𝐎𝐍𝐄
Natalie Augustine siempre tenía sueños, sueños que significaban algo, soñaba que volaba, que era libre, pero tarde o temprano tienes que despertar
Natalie había tenido una vida, no la clasificaba como buena o mala, cuando nació su hermana ya contaba con 29 años, no tuvo con quien jugar cuando apenas era una niña con dos coletas adornadas con moños, así que su único refugio fue su padre, aquel padre que se encargó de prepararla desde su primer memoria, ¿que le espera a una niña que toda su vida ha sido criada bajo películas de acción y matanzas? Aprendió a usar un arma con solo 6 años, a los 10 ya sabía usar un arco con los ojos vendados, siempre fue hábil, su físico delgado le ayudaba a escabullirse por donde ella quisiera
Cuando tenía 6, su hermana Grace fue seleccionada para un programa creado por la RDA y la ONU, un programa que permite a los humanos explorar el entrono remoto y hostil de Pandora, algo difícil de explicar para una niña de su edad aunque fuera inteligente, desde esa edad jamás volvió a saber de Grace, no hasta que sacó un libro de botánica sobre Pandora, libro que en las primeras páginas podías encontrar una dedicatoria a su nombre
"Este libro se lo dedicó a mi hermana menor Natalie, una niña a la que conocí bien, una adolescente que no conozco y una adulta que espero conocer, en donde sea que estés Nat, quiero que sepas que te quiero"
Esas habían sido sus palabras, demasiado tiernas para ser de Grace así que posiblemente la editorial le aconsejó cambiarlas, o eso creía Nat, gracias a la ausencia de Grace, su madre se deprimió, parecía que repudiaba a Natalie por alguna razón que nunca llegó a conocer así que su padre decidió moldearla a su gusto
Desde pequeña fue entrenada para ser una máquina de golpes, los primeros años de educación fueron fáciles si eliminamos las clases de defensa personal, cuando pasó los 10 años ya estaba en una escuela para soldados y agentes, la tierna Natalie que alguna vez había sido conocida en la agonizante Tierra se había muerto el día que entró a aquella escuela, mediante crecía más enseñanzas tenía, pasaban de ser de "caza al ratón" a "caza al ladrón"
Cuando cumplió los 14 ya era una agente especializada, ¿como? Corrupción y delincuencia, su padre la usaba bajo seudónimos para ofrecer servicios especiales, solo le daban un nombre a la pelirroja y aquella persona no volvía a ver la luz del sol, su vida fue así durante 3 años, sangre y dinero eran sus mejores aliados
Pero en el fondo, Natalie tenía corazón, cuando cumplió 17 años la RDA llegó a su puerta, sabían lo que hacía y sabían que tan bien soldado podría ser, su padre no dudó en decir que si pero Natalie era un espíritu libre, tenía sueños y deseos, así que escapó de su hogar, su madre habia muerto cuando cumplió sus 16 y aunque su padre la crió, no tenía el más mínimo afecto en el
No pasó mucho cuando la RDA la encontró, logrando convencerla al decirle que Grace Augustine seguía con vida y que la esperaba en su nueva misión, Natalie era inteligente, no sería un soldado sin cerebro que solo disparaba a lo que se moviera logrando llegar a un trato
Natalie había dejado su vida de asesina, se escabullía entre las tiendas para comprar cosas, a su edad no parecía una niña tan joven, se había desarrollado con rapidez lamentablemente
Su pie se movía mientras escogía que soda tomaría, pero las voces de fondo no la dejaban pensar demasiado, terminó tomando uno de uva, dirigiéndose a la caja noto a un par de su especie, un hombre acosaba a una chica la cual repetidas veces le decía que no
