—¿¡Qué?! ¿¡Tú-..!? ¡Han pasado tres días de vacaciones!

—¿Tiene algo que ver?

—¡Estoy tratando de creérmelo!

—Hablas como si nunca hubiese pasado algo así...solo fue...e-eso.

—Que romántico, besarte con tu vecina viendo mean Girls.

—Suena mal cuando lo dices así...—JinSol tomó de su café mientras veía a sus sobrinas jugando en la zona para niños del lugar, suspiró con fuerza y lloriqueo—. Dios, ni siquiera sé cómo la voy a ver ahora.

—Pues tú la besaste, tu problema.

—No estas siendo de ayuda, HeeJin.—Rodó los ojos.

—Ey, yo tenia una cita hoy. Pero como soy una buena amiga, la cancelé.

—¿Cita? ¿Jeon HeeJin en una cita?

—...N-no es momento de hablar de eso.

—Ay vamos, ¿Quién es?—HeeJin se sonrojó pero no dijo nada— ¿Es la que toca piano?

HeeJin comenzó a toser y JinSol supo que había dado en el clavo.— ¿Cómo sabes?

—Un día llegaste tarde y ella fue al salón a preguntarme por ti... Se ve una buena chica, supongo.

—¡Eso no importa! ¿Y qué harás con lo de tu vecina? ¿Le dirás que te gusta? Porque no me vayas a decir que no te gusta.

—Sí me gusta JungEun...Es solo que...No creo que ella sienta lo mismo.—Jugó con el vaso ya medio vacío sin mirar a la chica frente a ella.

—¿Y por qué no? ¿Te golpeó o algo cuando la besaste, te gritó?

—No hizo nada... después dijo que se quedaría a terminar de ver la película y luego se fue. Nada que me diera una señal de que podría corresponderme.

—Dile y ya. Pensé que serías más valiente, así como HyeSoo unnie.

JinSol rió recordando cuando su hermana prácticamente se confesó a GeumJo con un ramo de flores y él la aceptó, aunque un poco confundido por el regalo.

—¿Deberia darle flores a JungEun?

—No creo que le gusten—JinSol chasqueó la lengua.— Sé tú y ya. Dile: me gustas, tengamos una cita. Si te dice que no pues mala suerte y si te dice que si tómalo con calma y no la beses hasta que sea oficial.

—No es tan sencillo, ¿Que pasa si... terminamos o algo así? Las niñas también estarían afectadas.

—Oye, velocista, aún no te confiesas y ya piensas en terminar.

—¿Estoy siendo paranoica?

—Mucho.

JinSol se golpeó la frente en la mesa varias veces como si eso fuese ayudarla a tener una mejor idea, siempre había sido ella la de recibir citas y confesiones, ahora sería al revés.

—Tía Ji.— JinSol levantó la cabeza rápidamente mirando a ChaeWon juntó a su hermana menor de la mano.— Quiero ir al baño.

—¿Te quedas con YeRim?—Preguntó a su amiga que cargó a la más pequeña y le ofreció de su pastel de fresas.

Después de una larga hora más, porque ni ChaeWon ni YeRim se querian ir de los juegos aún salieron del local, el calor se sentía cada vez más en las calles y JinSol se arrepentía de haber tomado un café en vez de tomar un café helado como HeeJin.

—Ya que perdí mi cita, lo único que puedo recibir es que me invites el almuerzo.—Dijo HeeJin con su sobrina menor en brazos. Se habian tomado varias fotos juntas, JinSol se había burlado diciendo que parecía una "madre millonaria" por la forma en que casualmente combinaban sus atuendos.

—Mmh.... preparé almuerzo ayer, así que si quieres almorzar iremos a mi departamento.

—Claro.

El camino fue divertido, con HeeJin cantando junto a sus sobrinas, al parecer conocía todas las canciones infantiles y tenían un concierto en la calle por el griterío de las dos mayores que cantaban. Al llegar al edificio justo bajando del ascensor estaba JungEun con sus lentes y el cabello suelto, llevaba consigo una caja y HeeJin le obligó a subir para no esperar más.

JinSol estaba incomoda y podía notar que JungEun lo estaba igual, ChaeWon la saludó y cuando HeeJin notó de quien se trataba no paraba de decirle con señas que hablara con ella y que resolvieran lo pendiente.

HeeJin tenía un gran super poder o algo así que logró quitarle las llaves a JinSol y cuando abrio el ascensor escapó con sus dos sobrinas sin dejarle tiempo de entrar junto con ellas al departamento antes de cerrarle la puerta en la cara. Suspiró y tocó la puerta varias veces.

—Abre la maldita puerta, Jeon HeeJin.

—Hazlo, y te dejaré entrar.

—¡Tú-

Bufó y se dió la vuelta viendo a JungEun dificultada en sacar sus llaves por la caja que llevaba consigo. JinSol se acercó a ella y tomó la caja para ayudarle. JungEun la miró por unos segundos y luego alejó la mirada con el rostro rojo.

Cuando logró abrir le iba a quitar la caja de las manos pero la peliazul no se lo permitió haciendo más fuerza.

—Me gustas.