Kim Taehyung se encontraba pagando los gastos de la luz cuando al salir del lugar sonó su celular. 

— Habla Kim Taehyung — dijo. Siempre se presentaba así. 

— Hola buenos días — habló la voz femenina al otro lado de la línea — soy la directora del instituto que usted visitó hace exactamente dos semas. 

— ¡Ah, sí! dejé mi solicitud para el taller de música. 

— Exactamente y espero que pueda presentarse al trabajo desde este mismo lunes. 

Taehyung se quedó pasmado. 

— ¿Entonces me aceptaron?

— Así es. 

Taehyung casi maldice de la felicidad al oír eso. ¡por fin tendría trabajo otra vez! Había tenido que renunciar a la escuela en donde estaba el mes anterior ya que le quedaba muy lejos y los gastos en transporte era carísimos. Aparte de que llegaba muy cansado a su casa, sin tiempo ni ganas de hacer nada. 

— Perfecto, se lo agradezco señora Choi — dijo recordando el apellido de la mujer — Nos veremos el lunes. 

— Tenga buen día — lo despidió la directora. 

Taehyung pegó un salto en medio de la cuadra y algunas personas lo miraron con cara de loco. 

Caminó hasta llegar a su casa y volvió a sacar su celular. Llamó a su amigo y cuando atendió dijo:

— ¡Tengo trabajo Jimin! — le dijo emocionado. Su mejor amigo festejó con él al otro lado de la línea. 

— ¿Qué te parece si hoy nos vamos a festejar a un restaurante? Yo invito.

— ¿De verdad?

— Claro. Luego te llevaré en mi auto. Prometo no beber alcohol. 

—Más te vale, Park. No quiero que arruines mi bello rostro. 

Jimin se rio al otro lado y juntos acordaron verse esa noche para festejar el nuevo trabajo de Taehyung. 

"Quizás pueda conocer a alguien" — pensó él mientras se sentaba en el sillón a ver la televisión. 

Oh, sí. Conocería a alguien muy especial.