HyeMin y su abuelo llegaron al mercado, pasaron por calles donde el sol no daba tan fuerte y tardaron un poquito más.

La joven subió el carrito a la vereda e ingresaron al lugar. Ella sacó la lista y la leyó.

---- necesitamos, leche, azúcar, té, café, tres paquetes de arroz, un paquete de sal..

---- voy por el azúcar, sal, té y café. - avisó su abuelo antes de comenzar a caminar.

La castaña hizo rodar las ruedas del carrito y camino al pasillo donde podría encontrar el arroz y algunos fideos.

Eligió los que normalmente consumían y los guardó, hizo lo mismo con tres cajas de leche y caminó buscando a su abuelo.

---- buenos días, SungChan. - sonrió Hye -

---- buenos días. - respondió el hijo del dueño del mercado - ¿Cómo estás?

Jung SungChan tenía dieciocho años y estaba estudiando en la ciudad, de seguro estaría en el pueblo durante unos días y luego de iría nuevamente, al igual que su hermano.

---- bien, vine con mi abuelo y..allí viene.

El adulto estaba caminando hacia ella con cosas en sus brazos y HyeMin abrió el carro para guardarlas.

---- buenos días, Señor Kim. - el chico hizo una pequeña reverencia -

---- Chan, buenos días.

HyeMin miró la lista y faltaban algunas cosas, así que dejó a su abuelo hablando con SungChan mientras ella recorría el lugar para encontrar lo correspondiente.

"Un jabón en barra blanco, jabón y suavizante para ropa."

Para él día de la madre, su familia le regaló a su abuela un lavarropas y eso facilitó mucho. Ahora tenía que comprar el jabón y el suavizante.

HyeMin localizó el jabón en barra en una repisa alta. ¿Quien tuvo la maravillosa idea de hacer esto?

Intento saltando y poniendose de puntas de pie, pero no funcionaba.

---- te ayudo.

Reconoció la voz del hermano de SungChan, YoonOh.

---- gracias.. - tomó el jabón y el suavizante - la próxima, deja algunos abajo, Jay..

--- lo haré. - le sonrió mostrando sus hoyuelos - ¿Viniste sola?

---- con mi abuelo. - afirmó - él está hablando con SungChan..

Debía admitir que YoonOh era atractivo, demasiado. Tendrías que ser muy tonto para no aceptar lo bonito que era aquel chico. A sus veititrés años, estaba viviendo en la ciudad por sus propios medios y estudiaba medicina infantil. ¡Y eso! YoonOh es encantador. Siempre ayudando y preocupándose por otros. ¿Cómo no podía gustarte?

HyeMin tuvo durante muchos años un crush en él, pero después fue desapareciendo. Aun así, la belleza del chico era un poco abrumadora. Inconscientemente, la ponía nerviosa.

---- genial, Me dijo que necesitaba ayuda con unos cajones que había en un cuarto en el patio, ¿Puedes decirle que hoy a la tarde iré? A las cuatro  termino con lo que debo hacer, así que puedo darme una vuelta..

Jung estaba acomodando algunos productos en otra góndola y poniéndole precio.

---- claro, le diré. - jugó con sus zapatos - ¿Cuando vuelven a la ciudad?

---- en dos meses. - respondió - ¿Tu?

---- no lo sé..creo que unos días antes de que empiecen las clases..

---- ¿Aún no terminas la escuela?

Los cafés orbes de YoonOh, la miraban desde abajo con una pequeña sonrisa.

---- este sería mi último año.

---- aprovéchalo, la universidad es..más difícil, pero se que podrás hacerlo, eres inteligente.

---- ¡HyeMin!

El llamado de su abuelo los sacó de la charla.

---- debo irme..nos vemos luego. - sonrió -

---- adiós, Min.

Sus pies se movieron rápidamente hasta su abuelo y este le hizo señas para que abriera el carro.

---- ¿Que más hace falta? - murmuró el adulto -

---- leche, harina y ciruelas.

Cuando ya tenían todo lo que comprarían en el carro, fueron a la caja y pagaron por el total.

---- adiós, señor Jung. - se despidió la castaña -

---- adiós. Gracias por su compra.

Su abuelo la ayudó a bajar el carro y emprendieron el camino a casa. A pasos lentos pero seguros, mirando las casas de los vecinos y charlando de algún tema.

HyeMin estaba hablando de su banda favorita, mencionando a sus integrantes y algunas canciones. Su abuelo prestaba atención y trataba de seguirle el ritmo.

