La rutina de YunHo siempre era la misma, despertaba muy temprano por la mañana, justo antes de que saliera el lindo sol mañanero y sus cálidos rayos se colaran por las blancas cortinas de su habitación. El joven de 28 años tomaba una ducha, se preparaba un lonche para el desayuno y al terminarlo se dirigía a quitarse la pijama para así vestirse con su uniforme y finalmente salir rumbo a su trabajo.

Cuando tenía días libres, pasaba la mayor parte del día echado en el sofá o se encerraba en su habitación junto a una buena taza de café o chocolate caliente y disfrutaba de la compañía un buen libro. Fuera de su trabajo solía ser un hombre distraído, un total desastre y él no lo notaba. Si YunHo tuviera que resumir su vida en una palabra definitivamente sería “monótono” y el no tenía problema en aceptarlo, era un completo aburrido o eso escuchaba muy seguido por parte de sus dos mejores amigos.

Su empleo cómo cirujano médico era algo que él realmente amaba mucho. Si bien solía ser un hombre demasiado serio y tranquilo, no había nada mejor para él que brindar su ayuda y ser el mejor en lo que sabía hacer, eso era algo que le enorgullece de sí mismo.

Aunque claro, también había momentos en su trabajo que le dejaban un muy mal sabor de boca. No todo podía ser color de rosa y YunHo lo sabía a la perfección. Su trabajo lo podía describir cómo un el juego del suve y baja, habían momentos altos, tanto cómo habían momentos bajos.

Habían noches en el hospital que le resultaban un suplicio sinfín, del cual no podía escapar, ni siquiera luego de que su jornada laboral culminara, Jeong odiaba tanto a su superior del hospital, su jefe era un hombre despreciable, pedante, con aires de grandeza y un grosero... Además del aparente odio de su jefe hacia él y su estúpida guerrilla, de la cual el no era participe. Y todo para “demostrar” quien era mejor que quien en su ámbito laboral.

Renunciar para Jeong no era una opción, ni por el momento ni en un futuro cercano. Después de todo, el prefería quedarse con el lado bueno de su trabajo y lo satisfactorio que le resultaba salir con una operación exitosa.

Cómo hoy, que incluso en dónde su jefe había sido un total desgraciado ogro al ponerle doble turno, pese las últimas dos noches anteriores haberlo hecho, sin ninguna contemplación o justificación. Jeong se sentía tan lamentable, incluso sabía que cualquier persona podría notar sus ojeras desde kilómetros de distancia por las malas noches que a pasado.

—¡YunHo, esperame!— el más alto paró su camino en dirección a su auto, al escuchar el llamado de cierto pelirojo que corría en dirección hacia él.

YunHo soltó una pequeña risita al ver a su agitado amigo llegar hasta él, río un poco más fuerte al recibir un pequeño quejido y
una mala mirada por parte de el pequeño pelirojo.

—¿Qué te causa gracia?— HongJoong le preguntó al retomar la compostura —¡Vengo  llamándote desde él ascensor!, ¿En dónde tienes la cabeza, Jeong?

—Lo siento, estaba concentrado en... En algo que no importa— YunHo rápidamente evade el tema, ahora sonriendo nerviosamente bajo la analizante mirada de su mejor amigo —¿Me compraste un café?— pregunta cambiando el tema.

—Después hablaremos, Jeong— dice el bajito, con su cuerpo temblando pues la temperatura había bajado notoriamente —Pará la próxima, por hacerme correr desde el hospital, no te compraré nada y te dejaré ir completamente cansado y con sueño a tu casa— amenaza HongJoong, mientras que le extiende el café que le compró a YunHo.

—Lo siento... No volverá a pasar— promete mientras bebe su café y suspira al sentir la cafeína entrar a su cuerpo —De verdad que necesitaba una buena taza de café.

—Lo sé, por eso lo compré.

—¿Trajiste tu auto?

—Sí... Pero te acompañaré hasta tu hogar— responde el más bajito.

—Puedo ir sólo, HongJoong yo-

—Iré contigo, así quieras o no. No has descansado lo suficiente, SeongHwa y yo estamos preocupados por ti, te puede ocurrir un accidente y creeme que SeongHwa me envió miles de mensajes prometiendo que no te dejaría ir sólo— explica —Además... Yo tampoco me sentiría tranquilo al dejarte ir sólo... Has doblado más de dos turnos, de verdad estoy preocupado.

