Vacaciones de verano, tiempo de sol y playa es el primer pensamiento que tienen los jóvenes adolescentes además de ver a chicas hermosas en traje de baño, pero no para Ryou Bakura quien mira alrededor de su habitación, pensó que tal vez podría hacer algo con sus nuevos amigos pero tanto para él como al tricolor les llego de sorpresa la noticia que Hiroto Honda y Katsuya Jonouchi iban a darles ese mismo día que salían de vacaciones.

El timbre había tocado, los últimos proyectos ya habían sido expuestos y la mayoría se había ido como de costumbre tomaban rumbo pero antes de salir del salón ambos chicos se vieron y prosiguieron a dar la noticia.

–¿Entonces no estarán el resto de las vacaciones? –Hablo el albino primero ante el mutismo del amatista.

–Bueno yo volveré un par de días antes de que terminen –se rasca con el índice la mejilla Katsuya Jonouchi quien al fin acaba de decirles que saldrá de la ciudad a visitar a su hermana menor.

–Técnicamente seguiré aquí pero no creo poder acompañarles ante mi horario de trabajo –declara Hiroto Honda quien ha conseguido trabajo de medio tiempo en la empresa automotriz donde trabaja su padre, va en segundo año y comprende que lo hace para que cuando finalice tenga conocimientos previos en el área y se le facilite desempeñar su trabajo siendo que su padre quiere que trabaje junto a él.

Ambos chicos se miran entre sí, Yugi Mutou no ha dicho nada aun, si bien le cuesta un poco asimilar todo comprende que es lo más común en vacaciones, el salir fuera y el de conseguir un empleo, él pasa por algo similar pero en su caso es ayudar en la tienda familiar.

–Bueno en mi caso no creo salir fuera –habla Ryuo Bakura tras unos segundos de silencio –Mi padre sigue en Alemania –ríe un tanto nervioso.

–Entonces quedamos tú y yo –al fin habla Yugi Mutou quien sonríe afable.

El resto del camino transcurre entre risas y algunos comentarios sobre el viaje de Katsuya, sin embargo, desde que salieron de vacaciones no se han visto y de ello ya se cumplirá una semana, han hablado en línea y por teléfono, no sabe si ir a verle, tal vez sea algo repentino o una molestia siendo que comprende la responsabilidad del chico como asistente en una tienda.

Mira el poster de Zorc en su pared, único adorno que tapiza la pared de su cuarto, el cual había comprado en la tienda del chico tricolor, piensa en tal vez ir y comprar algo más solo como pretexto para verlo, entonces nota su falta de confianza y timidez, aquella misma que le abochorna y le lleva a que la relación no avance como quiere sin embargo lo que no prevé es que él de el primer paso como siempre a pesar de ser el más tímido de ambos.

Su móvil suena, se dirige a él, le ha dejado en medio de la mullida cama mientras dejaba sonar la misma estrepitosa canción, el acorde de la guitarra le calma en la inquietud que él mismo se provoca, Paranoid Android deja de tocarse para dar lugar al rington de la llamada entrante. Mira la imagen del susodicho que le llama, piensa cambiar el sonido de su rington por la canción de antes siendo que cree que los acordes calmaran los latidos de su corazón al ver como el chico de quien se ha enamorado lo llama, traga duro, contesta.

–¿Diga? –trata de sonar lo más calmado, aunque su corazón este a mil por hora.

"Hola Ryou, ¿Cómo has estado? "

–Lo normal –contesta y quiere darse golpes en la pared ¿Qué clase de respuesta es esa?, piensa para sí mismo.

"Ja Ja" –le escucha reír– "comprendo lo que dices" –afirma mientras hace una pausa– "veras, me preguntaba ¿Tienes planes para el sábado en la tarde?"

–¿Sucedió algo? –pregunta un tanto preocupado.

"No, solo... me dieron unas entradas al cine y quería saber si vendrías conmigo" –dice un tanto nervioso, en la mente de Ryou Bakura se estaciona la interrogante de quien pudo dárselas, nuevamente se nota un tanto receloso de su persona, por otro lado, Yugi Mutou se siente aun nervioso tal vez su propuesta fue algo precipitada e incómoda pero antes de poder decir algo escucha la efusiva respuesta que le hace ver que sus miedos eran mal infundados.

–¡Por supuesto iré contigo!

La tarde prosigue en mantenerse al día, pronto se topan con que es de noche y va siendo hora de la cena, Yugi Mutou se despide no sin antes acordar la hora y lugar donde se verán, por otro, lado en el rostro de Ryou Bakura se esboza una inmensa sonrisa ante la primer cita que tendrá con el muchacho.

(__)

Camisa a rayas, su primer elección, la cual desecha al instante de probársela, una camisa negra es la que continua pero al final desecha la idea, no sabe que ponerse mientras mira la pila de ropa encima, nada le agrada, nada cree que sea merecedor de usar en su primer salida juntos, sabe que no es una cita como tal pero no puede evitar sentir la emoción que le invade, además desde hace ya casi una semana que no se venían, quiere lucir bien pero al mismo tiempo no levantar sospechas, ya ha visto un par de veces al chico tricolor sin el uniforme de la escuela, siempre usa colores negros, morados, azules y de vez en cuando blancos, ve en sus gustos una similitud en particular que le agradaría combinar, niega con la cabeza comprende que esta pensando demás siendo que aun solo son amigos, al final suspira y opta por una camisa que le había dado su padre como regalo de cumpleaños el año pasado y que le había quedado algo grande.

