•ू♡ 17
Eran las cinco y media de la mañana. Yoongi estaba en su balcón con la vista a la ciudad siendo pocamente alumbrada por el amanecer. Sus dedos sostenían un cigarrillo a la mitad, su boca botaba el humo.
Estaba ansioso. Su madre seria dada de alta de la clínica de rehabilitación en tan solo unas horas. El médico felicitó a su madre por poner de su parte en la rehabilitación. Habían hecho muchas pruebas con ella, Yoongi fue testigo de la mayoría.
Colocaban algunas botellas de alcohol en su habitación, para provocarla. Pero la mujer nunca las tocaba. Yoongi sonreía orgulloso cada vez que recordaba aquello.
Estaba pensativo. Muy pensativo.
Las cosas con Jimin seguían igual, no habían avanzado. Y Yoongi se sentía atascado en un túnel que no le llevaría a ningún lado.
La música de su teléfono paró, para dar paso al tono de la llamada. Alejando el cigarrillo de su boca; contesta.
–¿Yoonie?
oh.
–Jimin.
–Pensé que no respondería.
–Hum, tengo mucho rato despierto. ¿Tú que haces despierto a estas horas?
–Estoy en la empresa, acabo mis ensayos.
–¿Ensayos? ¿Ensayaste toda la noche?
Un sonido afirmativo se escuchó.
–Jimin..
–Oh vamos, se lo que dirás, pero son mis horarios de ensayo. –el omega suspira.
–No iba a reprocharte nada, ¿Cómo te fue?
–Me duelen los pies así que, bastante bien.
–¿El que te duelan los pies es una señal de que te fue bien?
Otro sonido afirmativo.
–Definitivamente ser idol no es lo mío. –bromea.
–Todos dicen lo mismo al principio, luego se acostumbran.
–Hum. –el pelinegro no estaba de acuerdo pero no dijo nada.
–Yo.. llamaba para preguntarte si la fiesta sorpresa sigue en pie.
–Claro que si.
–¡De acuerdo Yoonie!
Yoongi ríe al escuchar su tono de voz emocionado.
–¿A que hora va por ella?
–A las once. –mira la alumbrada ciudad.
–Nueve, diez, once.. -suelta un sonido pensativo.- Entonces a las diez estamos allá.
–Vale, saldré temprano para ver las decoraciones. -traga saliva.- Jimin, ¿quieres acompañarme? Es decir, no se mucho de decoraciones para fiestas y..
–¡Si, si, si quiero!
No tenia que ser adivino para saber que el omega estaba dando saltitos emocionado y sonriendo hermosamente.
–Bien, paso por ti a las nueve.
–Hum, muy tarde. Mejor a las ocho y media. –propone.
–A las ocho y media será. Nos vemos Jimin.
–Nos vemos Yoonie.
Con una sonrisa corta la llamada; con el pensamiento de que vería a Jimin en tan solo dos horas.
Yah, Yoongi deja de hacernos saber cuan enamorado estas.
•ू♡
El ambiente del auto era bastante neutro, con música suave sonando en la radio, sin ninguna de las personas hablando.
Yoongi conducía con cuidado, siempre lo ha hecho. Su madre, Chaerin, por fin había sido dada de alta de la clínica de rehabilitación.
Su semblante era otro, no era el mismo que hace meses.
Yoongi estaba feliz.
–¿Yoon? –se gira para mirarlo.
–¿Si?
–Hm, ¿tú y ese chico, Park Jimin, son pareja?
Yoongi no respondió.
–Lo digo porque, hm muchas enfermeras chismosas me preguntaban porque estabas saliendo con él. No he visto nada en las redes sociales, entonces me pre-
–Solo estamos saliendo, no somos pareja. Él me gusta. –explico brevemente.
–¿Y tú a él?
–Hum, es un poco complicado eso. Él no me habla de su sentimientos, pero quiere tener una relación.
–Entonces lo estas conquistando.
–Algo así.
–Ya veo. –mira hacia la ventana.
–¿Que opinas de él, hum?
–Se ve que es un buen chico.
–¿Solo eso?
–No lo conozco bien, no se que mas decir.
Yoongi asiente.
En pocos minutos ya se encontraban frente a la puerta del departamento. Antes de abrir por completo, el alfa cubre los ojos de su madre y empuja la puerta con su pie.
–¿Yoongi? oye, deja de cubrirme los ojos, me voy a caer. ¡Yoongi!
El pelinegro no prestaba atención a los regaños de la omega, hace que camine poco a poco hasta llegar al interior del departamento. Observa a los amigos de Jimin, entre ellos Taehyung, quienes le miraban con emoción en su rostro.
Ni siquiera era un familiar de ellos, pero se emocionaban por su madre.
Jimin empieza a contar con sus deditos, cuando llega al tercer dedo Yoongi quita las manos del rostro de la omega.
Al hacerlo Taehyung revienta una bomba de confeti cayendo todo sobre Chaerin.
Todos miraban a la mujer sonriéndole. Chaerin no entendía nada de lo que pasaba, cuando quiso girarse para ver a su hijo, recibió un fuerte abrazo.
-¡Soy Taehyung, encantado de conocerla!
Chaerin estaba petrificada, Taehyung la estaba abrazando con mucha fuerza.
-¡Oye idiota, la vas a asfixiar!
Aisha le gritó a el alfa. Taehyung con un puchero en sus labios se aleja dejando a que la alfa salude a la omega.
Luego paso Jungkook, después Sana con quien Chaerin tuvo una corta conversación.
La música hacia del lugar algo vivo, Yoongi estaba feliz mientras veía a su madre charlando con Jimin.
No sabia de que hablaban pero al ver sus sonrisas supuso que no era nada malo. Jimin soltaba risillas que llegaban a sus oídos alterando a su lobo.
Dándole una ultima mirada a su madre y Jimin; camina por el pasillo y entra a su habitación. Buscaba una camisa mas cómoda. Y tambien su celular.
La puerta es tocada por alguien y el alfa le da el paso a su habitación.
–¿Pasa algo?
El aroma a frambuesas entra por sus fosas nasales.
–Hm no pasa nada bonito, solo vine a buscar una camisa mas cómoda.
–Oh, de acuerdo..
–¿Estas nervioso?
Jimin niega con sus manos, pero mentía, su aroma se había vuelto un poco amargo y denotaba nerviosismo. Yoongi cierra su armario y camina hacia el omega.
–Hm, si lo estas.
Jimin lo mira expectante a todo lo que hacia, estaban muy cerca, sus cuerpos rozándose. Yoongi estaba nervioso claro que lo estaba, estaba dejándose llevar por su lobo quien le exigía besar a Jimin, aunque sea un roce.
Es mejor pedir perdón antes que permiso.
Y con ese pensamiento, toma la cintura de Jimin y besa sus labios con cariño.
El pelirosa no se negó, siguió el beso con timidez. Después de todo, hace tiempo quería besar al alfa pero se avergonzaba de solo pensar en sus labios tocándose.
Los finos labios de Yoongi se movían con delicadeza sobre los pomposos del contrario. Jimin se sostiene de los hombros cuando sus bocas se separan.
Humano eso se sintió bien, muy bien.
Lo se mimi, lo se.
Bésalo de nuevo.
Jimin miraba los labios del alfa fijamente y viceversa.
No.
Si.
Como si haya sido empujado, el cuerpo de Jimin se impulsa hacia adelante uniendo nuevamente su boca con la de Yoongi.
Sus lobos estaban como locos, parecía que tenían una fiesta.
Estaban ahí besándose sin ningún apuro, con la puerta abierta y sus corazones latiendo al mismo tiempo.
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