—Ustedes dos... Se comportan cómo mis padres, ya soy un adulto y yo soy muy responsable, ¿Sabes?— dice, para después suspirar rendido ante la mirada decidida que recibió por parte de su mejor amigo —No me dejarás ir solo... ¿no es así?

—Qué bien me conoces— HongJoong sonrió, para así dirigirse al auto del más alto —irás de copiloto, andando.

La noche estaba estaba fría, el invierno se avecinaba y aquello hacía que la temperatura bajara, él solamente quería llegar a casa, estar bajo el calor de su chimenea mientras toma una deliciosa taza de chocolate caliente y se relaja, con buena música clásica de fondo y lee un libro.

El camino era silencioso, cómodo y silencioso. Con la radio siendo el único ruido que se escuchaba dentro del auto, YunHo se encontraba tranquilo, hasta el punto de quedarse casi dormido en el asiento de copiloto. Pero aquella tranquilidad no duró mucho, pues en el momento que frenaron en un pase peatonal, un joven chico que traía un bulto entre sus brazos había perdido el completo equilibrio pero logró estabilizarse, parecía estar en un muy mal estado, pero se aferraba a proteger aquel bulto entre sus brazos.

HongJoong y YunHo rápidamente bajaron del auto, esto para auxiliar al chico que parecía estar a punto de colapsar. Y lo primero que notaron era que aquel bulto se traba de un pequeño bebé, que parecía ser de no más de seis meses. Cosa que hizo preocupar al par de amigos.

—Hey, ¿Estás bien?— HongJoong fue el primero en acercarse, el joven chico sólo le miraba descolocado y con la mirada llena de preocupación y miedo. —No te haremos daño, sólo... Sólo queremos ayudarte, ¿él es tu bebé?

El chico asiente lentamente, aún mantenido su distancia con el par de médicos y sostiendo con temor al pequeño en sus brazos.

—Y-yo— intenta hablar —P-por favor... mi b-bebé... él -

Y el joven muchacho no logra terminar de hablar pues este cierra los ojos y por poco cae desplomado al suelo con el niños en brazos, de no ser que YunHo reacciona rápidamente y logra atraer al joven a sus brazos. HongJoong reacciona de igual manera y toma entre sus brazos al pequeño bebé que pronto se había echado a llorar.

—Mierda, está muy helado— dice YunHo al checar la temperatura del joven, este sólo tenía un gorrito de lana cubrindole del infernal frío.

Rápidamente se quita su abrigo y envuelve el cuerpo del menor, obseva a su mejor amigo quien ya había calmado al pequeño bebé.

—Tenemos que llevarlos al hospital— dice YunHo, mientras carga al joven entre sus brazos.

—YunHo— HongJoong se le acerca con una notaria expresión de preocupación —Ellos... Ellos son híbridos.

YunHo maldice nuevamente por la bajo, mientras observa a HongJoong mostrale las orejitas del pequeño bebé.

—¿Cuál es el hospital de híbridos más cercano?— pregunta mientras no pierde el tiempo colocando al híbrido en el auto.

—Este está a 4 horas de aquí... YunHo, ¿Qué haremos?

—No sé, estoy pensando— dice mientras arranca el auto —¿Cómo está el bebé?

—Él está bien, su temperatura se encuentra normal, al parecer el padre se encargó de cubrirlo muy bien del frío...

—Iremos a mi casa, lo ayudaremos a entrar en calor— dice YunHo mientras conduce, faltaban tan sólo unas cuantas cuadras para llegar a su casa —HongJoong, llama a SeongHwa, dile que venga para que pueda revisar al bebé— pide mientras coloca la calefacción del auto a todo lo que da.

HongJoong simplemente asiente, mientras que no duda en llamar a SeongHwa.

Ahora lo único que esperaban era lograr salvar al híbrido, su estado no era el mejor y la hipotermia del muchacho sólo les hacía sentir más preocupados.

Hi, aquí el primer capítulo amorcitos mios ♡
En unas horas o mañana les publico el segundo cap, quise dejarlo hasta aquí porque saldré y bueno ya quería subirles algo jweyhe
¡Gracias por leer!, wii