XI
La escena es la misma, ya se han acostumbrado, uno de ellos ya lo sabía y para el otro aunque fue una sorpresa no le molesta la idea, Hiroto Honda no es bocaza ni tampoco es un entrometido ya tiene suficiente con tener que aumentar sus calificaciones para poder pasar de año, por suerte Ryou Bakura le ha ayudado en inglés, una de las materias que peor se le da, mira de reojo a Katsuya Jonouchi, mejor amigo que ahora anda con el par, como de costumbre suele hacerle un par de bromas siendo que el conocía de primera instancia lo que el albino sentía por uno de sus amigos, al final suspira mientras ve por la ventana, al menos a uno de sus amigos le va bien en el amor.
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Anzu Masaki se levanta de su asiento, se dirige hacia el profesor, él asiente mientras deja de lado el gis y el libro para girarse, ve hacia el frente mientras anuncia que la presidenta del grupo tiene algunas palabras que decir.
Una mirada fugaz se establece en Ryou Bakura hacia la chica, al final sonríe de lado, están a inicios de octubre y cae en cuenta de que vendrá su posible anuncio ante las fechas venideras, su mirada regresa al chico tricolor quien mira atento, frunce levemente el ceño, ¿Acaso aun gusta de ella? Baja la mirada, niega, ya han salido por más de dos meses, no es nada concreto aun pero comprende que ese chico no besaría a nadie solo por hacerlo, lo suyo es algo más, algo verdadero y entonces lo que menos espera escuchar es la actividad que su grupo hará.
–Un baile de disfraces –dice la presidenta del grupo, el chillido de algunas chicas no se hace esperar, por parte de los chicos un bufido resuena, ahora no solo deben ayudar en el baile sino que deben soportar el exceso de ímpetu de las chicas, Anzu Masaki suspira, mira la emoción de sus compañeras que ya están discutiendo sobre que disfraz usaran, comprende la emoción pero lo importante es la organización para que todo salga de acuerdo al plan, carraspea un poco para hacerse escuchar –¿Alguna temática para el baile? –pregunta esperando la participación de los demás pero el silencio se establece, mira de reojo a Yugi Mutou, tal vez él pueda decir algo pero al verle con el móvil en manos no puede evitar sentirse un tanto ofendida –Yugi –sonríe mientras entrecierra los ojos– ¿Alguna idea?
El amatista siente la mirada de sus compañeros, al final queda en silencio un par de segundos para después contestar –creo que al ser Halloween la temática debería ser libre, no todos compartimos los mismos gustos por lo tanto cada quien debería disfrazarse de lo que quiere.
La chica trata de decir algo pero al ver el apoyo de sus compañeros al final suspira y deja el asunto por terminado mientras empieza a delegar las tareas para hacer con tiempo los preparativos, no quiere fallos, no al menos mientras sea presidenta en ese año, por otra parte Yugi Mutou vuelve al móvil y sigue la conversación que le tenía entretenido, una pequeña sonrisa se desliza en sus labios al ver la respuesta afirmativa.
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–¿Un baile de disfraces? ¿No hubiese sido mejor una casa embrujada? –suelta Jonouchi Katsuya.
–Bien, eso lo hicimos en verano con el centro de juegos, repetir sería dejar entre ver a los demás grupos que no tenemos más ideas –responde Hiroto Honda– además un baile es más sencillo al trabajarse solo en una tarea entre todos.
–Lo sé pero el vender boletos es lo que no me parece, además aun debo ver lo del traje –resopla– ¿Ustedes ya tienen idea de que disfraz usaran? –mira a sus otros dos amigos.
–Si –contestan al unísono, a veces le asombra como siendo estudiantes de preparatoria pueden actuar cual niños, al final sonríe y se deja contagiar por su entusiasmo.
–Bueno si ya tienen idea de cómo irán entonces deberían de ayudar a los que no tienen tanto ingenio –señala su rubio amigo.
Sin embargo, Katsuya Jonouchi cae en cuenta que tal vez debió guardarse el comentario siendo que al final ambos chicos le han dado un discurso largo de lo que comprende un juego de rol, al menos eso capta a primera instancia puesto que varios términos no le son familiares, Hiroto Honda ve con gracia la escena, pero al final se apiada de él y va a su rescate.
