A pesar de que JinSol se disculpó con su sobrina, ChaeWon no estaba con ese humor de siempre, y hasta JungEun se lo dijo, le mandó un mensaje si ChaeWon estaba enferma o algo porque la veía desanimada, la peliazul se sintió mal, porque en gran parte era su culpa y disculparse no cambió el pasado mágicamente.

Compró de vuelta las galletas preferidas de su sobrina mayor y caminó con la pequeña en brazos que balbuceaba poniendo sus manos en su boca y riendo de repente por cualquier cosa. Al llegar al piso JinSol tocó la puerta que fue abierta casi al segundo después por una JungEun con mirada preocupada.

-No sé qué le pasa... traté de hablar con ella, pero no se ve de buen humor, no quiero hostigarla.-Murmuró. Las dejó pasar por primera vez JinSol veía el departamento de la rubia más que lo poco que se alcanzaba a ver desde la puerta o la sala, ChaeWon estaba en la mesita de centro coloreando uno de sus libros sin prestar atención a su alrededor, la peliazul dejó a su sobrina menor en el suelo, que no dudó en balbucear tratando de que JungEun esta vez la cargara pero no lo hizo, la rubia seguía preocupada por la pequeña pelinegra.-Uh, preparé algo, pensé que llegarían más tarde ¿Quieres comer aqui?

-¿Ah? Ah~ si, claro.

-Ven aquí, caprichosa.-JungEun cargó a YeRim de una vez yendo a la cocina y JinSol fue hasta donde ChaeWon sentándose a su lado y acariciando los negros cabellos que llegaban hasta un poco más abajo de su hombro.

-Wonnie.-La pequeña dejó de pintar pero ni siquiera la miró, JinSol se sintió peor.-Nos preocupas a mi y a JungEun... lo de ésta mañana, no estuvo bien, ¿verdad?-Ella asintió lentamente.-Traje de las galletas que te gustan... ¿Quieres una? pero promete que comerás en la cena.-La infante por fin sonrió levemente asintiendo a la propuesta y JinSol cumpliendo parte de su trato le entregó unas dos galletas del paquete.

-¡JinSol tu sobrina me esta tirando el pelo! -Tanto ChaeWon como ella fueron hasta la cocina donde claramente JungEun se quejaba y YeRim, como una mala costumbre que había tomado estos últimos días, le estaba tirando el pelo.-¿Podrías no quedarte mirando?

-Perdón.-Se acercó rápidamente a ellas abriendo el puño de YeRim que tenía con fuerza uno de los mechones rubios de JungEun.-No eres la primera a la que le pasa esto, a mi y a ChaeWon también.

JungEun se quejó mirando a la pequeña en sus brazos que se veía aún contenta, la rubia la dejo de pie fuera de la cocina y tomó los platos. JinSol tomó los dos restantes ordenando a ChaeWon que se lavara las manos y que ayudara a YeRim a hacer lo mismo.

-¿Que le pasaba a ChaeWon?¿Ya está bien?

-Esta mañana, perdí algunas cosas y me atrasé, ChaeWon estaba haciendo un berrinche por su sudadera y... no reaccioné de la mejor manera.

-¿Le gritaste?

-No, no le grité, solo hablé incorrectamente, lo dije sin pensar... estoy estresada, no por ellas, los exámenes finales están cerca y no tengo mucho tiempo para estudiar como debería, tengo que prestar atención a que YeRim no haga nada y que ellas dos no peleen.-JungEun suspiró y cuando le iba a responder las dos menores llegaron, ChaeWon se subió a la silla como pudo y como no tenían una silla especial, JinSol tuvo que comer con su pequeña sobrina en su regazo también dándole su comida.

Luego de cenar JinSol ayudó a la rubia con la cocina y sus sobrinas se quedaron viendo televisión en la sala. Las dos mayores mantenían una pequeña conversación sobre su día o del pasado.

-¡No!¡Tía Ji, YeRim esta rompiendo mi libro!-ChaeWon sollozó y ninguna de las dos dudó en ir a la sala a ver lo que ocurría, la más pequeña de las dos tenía con fuerza agarrado el libro para colorear de ChaeWon de un extremo y su hermana mayor del otro.

-YeRim, no, sueltalo.-JinSol se agachó a la altura de la más pequeña tratando de quitárselo suavemente pero ella también estaba enojada, cuando logró quitárselo le dijo a la mayor que guardara el libro en su mochila para que no volviese a ocurrir. Pero no contó con que YeRim comenzaría a llorar de inmediato comenzando con un nuevo berrinche.

Pero todo dio un vuelco cuando la más pequeña gritó entre el llanto con claridad un: "Mamá" Y fue directo a los brazos de la rubia buscando consuelo. JungEun se quedó quieta en su lugar al igual que la peliazul, la mayor parte del tiempo YeRim decía: mamá, pero eran solo balbuceos sin sentido, esta no fue la ocasión. La rubia la cargó torpemente aún sin procesar lo que había pasado.

ChaeWon tuvo razón, YeRim no veía a JungEun como tal, la buscaba porque creía que era su madre.