– Manténte sano, come bien, duerme tus horas completas, no te estreses demasiado..

Yoongi calló las palabras de su pareja con un suave beso en los labios. Acaricia su mejilla sin dejar de besarlo sintiendo las manos de Jimin rodear su cintura para acercarlo más.

Cuando se separan, Jimin tenía un sonrojo sobre sus pómulos, mostrando la vergüenza que sentía al besar a su alfa frente a tantas personas.

Y es que, Aisha, Sana, su abogado y un miembro policía estaban esperando a que ambos terminen de despedirse.

– Haré todo eso, me mantendré sano por ti.

–Por tí, no por mí.

– Por mí.

El omega baja su mirada a su vientre y lo toca suavemente. Yoongi se da cuenta de esto y sin importarle nada, se arrodilla y da unas cuantas caricias. Relata en su mente todo lo que quiere decirle a su cachorro mientras deja un suave beso en la pancita de Jimin.

Apenas se sentía pero era maravilloso para Yoongi.

El abogado y el policia estaban algo sorprendidos por sus acciones, y por sus palabras tras levantarse, terminaron por confirmar que aquel omega de cabellos rubios estaba en cinta.

–Cuida de tí y así el cachorro estará bien allí dentro. Trataré de estar presente sin estarlo, ya sea en consultas o cuando vayas a las ecografías mensuales.

–Me cuídare.

Yoongi asiente, aprieta sus labios cuando las lágrimas amenazan con salir. Abraza a su pareja, sus brazos lo sostienen como si fuera la última que lo abrazara, y tan lejos no estaba.

Jimin solloza en su hombro y suelta algunas palabras inentendibles por los hipidos que también abandonaban sus labios.

– Prometo que no tardaré.

–Te esperaré, siempre.

El pelinegro toma su rostro y besa sus labios tres veces, siendo el último beso el más duradero, saboreando las gotas saladas y soltando sollozos.

El policia carraspea para llamar la atención una vez los ve separarse.

– Disculpen, señor Min, el avión despega en quince minutos.

El nombrado asiente, da unos cuantos piquitos más a Jimin y toma su maleta. Acaricia la mano de Jimin y poco a poco, la va soltando a medida de que se aleja.

Finalmente termina por soltarla y se adentra al aeropuerto con los otros dos hombres siguiéndolo. El policia se aleja de ellos al ver a los paparazzis, pero manteniendo vigilado a Yoongi desde la distancia.

Yoongi se preguntaba cómo sabían que él tomaría un vuelo mientras trataba de ignorarlos, los flashes de la cámara impactaba contra sus ojos dejándolo con dificultad para caminar.

Jimin suspira viendo cómo la silueta de Yoongi se perdía entre tanta gente. Pide a la diosa Luna que Yoongi llegue bien y se mantenga sano en su estadía en el país extranjero.

Entra el auto junto a Aisha y Sana, sin arrancar. Jimin pidió el quedarse un poco más.

Cuando el avión donde su amado iba se vió despegando a una cuantos metros y luego alzó vuelo entre las nubes, fue cuando rompió en llanto siendo consolado por sus amigas en el asiento trasero del auto.

Deseó que su amado ya esté regresando, pero no era posible. Pues este, apenas se había ido