–Oye Jono –interrumpe el moreno– ¿Invitaras a Shizuka–Chan al baile?
–Bueno ahora que lo pien.... –habla, pero al meditar su pregunta cae en cuenta en el interés de su amigo por su hermana, frunce levemente el ceño –¿Por qué él interés Honda? –le mira inquisitivamente.
–Bueno pensé que sería agradable verla –lleva sus manos hacia atrás de la nuca haciéndose el desentendido.
–¡Ja! ¿Comprendes que Shizuka no se fijaría en ti?
–¿HA? –el leve rubor se asoma por sus mejillas al verse pillado, aun así, se desentiende del asunto, pero su molestia es visible, no aguanta las ganas de preguntar –¿Por qué lo dices? –se cruza de brazos y frunce el ceño.
–Bueno pues... –no había pensado en algún argumento, solo no puede imaginar ver a su hermana menor con alguien más, Hiroto Honda es buen tipo, no por nada es su amigo pero aun así no pude imaginarlos juntos, al final gruñe ante las ideas de su cabeza y ante el comentario del moreno ante su "expresión de perro" comienza la discusión entre ambos, por otra parte tanto Yugi Mutou y Ryou Bakura ven la escena un tanto con gracia, las peleas entre ellos es de lo más común.
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Cuarenta y cinco minutos después de la hora de llegada, a veces más tarde y otras raras veces más temprano, para Ryou Bakura el acompañar a Yugi Mutou hasta su casa es de lo más común siendo a veces acompañado por sus demás amigos, se dirige hacia el segundo piso donde abre la puerta de su habitación, va directo a su cama y se deja caer entre las sabanas color violeta, desde que empezaron a salir su habitación ha estado en constante cambio, no ve a Japón como un lugar donde pasar el rato, ve el lugar donde quiere permanecer si esta junto a él, en su rostro se divisa la sonrisa del triunfo ante la propuesta que jamás espero recibir del chico de orbes amatistas, le ha pedido que ambos se disfracen de sus avatares en Monster World, comprende que al ser un juego meramente en línea no existe mercancía como tal por lo tanto deben de fabricar el vestuario de ambos, algo que le tiene extasiado puesto que tal vez el baile de Halloween podría ser una ocasión interesante para hacer lo suyo formal, el rubor de sus mejillas se hace presente entonces cae en cuenta de algo, algo que le ha estado molestado un poco desde que empezaron a salir.
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Yugi Mutou no sabe que decir, no hay palabras que puedan describir su emoción compartida siendo que por un lado está feliz por la noticia y por su iniciativa pero por otro lado se siente un tanto extraño, creyó que tendrían más tiempo para pasar juntos ya que harían sus trajes en base al juego donde se conocieron más con la noticia de que Ryou Bakura había conseguido empleo de medio tiempo ve mermado su tiempo juntos, al final sonríe –Me alegra mucho Ryou –exclama sin dejar ver la desilusión que le trae la noticia.
–Lamento que haya surgido esto ahora, pero la verdad creo que sería bueno que consiguiera uno –se lleva una mano a la nuca, se siente un tanto inquieto, odia decepcionarlo aunque nunca lo admita– además ya era hora que también consiguiera trabajo –admite siendo que tanto Jonouchi Katsuya, Honda Hiroto y Yugi Mutou han tenido uno– aunque lamentare no pasar tanto tiempo contigo como antes –admite– pero prometo que nuestras sesiones para armar nuestros trajes no serán interrumpidas –le toma de las manos y mira fijamente, el amatista sonríe ante su actuar mientras asiente.
–Bueno podre ir a verte a veces, el museo queda en el centro así que no será tan... –es interrumpido por el beso del chico, sus mejillas arden, están en los casilleros, alguien pudo verlos y ante ello le empuja.
–¿Yugi? –le mira un tanto confuso.
–Debemos irnos –su mirada es gacha, se gira y toma camino primero, Ryou Bakura comprende que su actuar le ha molestado.
