Para suerte de los seis, de camino a la casa de HueningKai les había tocado un autobús casi vacío ya que salía de la terminal que estaba cerca. Suerte porque el viaje era de una hora y ya ninguno quería estar parado o apretujado luego de haber pasado como tres o cuatro horas enteras recorriendo la convención de anime. 

Se sentaron los seis en los asientos del fondo. HueningKai estaba contra la ventana y a su lado estaba YeonJun, ambos estaban usando el celular del pelirosa para ver un capitulo de un anime que acabada de emitirse. Soobin estaba al lado de YeonJun y Tae estaba en el medio. 

Gyu estaba contra la otra ventana y Jungkook había quedado en medio de la parejita. Gyu tenía apoyada la cabeza contra la ventana y tenía ambos auriculares puestos. Jungkook lo miraba de vez en cuando y Tae también le dirigía varias miradas de reojo. 

—Oye Kookie — le dijo Taehyun quitándose el cabello que le caía por los ojos —¿Qué le pasa a Beommie?

Jungkook se alzó de hombros. Claramente no iba a decirle que Gyu se había llevado de contrabando su celular para poder comprarle una funda sorpresa y que justo había visto algo que no le cayó muy bien. 

—No tengo idea — mintió — pero creo que está muy cansado. 

Tae volvió a mirar de reojo a su novio. Tenía una mirada triste y pensativa. Algo le dijo al pelirrojo que Gyu ni siquiera se estaba concentrando en la muisca que estaba escuchando, que sus pensamientos resonaban más fuertes que la muisca de anime que salía de sus auriculares.

—Ya se le pasará — dijo Tae sacando su celular por primera vez desde que Gyu se lo había puesto en el bolsillo nuevamente — no suele enojarse mucho, pero cuando eso pasa hay que dejarle su espacio personal. En ese sentido es igual a YeonJun. 

—¿Junnie también necesita su espacio cuando se enoja?

—Sí, pero a él el enojo le dura menos y se enoja más veces. Gyu es al revés. Se enoja menos veces pero la sensación le dura más tiempo. Puede llevar horas o días.

—¿Días? ¿Tanto tiempo? — preguntó sorprendido — Vaya... yo lo máximo que puedo enojarme es una o dos horas. 

—Gyu es así. Lo conozco perfectamente.

—¿Y qué es lo que crees?

Tae volvía a mirar a su novio para luego prestarle atención al celular. Vio el mensaje de Eunwoo y Jungkook notó que se le formaba una sonrisa en la cara. Una sonrisa satisfactoria, como si nada más le importara.

—Bueno, quizás le dure un par de horas —contestó desinteresado a Jungkook mientras abría el chat de su ex de primaria — no puede hacer tanto berrinche por unas papas. 

Jungkook hizo una mueca. Tae creía que Gyu estaba enojado por el asunto de la comida. Pero no era por eso. Tae terminó de escribirle varios mensajes a Eunwoo con unos corazones azules y muchos stickers y luego volvió a guardar el celular mirando de reojo a Gyu.

Jungkook observó que todavía el fondo de pantalla tenía una foto con Gyu que estaban en el baño usando unas mascarillas y una vincha de rana en la cabeza muy graciosa. 

"No creo que lo esté engañando con alguien más" — pensó Jungkook mirando a ambos alternativamente — "Tae lo quiere mucho, y Gyu lo quiere aún más". 

Pero entonces cuando Jungkook volvía a mirar a Gyu notó que algunas lágrimas le bajaban por las mejillas y sus labios temblaban. Pronto sucedió que Gyu cerró los ojos y apoyó su cabeza contra el vidrio, alejando su rostro lo más posible de la vista de sus amigos. 

Se imaginaba lo peor.