Tuvo que pagar en silencio mientras observaba de reojo, su estómago se revolvió al recordar lo que le pasó y la ira se apoderó de su cuerpo, le dedicó una sonrisa a la amable cajera y salió con rapidez del local, Natalie sabía leer a las personas de pies a cabeza, podía descifrar qué tipo de coche usabas o si no plano usabas tus pies, estatus social, dinero, psicología, todo
No tardo en encontrar la moto del tipo, fue fácil deducirlo ya que solo había una y del pantalón de aquel cerdo colgaba un llavero de una motocicleta que hacía ruido con unas llaves, era fácil darse cuenta de los detalles, de su pantalón se asomó su navaja de bolsillo, la usaba para emergencias y está tal vez sería una emergencia
El filo del arma blanca se deslizó con facilidad en las llantas, dejándolas sin aire y un lindo garabato al rededor de la motocicleta, los fuertes abusaban de los débiles, Natalie alguna vez fue débil y abusaron de ella, intentaba cubrir su pasado defendiendo a la gente que no podía sin recibir nada a cambio
Abrió su soda con facilidad, le gustaba la presentación en vidrio ya que la hacía ver más elegante, con pena dio un sorbo sonriendo con diversión para después azotar el vidrio contra la moto, encendiendo sus alarmas mientras ella se alejaba
El resto fue historia, el hombre salió dando maldiciones al aire cosa que Natalie aprovechó para lanzarse contra él y golpearlo con rapidez, podría parecer débil pero era más que eso, varios golpes y se cansó, dejándolo en el suelo y ella con algunos moretones en sus brazos
Después de eso, la RDA la encontró con facilidad, a simple vista sería un ayudante en el Programa Avatar, la otra cara de la moneda sería cuidar del trasero de Thomas Sully, una mente brillante en potencia que sería enviado a Pandora, una mente que debía ser protegida por una buena agente de cualquier peligro en el nuevo mundo, ¿quien diría que el destino sería tan cínico y le arrebataría la vida solo por dinero en su cartera?
Pensó que se había librado de aquello pero la RDA iba más adelante, tenían bajo la manga al gemelo veterano de Tom, Jake Sully el cual aceptó para reemplazar a su hermano, haciendo que Natalie siguiera atada a la RDA, después Natalie Augustine fue enviada a Pandora, dejando todo atrás lo que para ella era un comienzo
Cuando estás en crio no sueñas, no se siente que pasaron 6 años, simplemente tenías que mirarte en el espejo para confirmar que tanto habías crecido o cambiado, qué rasgos tuyos habían sido escondidos o cuales habían aparecido
Los párpados de Natalie se abrieron con rapidez, podía escuchar su respiración en su oído, sus ojos verdes se pasearon por la pequeña cápsula en la que se encontraba, no tuvo que moverse demasiado para sentir el frío del material en sus brazos, tuvo que volver a cerrar sus ojos para calmarse, irónico que la agente más peligrosa era claustrofóbica
Su respiración se volvió más aliviada al escuchar cómo se abría la cápsula, su mente creyó que saldría eyectada con fuerza pero fue todo lo contrario, incluso flotó al salir de aquel lugar, sus brazos se encontraban amarrados al igual que su cuerpo, haciendo que solo su cabeza fuera capaz de moverse de lado a lado
-¿Ya llegamos?- Preguntó mientras parpadeaba intentando acostumbrarse a la luz, un científico se acercó para atenderla
-Si, llegamos bella durmiente
Una risa cínica salió de sus labios, sonriendo levemente mientras le quitaban las cintas, intentaba separar su cuerpo debido a que no le gustaba el contacto físico excesivo
-¡Estuvieron en criogénica durante cinco años, nueve meses y 22 días! ¡Tendrán hambre y se sentirán débiles! ¡Si sienten náuseas, usen las bolsas!