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El día pasa sin pena ni gloria, ve un tanto esquivo al tricolor, no ahonda en el asunto, quiere que él se acerque y deje en claro su molestia pero al final del día nadie dice nada, se despiden, piensa en seguirle pero ve la hora, es su primer día en el trabajo y no quiere llegar tarde, comprende que debe ser agradecido al ver como su padre le ha ayudado a conseguir uno a su edad.
Un traje caqui es el que le acompaña, su labor es ayudar a guardar y sacar el material a usar, no es mucho siendo que no hay exhibición alguna pero también debe ayudar a que las piezas estén en orden y en buen estado para el público, la joven mujer de piel morena le sonríe, es amable, parece tratar con jóvenes como de su edad y no es sorpresa al confesar que tiene un hermano menor.
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–Debe ser duro vivir lejos de la familia –dice la joven mientras le invita a tomar asiento, el chico es amable y trabaja duro, piensa en que será una buena influencia para su hermano menor, solo espera a que termine el año en Luxor para transferirse junto a ella, el chico sonríe, toma lugar, ella se levanta y sirve una nueva taza de té –Siéntete en confianza por favor.
–Muchas gracias –toma la taza de té, como buen ingles se deleita con el olor, percibe un toque de vainilla, bebe un sorbo y le mira– Ishizu–San ha sido muy amable –empieza– pero por favor sin querer sonar descortés tráteme como a cualquier trabajador, no me vea como el hijo de mi padre.
La joven le mira, sonríe –eso hago –bebe un sorbo de su taza– si bien acepte que me ayudaras fue porque me lo pidió, pero siendo la responsable del cuidado del museo y de la historia que radica en cada pieza si realmente hubieses sido una molestia no hubiese dudado en despedirte el primer día –admite– pero este no es el caso, me has ayudado en las tareas correspondientes.
–Eso me alegra –sonríe sincero.
–Ryou–Kun –le llamo– ¿Puedo saber porque un trabajo a esta edad?
El chico le miro por unos segundos, al final suspiro y dejo la taza de té de lado.
–Creo que es una agradable experiencia que me ayudara en un futuro a cómo debo relacionarme con los demás en un ambiente laboral, además no puedo siempre depender del dinero de mi padre, algunas cosas deben ser conseguidas con mi propio esfuerzo – sus mejillas se tornan rojas, comprende la verdad del asunto, el por qué le había pedido a su padre ayuda en conseguir empleo, quiere salir con el chico que ha robado su corazón con su propio dinero no con el de su padre, además el traje que hará a juego con el suyo es especial, todo el material a emplear lo comprara con su sueldo, suspira, comprende que es tonto y algo egoísta su pensamiento al dejar a su chico de lado pero aun así quiere valerse por sí mismo como hombre para poder protegerle y apoyarle como se debe, Ishizu le mira, al final sonríe, ve en ese chico a un joven maduro, no comprende del todo sus pensamientos siendo que son dos seres diferentes pero puede ver que sus motivos son puros e importantes.
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Yugi Mutou se siente un tanto herido, no tanto porque el chico que tiene al lado se haya quedado dormido en la sala del cine mientras aún sigue la película corriendo, sino porque desde aquel día en el que le beso y le aparto le ha notado algo distante, tal vez solo sea imaginación suya debido al nuevo trabajo del chico, le mira con ternura, toca sus mechones que se han ido al frente, el sonrojo recae nuevamente en sus mejillas al final suspira y se deja hundir en el sillón aún más.
Comprende que lo que hizo estuvo mal, no fue el beso sino más bien las repercusiones que vendrían si alguien más lo viera, sus dos mejores amigos ya lo saben y no hubo problema pero comprende que no toda la gente es así, que no todos serán tan amables, que habrá gente que lo vea mal y que tal vez hasta les quiera dañar y no, no teme por sí mismo sino por él, porque cuando se quiere a alguien se ve por el otro y entonces cae en cuenta que se ha enamorado de un chico a pesar de que aun solo son amigos.
Suspira, aprovecha la oscuridad del lugar para aferrarle del brazo, no sabe si es cariñoso, pero poco le importa, extraña el contacto de ambos, levanta su brazo del asiento del sillón y junto a este el brazo del chico para acurrucarse en su pecho mientras sigue atento a la pantalla, solo espera que todo pudiese ser siempre así.
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