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Ellos no era chismosos.
Solo querían saber que hacia el par de chicos en la habitación.
Las cinco personas se acercan a la habitación completamente descalzos y con sus pies en puntas, tratando de no hacer ruido. Esto era ilógico ya que la música estaba un poco fuerte.
Tras ver la puerta abierta, Jungkook se tira al piso y asoma su cabeza. Y los demas hacen lo mismo, formando una escalera de cabezas asomándose discretamente en la puerta.
Estaban abrazados. Yoongi con su rostro en el hombro de Jimin y el omega recostado en su pecho. Mantenían sus ojos cerrados, disfrutando de la compañía de otro.
Suspiraron tan coordinados que pareciera que una de las cinco personas haya contado para suspirar. Cuando los ven separarse, se esconden; al menos sus cabezas.
Esperaron varios segundos y tras escuchar un chasquido, volvieron a sus posiciones anteriores.
Ahora se besaban, con mucho cariño o al menos eso demostraban, el beso era lento. Sus labios se topaban con delicadeza.
–Vamos, me van a empalagar. –dice Sana.
Todos asienten y vuelven a la sala, esta vez mas relajados. Al menos habían visto algo.
–Chaerin. –Aisha había ganado confianza con la mujer muy rápido.- ¿Que opinas de Jimin? ¿Consideras que es un buen novio?
–Aisha, oye tu– Sana quiso regañarla.
–¡Shhhh!
–Hum, yo, bueno.. Jimin es lindo..
–Me refiero a que, ¿consideras que él y Yoongi pueden encajar bien?
Chaerin lame sus labios pensativa.
–Ellos encajan muy bien, si empiezan algo.. ellos serian una bonita pareja.
–¡Última, última! ¿Jimin merece a tu hijo?
–Lo hace, ambos se merecen el uno al otro.
Chaerin sonríe levemente.
–¡Ah, señora Min sus palabras son tan lindas! Pero yo. –se señala.- tengo que hip.. que irme. -sonríe con sus mejillas rojas.
Taehyung estaba bastante mareado. Jungkook se levanta para tomar su brazo.
–Yo me voy con Taehyung, esta bastante mareado y no podrá conducir.
–De acuerdo, vayan con cuidado. -dice la omega menor en la sala.
Aisha seguía bebiendo mientras trataba de seguir conversando con Chaerin. Sana suspira con pesadez, esa alfa era una gran bebedora.
–Aisha, ¿nos vamos a casa? estas mareada.
–¿Que? No, no, no. No estoy mareada ¡mira!
Se levanta del sofá con rapidez tratando de demostrar que estaba sobria pero termino tambaleándose y cayendo al piso. La alfa ríe con toda la cerveza en su ropa ante la caída.
–Ugh, nos vamos. -la toma del brazo para ponerla de pie.
–¡No quiero, Sana! -se queja.- ¡Déjame, déjame, déjame!
Chaerin observaba la escena con gracia, Aisha parecía una niña pequeña gritando que no queria irse a casa.
Jimin y Yoongi salen de la habitación tras escuchar los gritos.
–¿Que sucede?
–Lo siento, Aisha esta muy mareada y no quiere irse a casa. -comenta Sana apenada.
–¡No estoy mareada, estoy sobria, muy sobria! -grita con sus mejillas rojas y forma un puchero en sus labios.
–Aisha ve a casa por favor. -interviene Jimin con voz suave.
Jimin era inteligente, sabia que la omega que no se negaría ante un pedido suyo, menos con la dulce voz que poseía.
–¡Lo que digas mimi! -sonríe grandemente.- ¡Pero tu! -señala a Sana.- ¡Tres semanas sin sexo!
Camina hacia la puerta, sin querer esperar a la omega completamente en shock.
–¡Oye tu, no puedes hacerme esto! ¡Aisha! -se queja yendo tras ella.
El departamento queda en silencio a excepción de la música que aun resonaba en los parlantes.
Jimin estaba sonrojado.
Yoongi relajado.
Y Chaerin incómoda.
El alfa carraspea yendo a apagar la música. Empieza a recoger los vasos desechables y botellas de cerveza que estaban en el piso para tirarlas a la bolsa de basura.
Jimin también empieza a ayudar quitando los pocos globos y serpentinas que decoraban el espacio. Chaerin se encarga de barrer.
En tan solo una hora el departamento estaba completamente limpio. Yoongi les sonríe a ambos compañeros de linaje, felicitándoles por su gran trabajo.
El omega pelirosa toma su bolso y se despide de Chaerin con una reverencia. Yoongi lo acompaña hasta la puerta.
–Si quieres puedo llevarte. -ofrece.
–No Yoon, tu mamá fue dada de alta aprovecha a pasar tiempo con ella. -quiso mirar directamente a los ojos del alfa.
Yoon desvía la mirada, nervioso.
–De acuerdo, cuídate mucho. -coloca sus manos detrás de su espalda, queriendo mostrar seguridad.
–Tu también Yoon. -besa su mejilla.- te quiero.
Jimin finalmente corre hasta el ascensor. El alfa estaba parado en la puerta con su corazón desbocado y sus manos sudando.
–¡Ahhh, el amor, el amor! -escucha la voz de su madre a sus espaldas. –Mi cachorro esta muy enamorado.
Chaerin cierra la puerta, empuja a su hijo para que se siente en el sofá y seguir bromeando por su repentino nerviosismo.
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