Escuchó una voz que gritaba mientras ella flojeaba hacia algún tipo de lockers, muchas veces le gustaba la soledad pero estar sola en un lugar lleno de gente hacía que sus nervios se desataran, había muchas cosas en Natalie que iban en contra de su instinto asesino
-Sería un asco si alguien vomita aquí, ¿quien quiere limpiar sus mierdas?- una voz masculina se escuchó a su lado, al voltear no dudó en sonreír
-Hugh, sigues vivo- Hablo Nat con una sonrisa, ni siquiera se había visto en un espejo y ya conocía el nuevo rostro de su antiguo compañero
Hugh Adler fue su compañero en su infancia, calmaba sus nervios cuando tenía que hablar en clase, nunca hubo algo más que amistad, Hugh era su único amigo en la tierra, con quien había perdido comunicación cuando cumplió 15 años
-Para tu suerte, y me veo más guapo... tu también, eres más pelirroja
Un espejo se atravesó frente a ella, confirmándole que así era, su cabello había crecido, su rostro ya no era el de una adolescente, pronto cumpliría 22, aunque la cicatriz en su frente seguía ahí, una cicatriz que se ganó debido a que se defendió de un intento de abuso, le fue difícil pero logró cortar su cuello, ella se ganó una fea cortada en el rostro, la cual cada que la veía vomitaba por horas
Adelante estaba Pandora, una pequeña luna que orbita el gigante planeta gaseoso Polifemo en el Sistema Alfa Centauro, Natalie creció escuchando de ella, muchas veces por parte de su madre diciendo que aquella luna le había quitado a su "única hija", algo difícil de escuchar teniendo 6 años, por lo cual nunca creyó que iría allí por sus conocimientos
-Será un nuevo comienzo en un mundo nuevo
Le dijeron, lo suficiente para hacer que Natalie accediera bajo sus términos, su madre estaba muerta, no le importaba y su padre seguiría ese camino, solo quería empezar de nuevo con su hermana, un vago pero feliz recuerdo de su infancia
En poco tiempo tuvo que subir a una nave llena de soldados, marines y algunos científicos extra, ella iba con Hugh bromeando entre susurros ya que el viaje era tedioso para ambos, querían correr por ahí, saltar entre cosas y pelear, era lo que mejor sabían hacer
-¡Oxi-máscaras! ¡Pónganselas!
Un detalle importante de Pandora, era que su aire era casi imposible de respirar debido a su alto nivel de dióxido de carbono, si un humano respiraría con libertad comenzaría a asfixiarse en 10 segundos y tener una muerte agonizante durante 4, suena divertido
-¿Que crees que encontremos ahí?- La voz de Hugh se escuchó a través de la máscara
-No lo sé, espero alguna criatura que mágicamente te haga hablar con coherencia Hugh
-No quiero morir tan rápido rojita
-No lo harás, no creo que estos idiotas dejen a alguien morir mientras nos trasladan, sería una horrible mancha en sus papeles
En cuestión de minutos se logró sentir como la nave aterrizó, Natalie estaba nerviosa, no conocía el territorio pero algo bueno de ella era que se adaptaba a cualquier ambiente
-Arneses fuera, agarren sus mochilas- alguien grito
-Compórtense, vamos
-Ya oíste Hugh, comportado- Nat se burló mientras se levantaba y tomaba su mochila, la cual afortunadamente no pesaba ya que no era demasiado apegada a lo material
Mirando a su compañero ambos se colocaron en la línea de salida, uno de sus dedos jugaba con el anillo interactivo que llevaba en su mano intentando calmar sus nervios
-¡Cuando baje la rampa vayan directo a la base, no se detengan! Vayan directo adentro ¡esperen mi señal!- el soldado gritaba dando órdenes
En pocos segundos la rampa comenzó a bajar, todos dentro se asomaron con curiosidad, cualquiera lo haría si estuviera en un mundo completamente nuevo
Al estar abajo completamente todos comenzaron a trotar en fila como se les había ordenado, Nat estaba al fondo así que no se preocupaba en seguir las órdenes de alguien vestido de verde, ella estaba ahí para otra cosa
No hay tal cosa como una ex- agente, del Yesss estar fuera pero nunca pierdes la actitud, esa era la característica de Natalie, a pesar de estar en peligro su personalidad nunca cambiaba
En la tierra, todo aquel que había viajado a Pandora eran perros del ejército, marines, aquellos que luchaban por libertad... pero aquí afuera solo son asesinos a sueldo tomando el dinero, trabajando para la compañía, Natalie entendía aquello porque así fue su vida
La mirada verde de la pelirroja se paseaba por todo el lugar con asombro, máquinas enormes y robots armados iban de un lado a otro, maquinaria pesada contra la naturaleza, nada fuera de lo normal
