Capítulo 7: Caos.
🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞
Miré mi propia foto en el anuario de mi graduación, a pesar de la enorme sonrisa lo que reflejaban mis ojos era todo lo contrario, dolor, desesperación, angustia ¿Cómo nadie se daba cuenta? Debía de ser un buen actor.
La guardé en mi mochila y fui rumbo a casa desde la escuela, había sido mi último día en el segundo grado, solo me faltaban otro año más para graduarme definitivamente. Cualquier otro estudiante estaría feliz, deseoso por poder disfrutar de las vacaciones, el invierno, la familia, los amigos, todos, menos yo.
Las vacaciones eran una tortura de la que no podía escapar.
Estar todo el día en la escuela y las clases me salvaban, me ayudaban a seguir respirando, concentrarme en mis estudios despejaba mi mente de las cosas malas.
Pero ahora tenía todo el tiempo del mundo hasta marzo, suficiente para que mis rodillas se rasparan y terminara suplicando por mi vida.
Cuando un auto ralentizó a mi lado mientras caminaba ya sabía que pasaría.
La puerta se abrió y un brazo me obligo a entrar rápidamente.
Caí sobre el cuerpo del señor Park, lo primero que hizo fue sonreír y acariciar mi mejilla. El auto se sacudía, quien sea que conducía estaba acelerando cada vez más.
–Hola, mi lindo muñeco, hoy te ves muy hermoso –dice él.
Mi labio tembló, quería gritar e intentar escapar por la ventana, pero me controlé, la última vez que hice eso terminé en el hospital con un esguince de tobillo y sabía que la razón por la que esta vez el vehículo iba tan rápido era para que no pudiera hacer lo mismo.
–¿Estuvo bien la despedida? –me atrajo más a él y floto su nariz en mi pómulo–. Oh, ahora podemos pasar más tiempo juntos, te extrañe tanto.
Besos.
Caricias.
Un mordisco.
Una lagrima.
–¿Me extrañaste? –asentí, pero el conductor habló.
–Responde correctamente, Hoseok, no te eduque como un mudo –apreté los labios y respondí.
–Sí, también.
–Me siento feliz de escuchar eso.
Debía de haber acostumbrado al dolor o tal vez estaba muy avergonzado de que mi padre estuviera ahí, porque cuando me tomó en el auto intente hacer el menor ruido posible, pero con Park no era nada fácil. Le gustaba el juego sucio, las mordidas, los golpes, jalar del cabello y clavar las uñas.
Pero él no terminó ahí, claro que no, el invierno apenas comenzaba y me iba a tomar de muchas formas.
Y ninguna me iba a gustar.
Yo pensaba que el señor Park me amaba, cuando empezó a pedir verme a los 14, era muy dulce, colaboraba mucho con mi padre, nos ayudaba con las cuentas, me cuidaba, sentía que había algo verdadero entre nosotros.
Pero estaba siendo manipulado por un monstruo, nadie a su sano juicio realmente creería que una relación con un hombre de 27 años sería correcta, menos siendo tan joven.
Cuando se acostó conmigo por primera vez fue tan lindo, supongo que quería una última muestra de afecto.
El caos vino después.
Mi familia pendía de un hilo, de no ser por la gran atracción que sentía el señor Park por mí, probablemente ni siquiera habríamos estado vivos. Él comenzó a llevar las riendas, mi padre era su mano derecha, mi madre solo trataba de que no nos hundiéramos y yo lo complacía.
La tablilla forrada en cuero calló de nuevo sobre mis nalgas, un grito.
La correa en mi cuello fue jalada con brusquedad, un llanto ahogado.
Una hilera de sangre se mezcló con el semen en mis muslos, una sacudida.
Fue cuando me rompí.
Cuando volví a abrir los ojos estaba en el hospital.
No podía mover nada, siquiera parpadear era doloroso, él había acabado conmigo o al menos había dado su mayor esfuerzo.
Mi vida era un caos, siempre lo fue y siempre lo será.
–No, por favor, basta, lo vas a matar –mi madre se interpuso entre mi padre y yo.
En el suelo, solo trataba que la sangre no manchara todo.
–Escúchame muchacho, solo tienes que hacer lo que se te dice, la vida es difícil y tienes que aprender a ganártela.
–Han-
–Y eres muy afortunado por tener una oportunidad de oro, pero has sido rebelde y la estás perdiendo.
–Hansoo, basta, ya es suficiente, el señor Park no le gustara ver herido a Hoseok... por lo menos no de otro –sabía que mi madre no me estaba defendiendo, solo protegía la mercancía.
–Más te vale entender, Hoseok, porque puedes llevarnos a la ruina.
Si, lo entendía perfectamente.
–Hoseok ¿estás bien? –la maestra Song me detuvo antes de marcharme de la clase–. Faltaste 3 días y tampoco he recibido una excusa de tus padres.
–Solo tuve un accidente en casa y me caí.
–Tu cara no me cuenta la misma historia.
–Solo me caí.
–Hoseok, si necesitas ayuda sabes que la puedes pedir.
–No, ni usted ni nadie puede ayudarme.
Su cara en ese entonces parecía realmente preocupada por mí.
Negué su ayuda muchas veces, pero al final no podía decir ocultando mi dolor.
Ella me ayudaría a escapar, podría avisar a las autoridades, si no acaban con él al menos me sacarían a mí.
Fui muy crédulo.
Y me arrepiento de haber confiado en ella.
Lo siento.
🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞🎞
Conocemos un poco del pasado de Hoseok, nada bonito al parecer, este tambien esta lleno de mentiras y secretos.
¿Cuál será el mayor de ellos?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro