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Yoongi sentía sus músculos tensos por las largas horas de viaje en una misma posición. Fue la primera persona en bajar del avión cuando las piernas se abrieron tras un exitoso aterrizaje.
Llevaba una gorra azul y cubrebocas blanco, algo poco usado por él, quería pasar desapercibido. La ropa que llevaba era común de él pero esperaba no ser reconocido.
Caminó por el aeropuerto con la cabeza agachada y arrastrando la maleta. Jungkook y Taehyung se habían quedado en Estados Unidos unos días más, Namjoon decidió ir a París a visitar a su padre.
En la salida del aeropuerto, lo esperaba Hoseok, el saludo consta en un abrazo 6 sobre al auto del pelirrojo. Ambos conversan sobre lo jodido que fue el tiempo para más de que él veredicto sea el que todos sabían, Yoongi era inocente.
El pelinegro estaba impaciente por llegar al departamento que compartía con Jimin, sentía su corazón salir de su pecho y su lobo saltar en una pata.
Cuando el auto negro de Hoseok se estacionó frente al enorme edificio, el pelinegro se despide rápidamente y baja del auto.
Una reverencia es devuelta a la recepcionista y sube al ascensor. En el aparato se pone a pensar el como sería ver a Jimin de nuevo, luego de tres meses sin verse, como una eternidad, así lo habia sentido el alfa.
La puertas del ascensor se abren y Yoongi sale, mira cada número de departamento, contando cuantos departamentos faltaban para llegar a su destino
Sus pies se detuvieron frente a la puerta que conocía mejor que nadie, inhala y exhala antes de tocar el timbre.
Aisha, quien estaba tratando de convencer a Jimin para que coma, sale despavorida de la habitación, tropezando con sus pies. Sabía que se trataba de Yoongi y estaba feliz, feliz porque Jimin mejorará por la llegada de si pareja, o eso esperaba.
Abre la puerta y le sonríe a Yoongi, le hace una seña para que no hable y le da paso, deja la puerta abierta y corre hasta el sofá para tomar su cartera.
Alza sus pulgares hacia Yoongi y sale del departamento.
El alfa queda con palabras en la boca pero aún así, deja su maleta en la entrada y quita sus zapatos. Camina hacia la habitación, toca suavemente con sus nudillos.
–¿Porque tocas, Yoorim? Puedes pasar.
Se sintió en el cielo cuando escucho la voz de su amado. Sonríe tomando el pomo de la puerta y abriéndola lentamente.
–Hola mi amor.
Jimin se sentó en la cama rápidamente, al ver a Yoongi ahí, frente a él y con la sonrisa más linda, tuvo ganas de llorar.
Salta de la cama y se lanza a los brazos de Yoongi, solloza en su hombro.
–Te extrañé.
–Te extrañé más mi amor. Te extrañé demasiado.
Yoongi lo abraza con más fuerza a su pareja, también sollozando en el silencio, sus lágrimas mojan el hombro de Jimin y no le molesta, ambos acarician sus espaldas dándose consuelo.
Aún con sus rostros destrozados, se besaron luego de meses. Tocando el cielo con la yema de sus dedos, su mente volviéndose blanca por el placer que les causaba besar a su destinado.
Sus piernas flaquearon y optaron por recostarse en la cama, juntos, con sus manos entrelazadas y viéndose a los ojos.
–¿No estas enojado conmigo? –cuestionado el omega, jugando con los dedos de Yoongi.
–¿Porque debería?
–Perdí a nuestro cachorro –un puchero se asoma en sus labios.
‐No es algo que tú podías decidir, amor, si me afectó, me afecta, pero no tengo porque enojarme contigo, estoy aquí para apoyarte y ser tu talón de aquiles.
–Me sentí muy mal cuando el doctor me dio la noticia, creí que tú.. me llamarías enojado o algo así, para.. terminarme –muerde su labio– El momento me hizo pensar así.
–Jamas haría eso.
–No pensaba adecuadamente en ese momento. Mi mamá estuvo una semana aquí, dándome apoyo, te dejó un regalo pero me lo comí –lo mira con una carita inocente.
Yoongi ríe y besa su mejilla.
–Esta bien, debe de haber sido algo dulce, no me lo hubiera comido se todas formas, no me gusta.
–¡Yo se lo dije!
El alfa suspira paseando su pulgar por la mejilla de Jimin.
Se enamora más de su pareja cuando lo ve sonreír con su tacto.
–¿Sabes? El día de nuestro tercer, cuando empezó esta pesadilla iba a pedirte matrimonio.. tenía toda una escena empalagosa para pedirte ser tu esposo. Mis planes se arruinaron.
Jimin abulta sus labios con las ganas de llorar palpables. Saber que su destinado, su Alfa, quiso pedirle matrimonio, dar un paso más en su relación, se sentía emocionado y triste.
–¿Como me ibas a pedir matrimonio?
–Ah ah. –niega con su cabeza – No te lo diré.
–¡Eso no es justo! –patalea.
Yoongi ríe viendo a su novio quedarse recitar las razones por las cuales debería de decirles.
–Estoy muy enamorado de tí.
Jimin dejó de hablar de las razones en su lugar, sonrió muy grande y besó Yoongi.
–También estoy muy enamorado de tí, cari ño. ¡Muy, muy enamorado!
El pelinegro volvió a unir sus labios, danzando en un movimiento ya conocido por los ambos belfos.
Las manos de Jimin fueron tímidamente a la nuca de Yoongi, acercandolo más para saborear mejor sus labios.
Ambos se separaron con sus respiraciones agitadas, Jimin besó cada proporción del rostro de Yoongi para después, besarse un poco más.
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