(__)

Se mira al espejo y comprende que no se ve tan mal, una camisa verde a cuadros con morado. Debajo una camisa del mismo tono pero en menor grado, un pantalón de mezclilla gris obscuro y un par de zapatos con mancuernas, su mirada se posa en el reloj de la encimera aún falta media hora pero es mejor salir antes, revisa si lleva todo, llaves, teléfono, billetera, no quiere hacerlo esperar por ello pide un taxi que le lleve.

(__)

Le mira correr, aún quedan cinco minutos antes de la hora acordada, trae un pantalón negro de cuero ajustado, sus botines de mancuerna que le hacen lucir a juego con los que trae él, piensa que ha sido una buena idea comprarlos después de todo, una camisa negra con cuello "V", a los lados se ven las mangas que dejan ver sus hombros como si fuesen un par de brazaletes de accesorios, en sus muñecas un par de pulseras negras de adorno y un chocker que porta en su cuello, todo parece ir a juego y acentuar su fina figura, alza la mano mientras le sonríe.

–Lamento la tardanza –afirma con la voz entre cortada, no se le dan los deportes y ha venido corriendo la última parte del camino, se apoya en sus rodillas mientras trata de recomponer el aliento.

–Para nada –le sonríe– has llegado cinco minutos antes de la hora acordada.

El tricolor levanta su rostro mientras le mira algo perplejo –Pero entonces...

–Me encontraba cerca por ello llegue antes –afirma mientras ríe nervioso, el amatista le mira, al final sonríe amable –¿Y dime que película veremos? –pregunta tratando de cambiar el tema.

–¿Eres fan de los súper héroes?

–No me disgusta –lleva una mano a su barbilla– es un tema que me es diferente –sonríe.

–Oh bueno...

–Vamos no te desanimes, no dije que no me agraden –señala.

El tricolor extiende sus manos y muestra las entradas, el mitad ingles las toma, el silencio se hace presente –Si no te gusta no te fuerces a ver lo que no te agrada Ryou –afirma mientras se haya con los ojos cerrados pero al encontrarse con su mutismo los abre solo para ver la expresión de admiración del chico albino –¿Ryou? –le llama.

–Zombire–es lo primero que exclama– Wow es la primer vez que veo un súper héroe de este tipo –afirma mientras ve el logo de las entradas VIP.

–Bueno, es basado de un comic Americano –aclara el tricolor.

–¿Has leído el comic?

–Hanasaki–Kun me ha prestado algunos –sonríe amable, Ryou por otra parte corresponde el gesto cual espejo siendo que el escuchar el nombre de esa persona le ha dejado un mal sabor de boca –es más él me dio las entradas, las había adquirido en un concurso, pero su padre lo llevo a la premier en los Ángeles por ello me las dio.

–Oh ya veo –su semblante es sombrío, la curiosidad de saber quién ese tal Hanasaki–Kun aumenta en Ryou.

–¿Ryou estas bien? –pregunta el tricolor.

–Si –sonríe afable.

–Si no te agrada la película no tienes que obligarte.

–Claro que no, es más me da curiosidad saber porque ese aspecto –le pasa el brazo por hombro ante un gesto meramente lleno de celos, aún sigue presente la duda de quién ese chico.

Por unos instantes el rubor se estaciona en el tricolor pero al final ve el gesto como una muestra más de amistad.

–Si quieres puedo hablarte un poco sobre él para que no te sientas perdido en la sala del cine.

–Eso sería agradable –afirma sin soltarle.

–Bueno, en un principio Zombire era el Dios de la muerte, pero el amor humano le despertó de su estupor, ahora él pelea contra los demonios por la seguridad de la humanidad.

–Oh entonces ¿Ese es su verdadero rostro?

–¡Oye no te contare todo! –le guiña un ojo.

–Vamos no seas así –reprocha Ryou y comprende que ahora mismo se ha soltado un poco siendo movido por los celos al reconocer que su timidez no ha servido mucho para avanzar con su chico.

–Para nada, no te arruinare la película –sentencia y con ello ve que el chico puede tener carácter cuestión que le agrada, en si para Ryou Bakura cualquier faceta de este le es de suma relevancia y la ve con cariño y amor, suspira derrotado comprendiendo que realmente ha caído por él, sin embargo, aunque solo lo vea como un amigo, el hecho de que no haya objetado por su cercanía al abrazarle como lo hizo le da valor para ver una oportunidad con el chico.

–Bien, pero si no le entiendo serás el responsable –le guiña un ojo, el tricolor afirma– ahora vamos por algo de beber y comer que pronto será hora de la función –afirma.

Yugi Mutou vuelve asentir, nuevamente ve otra faceta de Ryou Bakura y aquello le hace feliz puesto que en parte comprende lo que es aparentar algo que no es.