca hacía, salio de la barra, yendo con una linda sonrisa amable hasta el tierno chico.

—Hola, ¿en qué puedo ayudarte? —le habló, los ojitos mieles rápidamente se posaron sobre él.

—Quería llevar unas cajitas de fresas, ¿si se puede comprar más de una? —preguntó con ilusión Taehyung. Un sonrojo apareciendo en sus mofletes al tener a un lindo chico frente a él.

—Claro, nunca han comprado más de dos por cliente pero la fruta nos llega dos veces a la semana y la fresa es una de las más solicitadas, así que supongo que más de 5 cajitas no se puede comprar, lo siento —hablo con pesar, viendo el puchero que aparecio en aquellos rojizos labios.

—¿Entonces cuatro cajitas si, verdad? —preguntó, dirigiendo su vista hacia aquellas ricas fresas.

—Si, cuatro si se puede —respondió divertido, viendo la sonrisita tímida que se dibujo en el más bajito.

Sin más, Taehyung tomo las cuatro cajitas de fresas, suspirando feliz, se dirigió junto con Jungkook a pagar la fruta.

Jungkook hizo las cuentas, Taehyung sin rechistar saco el dinero de su cartera con estampado de fresas.

—Vuelve pronto —se despidió Jungkook, él pelirojo asintió feliz.

—Seguro que lo haré, muchas gracias

Jungkook nunca se consideró un chico con mucha suerte, le iba bien, pero jamás paso por su cabeza aquello, o no hasta que llego Taehyung a su vida.

Después de aquel día en el que había conocido al bonito chico, este sin falta iba de dos a tres veces a la semana a comprar su cajita de fresas, alegando que en ningún otro lugar sabían tan ricas como ahí.

De tantas veces que el chico frecuentaba el lugar, ambos comenzaron a conocerse, de ahí naciendo una bonita amistad, hasta que con el pasar de los meses... el amor floreció.

Para ambos fue inevitable el no caer por el otro; Jungkook por lo lindo y tierno que era el pequeño, y Taehyung por lo atento y detallista del pelinegro.

Formalizaron su relación luego de un largo año, en el cual, la frutería se había hecho el doble de popular, logrando así, poner nuevas sucursales en distintas partes de la ciudad.

En este momento, Jeon se encontraba viendo las fotos que tenía con su bebé, ya sea en citas, o fotos demasiado casuales, como cuando estaban en casa de uno de los dos para tener una sesión de mimos y películas. Ya casi era la hora de cierre, por lo que ya no había clientes, o eso penso hasta que la campanita de la puerta sono.

Levanto su vista, encontrándose con su bonito chico fresa entrando con una gran sonrisa. El terror lo invadió de inmediato, eran pasadas las 11 de la noche y le daba miedo que su bebé anduviera en la calle solo a esas horas.

Preocupado salio tras el mostrador, yendo y abrazando protectoramente a su chico.

—Bebé, es demasiado tarde, ¿qué haces aquí? —preguntó con preocupación palpable, aspirando los cabellos de su niño que tenían un rico olor a fresas gracias al acondicionador que usaba.

—Te extrañaba hyung, y ya no tenía fresitas en casa. —respondió, separando su carita del pecho ajeno y mirando a los ojos a su novio, aquel que no dudo en inclinarse y dejar un besito en sus rojizos labios.

Ambos se separaron y Taehyung miro emocionado al lugar donde se encontraban siempre las cajitas de fresa, encontrándose con que el lugar estaba vacío.

Regreso su vista desilusionada a Jungkook, dejando ver también su pucherito. Él pelinegro se le hizo chiquito el corazón al ver la carita triste de su bebé, así que solo tomo su rostro entre sus manos, para dejarle cortitos besos en su rostro.

—No pongas esa carita amor, espera.

Sin más se separo de su pequeño, yendo por las llaves del lugar para comenzar a cerrar la frutería.

Pasados unos minutos ya todo estaba cerrado, así que regresando con su chico quien estaba sentadito en una silla tras el mostrador, le tomo su manita para comenzar a dirigirlo hacia el almacen, aquel donde guardaban frutas que aún no estaban maduras entre otras cosas.

—No te voy a mentir amor, las fresas se acabaron y surtiremos hasta en dos días, pero te amo y siempre me acuerdo de ti —dijo, llegando a un refrigerador y sacando de él dos cajitas de fresa— Cuando note que se estaban acabando, tomé estas cajitas para ti, por que sabía que las necesitarías. —contó con una sonrisa, entregándole las fresas a su amado, quien solo mantenía sus ojitos abiertos.

Taehyung quiso ponerse a llorar ahí mismo, no tanto por el hecho de que no se quedaria sin sus preciadas fresas, si no por lo atento y cariñoso que era el pelinegro.

Se sentía sumamente amado, aceptado, especial. Jungkook era su todo, lo consideraba el hombre de su vida; guapo, atento, inteligente, cariñoso. Simplemente perfecto.

Dejo las cajitas de fresa en una mesita, para luego caminar hacia el pelinegro y sin decirle nada abrazarlo con todo el amor que sentía por su mayor.

—Te amo mucho, Jungkookie -suspiró, embriagandose del rico olor de la loción del más alto—. Mucho. —volvió a repetir.

No le dio a su novio tiempo de responder cuando se separo del abrazo para tomar el rostro de su mayor entre sus manos, bajando su rostro y poniéndose de puntitas para unir sus labios con los del amor de su vida.

Jungkook no dudo en llevar sus fuertes y tatuados brazos a la cintura de su chico, correpondiendo gustoso aquel amoroso beso, ambos moviendo sus labios a un compás lento; sin apuros, solo queriendo transmitir todo el amor que se tenían.

Las manos de Jungkook bajaron por las caderas de su menor, hasta llegar a sus rellenitos muslos y alzarlo sin separar sus labios, haciendo que Taehyung rápidamente envolviera sus piernas en su cintura y sus brazos en su cuello, quedando en una posición más cómoda para poder degustar sus bocas.

Siguieron besandose hasta que ambos estuvieron saciados de los labios contrarios, separandose con un chasquido de por medio, ambos labios con un tono rojizo e hinchados por la reciente acción.

—Yo te amo más, fresita. —habló Jungkook, dejando unos últimos besos en los esponjositos cachetes rosáceos de su lindo novio.

Taehyung estaba completamente enamorado de las fresas, pero lo estaba más de su lindo Jungkookie.

-Nana.☁️


holaaa, ya comenzaré
con las actualizaciones
seguidas en este libro♡

últimamente en Lovely Love es donde tengo mas inspiración, así que al igual que con mis fics, intentare actualizarlo una vez a la semana o antes de las dos semanas de la última actualización <3

el siguiente os esta lindo, es un omegaverse pero no cualquier
tipo de omegaverse 👀❤

nos leemos en el siguiente capítulo 🌷

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