---- ¿Abue..?

---- te escucho.

---- se que no entiendes de lo que te estoy hablando, mejor hablemos de algo que te guste a tí.

---- tal vez no te entienda, pero si noto que te hace feliz. ¿Por qué no hablar de algo que te gusta?

---- porque después no paro no hablar..- susurró - y tú tampoco me paras.

---- es bonito cuando hablas. Nos gusta verte feliz, HyeMin. - contestó él -

---- es solo una tontería, no debería emocionarme por algo así. - carcajeó - a mamá no le gusta y después me regaña, no quiero que después se las agarre con ustedes porque no me educan bien..

---- ahg, tu madre. - rezongó - pero bueno, ya es burro viejo, no podemos cambiarla, Hye.

Llegaron a la casa y subieron los escalones para entrar a la casa. Su abuela estaba mirando la televisión mientras tejía alguna cosa.

---- Abu, YoonOh dijo que vendrá a la tarde, cerca de las cuatro o por ahí.

HyeMin siguió su camino hasta la cocina para sacar lo comprado. Lo acomodó en la mesa y comenzó a guardar.

Su abuelo servía dos vasos de agua y le extendió uno, hacía mucho calor.

---- quita esa cara, tontita. - su abuelo tironeó de una de sus trenzas con cuidado - en esta casa puedes hablar todo lo que quieras y que venga tu mamá a quejarse.

La castaña rió un poco y bebió agua aora quitar ese nudo en su garganta.

---- no hay que llorar por esas cosas. - suspiró su abuelo - estoy viejo, pero gracias a Dios puedo oír, y hasta que ya no lo haga, quiero escucharte hablar de todas las cosas que te hagan feliz, ¿De acuerdo? Sin vergüenza, sin miedo.

HyeMin asintió y inhaló profundo. Siempre sus ojos se llenaban de lágrimas cuando le decían cosas así. Era como un mini remedio para sus inseguridades.

Su abuela entró a la cocina y abrió la heladera.

---- pensaba en hacer una tortilla de papas con carne, ¿Que opinan?

Ambos sintieron sus estómagos rugir ante esa propuesta. HyeMin adoraba la tortilla de papa y su abuelo también.

---- te ayudo con las papas. - el hombre se puso de pie y busco algún tupper dónde poner los tubérculos -

HyeMin se quedó sentada en una silla, mirando sus manos y jugando con sus pulseras. Una vez se había quemado con aceite muy caliente y ahora le teme.

---- ¿Que puedo hacer? - preguntó Hye -

---- ¿Por qué no vas a hablar con los vecinos nuevos? - propuso su abuelo -

---- deben estar ocupados, Abue..

---- entonces ayudalos a ellos. Falta para el almuerzo.

Min volvió a ponerse su sombrero y salió de su casa, quedándose sentada en los escalones del porche. El sol se tapaba un poco gracias un gran árbol.

HyeMin estaba jugando con sus zapatillas, con sus cordones y mirando la cuadra. El sol iluminaba fuerte, pero aún no tenía calor.

Sus ojos se dirigían a la nueva casa, la curiosidad picaba en ella, pero tampoco quería molestar con su presencia.

---- ¡DongHyuck! ¡ahg!

Hasta el perro del vecino prestó atención a los nuevos. Se puso de pie para sentarse en el banco de madera que había allí y esperar a que algo pasara, cuando un chico pasó por delante de su casa, con su celular en mano y notablemente molesto.

HyeMin desvío su mirada para no parecer entrometida y miró su ropa. Escuchó los pasos del muchacho acercarse hasta que pararon frente a su casa.

---- hey, tú. ¿HeeJin?

La castaña levantó la mirada y asintió.

---- genial, ehm..soy Donghyuck.

Su piel era morena, con un bonito lunar en su mejilla y labios rosados, sus ojos eran bastante redondos y su cabello llevaba las puntas rubias.

Ella seguía asintiendo a sus palabras, esperando a que dijera algo más.

---- mañana iremos con los tíos de Jaemin a su finca y Jeno me mandó para preguntarte si querías venir.

---- e-eh..- mordió su labio inferior - debería preguntarle a mis abuelos..

---- pues, hazlo y después me avisas. - juntó sus labios y sonrió un poco - debo irme a comprar, nos vemos.

---- a-adiós..- saludó con su mano - gracias.

Bueno, no fue tan malo como pensó.