-Vamos linda, tenemos que ir a nuestra primera clase, escuché que un grupo de marines estuvieron aquí hace unas horas, no hagamos esperar al cabeza hueca- Hugh la tomó de la mochila haciendo que caminara, Natalie entre quejas lo acompaño hasta una sala parecida a un comedor, muchos soldados se encontraban ahí
-Ya no están en Kansas, están en Pandora señoras y señores- una voz autoritaria sonaba al ritmo de unas botas- respecten ese hecho cada segundo de cada día, si existe un infierno... quizás quieran ir allí a relajarse luego de una visita en Pandora
La mirada de Natalie cayó en el Coronel, sus palabras mostraban repudio ante ese planeta, ¿por qué hablaban así de aquella Luna si tenían la necesidad de sus materiales? Hipocresía
-Allí afuera, más allá de esa cerca...- el Coronel apuntó hacia la ventana- cada cosa viviente que se arrastre, vuele o repte en el lodo... quiere matarlos y comer sus ojos como dulces, tenemos una población indígena de humanoides llamados los Na'Vi
-¿Por qué tenemos que escucharlo?- Se quejó en susurro la pelirroja mirando sus manos con aburrimiento mientras el Coronel seguía hablando
-Advertencia para que no mueras tan rápido
-Crecí para matar Hugh... es difícil que alguien me mate
Un suspiro salió de sus labios, quería salir de ahí gracias a que el espacio se sentía pequeño gracias a la cantidad de gente dentro, pronto, su mirada se encontró con la amenazante vista del Coronel quien no le quitaba la mirada, y era obvio, Natalie resaltaba entre todos gracias a su cabello, al igual que Grace
-Salgamos de aquí- Sin decir más Natalie salió de la sala con rapidez, Quartich ya tenía la mirada sobre ella y sería difícil que la dejara en paz
Por el otro lado Jake Sully había aterrizado horas antes, llevándose la misma experiencia que la pelirroja, topándose con Norm en el camino hasta que llegaron al Laboratorio Biológico en donde pudo ver el Avatar de su hermano, jurando que se parecía a Tom aunque ahora le perteneciera
-Ahora este es tu Avatar, Jake- Norm lo alentó, sacándole una sonrisa pesada en el proceso, pero su mirada cayó en una tercera cápsula donde se encontraba un Avatar algo diferente
-¿De quien es este?
-Natalie Augustine
-¿Quien?- Max se acercó con unos papeles, el archivo que se le había entregado sobre la agente que cuidaría a los demás
-Maestra espía y asesina, ¿que es ella? ¿Humana o algún tipo de personaje sacado de los cómics?- Pregunto con diversión pero sorprendido, su vista cayó en las fotografías anexadas
-La RDA la había contratado para cuidar a Thomas Sully... así que ahora ella se encargará de ti
La risa cínica de Jake se escuchó en el laboratorio, se creía capaz de cuidarse a él mismo, Natalie había llegado al mismo lugar en silencio, le gustaba hacer una entrada pero al escuchar su nombre decidió mantenerse en silencio para escuchar con facilidad
-Y puedo hacer más cosas que espiar- La voz femenina de la pelirroja sonó frente a ellos, logrando que Norm soltara los papeles y cayeran en sus pies, tomándolos con rapidez mientras los leía, parecía que ya la espiaban a ella desde hace tiempo
-Al menos salgo linda aquí- susurró con diversión, levantando la vista con una pequeña sonrisa en su rostro, encontrándose con la mirada curiosa del veterano
-¿Natalie? Es bueno verte, me contaron buenas cosas sobre ti y tu capacidad de proteger, estaré tranquilo sabiendo tu misión- Norm fue el primero en acercarse ofreciendo su mano- Norm Spellman
-Natalie Augustine pero solo dime Nat- saludo con tranquilidad permitiendo tomar su mano con cordialidad
Sus pies se dirigieron hacia Jake quien no dejaba de mirarla, causando que algo en ella se revolviera pero nada tenía que ver con el asco
-Y tú debes ser Jake Sully, lamento lo de tu hermano
-Gracias, él era el científico así que también lo lamento
-En ese caso nos vale ser buenos compañeros- termino las platica para después girar hacia Max- tu, ¿donde puedo encontrar a Grace Augustine?
Tengo que confesar que amo a Natalie, mi hermosa máquina de golpes
¿Les gustaría que realmente esta fuera una historia donde la protagonista tenga un interés amoroso definitivo? Aunque diré que el final ya lo tengo pensado y será... diferente a lo acostumbrado
Sin más que decir dejo el archivo de Natalie y su Avatar, ¡nos leemos después!
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